Arturo y su nueva vida como padre soltero (6)

Arturo confirmó los rumores sobre el Gobernador Aquiles… .
– ¿Que clase de trato?

– Ese niño no es el único que trabaja aquí, ¿cuantos niños tienes?

– 5 niños…¿estas interesado en niños?… Mira yo no juzgo esto es oferta/demanda, me encargo de su educación, los alimento y les doy un hogar, ellos solo deben trabajar a cambio, yo no hago caridad aquí.

– No busco niños…solo haré preguntas.

– ¿A los niños o a mi?

– A quien pueda responderlas pero los niños podrían hacerlo de primera mano desde su punto de vista.

– ¿Que buscas? ¿Porque olvidarás mi deuda por un par de niños contestando preguntas?…

– Úrsula, Úrsula, yo seré el único que haga las preguntas. Se que nuestro gobernador es un cliente frecuente aquí, principalmente le gusta carne joven.

– Muchos hombres importantes de la región son nuestros clientes- dijo dudando.

– Bien con esa respuesta lo has confirmado… ¿Hay manera de ver lo que pasa aquí?

– Para clientes VIP…hay un pequeño cuarto de servicio con un «espejo mágico» que permite ver todo lo que pasa en la habitación vecina. El señor que buscas viene a diario, a veces por horas y con más de un niño, si eres paciente…el aún no a venido hoy…

Me llevó al pequeño cuarto con el espejo mágico, solo había una silla de madera con una pequeña ventana de ventilacion y una luz tenue, desde ahí se veía la sencilla habitación, una cama amplia y un sillón de tres cuerpos, me dejó allí casi por 2 horas, esperé allí hasta que Úrsula entró con un libro fino de terciopelo rojo.

– Esto responderá algunas de tus preguntas, son los datos de mis niños con fotografías para referencia, en 30 minutos llegará quien esperas ver, volveré.
Me dejó a solas con el libro, allí en cada página habían datos de los niños y sus fotografías, como una carta o menú de restaurante:
*José 5 años, cabello y ojos negros, piel apenas tostada, delgado pasando 109 cm de altura, le gustaban los deportes, ver tv y el helado de limón.
*Camilo 9 años, cabello castaño, ojos negros, piel muy pálida, 138cm de alto, le gustaba los superhéroes, ir al lago y comer pizza.
*Rodolfo 12 años, pelirrojo con rizos, pecas y ojos verdes, piel muy blanca, un poco bajo para su edad medía 139cm, pasado de peso pero no demasiado, le gustaba los autos de juguete, los animales de campo y los dulces de gomitas.
*Estefanía 8 años, rubia ojos color miel, 131cm, le gustaba pasear por el pueblo y jugar con su hermana.
*Gisela 8 años, hermana gemela de Estefanía, gemelas idénticas a excepción de sus gustos, le gustaba jugar con sus muñecas y disfrazarse de princesa.
Los niños habitualmente recibían regalos de los clientes por eso la carta especificaba lo que le gustaba a cada niño ya que ellos no manejaban dinero, estaban sanos y bien cuidados por Úrsula. En una de las fotos se los veía jugando entre ellos, José el menor era muy delgado pero alto, Rodolfo a pesar de ser el mayor no destacaba mucho físicamente del resto, le faltaba un diente canino y tenía una pequeña cicatriz en la boca, las gemelas siempre trabajaban juntas a pedido de ellas.
Ví como alguien entró a la habitación, era un niño vistiendo solo un jean y luego lo hicieron dos niñas tomadas de las manos ambas con un vestido de Elsa de Frozen, Úrsula me notifica que era el momento.

– 5 minutos y él estará aquí.

– Dime ¿ese niño, es el más pequeño de todos?

– Si, es José mi bisnieto, es el preferido y el más solicitado.

Ingresa el gobernador bebiendo una cerveza, los tres niños esperaban junto a la puerta, el ordenó que las niñas se sentarán en el sillon mientras que el niño debía ir a la cama.

– José, sube a la cama putito y mueve ese culo para mi- dijo desnudandose.

-¿Así? – contestó el niño haciendo una voz provocadora mientras se subía a la cama en 4 y de espaldas al gobernador meneando sus caderas.

Este señor era un hombre de 160cm con mucha panza y pelos en todo el cuerpo, tanto que su pene no se distinguía. Comenzó a dar pellizcos a sus propios pezónes viendo al pequeño.

– Desnudate y ven por esto- tomó su dormido pene y testículos.

El niño obedeció, quitó su jean que era su única prenda y se acercó al hombre, sentado en la orilla de la cama comenzó a lamer ese pene de unos 12cm en ese estado, el gobernador tomó al niño de la nunca y lo embistió para que entrara completa en la pequeña boca, el niño se resistió un poco así que presionó su nariz para que no respirara y le indicó que se la metiera toda.

– Llenate de aire y trágala hasta tocar tu garganta…así…muy bien…

Lo hizo unas veces, más hasta que su verga ya estaba dura alcanzando los 15 cm y muy gruesa, tomó al niño y lo acostó apoyando su espalda en la cama con las piernas hacia arriba y muy abiertas, se arrodilló y lamió toda la raja centrándose en el ano, lo penetró usando su lengua y luego usando su saliva introdujo su dedo mayor en ese esfínter, el niño lo aceptaba sin esfuerzo alguno, el gobernador buscó en sus pantalones y se colocó un condón, sin mucha preparación se dispuso a penetrarlo pero se le estaba dificultando, solo entró su glande ya que al niño le dolía y estaba apretando su anito impidiendo la entrada.

– Señor Aquiles pare…me duele mucho…debe prepararme bien antes.

– No tengo tiempo para eso, te cogí muchas veces antes y probablemente otras vergas más grandes también han entrado en este culo, tienes que estar más que acostumbrado, sé que te gusta tanto José el putito…

Utilizando más saliva introdujo su dedo mayor manteniéndolo dentro un tiempo y agregando otro dedo luego.

– Relájate, ya va a pasar- dijo mientras golpeaba suavemente la pancita del niño.

No fue muy paciente, quitó sus dedos y volvió a rozar con su glande la pequeña entrada, presionando entrando la cabeza por completo y seguía avanzando lentamente hasta que su pelvis chocó con las nalgas de José, el niño derramaba lágrimas pero sin decir nada, los movimientos eran bruscos, en cada embestida salía por completo y se la enterraba chocando ruidosamente en las nalgas del niño quien comenzaba a moverse por su cuenta,
el hombre se sentó en el centro de cama apoyando su espalda en la pared con las piernas estiradas y semiabiertas, José sabía lo que tenía que hacer, caminó por la cama y puso cada pie al costado de las piernas del Aquiles y lentamente se fue sentando en la dura verga, esto impacientó al hombre quien tomó al niño de sus nalgas y de un movimiento lo penetró completamente, el pequeño pego su cabeza al pecho del gobernador dejandolo hacer. Le estaba dando muy duro, se escuchaban los gemidos del niño y la agitada respiración del adulto, ahora era José quien arqueó la espalda y apoyanso sus manos en los muslos del hombre se fue moviendo mientras el gobernador separa más las nalgas, comenzó a besarlo y el niño torpemente le correspondió el beso, dejando que explote su boca con su larga lengua. Cambiando de posición colocó al niño en 4 abriendo sus nalgas viendo su anito rosado y algo inchado, introdujo sus dedos y acercando su boca al oído del niño le hizo saber que faltaba poco, puso 2 dedos de cada mano, índice y dedo mayor abriendo aún más el esfínter, espero a que estuviera muy dilatado y sin quitar los dedo le volvió a clavar su verga, sacando sus dedos los puso en la boca del niño abriendola de igual manera que los tenía en su culo y con sus últimas embestidas lleno de leche el culito del niño, se corrió ruidosa y abundantemente, permaneció un tiempo dentro y señalando a las niñas les dijo era su turno que subieran a la cama.

– José, quiero que aprietes tu culo para que no salga mi leche y cuando te diga tu aflojas y dejas salir todo, acuestate boca abajo- dijo mientras sacaba la verga que perdía su erección.

El niño siguió las instrucciones al igual que las niñas que estaban en cada lado sobre la cama.

– Ustedes separen estas nalgas y traguen mi leche- señalando al pequeño.

Las pequeñas separaron las nalgas pero José estaba apretando con mucha fuerza, no se veía nada más que su apretado ano.

– Vamos niño suelta lo todo…alimenta a estas dos putitas…

CONTINUARÁ…