Atracción Sexual Genética.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Edollan.
Parado en el aeropuerto, esperaba la salida de los pasajeros, con un ramo de rosas en las manos, me sentí un poco extraño. El pensamiento me llevó a mis raices.
Nací en un pais sudamericano, mis padres eran dos chavales de 14 y 16 años, apenas nacer fui dado en adopción, a una pareja de personas europeas ya mayores de 50 años. Ellos tenían una situación económica previligiada y me significó, criarme en la opulencia.
Hacía solo dos años que habian muerto mis padres adoptivos, y antes de morir me confesaron sobre mi familia biológica, ellos habían cortado todo contacto con ellos, para evitar que yo me enterara de la situación, pero mi padre adoptivo, me entregó todos los antecedentes.
Con 24 años, viajé a Sudamérica y logré contacto con ellos. Mi madre biológica, jamás se casó con mi padre, él se había casado y era obrero de una industria, mi madre trabajaba haciendo aseo. Me informé que estaba muy mal de salud, así que fui a un hospiral a verla. Estaba en un lugar deprimente, me dolió mucho así que me las arreglé para que la llevaran a una clínica privada. Donde le iniciaron un tratamiento muy efectivo, la observé mucho, seguro había sido una mujer muy bella en su juventud, pero ahora se veía acabada, casi vieja, pero no fue razón para evitar sentir, algo extraño, me pareció era deseo, pero lo deseché. No le dije quién era, solo que era un admirador suyo, que Ella estaba muy agradecida y tuvimos una buena relación, no dejaba de mirarme, me abstuve de decirle que era mi madre. Lo que hizo del trato algo muy agradable. Me despedí de ella y todos los meses, le mandaba dinero para su manuntención, tratamiento y algunas cosas más. Ignoro porqué un dia la llamé para invitarla a visitar Europa, se rio y me dijo que eso era solo un sueño. Me las arreglé para que aceptara y le envié los pasajes, además de dinero extra para que se comprara, todo lo necesario.
Y ahora estaba esperando impaciente que saliera de la Aduana. Pasaron varios minutos y si me llamó la atención de una mujer muy bella, que no me quitaba la mirada de encima, la miré mejor y observé que una falda sobre las rodillas, dejaba ver juego de piernas perfectas sobre zapatos de altos tacones, una cintura estrecha, un pecho de antología, era toda una hembra y lo extraño es que me sonreía, entonces noté que estaba con una maleta de cabina y otra grande en un carro. Su sonrisa se transformó en risa, y acercándose me dijo
– Esas flores ¿Son para mi? – Me quedé de una pieza y sin decir palabra le estiré el ramo. Se me acercó y me dio un abrazo, sentí la presión de sus pechos en el mio y me di cuenta lo alta que era, un perfume suave y ni siquiera sus bellos ojos verdes esmeralda, podían disimular el jet lag que la tenía levemente aturdida. Solo atiné a tomar el carro y pedirle que nos fueramos. Llegamos al coche, guardé las maletas y luego le abrí la puerta, se sentó y no pude dejar de admirar sus piernas que mostró generosamente al sententarse, no dejaba de mirarme a los ojos, me sentí perturbado, esta mujer no tenía nada que ver con la que había conocido en un hospital, era una hembra fabulosa y poseedora de una belleza realmente única ¿O eran ideas mías? Pero no, porque al ponerme tras el volante, su mirada no se apartaba de mi, cuando puse la mano para arrancar el coche, me tomó la mano diciendo
– Por favor espera un poco, antes quisiera saber algo – De inmediato le respondí
– Si naturalmente ¿De que se trata? – Me miró fijamente diciendo
– Dime ¿Porqué me invitaste a venir? – Me dejó sin palabras y le respondí sinceramente
– No lo se, me parece que tenía que verte nuevamente, no tengo idea, me quedó esa imágen tuya enferma y creo que acá estarás mejor – Me miró intensamente y preguntó
– ¿Estás seguro que nada más? – Me di cuenta que algo estaba fuera de mi control, así que le respondí
– La verdad es que no lo se, creo que necesitaba verte, pero al verte asi… asi… tan guapa, me desconcerté – Me sonrió
– Entonces Paco dime ¿Donde voy a dormir? – Le dije
– En mi casa… – De inmediato agregó
– ¿Contigo? ¿ En tu cama? ¿Entiendes mis preguntas? – Le respondí
– No, no entiendo, porque no lo he pensado, tengo un cuarto preparado para ti, pero si quieres… – Me volvió a interrumpir
– Si quiero, desde que salí a encontrarme contigo, sabía a lo que venía y quiero decirte que me gustaste desde que te vi y si, me he arreglado para ti, me preparé para venir a estar contigo, a ser tuya y solo Dios sabe hasta cuando – Me quedó mirando de tal forma, sus labios gorditos me pedían un beso, así que me agaché y la besé, sentí su lengua buscar la mia y nos fundimos en un beso maravilloso. Sentí que me ponía a mil, así que conduje bastante rápido a casa.
Cuando entramos, se quedó admirando la sala y luego me siguió al dormitorio, de inmediato nos besamos, ella me comenzó a soltar la camisa, luego cruzó sus brazos tras mi cuello, y nos besamos con mucha pasión, en pocos minutos estabamos completamente desnudos sobre la cama, la besé con pasión inaudita, cuando me abrió las piernas, no dudé ni un segundo en subirme sobre ella y buscar con la polla su cavidad vaginal, la sentí humeda y caliente, así que sin pensarlo, la penetré profundamente, ella dio un suspiro de satisfacción y dijo suavemente
– Amor, amor mio, esto lo sabía apenas te vi, que sería tuya y tu serías mio – En ese momento me di cuenta que tenía penetrada a la mujer que me había parido, que yo había nacido por esa misma vagina y en vez de cohibirme, me hizo comenzar a bombear ferozmente, solo atiné a decirle – Te amo, te deseo, no se porqué… pero te amo Cinthia, te amo, me abrazó mientras sus caderas se movian siguiendo el compás de mis embestidas, fue increible como en pocos minutos nos comunicabamos como si hubieramos follado toda la vida, mi polla se ajustaba finamente a su funda, ella comenzó a moverse con mayor energía, me di cuenta que estaba a punto de correrse, así que disminuí la velocidad de la penetración, para que el glande recorriera el primer tercio de su vagina, ella lo sintió porque de inmediato, dio un pequeño grito, curvó su espalda. se sacudió de placer y pegó su pubis al mio, la seguí bombeando, mientras ella gritaba de placer, sus ahhhhh, asiiiiiiiiii, maaaaaaaaaasssss, fueron creciendo, hasta que se relajó y sentí una gran cantidad de líquido abandonar su vagina, me mojó los testículos, pero estaba muy caliente para pensar en nada más, así que nuevamenmte la penetré hasta los huevos
Ella comenzó lentamente a mover su pubis y las caderas, a un ritmo que me volvió loco, sentí que me tomaban de la nuca y un placer jamás sentido antes, me recorrió todo el cuerpo, comencé a lanzar mi semen en su interior mientras ella al recibir el calor de mi leche, comenzó nuevamente a temblar y agitarse en un orgasmo feroz, nos sacudimos ambos de placer, mientras nuestros cuerpo se relajaban, nuestras bocas se buscaron y nos besamos con pasión y con ternura.
Abrió sus grandes ojos y me preguntó
– ¿Que nos pasó Paco? – La miré con ternura y un amor que nacía desde lo más profundo de mi alma y le dije
– Esto se llama GSA , es algo muy común en casos como el nuestro – Me miró confundida diciendo
– No entiendo que es GSA, me lo puedes explicar, porque solo se que desde que te vi en el hospital, solo he pensado en ti, en hacerte mio, en ser tuya, en hacerte feliz ¿Te hice feliz? – La besé suavemente en la boca y le aseguré
– Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo, te amo Cinthia, te amo como un loco, pero no desde el hospital, sinó que desde esta cama del momento que nos entregamos al amor, en el aeropuerto nació el deseo, ahora es amor, te juro que es el amor más puro que te puedas imaginar. La GSA es algo en inglés, que más adelante cuando ya nos conozcamos mejor vamos a conversar – Nos volvimos a besar y sin palabras nos fuimos al baño, luego haciamos el amor en todas partes, la cocina, la sala, el comedor, me tomé dos semanas de vacaciones, que las pasamos en la costa del sol, follando como locos. Volvimos a Madrid, al piso que ya era nuestro hogar y yo a trabajar en la empresa que había heredado de mis padres adoptivos.
Pasaron varios meses de completa felicidad, una tarde que volví a casa, encontré a Cinthia sentada junto al ordenador, estaba muy pálida, sus brazos caian al lado de su cuerpo, parecía abatida, me miró como si fuera un extraterrestre, así que le pregunté
– ¿Que pasa mi amor? – No me respondió solo señaló la pantalla del ordenador, me acerqué y leí: GSA Genetic Sexual Attraction, luego la página de la Wiki en español, Atracción Sexual Genética. Me sentí mal, sobre todo cuando me dijo
– ¿Eres tu verdad? ¿Eres mi hijo, el hijo que parí? – La miré seriamente y le dije sin dudar
– No, no soy tu hijo, mis padres fueron… – Se los nombré y le aseguré que había nacido en España, entonces ella dio una salto y me abrazó besándome con toda su boca abierta, era como si quisiera tragarme, así que respondí a su beso de la misma forma y tomándola en brazos la llevé a nuestra cama, nos desnudamos y me fui en busca de su vulva, de sus labios gorditos y mi lengua comenzó su labor, de lamer desde el ano al clítoris, haciéndola disfrutar tanto que me regalaba ese líquido maravilloso que brotaba de su vagina y de las glandulas de Bartolino, lo saboreaba, como el más exquisito elixir, hasta que le comenzaron sus descargas de felicidad, de placer que la hacían gritar y convulcionarse tanto, que debía sujetar con fuerza sus muslos, para no perder el contacto de mi lengua con su clítoris, hasta que me regalaba ese manjar exquisito que emanaba de su vagina cada vez que orgasmaba.
Luego me subí besándola muy fuerte, le pasé la lengua por su vientre, me colgué de sus senos y los succioné como si quiesiera extraerle el elixir de la vida, ella comenzó a inquietarse, me pidió
– Métemelo… clávame… hazme tuya mi amor, ahora ven a mi… – Se lo clavé hasta los huevos ella comenzó nuevamente a moverse como diosa del amor y el orgasmo fue juntos, lleno de pasión.
Descansé sobre ella unos minutos, mientras ella me confesaba su amor, que sería eterno, entonces le solté la pregunta
– ¿Y si hubiera sido el hijo que pariste? ¿Me amarías igual? – Me miró muy seria pero tiernamente a los ojos y dijo
– No, te amaría aún más ¿Sabes porqué? – La miré con curiosidad y me contó – Cuando quedé sola, sin el hijo que había parido, sin el hombre que me lo había engendrado, cuando me entregaba a algunos amantes, el recuerdo de mi cría estaba siempre conmigo, pegado a mis recuerdos, pero también a mi cuerpo – Me llamó la atención y le consulté
– Y eso ¿Porqué? – Se rio como avergonzada, hizo una pausa moviendo la cabeza afirmativamente y siguió
– Cuando me entregaba a un hombre, siempre era con la esperanza, de volver a sentir lo mismo que en el momento de parir, es eso que siento ahora contigo Paco, los orgasmos. Cuando parí tuve un orgasmo enorme y la matrona me dijo que eso era normal, que le pasaba a muchas mujeres, a mi me pasó esa vez que solo tenía 14 años, y no volví a sentirlo hasta que me poseiste, el mismo dia que llegué a tu casa – La interrumpí
– A nuestra casa, recuerda que eres mi mujer – Me miró con pena
– No Paco, soy tu amante, no tu mujer ni tu esposa – Le tomé una mano y le pregunté
– Es verdad que si fuera el hijo que pariste ¿Me amarías mucho más? ¿Que no me rechazarías? – Se puso seria y dijo
– No, porque es imposible amarte más de lo que hago, pero no me tomes por tan limitada, me dijiste que era GSA y te lo creo, acabo de entendelo y aceptarlo porque lo siento, por algo me fuiste a buscar, por algo no me puedo resisitir a ti, por algo eres el único hombre en el mundo que me hace gozar, desde el dia que naciste, por esta misma vagina que hoy te acoge con todo el amor del mundo, no ya no creo que nadie pueda amar más, de lo que te amo – Me quedé mudo, solo atiné a decirle
– ¿Te quieres casar conmigo? – Me respondió
– Bueno mi amor, porque a mis 39 años, estoy nuevamente embarazada.
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