Arturo y su nueva vida como padre soltero (14)

Los hijos de Arturo quieren jugar al papá y a la mamá…como buen padre Arturo les da una lección… .
Gire mi cabeza viéndolo, el estaba mirando un punto fijo.

– Oye, ¿estas bien?

– Si…

– ¿Qué dijo Pedro?

– Viviremos juntos, iré a la escuela y me alejare de esta vida…no quiero…

Comenzó a llorar, lo abracé sobre mi pecho acariciando su espalda hasta que se durmió.
La cabeza me daba miles de vueltas, no podía hacer nada, tenía que dejarlo ir.
Antes de volver al Rancho le di los datos de Cristal a una de las chicas junto con algunas preguntas, ella debía hacerse pasar por la trabajadora social, yo personalmente llamaría a Pedro luego de pensar que hacer.
Llegué a la casa muy desanimado, ya era tarde, fui directo a darme un largo baño y a dormir, mi padre golpeó la puerta.

– Amalia y Alan te esperaron pero nunca llegaste, ¿pasó algo?

– Los padres de Rodolfo fueron a verlo, se lo piensan llevar.

– Arturo ¿Es broma?

– ¿Me veo como si bromeara?

– …¿no podemos hacer nada para impedirlo?

– No…

– Mañana mismo iré a verlo… quería que pasara el fin de semana con nosotros aquí…

– No creo que se pueda.

Esa noche no pude dormir nada, deambulé por la casa bebiendo un poco. La puerta de Olga y Mikhail estaba semiabierta, entré y ella estaba durmiendo, el niño no estaba en su cama, salía del baño cuando lo tomé de un brazo y lo llevé a mi habitación.
Él estaba un poco dormido, cerré mi puerta arrancando su pijama, tomé su cara presionandola en mi bulto, estiré mi mano por sus nalgas buscando su ano.

– No…no estoy limpio.

– Shh, baja la voz… no importa.

Lo lleve al baño, frente al lavabo lo subí a el de espaldas a mi, tomé sus manos en cada una en sus nalgas separandolas, lamiendo su raja comencé a masturbarme, introduje mi lengua en el, lo bajé y puse sus manos a cada lado del lavabo, separé sus piernas y viendo nuestro reflejo en el espejo recorrí con mi glande su ano, usando mi saliva intente entrar en él, estaba muy apretado, en su cara se veía el dolor, introduje mis dedos en su boca jugando con su lengua, lentamente entre en él con mis húmedos dedos, tomé su pelo rubio empujando su cabeza hacia atrás, mordí su oreja y besé su mejilla izquierda, tenía 2 dedos dentro de él, con más saliva lo penetre entrando solo la punta.

– Me duele mucho…

– Shhh…no te muevas.

De un movimiento entré completamente en su apretado esfínter, sus lágrimas cayeron de sus ojos, cubri su boca para no oír su llanto, comencé a moverme lento, tenía mis piernas flexionadas, él estaba en puntitas de pie, lo apoyé sobre el lavabo elevandolo, la altura era justa para estirar mis piernas, su torso estaba sobre el lavabo, sus piernas colgaban, flexione una separando sus pálidas nalgas, su ano estaba muy rosado casi rojo, salí completamente y volví a entrar, salía más de la mitad y volvía a entrar, poco a poco su esfinter se aflojó, ya no lloraba, yo estaba menos tenso, solté mi agarre tocando su espalda y besando su cabeza, limpió sus lágrimas, y me miró.

– Huele a alcohol…

– Estuve bebiendo un poco…

– ¿Qué pasa?

– Nada…cosas de grandes.

– Mis papis ambiente beben y hacen cosas.

– ¿Los…viiste juntos eeen la cama?

– No, solo mi mami usa la cama, papi lo hace en el baño solo y mi tío también.

Aumente la velocidad de mis embestidas, eran más duras que antes, mordí su hombro para no gemir mientras me corria, lo llevé a la cama, se acostó junto a mi, acaricié su cara y lo besé, introduje mi lengua en su calida boca, apretaba sus nalgas con mis manos pegándolo a mi cuerpo, intentaba seguir el ritmo de mi beso, lo abracé poniéndolo sobre mi, separé sus piernas tomando mi pene buscando su ano, lo penetre, él seguía pegado a mi, movía mis caderas chocando con las suyas, tenia su cabeza apoyada en mi pecho mientras lo embestia lentamente, tocaba su espalda y sus nalgas, tomé su cabeza sentandome sin salir de él, casi no me movía, se separó de mi poniéndose en 4 meneando su cadera, me arrodillé sobre la cama penetrandolo, salía y entraba completamente, con las piernas flexionadas pegué mi pecho a su espalda embistiendolo duro y gimiendo, estaba por correrme y salí de él girandolo, masturbándome en su cara hasta correrme, chorros de mi semen cayeron en toda su cara, con mis dedos limpie su cara y los acerqué a su boca introduciendolos, él lamió mis dedos limpiandolos y tragandose mi leche.
Ya había amanecido, se acercaba la hora de estar en pie, era la quinta o sexta que me lo cogia ese día, estaba sentado en el borde de la cama y él de espaldas a mi moviéndose, alguien golpeó la puerta y nos quedamos inmóviles.

– ¿Si?

– Señor, ¿estar bien? no bajó a desayunar usted.

– Pasa Olga…

– …

Entró y vió lo que hacia, inmediatamente salió. Me puse de pié lo tome abrazandolo, sus brazos rodearon mi cuello sosteniéndose, tomé sus caderas penetrandolo, lo embesti fuerte corriendome y ahogando mis gemidos con un largo beso,
lo llevé al baño para darnos una ducha, tuve que ayudarlo a limpiar su recto, introduje mis dedos y los sacaba a modo de gancho para que saliera mi semen, mi verga estaba dura otra vez, él lo notó y la tomó con sus manos, besó mi glande, intenté seguir limpiandolo pero me ganó la excitación, él comienzó a lamer toda mi dura verga, la introduje hasta la mitad, ya sentía su campanilla y su garganta cerrándose, tomé su cabeza embistiendolo y corriendome en su boca, con el dorso de su mano limpió sus labios tragandose todo, nos terminamos de bañar y desayunamos, él estaba cansado así que subió a dormir.
Fui al estudio, mi padre estaba trabajando allí.

– Movida tu noche jaja

– Si jaja pero me ayudó a pensar…el próximo fin de semana traeré a Rodolfo y a su padre.

– ¿Al padre para qué?

– Ya veras.

Supo lo que había pasado en la estación y cual era mi plan, mostrarle a Pedro de que era capaz su hijo y que él no quería dejar ese estilo de vida.
A la hora del almuerzo mis hijos no bajaron, los fui a buscar pero no querían comer nada, los arrastre al comedor, comieron un poco, los llevé al estudio conmigo, dejé mi trabajo sentandome en el sillón a beber y pulir el plan, los observé y estaban debajo de una mesa uno encima del otro.

– ¿Qué hacen?

– Jugando a la mamá y el papá

– ¿Donde aprendieron?

– Mikhail dijo que se juega así.

Amalia estaba de piernas abiertas, Alan sobre ella moviendo sus caderas y ella gemia, Mikhail les había enseñado eso, ese niño parecía inocente pero no lo era…

– No está mal su juego pero tienen que estar desnudos para jugar bien.

– ¿Desnudos aquí?

– Si…

Les quité su ropa y me senté junto a ellos alentándolos a continuar.

– Alan con tu pene tienes que ponerlo aquí.

Lamí mi dedo tomando algo de saliva y lo introduje en el orificio vaginal de Amalia, acerqué mi boca y lamí su vulva, introduje otro dedo entrando y saliendo, él miraba muy atento, ya me había visto hacerlo muchas veces pero no así de cerca ni con intencion de que aprendiera, mi verga crecía en mi pantalón, me lo bajé y escupí en la punta para lubricarla, lentamente la penetre.

– Así se juega a la mamá y al papá, tu pene tiene que entrar en su vagina.

– ¿Como lo hacemos contigo?

– ¿Asi nos das las vitaminas papi?

– Si así mismo, es parecido pero no es un juego.

Mi verga entraba por su vagina hasta sentir su cérvix que me impedia avanzar más, lo hacía más rápido tomando sus piernas y besandola, la tomé sentándome en el sillón y ella sobre mi, Alan se sentó frente a nosotros observando como entraba y salía mi verga de ella, pase mis brazos por sus axilas cruzando mis dedos en su nuca embistiendola duro corriendome dentro, mi semen se escurrió aún estando dentro de ella, Alan se acercó y comenzó a lamer lo que se escurria por el cuerpo de mi pene llegando a mis bolas y al sillón, también lamió la vulva de su hermana quien lo apartó violentamente.

– Oye, ¿por qué lo apartas así? – dije tomando su mano.

– No quiero que me chupe…

– Pero tu me chupaste a mi, ¿por qué no puedo chuparte yo a ti?

– No quiero..

– No hay problema si dejas que lo haga, pero la próxima vez me dicen para explicarles algunas cosas.

Amalia permitió que su hermano la lamiera, Alan lamio mi leche y de a poco salí de ella, él tenía más leche para lamer, limpió muy bien a su hermana y después a mi.

– Tienes que compartir las vitaminas con tu hermana.

– Si, quiero las vitaminas de papi – dijo ella.

Empujé su cabeza cerca de la de ella, sus labios se tocaron y el abrió su boca, ella introdujo su lengua saboreando los rastros de mi semen.

– ¿Ahora si podemos jugar a la mamá y al papá?

– Si pueden pero…tienes que lamer su inyección primero.

– Si papi y puedo chuparlo.

– Si.

Amalia se puso en 4 apoyando sus codos y levantando su cadera, podía ver como algunas gotas salían de su vagina, lamio el pequeño pene de su hermano, él solo reía.

– Papi es blandito, el tuyo es más grande y puedo chuparlo mejor.

– Cuando crezcan un poco más sera como el mío o mejor tal vez jaja.

Tomé la cadera de Amalia diciéndole a Alan que faltaba limpiar mejor, él también se puso en 4 lamiendo las gotas de semen que se escurrian, lo tomé acariciando sus nalgas y con el dedo pulgar fui tocando con movimientos circulares su ano, escupí en su abertura e introduje el dedo, poco a poco traspasé la entrada de su esfínter, él dejó de lamer a su hermana girando su cabeza viéndome y con sus manos separó sus nalgas, Amalia juntó sus piernas observandonos, comencé a masturbarme.

– ¿Mikhail juegaaa…a laaa mamá yy al papá connn ustedes?

– No…

– Solo nos dijo como.

Tomé a Alan llevandolo sobre el escritorio boca abajo apoyando su pecho, también lo hice con Amalia, uno junto al otro, volví a masturbarme acercandome para penetrar a mi niño sujetando su hombro, extendí mi brazo derecho dandole una nalgada a ella y lamiendo mis dedos los introduje, meñique y anular en su vagina, índice y medio en su ano, cuando aflojó su esfínter posterior introduje el dedo pulgar también, se tomaron de sus manos, eso me recordó a cuando eran bebés y dormían juntos, estaba embistiendolo suavemente pero ya no podía resistir a darle duro, con la mano izquierda apoyada en su cadera violentamente entraba y salía de el completamente, le di las últimas embestidas pegando mi pecho a su espalda corriendome. Las puertas del estudio de abrieron asustandome, era mi padre.

– ¿Comiendo solo? jaja

– Jaja no había tiempo de avisarte, pero puedes continuar.

– Tal vez en la noche una ordeñada.

– Tendrán doble dosis de vitaminas entonces jaja.

Salí lentamente de él viendo como salía mi semen de su ano, Amalia se puso de pie viéndolo también, se acercó lamiendo a su hermana y tragando mi leche.
Pasaron un par de días y se acercaba el fin de semana, Pedro pasaría por Rodolfo y vendría a firmar unos papeles, no tenían ninguna validez pero si se veían importantes, luego del almuerzo era ideal beber unas cervezas, era un día muy calurosos y lluvioso, después de un par de botellas Rodolfo de sentó en sus piernas pidiendo que le contara como conoció a su madre, lo miré asistiendo y él había entendido, lentamente movió su trasero sobre el paquete de su padre, el hombre intentaba moverse para que el roce no sea directo pero el niño buscaba eso, se estiró alcanzando una manzana del frutero enseñando sus hermosas nalgas, le dio un mordisco y unas gotas del jugó de la fruta cayeron de la comisura de su boca, se volvió a sentar en el bulto ofreciéndole la manzana a su padre, este se negó bebiendo la cerveza, Rodolfo se movía lento pero cada vez más pegado a él.

– Para, ve a jugar.

– No papi, quiero pasar tiempo contigo.

– Deja de moverte así.

– ¿Cómo?

– ¿Así?…

Rodolfo dejó de moverse lento, sus movimientos ahora eran evidentes, lo quería se veía en su expresión, soltó la manzana poniendo cada mano en los posabrazos moviendo sus caderas de adelante hacia atrás, Pedro no resistía tanta tentación, tomó el estómago de su hijo pegando la espalda con su pecho y hablándole al oído.

– Te dije que dejaras de moverte así…seras castigado.

– No entiendo papi…Jaja ¿estas duro?

– Te mueves como toda una puta.

– Como padre debes darle un castigo correcto – dije abriendo otra botella de cerveza.

Pedro se quitó el cinturón atando las manos del niño quien estaba de rodillas en el suelo, se puso de pie quitando su pantalón y volvió a sentarse, Rodolfo lamia la verga completa de su padre, el hombre tomó su mentón obligando a que abriera la boca introduciendo sus dedos en ella, tomó su verga presionandola en los carnosos labios de si hijo, este comenzó a succionar tragando más de la mitad, Pedro empujó su cadera más profundo y rápido ahogando al niño, soltó el pene para toser y tomar más aire para seguir su tarea, esta vez introdujo la verga más profundo, su cara estaba roja por el esfuerzo, se la tragaba completamente, el niño detuvo su tarea poniéndose de pie apoyando sus dos manos atadas en la mesa y llevando una pierna a la mesa dejando ver sus hermosas nalgas, Pedro le dio muchas nalgadas dejando la piel blanca de su hijo roja, tomó su pene recorreindolas y mojandolas con su líquido preseminal, se acercó al ano presionando hacia adentro entrando en él, con ambas manos tomaba la cadera de Rodolfo apretando la piel, podía ver de quien había heredado las nalgas redondas y paradas, flexionando su pierna la subió a la mesa dejando ver su ano, con una cerveza en la mano y mi verga en la otra comencé a masturbarme, me puse de pie dejando la botella en la mesa, me acerqué a ellos tomando la cadera de Pedro, el giró su cara confundido, mi verga tocó su ano avanzando por su recto, él tomó mi cuerpo, creí que me detendría pero no lo hizo obligándome a entrar completamente de una sola embestida, no parecía ser la primera vez que entraba algo por su culo, fué muy fácil entrar aunque estaba algo apretado, era algo distinto a lo que estaba acostumbrado, sali completamente viendo por unos segundos cuan rosado estaba por dentro, introduje mis dedos abriendo su entrada y volviendo a entrar en él, comenzó a gemir.

– ¿También te gusta una verga en tu culo?

– Si, perooo hace mucho…quee no teníaa una dentro…mmm

– ¿Cristal sabe?

– Clarooo que no…

Me mantuve inmóvil un momento hasta que comencé a moverme, sus nalgas eran prominentes y pálidas como las de su hijo, físicamente eran muy parecidos, el también era algo regordete.

– ¿Papito te gusta el culo de mi papi?

– Clarooo que sí- dije casi gimiendo.

– ¿Te gusta más que el mío?

– Es distinto, me gustan los dos.

– ¿Y a ti papi, te gusta cogerme y que mi papito te lo haga a ti?

– Si hijooo…hacia muchoo tiemmpo que no me seee sentia así de ricooo…

Estábamos un poco ebrios sobretodo yo, introdujeron 4 dedos en su ano abriendo aún más su esfínter viendo como mi verga entraba y salía de él, se escuchaban los gemidos de Rodolfo y los suyos juntos con el choque de sus caderas y las mías, el comienzo a moverse más rápido corriendose dentro de Rodolfo.

– ¿Tan rápido papi?

– Lo siento, fue demasiado rico…sigan ustedes…

Sali de su ano y él de Rodolfo sentándose en la silla, me apoyé en el borde de la mesa tomando al niño sobre mi, busqué su ano entrando en el, estaba caliente y muy húmedo aún saliendo el semen de su padre, me senté en la otra silla, apoyé mi espalda y abri más sus piernas, Pedro podía ver todo, estábamos frente a él, mi verga entraba y salía de su ano, liberé sus manos y las extendió hacia atrás acercando mi cara con la suya, me dio pequeños besos en la boca ahogando sus gemidos, su pene estaba duro y húmedo por su propio líquido, lo tomé por la parte posterior de sus rodillas y me puse de pie acercándome a su padre, tomó su pene masturbándose rápidamente gimiendo y correindose sobre él, Rodolfo extendió sus brazos hacia Pedro abrazandolo respirando irregularmente, solté sus piernas tomando su cadera y mientras abrazaba a su padre lo embesti violentamente correindome en su ano inundandolo de leche.
Me vesti dejándolos solos en el comedor, me di un baño y seguí trabajado un poco, cuando sentí hambre fui a la cocina pasando por el comedor, la puerta seguía cerrada, me acerqué sintiendo los gemidos de ambos.

– ¿Les falta mucho?

– Algo…

– Cuando terminen Olga los estará esperando fuera, los acompañara a la habitación, dense un baño coman algo y depués sigan sin quieren jaja.

– Esta bien gracias.

Pasaron unas horas ya era de noche, la lluvia era muy fuerte, entré a la habitación y estaban Pedro y Rodolfo dormidos, me acerque quitando las sabanas y estaban desnudos, el niño estaba bocabajo sobre el pecho de su padre, sus nalgas tenian semen y de su ano tambien se escurria, los volví a cubrir despertando a Pedro.

– Parece que hay un temporal, tendrán que quedarse esta noche.

– Si, nos quedaremos jaja…

 

 

CONTINUARÁ¿?

 

Por cualquier consulta, duda, etc

[email protected]