Arturo y su nueva vida como padre soltero (4)
Ya no hay vuelta atrás para Arturo… .
Inquieto con lo sucedido esperé que mi padre llegara de la ciudad, esa mañana misma solicité a la niñera que pasara la semana en el rancho, yo estaría muy ocupado y no tendría tiempo para mis hijos, simplemente me excusé, quería tener el menor contacto con ellos, estaba muy inseguro de lo que podría llegar a hacerles en un momento de debilidad como el de la noche anterior, perdido en mis pensamientos busque la lógica en todo eso, mi abstinencia era la razón más lógica que encontraba, pero ¿con un niño?… nunca se me cruzó por la cabeza. La única mujer presente en ese momento era la niñera pero era una señora de unos 40 años, demasiado mayor para mi gusto, siempre me llamaron la atención mujeres de mi edad o un poco menores ¿que haría ahora sin poder bajar al pueblo?…
Al llegar mi padre le informe del progreso del Rancho, nos tomanos unos minutos y junté valor para preguntar sobre su vida, algo más personal.
– ¿Puedo preguntar algo?
– Si dime…
– Desde que tengo memoria nunca te he visto… o has vuelto a tener una mujer…en tus idas al pueblo quizas…
– Luego de enviudar nunca he tocado a ninguna mujer- dijo serio mientras suspiraba.
– ¿Como lo resistes? tantos años y no…
– Aun le tengo mucho respeto a mi esposa, solo estuvimos juntos 30 años, nunca he siquiera visto a otra mujer con otros ojos.
Si siento la necesidad simplemente me calmo…ya sabes – Hizo el gesto sacudiendo el puño.
– Ya veo…volvamos a trabajar papá, hay unos problemas con el suministro de…
Así pasaron 2 meses, evitando estar mucho tiempo con mis hijos, me distraía con largos paseos a caballo, nadando en el lago y con mis diversas tareas de rancho, obviamente me mataba a pajas, ya habia eliminado la idea de ir al pueblo, solo encontraría prostitutas viejas, las pajas no eran suficiente.
Mis niños ya cumplirian 1 año, decidimos hacer una pequeña fiesta, no era nuestro estilo ni éramos muy sociales aún así invite a 3 compañeros de carrera con quien me mantuve en contacto por redes sociales, algunos empleados del Rancho, mi padre y yo. Hable con mis compañeros para distraerme, dos se casarian entre sí y la otra se iría al extranjero. Los niños se divirtieron mucho solo reían muy alegremente, estábamos cansados ya, fui a la cama, puse la TV y los senté ahí para prepararlos para dormir, me quité los zapatos y buscaba mi pijama, al volver a la cama ambos estaban dormidos, no quise despertarlos y me acosté del otro lado de mi amplia cama. Me desperté a eso de las 4 AM, Amalia me tocaba un ojo son su dedito.
– ¿Despertaste?…vamos a cambiar esa ropa para que duermas más cómoda y hay que revisar ese pañalito – dije en voz baja.
Ella solo extendió los brazos para que la levantara, busqué un pijama pero no quería ponerse ninguno, dejé eso para después y revise su pañal con uno nuevo en la mano…mala idea…escalofrios de inmediato circularon por todo mi cuerpo, ver ese vulvita pequeña, rosita, con los labios mayores gorditos…uff…tan apretadita que apenas percibía su orificio vaginal, tome unas toallitas y la limpie muy bien, bese sus muslitos, rodillas hasta llegar a sus pies, empecé a chupar sus deditos, se reía y sacudía demasiado, esto le hacia cosquillas, estaba siendo ruidosa, era tarde y no quería que nadie despertara por sus risas así que deje sus pies y fui subiendo por su pierna lamiendo hasta su cadera, repetí el proceso con su otra pierna pero me detuve en su ingle, en ese punto ya tenía media erección, tomé su tobillo y con su pequeño pie la pasé por todo mi pene, baje mi pijama y seguí tocando me con su pie directamente mientras la otra pierna se la flexioné hacia un costado para poder ver abierta esa apetitosa vaginita, cuando ya estaba erecto por completo la deslicé hacia el borde de la cama para que sus piernas colgaran, me senté e inhalé todo eso que esperaba por mi ansiosa boca, besé sus gordos labios, los abri aún más con los dedos y lamí los labios internos, diminutos y rugosos, los succione juntos mientras comencé a pajiarme, desde ese ángulo podía ver todo, hasta su apretado anito, hermoso panorama, explore cada centímetro de su vulva con mi lengua, estaba comiendo un pequeño manjar, el de mi hija de 1 año, con la punta de la lengua intente introducirla en su vaginita pero estaba demasiada apretada, puse más saliva volviendo a intentar, solo pude hacerlo apenas pasando la entrada con la punta y con el resto de la boca succionaba su botón y sus labios, me faltaba poco para correrme, me paré y con una pierna extendía y la otra fexionada sobre la cama acerqué mi dura verga a su boca, quité su chupete y apoye el glande en sus labios, automáticamente extendió su pequeña lengua, no resistir y me corrí en su boca sacudiendo mi mano frenéticamente de 4 chorros, ella me veía con ojos sorprendidos, recogí lo que no cayó en su boca con el dedo y se lo puse en su boca, introduje mi dedo y lo chupo como si fuera su chupete. La limpie bien, coloque su pañal nuevo junto con el pijama y la acomode para que siguiera durmiendo.
CONTINUARÁ…
El relato promete mucho, pero pareces Electra..
Abonos chiquitos, se hace tedioso cuando son muy cortos los capítulos.