Arequipas por el barrio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Yams1999.
Era el año 2001 hacia más de 5 años que los padres de Giovanny se habían separado que vivía en ese entonces con su madre Elizabeth solo ya que el padre la había engañado y no quería saber más nada del asunto A Giovanny la situación lo hirió al principio pero con el tiempo sano la herida
La vida no era mala con su madre que por ahí tenía 25 años tan sólo se dedicaba a ir a trabajar por la mañana y a ocuparse de la casa por las tardes.
No había querido rehacer su vida con ningún hombre, ya que decía que bastante había tenido ya con el padre de su hijo así que vivía sólo para su ocio y para la comodidad de Giovanny
Los 2 se llevaban muy bien tal vez porque se parecían mucho en carácter y se entretenían y se divertían juntos no pocas veces.
Solían ir al cine una vez por semana etc.
etc.
Elizabeth era realmente buena y comprensiva con su hijo ambos se comprendían mutuamente estaban realmente muy unidos Gio se la pasaba mejor que con nosotros sus amigos
Estaban tan unidos que la mayoría de las noches dormían juntos Elizabeth Como he dicho era entonces una mujer de 20 años, de pelo oscuro, ojos marrones y piel bastante blanca.
Medía 1’64 y su peso era normal.
Sus pechos eran como naranjas Giovanny era entonces un niño de 11 años Medía 1’59, tenía el pelo negro bien largo y era algo flaco, todavía sin desarrollar.
No había tenido novias ni nada de eso, pero cada vez le interesaban más y tenía más necesidad de algo que no sabía cómo definir.
Una noche, después de cenar, Elizabeth y Giovanny veían un programa en la tele como de costumbre.
Ella estaba tumbada en el sofá y él estaba en el otro extremo con sus pies sobre él, acariciándoselos.
Ella llevaba puesto un camisón blanco que se transparentaba bastante y no le llegaba ni a la rodilla, cubriendo sólo tres cuartas partes de sus muslos.
Como dije Giovanny tenía las hormonas por aquella época algo alteradas y al más mínimo estímulo se ponía erecto no sabía qué era aquello (sí, ya sé, era un poco retrasadillo en eso) y algunas veces se llegaba a asustar.
Aquella noche, como iba diciendo, Elizabeth tenía sus pies sobre el regazo de Giovanny y el se los acariciaba, ya que esa era una de sus mayores debilidades.
Tenía las uñas pintadas en negro aquel día y sin darse cuenta de vez en cuando rozaba con sus pies su entrepierna.
Giovanny llevaba puestos sólo unos calzoncillos pequeños y ajustados, ya que era verano y su madre había puesto sus pies varias veces sobre el bulto de Giovanny.
Alguna vez incluso lo apretó y lo acarició intencionadamente con sus cinco dedos, tal vez sin ser muy consciente de ello, ya que estaba ensimismada viendo la tele.
Se puso totalmente erecto y su bulto se hizo obscenamente grande bajo la tela de sus calzoncillos.
Afortunadamente a su madre no le dio por tocarle en ese momento.
Giovanny aprovecho, algo preocupado, para ir al baño a ver qué le pasaba.
Cuando volvió, se dirigió muy tenso por los nervios de no saber qué tenía hacia su madre.
Antes de llegar al sofá (que le daba la espalda al estar la puerta del pasillo justo opuesta a él) paro un momento para reunir el valor suficiente.
Respiro hondo y se dirigió hacia el sofá.
Se quedó justo detrás de éste y le dijo en un tono nervioso:
-Mamá…me pasa algo en mi…en mi pichita…No sé qué tengo…
-¿Qué…? ¿Qué te pasa, cariño…? -le preguntó su madre muy alarmada sentándose sobre el sofá de un respingo.
-No lo sé…Es algo raro que me viene pasando mucho últimamente…No sé qué es… -le respondía aún más nervioso y tenso.
-Tranquilo, cariño…Ven, acércate y déjame ver…
Giovanny le dio la vuelta al sofá y se dirigió con sólo los calzoncillos puestos hacia su madre.
Ésta estaba mirándolo todo el rato algo asustada y él se colocó a unos treinta centímetros de ella.
-Bájate los calzoncillos para que te pueda ver la pichita, cariño… -le dijo dulcemente.
Giovanny deslizo despacio la exigua prenda hacia abajo, primero por detrás y luego poco a poco por delante.
Al principio se le quedaron los calzoncillos “enganchados” en su erecto pene, pero finalmente salieron y su pene surgió violentamente de detrás de la prenda.
Era un pene enorme.
Él no lo sabía, pero 20 cm era mucho.
Además, le medía 5 cm de diámetro y tenía el glande completamente fuera, de color violáceo y húmedo.
La cara de su madre expresó claramente la sorpresa que se había llevado al ver lo bien dotado que estaba.
Al principio no dijo nada, completamente alucinada, pero luego reaccionó y le preguntó:
Bu…… ¿Qué es lo que te pasa en la colita…?
-Que…que se me ha puesto dura y grande…y no sé por qué…Cr…creo que fue cuando pusiste tus pies sobre mí… -dijo todavía tenso-.
¿Qué será lo que me pasa…?
Su madre se quedó de piedra, tal vez porque había supuesto que él se enteraría de las cosas referentes al sexo por medio de los panas o en el colegio.
Luego dijo:
-No pasa nada por eso, cariño…Es normal que te pase eso algunas veces…Les pasa a todos los chicos y hombres…
-Pero… ¿por qué…? ¿Por qué se pone tan dura y larga? -pregunto inocentemente.
-Pero, ¿es que no te han enseñado eso en el cole…? -le preguntó su madre extrañada.
-No…Por lo menos yo no me he enterado…
-Ah…Bueno, pues verás….
Se… se pone así cuando ves a una mujer o a una chica que te gusta o que te toca o algo así… ¿Tú sabes ya bien cómo se hacen los niños? – le preguntó.
-No…Creo que es cuando un hombre y una mujer se dan besos o algo así…
-Bueno, no exactamente…Verás…La colita se les pone así a los chicos para poder meterla dentro de una mujer y dejarla embarazada… ¿entiendes? -le dijo su madre-.
Y no se puede meter si no está larga y dura.
-Y… ¿por dónde se les mete…? –pregunto Giovanny inocentemente, aunque ya tenía cierta idea sobre esto.
-Pues…por…el chocho…
-¿Por la raja que tienen las chicas ahí…?
-Sí…Hay un agujerito y por ahí se mete… -le explicó su madre.
-Ah…Ya…Bueno, ¿y qué pasa cuando se mete…?
-Pues…hay que…hay que….
meterla y sacarla rápidamente hasta que sale un chorro de líquido blanco de la colita que se llama semen…Todo el proceso de meterla y sacarla y de echar semen da mucho gustirrinín a los dos y por eso es por lo que se hace…
-Ah…Ya lo entiendo…
-Me alegro…Tú no te asustes porque se te ponga dura, es normal y no pasa nada… -lo tranquilizó.
Todavía desnudo en el sofá al lado de su madre y ella le dio un cariñoso y tranquilizador abrazo para luego separarse y echarse hacia atrás en el sofá.
El se quedo sentado donde estaba y también se echó hacia atrás.
-Mamá… -dijo
-¿Qué, cariño…?
-¿Me puedo quedar sin calzoncillos…?
-Claro que sí, cariño… -le respondió dulcemente su madre.
-Gracias…
Los dos se quedaron allí viendo la tele otro rato.
Su madre le miraba de vez en cuando a su pene, que ahora estaba semi erecto haciendo una especie de arco en el aire.
Más o menos tenía el mismo diámetro, pero estaba más flácido.
Entonces se le ocurrió otra cosa.
Estaba claro que su mente preadolescente no pensaba parar.
-Mamá… -dijo
-¿Sí, cariño.
.
?
-¿Me enseñas tu…tu…chocho…para que pueda ver por dónde se mete la colita…?
-Pero Giovanny…es que…es que eso no está bien… -dijo su madre tensa.
-Es que quiero vértelo y verte también las tetas para saber cómo es una mujer…
Un largo silencio se apoderó de la situación hasta que su madre dijo:
-Bueno, vale…Pero no se lo puedes decir a nadie… ¿vale?
-No, claro que no… ¡Gracias, mamá…!
Su madre se puso de pie descalza sobre la alfombra y llevó sus manos a la parte inferior de su camisón.
Lo fue levantando hacia arriba y se lo sacó por la cabeza.
Entonces quedó allí delante de el en sólo ropa interior.
Llevaba puestas unas pequeñas bragas blancas y un exiguo sujetador que apenas podía contener sus tetas.
Entonces, su madre se acercó a él y se dio la vuelta delante de ella.
-Desabróchame el sujetador, cariño… -le dijo dulcemente.
-Vale, mamá…
Giovanny se puso de pie y empezó a tocar la prenda por detrás.
Su pene estaba de nuevo completamente erecto y el glande relucía a causa de los fluidos pres eyaculatorios.
Le costó un poco desabrochar el sostén, pero por fin pudo y su madre lo sostuvo un momento por delante.
Luego lo dejó caer y sus tetas quedaron libres, Seguidamente, su madre llevó sus manos a sus braguitas pequeñas y se las fue bajando poco a poco hasta que, al pasar por sus rodillas, cayeron al suelo súbitamente.
-Ahora me voy a dar la vuelta, Giovanny… ¿Estás preparado para ver a mamá…? -le preguntó.
-¡Sí! -dijo entusiasmado.
En ese momento se fue dando la vuelta.
Al principio vio solo el perfil de sus tetas, y luego fui viendo las dos.
Finalmente mi madre me enseñó todo su cuerpo desnudo y su vista bajó rápidamente hacia su entrepierna.
La tenía completamente cubierta por su espeso vello púbico, pero no de forma desordenada, sino bien cuidado y con los pelos bien ordenados.
-¿Qué te parece…? -le preguntó su madre sonriendo pícaramente.
-Eh…yo…Me…me encanta… -le dijo sintiéndose extraño.
-Ven, cariño…Siéntate aquí en el sofá con mamá…
Los dos se sentaron el uno junto al otro en el cómodo sofá de tres plazas.
Su enorme pene erecto apuntaba hacia arriba con mucha fuerza y realmente quedaba un tanto extraño en un cuerpo aún sin desarrollar como el de Giovanny.
Su madre se lo miraba visiblemente sorprendida y el la miraba a ella.
-Bueno, ahora te voy a explicar un poco cómo funciona lo de hacer los niños -empezó a decirle su madre-.
Mira…ponte de rodillas delante de mí para ver mejor.
Giovanny se levantó y se puso enfrente de ella.
Su madre separó sus piernas y las levantó con las rodillas flexionadas.
El alucinaba al ver su oscuro sexo tan cerca y con su raja semiabierta debido a una excitación que el no sabía que existía en ella.
le encantaba su forma y el suave aroma que emanaba de él.
Su piel interna también me llamó la atención.
Debido a esta vista que estaba teniendo su pene se puso aún más erecto si cabe y su glande más morado y húmedo.
Su madre empezó a explicarle un poco lo que estaba viendo.
-Bueno, cariño, mira… -dijo llevando una de sus manos a su vulva-.
Esta es la raja por donde el chico debe meter su pichita.
Exactamente es por aquí… -dijo llevando dos dedos a la entrada de su vagina-.
Ahí hay un agujerito por donde se mete y donde se deja el semen para hacer un niño.
Y aquí, entre los labios por aquí por la parte de arriba hay una especie de órgano que se llama clítoris.
Ese órgano pequeño es el que hace que a las chicas les dé gustito cuando lo hacen con los chicos.
-Ah… -fue lo único que pudo decir.
-Entonces, ¿lo has entendido mejor ahora? -le preguntó su madre.
-Sí, pero…Si ese órgano, el clítoris, es el que da gusto, ¿por qué no se lo tocan las chicas solas…? -pregunto.
-Ah……Pero es que lo hacen en realidad…
-¿De verdad…? -dijo el mientras se volvía a sentar al lado de su madre y ésta volvía a poner sus piernas juntas abajo.
-Claro…Casi todas o prácticamente todas lo hacen, sobre todo cuando no tienen a un hombre cerca… -le explicó.
-Qué suerte tienen las chicas…Los chicos nos tenemos que aguantar… -dice decepcionado.
-Oh, no…cariño…Los chicos también pueden hacerlo solos…
-¿De verdad…? -dice entusiasmado
-Claro…Mira, pon tu mano alrededor de tu pichita.
Y así lo hizo.
-¿Y ahora…? -pregunto.
-Pues ahora mueve la mano de arriba abajo y verás cómo te gusta… -le dijo.
Él lo hizo así y empezó a sentir algo que jamás había sentido antes.
La sensación de frustración que tenía al tener el pene erecto y no poder hacer nada desapareció, siendo sustituida por una sensación de placer que iba en aumento.
El seguía masturbándose por primera vez mientras su madre lo miraba y eso le daba más morbo casi si lo hubiera hecho solo.
Entonces, le dijo:
-Mamá… ¿Puedes hacérmelo tú…?
Su madre se quedó un poco sorprendida al principio, pero luego dijo:
-¿Quieres que mamá te dé gustito en la colita…?
-Sí…
Entonces su madre llevó su mano derecha a su enorme pene y empezó a masturbarlo.
Ella lo hacía de otra forma, de una forma mucho mejor.
Lo hacía suavemente y de vez en cuando paraba para acariciar mis testículos o para hacer círculos con un dedo sobre el glande.
-Ahhh…Qué gusto da, mamá… -dijo Giovanny.
Ella entonces empezó a deslizar su mano con más rapidez por su pene, hasta que Giovanny empezó a sentir el clímax acercarse.
Entonces, sin que su madre retirara su mano, un enorme chorro de semen salió disparado de su pene, llegó a más de medio metro de altura (sin exagerar) y cayó en su mayoría sobre la barriga de su madre.
Al estar su miembro orientado hacia su madre, la segunda descarga de semen cayó sobre una de sus tetas y la siguiente ya cayó sobre el cuerpo de Giovanny.
El resto se lo llevó la mano de su madre, que se puso toda llena del líquido blanco transparente.
-¿Ves, cariño…? Este es el líquido blanco que te dije… -le dijo su madre con una voz algo ronca que lo extraño un poco.
-Sí, ya veo…Pero te he manchado…Perdona, mamá… -se disculpó.
-Oh, no importa, cariño…Ahora me limpio…
Su madre se acercó y me dio un suave beso en la mejilla y le dijo:
-¿Te ha gustado…?
-¡Sí!, mucho, muchísimo… -le respondió sin ocultar sus sentimientos.
-Me alegro… ¿Sabes…? A mí también me ha gustado…
-¿De verdad…?
-Sí… -respondió su madre.
-¿Y qué les pasa a las mujeres cuando les gusta un chico o quieren que les metan una colita…? -pregunto
-Bueno…pues…Los pezones se ponen empinados y duros y el chocho húmedo…
-¿Y te ha pasado…?
-Sí…
-¿Quieres que yo te toque el…clítoris para que te dé gusto a ti también…? -le sugirió.
-Me encantaría, sí…Pero no le puedes decir a nadie que nos hemos tocado, eh…
-No, no…
Inmediatamente, puso su mano sobre el sexo de su madre y lo empezó a tocar por todas partes.
Primero simplemente acaricio el vello, pero luego toco la raja con un dedo y fue recorriéndola en toda su longitud con él.
Su madre empezaba a suspirar.
Echó la cabeza hacia atrás y empezó a tocarse los pezones y a estrujarse las tetas.
Entonces Giovanny llego a donde le había dicho que estaba su clítoris.
Empezó a describir círculos alrededor de él y su madre empezó a gemir.
-Ahhhh….
ahhhhh….
así, cariño….
así….
-decía gimiendo.
El seguía haciéndolo, suavemente todo el tiempo.
Ella se retorcía de placer en el sofá, y él no la dejaba ni un solo instante.
Dejo su clítoris y recorrió su raja de nuevo, esta vez con dos dedos.
Estaba mucho más húmeda que antes, y sus dedos se deslizaban con suma facilidad por entre sus labios.
Paro un poco y acaricié sus pelos pasando la palma de su mano con ellos.
Era como un sueño estar haciendo aquello, pero él no perdió los nervios demasiado, simplemente siguió curioseando su vulva, algo que Giovanny jamás había visto antes.
De nuevo toco su clítoris y describió círculos alrededor de él.
Su madre seguía gimiendo y soltando gritos ahogados mientras se estrujaba las tetas y los pezones, aún húmedos por su semen.
Unos minutos después de empezar sus caricias, su madre se retorció violentamente y gimió atropelladamente.
Había llegado al orgasmo.
Llevó una de sus manos a donde estaba la de él y la puso encima acariciándomela.
-Gracias, cariño…le has dado mucho gusto a mamá… -le dijo dándole otro beso en la mejilla.
-¿Te ha gustado de verdad…? -le pregunto algo incrédulo.
-Sí, mi amor…lo has hecho muy bien…
Los dos se quedaron el uno junto al otro un rato.
Era ya casi medianoche, así que les estaba entrando sueño.
-Bueno, nene…Vámonos a la cama… -dijo su madre levantándose.
-¿Puedo dormir contigo esta noche, mamá…? -le pregunto
-Claro que sí…Además, sabes que me gusta dormir contigo…
-No, pero yo me refiero a si podemos…si podemos dormir sin ropa… -le dijo habiendo reunido todo el valor necesario.
-¿Por qué…?
-Pues…porque quiero…quiero poder acurrucarme a ti sin ropa y darte besos y eso como hacen los mayores en la cama…
-Pero, Giovanny… -dijo su madre con mirada pícara
-Bueno, si no quieres, no… -le dijo
-Que sí, nene…Que lo podemos hacer…Podemos jugar un rato en la cama si quieres…
-¡Gracias, mamá…!
Los dos se fueron a su habitación.
Giovanny estaba sentado en la cama de matrimonio con la espalda sobre el cabecero y el pene semi flácido haciendo el arco que antes he descrito.
-Bueno, ¿ya estás preparado para jugar con mami, cariño…? -le preguntó amorosamente su madre.
-Sí, mamá…
Su madre se sentó a su lado en la cama y se acercó a su cara.
Con sus labios le dio un beso breve en los suyos Luego llevó su mano a su pene y comenzó a acariciárselo y sobárselo hasta que de nuevo lo puso erecto.
Entonces paró y le dijo:
-¿Qué te parece si los dos nos acariciamos ahí…? Yo juego con tu colita y tú con mi chocho, ¿vale?
-Vale, mamá… -le dijo.
Los dos empezaron a tocarse sus genitales.
El deslizaba sus dedos por entre su raja, la cual estaba de nuevo húmeda y ella lo masturbaba lentamente.
Sus dedos se centraron de nuevo en su clítoris y ella empezó a gemir más fuerte ahora.
Con la otra mano el empezó a acariciar sus tetas y a pellizcar sus duros pezones, jugueteando con ellos.
Ella seguía mientras tanto tocando cada rincón del sexo de su hijo, acariciando sus testículos o simplemente deslizando su mano de arriba abajo.
Estuvieron así un rato, hasta que su madre llegó a un segundo orgasmo, retorciéndose y casi chillando de placer.
Giovanny aún no había eyaculado, y ella lo soltó.
Pensó que todo había acabado ahí y que iba a pasar de él, pero se equivocaba.
Su madre se levantó un momento y fue al cuarto de baño.
El miro hacia donde había estado sentada y descubrió una mancha amarillenta, provocada por sus fluidos vaginales.
Al poco, su madre volvía del baño con un bote de algo en la mano.
La sustancia que había dentro parecía ser amarillenta, pero no lo vio bien.
Lo dejó encima de la mesilla de noche y le dijo que volvería enseguida.
El miro el bote y vio que era vaselina.
Su madre volvió después de cinco minutos y se sentó donde había estado antes.
Le empezó a acariciar el pene de nuevo, el cual pasó otra vez de un estado de semi erección a erección completa.
-Luis… -le dijo
-¿Qué mamá…? -le pregunto
-¿Quieres que mamá te chupe la colita en vez de tocártela…?
Se quedó pasmado.
Jamás había oído que eso se hiciera, pero respondió:
-Sí, mamá… Pero, ¿no estará sucia o algo…?
-No, cariño…
-Es que como antes eché semen y después hice pis también, pues… -explico
-No importa, cariño…A mamá le gustará el sabor de la colita de su nene…
-Vale…
Su madre se puso de rodillas a sus pies y sus piernas metiéndose entre ellas.
Poco a poco se fue agachando hasta que su cara quedó a unos diez centímetros del glande.
Su madre pasó su nariz olfateándolo y luego también todo el pene.
-Mmm, me encanta cómo te huele, nene… -dijo-.
Ahora te la voy a chupar un ratito y verás cómo te gusta.
Entonces empezó a lamer con la punta de su lengua el glande y luego recorrió el pene en toda su extensión, lamiendo aquí y allá…Luego metió todo el glande en su boca y finalmente la mitad de su pene.
Entonces empezó a subir y a bajar con sus labios apretados contra su miembro, prestando especial atención a la base del glande.
Su madre gemía y decía muchos “mmm” mientras le chupaba, y Giovanny sentía cómo la punta de su lengua rodeaba mi glande por todo su contorno.
Daba un placer indescriptible y el se sentía al borde del clímax ya.
Su madre no paraba y el temía que fuera malo lanzar el semen en su boca así que le dijo:
-Mam…mamá….
creo que voy a…que voy a…
En ese mismo momento exploto.
No había podido remediarlo y se había corrido en su boca.
Lo que le extrañó fue que su madre no se detuvo, es más, gimió con más fuerza y el la sintió lamer su glande y tragar el semen.
Cayeron dos chorros de esperma por los lados de su pene, pero su madre los lamió y se los tragó saboreándolos un rato en su boca.
Había sido algo increíble y los dos se quedaron el uno junto al otro en la cama tocándose y acariciándose.
Ella le tocaba el pecho y el a ella las tetas y los pezones.
Los dos se fueron quedando más y más quietos hasta que el sueño los venció y los dos se quedaron 1dormidos.
Había sido un día que no olvidaría fácilmente, en el que había aprendido cosas que casi no sabía que existían.
A la mañana siguiente, los dos se despertaron a la misma hora.
Estaban aún medio dormidos, pero su madre le acariciaba un brazo dulcemente con su mano.
Giovanny a ella le hizo lo mismo lentamente y le sonrió cariñosamente Luego le acarició el pecho con su mano vuelta del revés pasando sus uñas por su piel.
Eso le hacía un poco de cosquillas, pero aguanto y le sonrió cariñosamente también.
Su madre se acercó a el con su cara y le dio un pequeño beso en los labios.
-Te quiero, cariño… -le dijo con la voz más dulce que jamás habia oído.
-Yo también a ti, mamá… -le dije el.
Entonces los dos se levantaron, desayunaron y se fueron de compras a un hipermercado cercano.
Su madre lo llevó gran parte del tiempo cogido de la mano, apretándosela fuerte y acariciándosela con el dedo gordo.
Todo el tiempo lo estuvo llamando “cariño mío” y cosas por el estilo de una forma muy llena de amor.
le dijo que se llevara todo lo que quisiera, que comprara chucherías, galletas, refrescos, y todo lo que se le antojase.
le dijo que es que no quería salir mucho en los próximos días, ya que el calor empezaba a ser insoportable y que por eso quería llevarse de todo.
Cuando pagaron la cuenta, su madre dijo que se lo enviaran todo a casa, así que los dos se fueron al coche de nuevo y se dirigieron a casa.
Por el camino, su madre paró un momento en la farmacia.
Le dijo que se quedara en el coche, así que allí se quedó esperando.
Cuando volvió traía una bolsita con algo dentro.
Se la dio y vio que eran unas pastillas extrañas y aspirinas.
Visto esto, los dos siguieron su camino hasta llegar a casa.
Entraron en casa y se relajamos un poco con el aire acondicionado puesto al máximo.
Elizabeth fue a su habitación a cambiarse y Giovanny se fue a la suya.
Se puso sólo un bañador y se fue a ver la tele al salón.
Una vez allí, se sentó en uno de los sillones individuales y lo reclino un poco para estar más cómodo.
Pensaba mucho en lo que había pasado la noche anterior.
Había aprendido en una hora lo que no había aprendido en años y sentía unas ganas terribles de volver a hacer esas cosas con su madre.
Ésta apareció pronto con una bata de estar por casa puesta.
Estaba descalza como de costumbre y caminaba sobre la moqueta hacia su hijo.
Pero en el último momento se desvió y se sentó en el sofá.
No estaban poniendo nada interesante en la tele, así que pronto estaban los dos.
Su madre lo miró sonriendo y le dijo:
-¿Por qué no te vienes aquí con mamá, cariño…?
-Voy, mamá -le respondió.
se sentó a su lado y ella le rodeó los hombros y empezó a acariciarle el pecho de nuevo con sus uñas y el brazo con su mano.
Giovanny se sentía en el paraíso sintiendo la suavidad y el amor de su madre en su cuerpo y no quería que acabara ese momento.
Ella siguió acariciándolo mientras veían la tele y el le respondió cogiéndole su mano libre y acariciándosela.
-Mamá…te quiero…Te quiero mucho… -le dijo
Ella le sonrió cariñosamente y le dijo que también lo quería.
Luego siguió tocándolo, esta vez pasando la palma de su mano por sus brazos, por su pecho y por mi barriga plana y algo musculosa.
-Nene… -le dijo su madre
-¿Qué, mamá…?
-¿Te gustó de verdad lo que hicimos ayer…? -le preguntó algo seria.
-Pues claro que sí, mamá…Me encantó…Nunca me había sentido tan bien… -le aseguro el.
-¿No lo hiciste obligado…?
-Claro que no, mamá… Tú me dijiste lo que le pasaba a mi pichita y por qué y me ayudaste a quitarme la sensación tan rara que tenía…Lo que pasa es que ahora siento algo distinto…algo un poco extraño… -le explico.
-¿Qué, amor mío…? -me preguntó
-Pues…es como si te quisiera mucho más de lo que te quería antes…o de una forma diferente, no sé…Quiero estar contigo todo el tiempo y acariciarte y darte besos…
-Oh, cariño…a mí también me pasa eso…Necesito tenerte a mi lado todo el tiempo y tenerte cogido de la mano y acariciarte…
-¿Y por qué nos pasa…?
-Pues…verás…Es porque hemos empezado a querernos como hombre y mujer, y no como madre e hijo…Son dos formas de amor distintas… -le explicó su madre.
-¿Y cómo puede aliviarse esa sensación…? -le pregunto
-Sólo como lo estamos haciendo…Tocándonos y besándonos…
-Pero eso no llega a ser suficiente me parece…
-No lo es…es verdad…Hay que llegar hasta el final… -me dijo.
-¿Haciendo el amor…?
-Sí…Sólo así se cura…pero en realidad sólo se alivia…La verdad es que el amor no tiene cura…es como una necesidad continua de la persona a quien amas y de la que no puedes escapar…
-¿Y vamos a hacerlo nosotros, mamá…? -le pregunto preocupado por su respuesta.
-Sólo si tú quieres cariño…Yo no te puedo forzar a hacerlo…
-¿Tú quieres hacerlo conmigo…?
-Cariño…Yo te amo…te amo y te necesito como nunca he necesitado a nadie y quiero hacer el amor contigo…No hay otra cosa en el mundo que yo quiera más que sentir tu piel y tu cuerpo junto al mío y que nos demos gusto los dos… Pero lo que no sé es si tú me querrás tanto como para llegar a eso…-le dijo con tono triste.
-Mamá…yo te quiero más que a nada en el mundo… -dijo, y de pronto rompió a llorar y dijo lo siguiente entre sollozos-.
Quiero que estés conmigo todo el tiempo y quiero tocarte y amarte todo el tiempo…No quiero que te vayas nunca…
-Ven aquí, amor mío… -le dijo cariñosa y maternalmente
Elizabeth apoyó la cabeza de Giovanny sobre su pecho y acarició su nuca mientras el lloraba sobre ella.
Le acarició el pelo delicadamente y se fue calmando poco a poco hasta dejar de llorar.
Entonces levanto la mirada y vio que su madre tenía también dos lágrimas cayendo por sus mejillas.
-No llores, mamá…por favor…No quiero verte triste… -le dije.
-Cariño, es sólo que soy feliz porque me quieres tanto…Yo no te voy a dejar nunca, porque quiero estar contigo todo el tiempo, para siempre…
Giovanny acerco sus labios a los de Elizabeth el beso suave y lentamente en ellos.
Su madre suspiró y empezó a mordisquear sus labios con los suyos.
Después, metió la lengua en su boca y él se sintió extraño ante la nueva sensación.
Su madre movió su lengua dentro de él y lamió la de Giovanny.
Entonces el empecé a mover la suya también y las dos se entrelazaron y se lamieron mutuamente.
Giovanny experimento una sensación de auténtica satisfacción al poder dar salida a su amor de esta forma y, poco a poco, la delicadeza y lentitud iniciales dieron paso a un beso más rápido y apasionado durante el cual los dos estuvieron abrazados y tocándose sus cuerpos.
Estuvieron dándose el beso más de diez minutos.
Sí, parecerá un poco increíble, pero así fue, y habrían seguido de no ser por el timbre, que sonó en ese momento.
Era el repartidor que traía la compra.
La pusieron en la cocina y Elizabeth y Giovanny se besaron otro poco.
le dijo que comieran en ese momento y que así disfrutarían más al tener que esperar, de modo que nos sentamos en la mesa de la cocina uno enfrente del otro
Cuando acabaron, su madre se levantó y lo cogió de la mano y le dijo:
-Vámonos al sofá a hacer la digestión un poco, ¿vale?
-Sí, mamá -le dijo él.
Los dos se fueron al sofá y se sentaron muy juntos, con sus cuerpos pegados el uno al otro bajo el frío del aire acondicionado.
Su madre lo abrazó por encima del hombro como antes y lo acercó más a ella.
Hizo que apoyara su cabeza sobre su hombro y le acarició el pelo durante un largo rato.
También su brazo derecho y su pecho como lo había hecho antes.
Las caricias de su madre empezaron a llegar cada vez más abajo hasta que llegaron al bulto de su Era uno de esos bañadores largos tipo bermuda, es decir, los más normales.
Su madre abarcó todo el bulto con su mano y se lo estrujó un poco.
Inmediatamente, su pene comenzó a crecer.
Había estado en semi erección casi todo el día cuando se besaban y tocaban, pero ahora la estimulación era directamente sobre él y reaccionó.
Su madre se dio cuenta de ello e introdujo su mano por debajo del bañador para agarrarlo mejor.
Cuando lo tuvo en su mano lo apretó y luego acarició sus testículos.
-¿Por qué no te bajas el bañador y me dejas ver tu colita otra vez, cariño…? -le pidió su madre.
Giovanny agarro ambos lados del bañador con sus manos y se resarció de él su pene enorme quedó libre y su madre se volvió a asombrar de su tamaño.
-La tienes muy grande, nene… -le dijo mirándosela fijamente.
-Gracias, mamá…
-¿Quieres que nos vayamos a la cama…? -le preguntó su madre
-Sí… ¿Vamos a jugar un rato…?
-Sí, cariño…
Su madre lo cogió la mano y se la acarició un poco.
Luego se levantó y se puso frente a el.
Muy despacio fue abriendo su bata de estar por casa hasta dejarla con una raja en medio.
Entonces, muy despacio fue abriéndola hasta que la dejó caer al suelo.
Sus tetas quedaron libres.
Llevaba puestas unas braguitas muy pequeñas que no se transparentaban.
Eran blancas y llevaban un lazo rosa pequeño cosido en la parte de arriba.
Entonces, su madre llevó sus manos a ambos lados de éstas y las fue deslizando hacia abajo dejándome ver su poblado y negro sexo.
Sus braguitas cayeron sobre sus pies y ella hizo un sexy movimiento de tobillos para sacárselas.
Su madre lo miraba sonriendo y le tendió un brazo diciendo:
-Vamos, cariño…
Giovanny se levantó del sofá con su pene a punto de explotar y ella lo cogió de la mano.
Se encaminaron lentamente hacia su dormitorio, ella con sus tetas al aire y el con su pene moviéndose de aquí para allá completamente erecto y con todo el glande fuera.
Su madre se detuvo en el pasillo y lo echó contra una de sus paredes.
Él se extrañó de su forma de actuar, pero ella se acercó inmediatamente a él y empezó a acariciarle el pecho con sus dos manos.
Luego acercó sus labios a los suyos y los besó suave y lentamente mordisqueándolos de vez en cuando con los suyos.
Pegó su cuerpo contra el de Giovanny y sus tetas rozaron y se apoyaron contra su pecho.
Su pene hizo de pronto contacto con su vello púbico y un escalofrío recorrió el cuerpo de Giovanny debido al cosquilleó que le produjo.
Luego el roce se repitió y finalmente su miembro quedó entre sus pelos.
Su madre introdujo su lengua dentro de la boca de Giovanny y sus lenguas se encontraron y empezaron a entrelazarse y lamerse.
Los dos exploraron sus bocas muy despacio.
Su madre puso sus manos alrededor del cuello de Giovanny y el alrededor de su espalda, acariciándola cariñosamente.
Luego, su madre y el paramos de besarnos y ella le dio un beso en la mejilla y dio unos pasos ligeramente invitándolo a seguirla hacia su dormitorio.
Giovanny la siguió de inmediato hacia su habitación y ella se dirigió hacia su lado habitual de la cama.
El Miro a su alrededor mientras ella se sentaba sobre el filo de la cama y vio que había varias cajas de colores distintos cada una.
Su madre cogió una y la abrió.
Luego sacó una tira de plástico blanca dividida en tres y arrancó una.
-¿Qué son esas cosas, mamá…? -le pregunto mientras se acercaba a ella de rodillas por encima de la cama desde el otro lado de ésta.
-Son preservativos, cariño… -le respondió dulcemente.
-¿Preservativos…?
-Sí, también se les llama condones…
-¿Para qué son…? -pregunto
-Pues verás, son unos trozos de un material que se parece al plástico que se llama látex.
Son como globos desinflados y se mete la pichita dentro de ellos antes de meterla en el chocho de una chica…Así, el semen se queda en ellos y la chica no se queda embarazada… -le explicó
-Ah…Y… ¿me vas a dejar que meta mi colita en tu chocho…?
-Sí, nene…quiero que me la metas en mi agujerito -le dijo su madre cogiéndolo de la mano de nuevo y acariciándosela nuevamente.
Su madre dejó el preservativo y la caja sobre la mesilla de noche junto a las otras cajas sin estrenar y lo empujó sobre la cama.
Giovanny cayó de espaldas sobre ésta con su pene aún erecto y con el glande violáceo y húmedo.
Su madre rio como una niña y se sentó a horcajadas sobre sus muslos.
Entonces recorrió el abdomen de Giovanny y su pecho con sus manos para luego echarse hacia delante y besarlo de nuevo en la boca.
Sus tetas se echaron hacia delante también y presionaron contra su pecho.
Su pene quedó bajo su barriga, horizontalmente sobre el abdomen de Giovanny.
Se estuvieron besando durante unos cinco minutos.
Su madre se puso de rodillas y le dijo que colocara la cabeza sobre la almohada.
Él lo hizo así y ella se acercó a él desde un lado y lo empezó a masturbar lentamente.
Luego bajó su cabeza y lamió muy despacio y minuciosamente el glande.
Luego recorrió todo el pene hasta abajo y finalmente se retiró y se tumbó al lado de Giovanny.
Entonces los dos comenzaron a magrearse.
El estrujaba sus tetas y ella su pene y sus bolas, pero sin masturbarlo.
Luego el bajo su mano hasta su vulva y descubrió lo húmeda que estaba.
Ella gimió ahogadamente cuando recorrió su raja con uno de sus dedos y luego toco ligeramente su clítoris.
Entonces se le ocurrió la idea de probar a qué sabía su dedo y se lo llevo a la boca, descubriendo un sabor nuevo y estimulante que le hizo perder todo control de si mismo.
-Mamá… -dijo
-¿Qué, cariño…?
-¿Puedo chuparte el chocho como tú me has chupado la pichita…?
-S…sí, cariño…Si tú quieres…
Giovanny no lo dudó ni un segundo y fue de rodillas entre sus piernas.
Ella separó sus piernas todo lo que pudo y el se fue acercando a su raja.
Su aroma de mujer le llegó inmediatamente y lo impulso a dar el siguiente paso.
Saco la lengua de su boca y la paso por el interior de sus muslos.
Poco a poco fue llegando a su zona más femenina.
Su lengua pasaba por los alrededores de su vulva, por el exterior de sus labios.
Luego la fue acercando cada vez más a su raja y finalmente la coloco en la entrada de su vagina, en la parte más baja de su raja.
Estaba segregando sus fluidos vaginales y el los lamio y los saboreo en su boca antes de tragarlos.
Luego recorrió despacio su raja hacia arriba, apretando fuerte entre sus labios.
Su madre gemía cada vez más mientras el deslizaba su boca por su vulva.
Por fin, llego a su clítoris y empezo a mover la lengua en forma circular alrededor de él.
Su madre jadeaba y gemía cada vez más fuerte y puso sus piernas sobre su espalda, apretándolo más contra ella.
el lamía su clítoris más y más fuerte y ella jadeaba casi chillando.
De pronto, se retorció agarrando las sábanas con sus manos fuertemente y gritando “ahhhhhhhhhhhhhhh”.
Había llegado al orgasmo, pero Giovanny no se detuvo le encantaba el sabor de su sexo y no iba a parar.
Bajo la lengua por su raja de nuevo y descubrió lo mojada que estaba de nuevo.
Sus jugos vaginales no paraban de rezumar y los trago sin más dilación.
Describío círculos alrededor de la entrada a su agujero del amor y chupo la parte interior con golpes de lengua, sacándola de su boca como si tratara de beber en un sitio al que no se alcanzase con los labios.
-Sigue, cariño…sigue así…Por favor… no pares… -le suplicaba su madre jadeando enloquecida.
Giovanny continuo golpeteando esa zona un rato y luego lamio rápido y de una vez toda la longitud de su raja, degustando su maravilloso sabor a mujer.
Después continuo describiendo círculos alrededor de su clítoris, jugueteando con él de todas las formas posibles, incluyendo los golpes de lengua.
Las piernas de su madre lo apretaron más fuerte contra ella mientras alcanzaba un segundo clímax.
Volvió a gritar jadeando y a retorcerse como loca sobre la cama, agarrando la parte posterior del cuello de Giovanny con sus manos y levantando sus piernas en el aire.
Entonces el paro y se tumbo de nuevo junto a ella.
Su madre aún trataba de recuperar el aliento, pero volvió a besarlo suavemente en los labios y acarició su cuerpo una vez más.
Acarició su pelo y sus mejillas y rozó sus piernas y pies con los suyos.
Era tan suave y dulce…Luego se subió encima de el a horcajadas sobre sus muslos con el pene haciendo contacto con la parte inferior de su barriga.
Estaba de nuevo erecto y a su madre parecía entusiasmarle.
le sonreía mientras pasaba sus manos por su pecho y abdomen apretando un poco.
Se movía de detrás hacia delante
-¿Quieres que lo hagamos ya, cariño…? -le preguntó.
-Sí, mamá…
Su madre alcanzó con su brazo el condón que había dejado sobre la mesilla de noche y se lo llevó a la boca para sacarlo del plástico.
Cuando hizo un pequeño corte en éste, desgarró totalmente el plástico con sus manos y sacó un trozo de goma o algo así amarillo.
él nunca había visto uno, pero confiaba en su madre y sabía que no le haría daño con aquello.
Muy despacio lo colocó sobre el glande y fue deslizándolo hacia abajo por su pene.
Cuando llegó casi abajo, su madre le dijo que ya estaba y el vio una especie de apéndice que sobresalía del preservativo por la parte de arriba.
Su madre le dijo que era el depósito y el no pregunto más, simplemente se dejó llevar por ella.
Su madre se puso de rodillas con sus piernas a los lados de sus muslos por fuera.
Se acercó más hasta que su vello púbico estaba justo encima del glande cubierto de látex.
Poco a poco se fue bajando hasta que su pene tocó la entrada a su vagina.
Entonces se dejó caer poco a poco y su pene comenzó a entrar dentro de su madre.
Era una sensación nueva y extraña, sentirse dentro de otra persona.
Su agujero daba la impresión de estar húmedo y muy resbaladizo, ya que su pene entró con suma facilidad hasta que llegó al fondo.
Había tocado su cérvix y eso le dijo que dolía un poco.
En ese momento comenzó a subir y a bajar sobre su miembro despacio.
Giovanny no podía aguantar durante mucho tiempo aquel placer intenso y su madre se veía completamente satisfecha al tener su agujero tan lleno como lo tenía.
Le costaba cierto trabajo poder “saltar” encima de él, porque la longitud de su pene era tal que al menos seis o siete centímetros debían permanecer fuera.
El veía la base del condón desde donde estaba, y veía su pene hundirse y volver a surgir de su vulva.
Su madre gemía y jadeaba cada vez más fuerte, llena de placer al tener un pene que tocaba cada una de sus terminaciones nerviosas.
Cada vez saltaba con más fuerza Ella se inclinó hacia el y apoyó sus manos sobre su pecho mientras sus caderas subían y bajaban introduciéndose su enorme falo.
El agarro sus tetas,.
Las estrujo y pellizco sus pezones erectos.
Ella casi chilló ante esa estimulación y llevó una de sus manos a su clítoris, empezando a acariciárselo.
Luego se irguió de nuevo y el solté sus tetas.
Ella siguió acariciándose la vulva mientras su vagina era penetrada cada vez más rápido.
La escena tenía que haber parecido rocambolesca.
El, un chico con cuerpo flaco, con una mujer joven saltando sobre su pene y su cabeza hacia atrás mientras gemía de placer.
Su madre llegó al orgasmo y echó la cabeza aún más hacia atrás mientras gemía enloquecida y se estrujaba las tetas aun saltando sobre él.
Entonces, Giovanny reacciono y empezó a mover su pelvis hacia arriba hundiéndose más deprisa en ella mientras le duraba el clímax.
Su orgasmo no tardó en aparecer y sin más contemplaciones se apoderó de todo su cuerpo llenando de esperma el preservativo.
Su madre seguía saltando, incluso con más fuerza y empezó a hacerle daño cuando el acabo de correrse.
Estaba más flácido, pero ella seguía botando sobre el.
Entonces ella se dio cuenta y se levantó rápidamente.
Su pene había llenado el condón de arriba abajo de esperma y éste llegaba casi hasta abajo.
Entonces su madre se lo quitó cuidadosamente y lo echó al suelo.
Luego se acercó a el y se tumbó a su lado.
Lo cogió por detrás del cuello y lo acercó a sus labios.
Los dos se besaron apasionadamente durante un largo rato.
Ella le acarició el pelo y la cara y me dijo que había sido maravilloso
FIN
By Yammy
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