Arturo y su nueva vida como padre soltero (12)
Cumpleaños del abuelito y la búsqueda de su regalo… .
Volví a la ciudad al otro día solo, fuí al sexshop con más tiempo para recorrerlo, la vendedora me reconoció de la última vez, busqué distintos tipos de lubricantes, dilatadores, vibradores, pero captó mi atención uno que parecía tener una bomba de aire, le pregunté a la chica y me dijo que esa bomba era para regular el tamaño, llevé dos y lubricantes.
Preparé a los niños para esa noche, mi padre hizo una breve celebración de cumpleaños con algunos allegados, subió a su habitación un vez se fue el último invitado, sobre cama estaba una gran caja de regalo y a cada lado estabamos Alan y yo sentados.
– ¿Qué hacen?
– Esperando para que abras tu regalo.
– ¡Si abuelito abrelo ya!
Se acercó abriendo la caja de donde salió Amalia de un salto sorprendiendolo, lo tomó del cuello colgándose de él.
– ¡Feliz cumple abuelo! ¿Te gusta?
– No entiendo…
– Ella es tu regalo.
– ¿Como?
Tomé a Amalia acostándola separando sus piernas, su orificio vaginal se veía húmedo por el lubricante y el buttplug en su año con su bomba colgando. Ante su sorprendida mirada introduje dos dedos en su vagina indicándole cual era el regalo.
– No, es muy pequeña aún.
– Esta lista papá, es toda tuya, tomarás su virginidad como tu regalo de cumpleaños.
Aparté la caja de la cama sentándome detrás de Alan, tomé su cuerpo poniéndolo sobre el mío, inflé su buttplug un poco mientras lo besaba; mi padre dudaba, alentándolo le alcance el bote de lubricante, sacó una buena cantidad esparciendolo por su pene y recorriendo la vulva de mi niña, separó sus labios teniemfo una mejor vista, mientras se masturbaba con su mano libre introdujo sus dedos en ella, ante la mirada curiosa de Amalia el agregó otro dedo, su pene ya estaba en todo su esplendor, aún con los dedos dentro acercó su glande presionando hacia adentro a la vez que sacaba sus dedos, a pesar que el lubricante era con efecto anestésico se vió la incomodidad en la cara de Amalia, no se movió esperando que se acostumbre, no era lo mismo sus dedos que su gorda verga, le faltaban unos centímetros para que entrara completa; acosté a Alan empujandolo al borde de la cama, en la misma posición que su hermana pero del lado opuesto, él tomó la mano de ella junto a la suya, besé su boca introduciendo mi lengua profundamente, recorrido su paladar y la entrada de su garganta mientras me quitaba el pantalón, besé su cuello, su pecho, jugué con su ombligo y le quité el buttplug viendo su húmedo esfínter mientras el separaba sus nalgas enseñandomelo, lentamente lo fuí penetrando, observando su sonrojado rostro, lo tomé de su cintura extendiendo mis manos mientras que con los dedos pulgares tocaba sus pezones con movimientos circulares, su esfínter se aflojó de a poco y aumenté la velocidad; mi padre observaba como me cogía a Alan sin moverse dentro de Amalia, sintió que se relajaba de a poco, empujó todo su pene dentro chocando con su cérvix, parecía que su vagina era hecha a su medida, Amalia detuvo la cadera de su abuelo con ambas manos, él de inmediato dejó de moverse, esperó uno momento acariciando su cuerpo provocandole cosquillas, comenzó a moverse sin ser detenido por ella, la estaba cogiendo lentamente, su gorda verga entraba y salia en su vagina completamente, ella cruzó sus piernas detrás de mi padre y extendió sus brazos para abrazarlo; me puse de pié poniendo a Alan en 4, besé su pequeño pene y volví a penetrarlo, más duro, el comenzó a moverse solo, sus nalgas chocaban con mi cuerpo, me estaba por correr, gimiendo lo tomé fuerte de su cadera embistiendolo más duro corriendome inundando su esfínter de semen; mi padre vió como me corría y su cara se adornó con una sonrisa mientras seguía penetrando a mi niña, aumentó la velocidad; salí de mi hijo y succioné toda la leche que se escurrió de su culo y me acerqué a su boca escupiendo todo dentro, con una cara de felicidad se la tragó, lo puse de pie dándole una nalgadas indicando que era hora de irse, obedeció y salió de la habitación; mi padre se acostó moviendo a Amalia sobre él donde la volvió a penetrar, por la posición el propio peso de mi niña ayudaba a que fuera más profundo; me puse de pie tomando una silla buscando el mejor ángulo para observar; ella apoyo sus manos en el pecho de su abuelo dejando que el se moviera dentro y fuera de ella, él parecía estar perdiendo la erección pero mi verga comenzó a reaccionar, me acerqué a la cama masturbándome.
– ¿Qué haces? – dijo sorprendido.
– Shh, sigue…
Desde mi perspectiva veía como entraba y salía de su vagina que por primera vez recibía una verga, el buttplug seguía en su culo y eso me estaba enloqueciendo, lo quité lentamente y con mi pene duro lentamente penetre su ano, ella feliz recibió la verga de su padre, besé su hombro tocando su clítoris y labios menores llegando a su abertura vaginal sintiendo como le daba paso a la verga de su abuelo, tenía todo mi pene dentro de su esfínter, él recuperó su erección y comenzó a penetrarla más duro gimiendo, sentí como su verga se movía estando dentro de su vagina, ambos en cada cavidad sentíamos el movimiento de otro, estabamos gimiendo y sudando, mi niña se veía cansada, estaba recibiendo dos vergas adultas en sus dos orificios, nos pusimos de pié, ella abrazando a su abuelo y yo tomando su cadera, la volvimos a penetrar hasta que ví a un intruso en la puerta, mi niño estaba viendonos bastante sorprendido hasta que le ordené que se fuera a dormir y cerrara la puerta, estábamos dándole duro, mi padre estaba por acabar hasta que sintió contracciones dentro de ella y era cubierto por un líquido amarillo, mi niña se estaba orinando, aumentamos la velocidad y nos corrimos dentro de ella hasta que comenzó a llorar.
– ¿Qué pasa?
– Me hice…soy grande para eso…
– Tranquila, accidentes tenemos todos, no te preocupes hoy probamos algo nuevo cerca de donde haces pis, no es raro que te orinaras.
– Tu papá y yo no diremos nada, será nuestro secreto, ya no llores nena.
Salimos de la habitación a darnos un baño, la consolé hasta que se tranquilizó, se durmió y revisé como estaba todo ahí abajo, se veía bien no hubo casi sangrado y el lubricante había ayudado.
Alan estaba despierto muy curioso por saber que hacíamos su abuelo y yo con su hermana, ya le había explicado la diferencia entre niños y niñas pero no era suficiente.
– Tu hermana tiene 2 orificios tu tienes 1 y tu pene.
– Quiero hacer lo mismo que ella.
– No puedes, tu tienes solo 1 orificio.
– Pero….¿Y por ese orificio no pueden entrar 2?
– … Mejor duerme hablemos mañana.
Ni pude dormir esa noche, ¿Qué me estaba diciendo mi niño? ¿estaba loco?.
Me levanté a las 8AM para desayunar, estaba solo perdido en mis pensamientos hasta que llegó la niñera, le advertí que Amalia estaría con un poco de dolor que un relajante muscular podría ayudar, era muy discreta, su español era limitado pero tenía conocimientos de enfermería, se encargó de Amalia todo el día, Alan estaba muy inquieto haciéndome muchas preguntas ya no sabía que hacer con él, preparé mi caballo para dar un paseo para que se despejara un poco.
– Papi mi hermana tiene mucho dolor.
– Probablemente, por eso está descansando.
– ¿Delen sus 2 orificios?
– Quizás solo el más pequeño, nunca había entrado algo tan grande por ahí.
– Pero yo no tengo ese orificio, a mi no me va a doler.
– El orificio que tienes puede doler si entra algo más grande, estas acostumbrado a que entre el abuelo o yo.
– ¿Los 2 no?
– No los 2 a la vez no.
– ¿Podemos ir más rápido?
Aumenté la velocidad del trote notando que a cada paso Alan empujaba sus nalgas hacia mi, mi bulto comenzó a crecer ante el roce.
– Tengo calor papi.
– Quitate la ropa.
– No quiero estar desnudo y que me vean.
– No hay nadie ni vendrá nadie por este lado.
Se quitó su ropa y bajo su short quedando su trasero desnudo, empujé su torso pegandolo al caballo, dejé que hilos de saliva cayeran en su raja llegando a su ano, separó sus nalgas con sus manos, bajé el cierre de mi pantalón sacando mi pene, rocé su entrada con mi glande presionando con un poco de fuerza, el trote del caballo haría el resto, poco a poco fue entrando en el, sus nalgas chocaron con mis piernas, aumenté la velocidad del trote y el movimiento me hacia entrar y salir de el, estuvimos unos 15 minutos dando vueltas y cambiando de velocidad, estaba oscureciendo y debíamos volver pero aún no acababa, nos acercamos al Rancho viendo la camioneta de mi padre indicando que ya había llegado, detuve el caballo a una distancia prudente y dí mis últimas embestidas a mi niño saliendo de el y corriendome en su espalda, acomodó su ropa y dejé el caballo. Entrando a la casa, nos dimos una ducha, ví como seguía Amalia, estaba acostada, Alan se acercó para jugar con ella y bajé para comer algo, hablé con mi padre quien había ido a la estación para ver como iba todo, la niñera pasaría la noche en la casa, la habitación de mis niños tenía dos camas, Alan dormiría conmigo para que ella cuidara de Amalia.
Luego de la cena subí a mi habitación, Alan había cenado junto a su hermana, lo llamé, ya era tarde y debía alimentar a mi niño con duda vitaminas.
Fué a mi habitación y se acurrucó en la cama rápidamente tapando hasta su cabeza con las sabanas.
– Papi quiero ir al baño..
– Vé, no tienes que avisarme.
– Quiero ir al baño del abuelo.
– ¿Y eso?
Lo destapé y estaba acurrucado boca abajo, habia un bulto raro en su trasero, bajé su pijama y tenía el buttplug con la bomba, tomé la base para sacarlo pero no pude.
– No lo saques papi…está inflado…
– ….¿Te duele?
– No…
– ¿Cuando lo pusiste?
– Después del paseo…
Lentamente lo saqué y ví que lo había inflado hasta los 6cm de diámetro casi, yo ya no pensaba con claridad, mi hijo tenía un buttplug de ese tamaño en su pequeño ano,
estaba dilatado y podía ver su recto, esa imagen me perturbaba a la vez que me excitaba.
– Papi no duele no me veas con esa cara.
– …
– ¿Alguien te vió?
– No. Vamos con el abuelo.
– ¿Por qué te lo pusiste?
– Con esto se estira y así entran los 2.
– …
Me quedé sin palabras y sin saber que hacer, él mismo se lo volvió a introducir y tomandome de la mano me arrastró a la habitación de mi padre, él niño había llegado a esa conclusión «estirandolo».
Caminé como un zombie, eso si tenían una erección muy notoria.
– Abuelito, ¿estas despierto?
– Si ¿pero que haces despierto?
Me senté en su cama viendo un punto fijo, todavía no reaccionaba, la mano de mi padre en mi hombro me sacó de mis pensamientos.
– ¿Estas bien?
– ¿Eh?… si si…Creo que tenemos un problema.
– ¿Con qué?
– Con él, mira…
Tome a Alan girandolo y bajando su pijama, mi padre no entendía hasta que comencé a sacar el buttplug, estaba igual de sorprendido que yo.
-¿Como llegó a eso?
– Él lo hizo.
– ¿Qué?
– Lo llamé a la cama pero él quería venir a tu habitacion, ví algo raro en su trasero, él solito llegó a la conclusión que si hacia esto podíamos entrar los dos, ayer nos vio con Amalia y estuvo todo el día haciéndome preguntas y diciendo que quería hacer lo mismo.
– Es una locura…
– Lo sé… pero…
Bajó su visita y vió mi erección, entendió todo, lentamente retiré el buttplug dejándolo ver cuan dilatado estaba, quería hacerlo pero no sabía cómo comenzar, mi padre llevó su mano a su bulto y sobre su pijama comenzo a tocarse, me acosté en la cama con Alan a horcajadas sobre mi, busqué su orificio viendo como en su cara se dibujaba una amplia sonrisa, fácilmente entré en el y comencé a moverme, mi padre se desnudó y se subió a la cama, sentí su glande tocando el cuerpo de mi pene a la vez que fué entrando, el esfínter fue dejando entrar a ambas vergas, salí de él y dejé que mi padre entrara, cuando salía uno entraba el otro, estando los 2 dentro sentíamos como se contraía con cada embestida, mi padre entraba completamente pero yo tenían un margen de unos 2 cm fuera, sin ninguna queja Alan tenía 2 vergas dentro de su ano, nuestros testículos chocaban entre si y nuestros glandes se encontraban dentro, sus piernas se cansaron y le propuse cambiar de posición, ambos acostados, nuestras vergas juntas y Alan lentamente se fue sentando en ellas con las piernas flexionadas y abiertas apoyado con sus brazos en la cama, el manejaba el ritmo, lentamente otra vez entrando y saliendo de él, tomé una almohada poniéndola debajo de mi cabeza para poder tener una mejor visión, no era suficiente para mi, lo tomé de su muslo empujando hacia abajo, penetrandolo más profundo, sus piernas también se cansaron y quedó sentado sobre nosotros, me comencé a mover obligando a que la verga de mi padre también se comenzara a mover, gimiendo también lo tomó de su muslo embistiendolo duramente hasta que se corrió, aumenté mi velocidad corriendome dentro también, recuperaba mi aliento mientras que Alan lentamente tomó nuestras flacidas vergas juntas limpiandolas con su boca, ya habiendo recibido la leche con vitaminas de su padre y también de su abuelo nos dormimos los 3. Por la mañana mi padre ya no estaba, Alan salió desnudo corriendo hacia mi habitación, me asomé a la puerta y oí que habían visitas, corriendo fui a mi habitación, cuando cerré la puerta ví que la niñera estaba en la puerta de la habitación de los niños, sin decir una palabra le hice el gesto con el dedo de que no dijera nada, asintió con la cabeza. Después de desayunar ella me buscó.
– Señor gustaría hablar con usted.
– Dime Olga.
– Sabe que me casar, mi esposo esta en ejercito y tener hijo 7 años al que cuido junto con mi hermano mayor, estamos sin dinero, mi hermano irá a ejercito, el niño no poder estar solo.
– ¿Cuanto quieres Olga?
– No señor, pedirle que traer niño para cuidar, él puede jugar con sus hijos…y usted también.
– ¿Cómo?
– No ser tonta, he oído como juega ellos, también puede hacer con él.
– ….
– No diré nada, no gano nada si digo.
-Lo pensaré.
Creí que me chantajearia y me pediría más dinero. Que sorpresa ¿Niño nuevo? . Habría que ver al niño primero.
CONTINUARÁ…
Porqué no te había leído antes??? Por favor continúa está saga!