Avril, mi sobrina hasta hace unos días, desconocida. Hoy un volcán – Parte II

Luego de haberme sorprendido por la actitud de mi nieta sobrina, quedé algo perturbado. Yo soy un tipo de 60 años, me mantengo muy bien físicamente gracias al deporte. Pero nunca hubiera pensado que una piba de 17 años quisiera algo conmigo. .
Como dije en el capitulo I, Avril es una hermosa muchacha, y me dejó bastante inquieto, primero por el parentesco y segundo que hace mucho que una mujer y más siendo tan joven me prestara atención. Así es que cuando me dejó el papelito al irse el otro día donde me decía que la llame, inmediatamente me empecé a hacer la película. Hasta donde estaba esta niña dispuesta a tener una relación conmigo? Se animará a tener sexo con el abuelo? O simplemente le llamó la atención el bulto en mis pantalones? Pero lo demostrado por ella ingería que posiblemente tendríamos un encuentro algo caliente. Y yo estaba dispuesto a brindárselo.

Pasó una semana y mi indecisión ganaba. Tenía el natural miedo de que de pronto la piba se arrepintiera y dijera algo al respecto, o se lo contara a alguien y luego vendría el gran problema familiar.  Estaba en eso cuando suena mi celu. Miro el número y no me resulta conocido, atiendo con desconfianza y siento la voz de Avril, reclamándome que no la llamé y que Ella esperaba mi llamado pronto, o es que acaso Ella no me gustaba? Riéndose con una carcajada suave me dice, es que viendo tu entre pierna el otro día, me pareció que no te desagradaba. Entonces me animé y le pregunté cuando podíamos encontrarnos. Me dijo que pasara a buscarla por su casa al otro día, ya que no tenía que asistir a la Universidad, pero que sus padres no lo sabían, y que inventaría que se iba a estudiar a casa de una compañera. Quedamos que a las cuatro de la tarde del otro día, la esperaría a dos cuadras de su casa. Así que al otro día tomé mi camioneta, una Volvo CXC60 de tres años de antiguedad,  me fui directamente con un jogging amplio sin calzoncillo, con una remerita encima, un paquete de condones, gel lubricante, una frazada, una botella de vino bien fría y dos vasos, también unas papas fritas y algo de queso. Mi intención era llevar a mi cita a un pequeño bosque alejado de la ciudad, donde yo sabía que podíamos estar solos. Así es que a las 16:00hs parado en el auto a dos cuadras de su casa, firme como soldadito de guardia, de repente aparece Avril caminando, traía puesta una pollerita corta acampanada que dejaba ver sus hermosas piernas, arriba un top ajustadito que demostraba que no traía sujetador, con unas carpetas en la mano, y un gorrito de lana muy coqueto, la verdad que al verla inmediatamente tuve una poderosa erección. Se aproxima al vehículo y mirando por el vidrio lateral confirma que soy yo. Se sube rápidamente y cuando la voy a saludar me mete la lengua casi hasta la garganta. Así arrancó el encuentro. Le pregunté cual era su idea de esta cita, y muy suelta me contesta que está disponible para lo que yo quiera. Sin pensarlo dos veces, arranqué para mi bosquecito. Llevábamos unas 10 cuadras de andar cuando siento que su mano se posa sobre mi verga, comienza a acariciarla, luego se suelta el cinto de seguridad, se agacha, desata el cordón de mi jogging y saca a relucir mi poronga que está dura por la excitación, y sin más preámbulos comienza a darme una tremenda mamada. La verdad que lo hace de maravillas, casi como una profesional. Pronto me tiene totalmente excitado y a punto de llenarle la boca de semen. Se lo hago saber y no se amilana, sigue mamando cada vez con más ligereza y tragándose la verga entera hasta la garganta hace que le llene la panza de semen, se lo traga todo sin chistar, luego con unos lenguetazos me deja la verga limpita. Sonriendo se limpia la boca con un pañuelito y me pregunta si me gustó. Qué le voy a contestar, que no?. Tremenda chupada de pija me propinó mi sobrina nieta.

Llegamos al bosquecito, nos internamos bastante en el, estacioné la camioneta bien oculta, bajamos los dos, fui a la parte de atrás, acosté la segunda fila de asientos generando así un hermoso espacio donde tiré la frazada, la hice subir, Ella totalmente disponible, una vez arriba se sacó la bombacha y su remerita,  lo que me permite observar que tiene depilado su pubis, y que su vagina está protegida por labios gorditos y estrechos. Descubro que sus pezones están erectos, y que se encuentra ya bastante excitada. No me hago rogar y abriéndole las piernas acometo su conchita con mi lengua y mis dedos. Descubro que es muy calentona, enseguida está gimiendo y suspirando fuerte, se retuerce y no dura ni cinco minutos, logrando  su primer orgasmo producto de mis caricias. Para esto mi tripa está otra vez erecta. Sigo chupándole la concha y aprovecho a meter despacito un dedo en su ano, que para mi sorpresa no es muy estrecho, podría decirse que ya alguien habría pasado por allí.  Tomé el gel que había dispuesto cerca, y untando mis dedos, comienzo a estirarle su agujerito trasero, para mi sorpresa Avril facilita todo, relajándose y disfrutando de los masajes anales, ya tengo dos dedos dentro de su esfínter y  la punta del tercero ya encajado, para esto mi sobrina nieta está muy excitada, tanto que me tironea del pelo y ya me arañó la espalda un par de veces, notando su nivel de calentura, me acomodo entre sus piernas con la pija en la mano, de pronto la gran revelación, todavía es virgen, nunca estuvo con un hombre alguno, reconoce que se masturba a diario, que se ha masturbado vaginalmente con un pepino, pero sin metérselo por completo, y que analmente siempre se mete una zanahoria, a veces un pepino fino, y hasta se ha metido el mango del cepillo de peinarse. Pero que ahora está dispuesta a perder la virginidad conmigo. Que sea suave y no le haga daño, sabe que cuando le entre la verga hasta el fondo le dolerá al principio pero que está dispuesta a bancársela sin gritar. Sin perder más tiempo, unto un poco de gel en la cabeza gorda de mi pija, se la posiciono entre sus labios vaginales y comienzo a entrar en su virginal cueva, está muy lubricada pero al ser gorda mi verga, el gel facilita las cosas, llego a su himen y no me detengo, con el mismo envión se lo rompo y me interno hasta que la punta de mi pija choca contra su útero. Se le escapa un hondo gemido. Es que convengamos que 20×6,5 es un buen trozo de carne y principalmente si tenemos en cuenta que era virgen. Pero pronto se relajó, y comenzó a acompañar mis movimientos, de repente ya se la estaba sacando toda y la volvía a penetrar con ganas, y Ella se movía como una serpiente, gozando de la dura penetración, así obtuvo su segundo orgasmo, que llegó en medio de gemidos y suspiros, pronto sus fluidos encharcaban todo, entre el gel lubricante, sus flujos y la sangre de su virgo, era todo una chanchada. Luego de que hubiera obtenido su orgasmo, me dije que no debía bajar la intensidad de la cogida, puse más gel en mi verga, metí mis tres dedos con mucho gel en su culito y me propuse penetrarla analmente. La verdad es que apenas si su esfínter se resistió, al segundo empujón la cabeza entró toda y enseguida la mitad de la verga estaba en ese aterciopelado y apretado túnel. Avril gemía suavecito pero empujaba su culo hacia mi verga, pronto estaba totalmente metido dentro de ella, se volvió loca con la pija en el culo, gemía, gritaba suavecito, pedía que se la meta más adentro, sacudía sus nalgas desenfrenadamente, y así llegó a su tercer orgasmo, y no resistí más y le llené el culo de semen en mi segunda acabada del día. Seguí cogiéndola por un ratito más hasta que mi tripa se ablandó, se la saqué y pude apreciar lo dilatado de su ano. Luego nos recostamos desnudos y llenos de diferentes fluidos, saboreo por un rato sus pezones, acaricio su conchita, lo que la excita nuevamente, se posiciona entre mis piernas y me da una suave mamada mientras disfruta de mis caricias. Pero ya habíamos tenido sexo muy intenso por lo que ambos desistimos de seguir con la gestión de un nuevo coito. Nos limpiamos un poco, destapamos el vino y nos hicimos un lindo picnic, luego de dos horas de compartir sexo y comida retornamos a la ciudad. Al llegar a tres cuadras de su casa detengo la camioneta, al despedirse e dice que lo vivido fue genial, y que dentro de dos días podríamos volver a realizarlo. Y muy sonriente me dejó ya algo caliente anhelando que pasen esos dos días para volver a disfrutar de mi sobrina nieta.