Así empezó todo… Parte 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por tabuless.
Retomando mi relato anterior continúo contando mi experiencia conforme voy recordando las cosas, mi nena fue creciendo feliz y hermosa, y yo cada día mucho mas cercano a ella, eramos muy juguetones, le encantaba retosar, brincar, y siempre fue una nena muy activa como todas las nenas de su edad, una ocasión recuerdo que estaba yo acostado en mi cama mientras ella retosaba pasando por mi cuarto, entrando y saliendo, cantando, y jugando, cuando ella pasaba por mi cama la agarraba y le hacia cosquillas en su pancita, trompetillas con mi boca en su pancita y ella reía a carcajadas, me encantaba verla reír así.
En una de esas ocasiones que normalmente pasaba los fines de semana cuando nos quedábamos solos en casa debido a que mi mujer salía a sus clases sabatinas, normalmente nos levantabamos tarde, una ocasión mi nena, me gustaba mucho como se veía con una blusita que le llegaba a la cintura arriba del ombligo, y unos pantaloncillos como mayas ajustadas negras, ese día mientras estaba yo en mi cama descansando ella llego y se subió súbitamente a donde yo estaba, así que la cargue sobre mi estomago y le hacia cosquillas y la volvía a bajar de la cama, así que ella se subía de nuevo y repetiamos la rutina, en una de esas ocasiones, cuando se sube a mi estomago, la sostube de la cintura y empece hacerle caballito, es decir, ella sentada sobre mi estómago y yo empezando a hacer movimientos para que ella me cabalgara, un poco de caballito y luego la bajaba de la cama de nuevo, y ella corriendo se volvía a subir, en una de esas remontadas, al estarle haciendo caballito a propósito la fui bajando hasta mi pene, y continué haciéndole caballito pero ahora remontada sobre mi parte, esa sensacion hermosa de tomarla de las nalgas y acercarla hacia mi pene erecto con movimientos como si estuviera haciendole el amor (claro con mis calzoncillos puestos), mi nena, dejó de reírse y empezó a tomar ese color en el rostro rojizo y entreabriendo la boca para tomar aire, es decir, jadeando muy a su manera, yo la remontaba y poco a poco en un principio, pero después subiendo la intensidad de mis remontadas, a un ritmo como haciendo el amor fuerte, recuerdo como me era tan facil ayarme en mis pies y levantar la pelvis contra la suya, cada vez con mas intensidad, y yo sosteniendole de la cintura con mis manos y tambien bajando hasta apretarle su culito, la arrimaba muy pegadita a mi pene, podía sentir su vagina tan pegadita a mi, esa sensación tan hermosa, de repente mi niña se recuesta sobre mi pecho y yo con mis manos la tomo muy bien de sus nalguitas, podría ver como entre abria la boca jadeando muy despacio, ahh que placer… suficiente (pensé) así que la bajé de mi y la recoste en la cama y esperé a que se le pasara el jadeo, me levanto de la cama y me fui al baño a terminar aquella primera remontada con una paja…
Los días pasaron y mi nena, continuaba retosando las mañas de los sabados, como esperando el momento oportuno, yo ya la esperaba, una ocasión recuerdo que me fue a despertar practivamente, simplemente se acercó hacia mi, se metió entre las sabanas y me remontó así, de buenas a primeras, la verdad yo mismo me sorprendí por que parece que ya despertaba ella con ganas de hacerlo.
Mi locura fue creciendo con el paso de los fines de semana, y ya no solo me satisfacía el que me remontara de esa manera, así que un día me hice a la tarea de hacer algo más, esa mañana la esperé a que se acercara, se subió a mi cama, y empezamos a hacer el juego del caballito, ahora yo mas despacio empecé a meter mis manos entre sus bragas, a acariciarle las nalgas, a apretarlas mientras me remontaba bien pegadita a mi pene, ella ya tomaba la postura de recostarse sobre mi pecho así que me era muy facil alcanzarle el culito de esa manera, poco a poco con mi dedo le acariciaba su clítoris que sorprendentemente estaba muy húmedo, muy delicadamente le recorría sus genitales sin un solo rastro de bellos aun, tan suaves y tan delicados, húmedos, ella hacia sus nalgas hacia arriba buscando esa sensación de mis dedos frotando su clítoris, que hermosa mi niña pensaba mientras la seguía remontando, ya suficiente por ese día pensé, la baje de mi, me fui al baño y con mis dedos húmedos del liquido que emanaba su vagina me frotaba la punta del pene, mi corazón latía a mil por hora y yo ya quería cada vez mas…
El siguiente fin de semana, se repetía la faena pero yo, quería llegar aún mas lejos, así que esa vez, en la remontada de cada fin de semana, en la excitación del momento, mi niña recostada en mi pecho, simplemente con mis manos, lejos de meterlas en sus bragas lo que hice de plano fue quitárselas, ella con las mejillas rojizas no puso objeción, simplemente me ayudó a hacerlo, así que posteriormente yo me quité mis calzones y Ohhh, que sensación tan hermosa, sentir sus húmedos labios vaginales en la punta de mi pene húmedo también, no puedo describir con palabras esa sensación tan morbosa y tan hermosa a la vez, mi niña se pegaba a mi pene mientras yo con mucha delicadeza me ayudava con mis manos a pegarlo muy bien a su clitoris, yo me movía como haciendole el amor, pero solo superficialmente, arriba y abajo, ella con la mirada perdida, jadeando, esa fue la primera vez que teníamos ese intercambio de fluidos tan espectacular, no pude mas, me corrí en su vagina por fuera claro está, nunca hubo penetración en ese momento, no quería hacerlo, quería que ella lo disfrutara y creo firmemente que así era…
Ya eran continuos nuestros fines de semana pasarlos de esa manera, no hablábamos, no decíamos nada, simplemente, lo hacíamos cada vez mas descaradamente, ya hacíamos posiciones diferentes, después de la postura del caballito, también ya la ponía en cuatro, y le recorría mi pene por el ano y por su vagina, frotándolo de arriba primero y luego abajo, era tanta mi excitación de verla de esa manera que había veces que simplemente me corría entre sus nalgas tan hermosas, estas posturas eran solo para los fines de semana.
Entre semana cuando había la oportunidad por que mi mujer no llegaba a casa por cuestiones de su trabajo, se venía a acostar a mi cama, y un día para variar le dije, ven, date la vuelta, y ella no entendía que le pedía, simplemente la cargué para que su coño me quedara en mi cara, un 69 dicho de otra manera, y empecé a lamerle su vagina, con mucha delicadeza, y con mucha desesperación por que la excitación era mucha, cual fue mi sorpresa que sin decirle nada, ella empezó a lamerme el pene también, yo no le dije que lo hiciera ni le dije como, instintivamente simplemente empezó a hacerlo, me imagino que debido a la excitación del momento, con mis manos abrí sus labios genitales para poder lamerle exactamente ahí en su punto, fue hermoso, ya me habia dejado de lamer y esa fue la primera vez que le hacía un oral a mi niña, la cargué y la acomodé boca arriba, y me dispuse a frotar mi pene en sus labios genitales, mi sospresa fue que ya estaba tan mojada y caliente que mi pene se hizo un campo para entrar, no todo, solamente un poco pero suficiente para sorprenderme, si, ya le estaba metiendo el pene en su vagina, mi niña con la boca abierta solamente jadeaba en silencio, y yo no podía mas con la excitación, no siento que la hubiera desvirgado, pero siento que abrí un poco de su vagina húmeda y caliente, me corrí, ahí dentro de ella, no pude mas, fue la primera vez que hacia semejante cosa, estaba sorprendido de hasta donde habíamos llegado ya…
Continuarà…
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