Así cogía a mi hermana cuando tenía 5 años (yo tenía 8) el juego pervertido (PARTE 1)
Como sin saber, por mero impulso, lo que comenzó como juego de niños, terminó en cogidas y muchas cosas entre mi hermana y yo.
Regresé, con un relato que no quería escribir, porque a diferencia de mis otras experiencias que ya conté, con mis primos a los 5 años: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/mi-primera-vez-con-dos-primos-uno-de-5-y-uno-de-12-yo-tenia-5-relato-real/
Con mi tío que me cogía: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/el-tio-jaime-me-quiere-meter-la-verga-despues-de-que-se-dio-cuenta-que-me-gusta/
Y mi primo Sammy: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/descubro-a-mi-primo-de-12-anos-sammy-masturbandose-y-esa-fue-la-clave-para-nuestra-relacion-incestuosa/
Esta me dejó por mucho tiempo un sentimiento de culpa, porque fue cosa de niños, cosa de juegos, pero fue con mi hermana y así comenzó. El orden cronológico de mis experiencias es lo de mis primos a los 5 años, luego lo de mi hermana y luego lo de mi tío.
Después de que mis padres se separaron, el andar de mi hermana y mío fue raro, hay momentos donde sé que estuvimos separados porque yo estaba en un lado y ella en otro. Yo le llevo tres años. Ya en 1993 vivíamos juntos, con mi abuelo, yo tenía siete años para ocho y ella 4.
Yo claro que tenía en mente los recuerdos de mis primos, y veía que mi hermana jugaba con los hijos de mi tío Jaime, una vez los vi jugando que al papá y la mamá y esas cosas. Mi hermana y yo nos bañábamos juntos y nos dormíamos juntos. Una de esas tantas noches, jugando al papá y la mamá, nos besamos. Cosa de juego, pero como niños nos gustaba eso.
Las cosas iban subiendo de tono, ojo, yo a esa edad ya había mamado verga, y pues mi hermana no tenía verga, entonces, la incité a que me mamara mi verguita, obvio no quería, eso era raro, pero insisto, todo siempre fue en juego.
Le decía que solo lo metiera a la boca y pues torpemente lo hacía, sentí súper rico, en realidad mis primos de mi primera vez nunca me la mamaron a mí, yo se las mamaba a ellos.
Olvidé describirla, yo soy de tez morena, era muy delgado y nalgón en esa época. Mi hermana es blanca, pues se parecía a mi papá, bonita sí, delgada normal, era nalgoncita.
Cuando no quería chuparme la verga, le decía que cada dedo de mi pie era de un sabor, que eligiera uno y yo le decía cuál era y me lo chuparía, así pasaron muchos días, cabe destacar que no había necesidad de decir que no dijera nada, era un juego entre ambos y estaba más que implícito.
En el día a día cada quien con sus cosas, tareas, etc. Mi abuelo era muy estricto, pero la realidad es que cuando se trataba de jugar no ponía mucha atención, y él nos acostaba a las 9 de la noche y él llegaba a dormir hasta las 12, dormíamos en el mismo cuarto, pero diferente cama. NO, nunca pasó nada con él, para que no se imaginen cosas, él siempre muy recto.
Como dije, una cosa fue llevando a la otra, yo sabía que era «maricón», que me. gustaban los niños, no las niñas, nunca sentí una atracción por mi hermana, solo era jugar.
Una noche de curiosidad, mientras nos bañábamos, me dijo porqué yo tenía «pajarito» y ella no, le dije que no sabía, pero que pues así era. «Es que yo te chupo tu pájaro, yo no tengo». Y esa noche decidí que iba a inspeccionar su parte, así que ya pasado el proceso de que nos iban a acostar y que mi abuelo se iba a la sala a ver la tele, noticias y esas cosas, procedí a hacerlo.
Le revisé su parte, era rara para mí, como que no le vi chiste, pero dije, ¿Quieres que te chupe?, y dijo: «no», le dije, solo para saber. «Bueno», contestó, a la primera lamida se movió, se río, le dieron cosquillas.
Yo sentía raro, esa vez no sabía a nada, nos acabábamos de bañar, sentía unos mini pelitos muy chicos en su parte o alrededor. Le gustó, de eso o hay duda, entonces yo para ser recíproco, cuando jugábamos ella me mamaba y yo le chupaba.
Subimos de tono conforme nos aburríamos, entonces, un día le dije, que le iba a meter mi pajarito ahí, dijo «eso se puede», le dije sí, al menos tenía el recuerdo de uno de mis primos metiéndomela. Y así lo hice…wooooow, sentía unas cosquillas raras y muy intensas y ricas, eso debía ser un orgasmo.
No aguantaba mucho de mete y saca, en realidad solo se lo metía. Mi verga era chica y además la edad, 8 años, pues no sentía mucho, No, no sangró, nunca, tal vez no llegué hasta allá jeje.
Cuando yo tenía 8, una tarde de domingo, el tío Jaime llegó con mi papá, súper pedos, tomados, borrachos. Mi papá se echó a dormir en un cuarto donde nadie más se quedaba. Mi hermana y yo estábamos en donde dormíamos, Jaime entró y llamó a mi hermana, cuando de pronto la oí dar un pequeño grito, fui a donde estaban y mi hermana corrió hacia mí, me dijo que el tío Jaime le había querido bajar los calzones.
Jaime, pedo, solo dijo, no eso no, le quería dar un beso de despedida, y me lo dio a mí. Sé que nunca más hizo algo por tocar a mi hermana, porque fui yo la presa más fácil y eso lo pueden leer en la historia de Jaime.
Mi hermana y yo seguimos jugando, de la parte íntima pasamos una vez a la cola, el chiste era ir descubriendo cosas, y sí, también lo chupé, y también se la metí por ahí, me gustaba más porque esas «cosquillas placenteras» llegaban menos rápido por el ano.
Mi hermana no se quejaba, era un juego claro está. Cuando comenzó lo de mi tío Jaime conmigo, yo me asusté, lean este: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/el-tio-jaime-me-quiere-meter-la-verga-despues-de-que-se-dio-cuenta-que-me-gusta/
Cuando me dijo cómo se hacían los bebés, me asusté, porque yo hacía eso con mi hermana, así que le bajé a eso, a los juegos, eran ya muy esporádicos, el tío Jaime y sus cosas me ocupaban y gustaban más.
Con todo y eso, seguí cogiendo con mi hermana hasta que yo tuve 10 años, lo dejamos de hacer porque estoy casi seguro que mi papá se dio cuenta de algo, o parte de algo, por una noche donde nos besábamos dormidos con la luz apagada, seguro hicimos un ruido que mi papá notó, eso ya fue en la CDMX, porque ya vivíamos en ella.
Las cogidas eran seguido, ya tenía yo más calentura, ya incluso cuando iba hacia los 11, ya me masturbaba, ya sentía orgasmos claros y ya empezó a salirme «agüita», era semen, ese que sale cuando empiezas a crecer. Sin saber nada de reproducción, se le seguía metiendo a mi hermana y le dejaba mi leche ahí. Me la seguía mamando y yo a ella. Le tomé un poco más de gusto a chuparle su parte con el tiempo, incluso no siempre limpia al 100, un sabor rico con un dejo de orín, pero no fuerte. Ella se permitía gemir y ya saber qué hacer. Ponerse en 4 para darle por el culo y la vagina, o chuparme la verga cuando yo quisiera.
Por la diferencia de edades y que ya vivíamos con Sammy mi primo de los relatos, dejamos de irlo haciendo poco a poco. Ya cuando iba a entrar a secundaria, tuve como un dejo de culpabilidad. Mi hermana de 8 años y yo 11, pues hablamos como si adultos fuéramos y dijimos que eso nunca estuvo bien y ya no lo íbamos a hacer.
Hasta rezamos para pedir perdón a Dios y yo me sentí muy culpable…el placer pudo más, porque tuvimos una cogida de despedida…pero de ahí, no pasó más.
NUNCA más lo hablamos, ahora ya somos casi cuarentones y nunca se tocó el tema…no lo conté antes y lo omití de los relatos que ya publiqué, por el tema de la culpa, pero para cerrar este ciclo, tenía que hacerlo. Claro que hice más cosas con otras personas que contaré, pero ya no son de mi etapa de niño. Cuando me dicen «¿nunca estuviste con una mujer?», siempre contesto: «NO NUNCA», pues cómo les digo que la única mujer que cogí, a la que le chupé la vagina y le di por el culo, fue mi hermanita.
Pueden decirme qué opinan, qué les pareció en mi TG: @York85n
Su amigo…Mateo.
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