Aventura de Hermanos
el típico incesto donde el mayor despierta sus deseos carnales por su hermana menor a su vez que este la corrompe a ella.
Cuando culminé el bachillerato mis padres me regalaron una cámara semi profesional ya que había decidido estudiar fotografía, como cualquier muchacho estuve entusiasmado por tener una cámara mejor, la calidad de las imágenes era abismalmente mejor que la vieja cámara digital que solía usar. Me la pasaba tomando foto a todo a mi alrededor mas no tenía un enfoque claro a que tipo de fotografía dedicarme hasta que un día le tomé una a mi hermanita de 3 años la cual su sonrisa deslumbrante me cautivó era totalmente adorable y tras eso me interesó la idea de ser fotógrafo de moda así que básicamente la sonrisa de mi pequeña hermana trazó mi camino y así como ella lo hiso yo lo estaba haciendo con ella porque me modelaba aquí y allá sola o con amiguitas.
A sus 5 años ya posaba como toda una señorita, poses adorables o coquetas era toda una modelo lo cual incluso a mi madre le encantó la idea de encaminarla en el modelaje cuando fuera más grande ya que a mi papá no le agradaba como maquillaban a las niñas y era mejor que tuviera una infancia más “normal”, pero cuando mi papá no estaba a veces mi mamá la maquillaba haciéndola ver como una mujer en miniatura. Ya para cuando tenía sus seis años había crecido más que el promedio se mantenía delgadita y una figura bien formadita para su edad y su cabello castaño lacio le llegaba un poco más debajo de sus hombros y a la hora de modelarme no importaba que le pidiera que vistiera ella lo hacía, pero estábamos solos le tomaba fotos en ropa interior.
En un principio ella se había negado, pero tras hacer muchas sesiones en traje de baño la terminé convenciendo así que los días que no había nadie eran días de sesiones semi desnuda, todo para subirlo a un foro que encontré en mis noches de ocio en el cual terminé viendo imágenes de menores de edad posando de diversas maneras y desde ese día no vi a Vanesa del mismo modo. En un principio no quería hacer ese tipo de trabajo con mi hermana, pero a la final las ganas me superaron por lo que usé esas mismas imágenes para tratar de convencerla, aunque las primeras veces se negó por lo tanto continué mostrándole las nudes de aquellas chicas diciéndole que ellas también querían ser modelos y que estaban practicando para cuando crecieran saber hacer de todo por lo que termino accediendo a mis demandas.
En un inicio era bastante rígida, le avergonzaba estar desnuda frente de la cámara por lo que yo la ponía en la pose que yo quería, aunque esta vez la tocaba distinto a como lo hacía antes, ahora la acariciaba un poco más o le hacía cosquillas buscando relajarla y a veces pasaba sutilmente mis manos por su entrepierna por lo que ella me daba una palmadita en la mano riéndose.
Meses después me moría ganas de hacer todo tipos de cosa con Vanesa cada vez que le hacía sesiones desnudas y un día me dio por vendarle los ojos y ponerla en cuatro, ella me preguntaba para qué, pero yo solo le decía que era otro tipo de fotos y que era mejor que se tapara la cara, ella estaba extrañada y se le notaba la duda en su voz aun así se quedó en cuatro e instantáneamente me comienzo a masturbar mientras veía la raja de Vanesa.
—¿Qué haces?, que suenas raro—.
—no es nada tu solo quédate así un poco más—, lo decía con un tono jadeante, —¡ay ya, ay ya! —, la alzo desde el hombro y me corro en su espalda.
—¡ay ¿qué es esto?, está caliente! —.
Entretanto yo le echaba hasta la última gota en su espalda y la vuelvo a poner en cuatro, —no te vayas a mover—.
—¿pero que me echaste? —, decía ella asqueada mientras yo le tomaba fotos a su espalda manchada de leche.
yo prefería no decirle, pero si le pedí que no le contara a nadie. Me sentía algo culpable por aprovecharme de ella y buscaba manera de abstenerme, pero cuando posaba para me empezaban a sudar las manos, me daba como piquiña en el cuerpo y luego se me paraba sobre todo cuando hacia sus Split, ella había sido bendecida con ese cuerpo el cual podría triunfar en cualquier campo. Y desde entonces empecé a tomarle fotografías pornográficas, las primeras eran simplemente con mi leche rociado en su espalda o su pecho y al poco tiempo ella ya se había acostumbrado a mi semen, aunque no estaba clara de donde la sacaba ya que siempre le mantenía sus ojos vendados en esos momentos y en una sesión cuando Vanesa me esperaba en cuatro a que terminara sobre ella repentinamente comienzo a pasar mi babosa verga por su rajita y ella se sorprende.
—¿Qué me estás haciendo, porque me tocas ahí?, eso es malo—.
—tsss… quédate quieta, será rápido —, se lo decía con una voz entre cortada y jadeante mientras movía mi verga de arriba abajo mojándole toda su raja con mi liquido pre-seminal entretanto la respiración de Vanesa iba cambiando y de pronto mi verga se topa con su mano cuando pasaba por su vaginita y por reflejo lo aparto.
—¡ay perdón!,¿que tienes? — le pregunto.
—nada, solo que me da como cosquillitas—.
—ah ok, pero aguántate un poco para terminar de tomar las fotos—, tome foto con mi verga en su raja y de cómo me venía, después la limpie como de costumbre y mientras guardaba todo veo que ella aún no se termina de vestir si no que estaba toqueteándose el coño, —¿Qué haces, porque no te termina de vestir? —.
—no sé, pero me gusta tocarme. Siento que me cosquillea—.
—pues no deberías, si mamá te ve te va a pegar—.
—pero no sé por qué eso que siento no se detiene—.
—porque te sigues tocando así—.
—es que es sabrosito, ¿eso es raro? —.
—no, mamá también lo hace—.
—¿pero no es malo? —.
—es malo que alguien tan chiquita lo haga—.
—pero todo empezó cuando empezaste a tocarme ahí—.
—pues sí, eso es culpa mía. Soy mal hermano es que me gusta hacer algunas cosas malas—
—¿Cómo qué?—
—pues todo lo que hemos hecho es malo, tomarte fotos en ropa interior, desnuda o lo otro—
—pero a veces has visto desnuda a mamá—.
—eso no es malo, malo sería que hiciera lo mismo que te hago a ti—.
—¿y por qué haces esas cosas conmigo? —.
—porque eres muy bella y se siente bien hacerlo, todo esto es raro, pero hay cosas malas que se siente bien hacerlo—, ella parecía atenta a lo que le decía mientras yo veía como pasaba lentamente sus dedos entre su vaginita, —hay otra cosa muy mala, pero se siente muy rico ¿quieres saber?—, mi corazón latía fuertemente y mi verga estaba parada otra vez.
Ella curiosa asiente y le pido que se recueste mientras abre sus piernas haciendo un Split y se agarra los pies sus labios estaban completamente separados dejándome ver su rosado coño.
—no me veas tanto—, dice ella ruborizada.
—perdón, es que eres demasiado linda—, y me pongo frente de su vagina oliendo ese ligero olor a orina.
—¿Qué vas a ah…?, tu lengua. No… por ahí hago pis—, ella cruza sus pies en mi espalda mientras me agarraba por el cabello y le lamí su coñito un buen rato al punto que a ella se le veía sudada y sin aliento.
—¿estuvo bueno?, ¿no? —, y ella solo asintió con una ligera risa, por suerte ella sabía mantener un secreto.
aproximadamente una hora después llego mi madre y luego en la noche mientras usaba la computadora Vanesa entra a mi cuarto y observa lo que hacía desde la cama y tras un rato le pregunto:
—¿Qué estás esperando? —.
—nada—, lo dice con un tono finito y agudo.
—ay venga tienes rato acá si hacer nada, de seguro quieres algo—.
—nada, solo quería preguntar algunas cosas sobre esta tarde—, y le pido que baje la voz, aunque ya estaba hablando bajo.
—¿Qué, quieres que lo haga otra vez? —, se lo digo en tono de broma y ella se ríe conmigo.
—no es eso, ¿acaso no te da asco? —.
—no sabría decir, lo he visto mucho, pero es la primera vez que lo hago y en ningún momento pensé en eso, pero ya sabes no debes hablar de esto con nadie—.
—si… ya se… ¿y donde lo has visto, en la computadora? —, y le respondo que sí, —¿me dejas ver? —.
—otro día o mañana—, dándole a entender de que no estábamos solos y poco después entra mamá.
—es hora de dormir, así que a la cama señorita que tiene que ir a la escuela y a usted no le gusta levantarse temprano—.
—ay… no…, no quiero—.
—muévela que yo también tengo que levantarme temprano a hacer comida—.
—cárgame—.
—párese, párese que usted no es mocha—.
—entonces dormiré aquí—, y así estuvieron un par de minutos hasta que le dije que no tendría problemas que durmiera conmigo.
—bueno, pero has que se duerma—.
—ok, solo estaré despierto un poco más y me también me voy a la cama—.
Minuto después Vanesa me vuelve a preguntar, —¿ahora si me lo puedes enseñar? —.
—ok, rapidito que yo también me voy a acostar—, y la siento en mis piernas mientras buscaba rapidito y le pongo uno de lesbiana lamiéndose.
Vanesa estaba asombrada por la manera en que lo hacían a la vez que yo tenía metida mi mano bajo su ropa interior acariciándosela.
—¿Por qué se moja tanto? A mí no se me moja tanto—.
—cuando crezcas también te mojaras así—, y luego apague. Una vez a oscuras le pregunto, —¿quieres jugar un poco? —, y ella me dice que si así que una vez en la cama le bajo su ropa y le comienzo comer su virginal y tierno coñito a la vez que a Vanesa se le escuchaba su irregular respiración y me hablaba entre susurros varios minutos después dice —ya. Ya me cansé—, lo decía acompañado con su profusa respiración.
—pero antes me harás un favorcito rápido que ya no aguanto—, me le pongo en la espalda y paso mi verga por su entrepierna, —anda aprieta tus piernas—, y siento como sus muslos me lo apretaban haciendo que rozara con más fuerza su coño y comienzo a moverme en todo ese tiempo Vanesa se mantuvo en silencio dejándose llevar al punto que ella misma me agarra la verga, le medio muestro de como mover sus manos y cuando estaba por venirme tomo una media y acabo.
—¿Qué te pasó? —.
—es algo que nos pasa a los hombres, tras jugar mucho a esto—.
—se te puso aguado y la tienes babosa, ¿esto era lo que me echas? —.
—pues sí, era algo inevitable por como posabas a la cámara—.
Y charlamos un poco más hasta quedarnos dormidos.
A la mañana siguiente sentí una breve preocupación porque estaba deseando cada vez más a Vanesa el cual apenas en un par de meses cumpliría siete años, pero esa preocupación se esfumo en esa paja matutina porque era mi hermana la que estaba en mi cabeza cuando me sacudía el ganso y tras acabar sentí cierta malicia porque sabía que sería posible lo que imaginaba si seguíamos esta relación.
Hola que tal me gusto mucho tu relalato
Quisiera saber cuando volveras a publicar uno nuevo