Ayudando a mi hija 4 ( Final)
El continúa con sus percepciones a su hija de 5 años. .
Me despierto con mi polla erecta, miro a mi pequeña dormir desnuda a mi lado. Me levanto y voy al baño. Me cepillo los dientes e intento orinar pero es difícil con la polla dura.
Regreso al cuarto y veo lo dulce que se ve mi hija. No puedo creer que ayer tuvo dos orgasmos mientras la penetraba. Estoy tentado a volver a penetrarla pero no lo hago. Recuerdo que el doctor me dijo que podía hacerle daño si no la lubricada lo suficiente.
Miro como mi pequeña hace muecas de dolor. Miro como poco a poco se levanta y me mira con lágrimas en sus hermosos ojitos.
-Papi, me duele. Dice y toca su vaginita. Me asusto y abro sus piernas. Su vagina está muy roja e irritada. Miro como aún sale mi esperma de anoche y su sangre en pequeñas cantidades.
-Tranquila mi Amor, ve al baño y métete en la tina con agua tibia. Ella hace lo que le digo y yo mientras llamo al doctor.
-Doctor, soy Eduardo ¿ Será que hoy también nos puede atender?.
-Lo siento mucho señor Eduardo hoy no puedo. Dice con algo de pesar.
-Es urgente, mi hija amaneció con la vaginita muy roja e inflamada. Digo y el demora unos segundos en responder.
-¿La forzó?. Pregunta.
-No, como se le ocurre, nunca le haría eso a mi hija. Le respondo.
-Lo siento por dudar, pero sino la forzó no creo que sea nada grave, seguro se irritó al ser tan pequeña y no estar acostumbrada a una polla, use el analgésicos para el dolor, y una anestesia local que de di la última vez.
-Gracias, Doctor, pero estaría más tranquilo si la revisara.
-Hoy trabajo todo el día y noche, voy a llegar algo tarde, si gusta puede llevar a Mile a mi casa mañana temprano.
-Esta bien doctor, gracias. Cuelgo y voy al baño.
Mi hija está con sus ojitos cerrado dentro de la tina. Me quito la ropa y también me meto. La acomodo en mi regazo. Con el susto se me fue toda la excitación. Con delicadeza labo todo su cuerpecito. Cuando ya terminó con nuestro baño. La envuelvo con la toalla y la llevo a la cama.
Separo sus muslos y me tranquilizo un poco, con el agua tibia la hinchazón bajo y no se ve tan rojo. Busco la anestesia local y le hecho por toda su entradita. Comienzo a masajear su clítoris y vuelvo a excitarme.
-Papi, arde. Dice mi pequeña y dejo de tocarla. Veo sus ojitos triste y me parte el corazón.
-Ya pronto no vas a sentir nada amor. Le dijo y busco los analgésicos. Le doy uno con un poco de agua.
-Papi, ¿ Hoy tampoco voy a clase?. Niego, no pienso arriesgarme. Le doy su desayuno y la acuesto sin ropita. Para que no le roce y le moleste. La cubro con la sabana y besó su mejilla.
Llamo al colegio y le informo que mi hija aún está enferma. Luego llamado al trabajo y me sugieren que tome mis vacaciones si la niña sigue mal. No lo pienso, les digo que desde hoy comienzo mis 15 días de vacaciones.
Dejo que duerma toda la mañana y a la hora del almuerzo la levanto. Se lo doy en la cama viendo sus pequeños pezones.cuabdo termina de comer la acuesto y abro de nuevo sus piernas.
-Amor, ¿ Te duele aún?. Ella niega y sonríe. Toco su entradita y ella solo me mira con curiosidad.
-No siento nada papi, parece que no me estuvieras tocando. Dice asustada.
-Tranquila mi amor, es normal, es por la cremita que te eché en la mañana. Meto un dedo y ella se queja un poco.
-Dentro si duele. Dice con un puchero.
-Es porque papi solo te hecho cremita por fuera. Saco mi dedo con cuidado. Le vuelvo a poner la anestesia y ahora también por dentro.
Pasamos toda la tarde viendo películas infantiles, llego la noche y a dormir. No la toque ni le di su “ medicina». Primero quiero que el doctor me asegure que puedo hacerlo sin hacerle daño.
Me llevaste temprano para hacer todo e ir donde el doctor. Cuando llegamos el Doctor nos saludó alegre.
-Pasen, los estaba esperando. Fuimos directo a su consultorio privado. Lo bueno de estar aquí y no en el hospital era que todo era más tranquilo y no teníamos que esperar por horas a que nos atendieran.
-Bien Mile, ya sabes como es, primero voy a quitar tu ropita y luego vas a recostarte en la camilla y abrir las piernas para mi. Mi pequeña feliz dejó que el doctor quitara su ropa y abrió sus piernas con una gran sonrisa al anciano.
-Bien muñeca, eres muy inteligente . El doctor comienzo separando sus labios mayores. Miro su vagina roja, pero no como ayer. Metió un dedo y comenzó a penetrarla suave.
-¿ Te duele?. Pregunto y mi niña niega.
-Ayer papi me puso una cremita mágica y no sentí más dolor. El doctor me mira.
-Fue la anestesia, y le di los analgésicos. El asiente y agrega otro dedo.
-¿ Ahora?. Le pregunta y ella niega.
¿Sientes mis dedos dentro tuyo?. Mi bebé me mira y luego al doctor. Niega con la cabeza.
-¿ No sientes como la última vez?.
-No, me gustaban las cosquillitas. Dice con un puchero. El doctor agrega otro dedo aunque ella no siente su sangre le ayuda a lubricar.
-Señor Eduardo, ¿ Puede esperar en la sala?. Salgo y vuelvo a dejar la puerta medio abierta. El doctor saca los dedos y busca otra crema .
-Esta cremita va a ayudar que vuelvas a sentir cosquillitas. Veo como se empata los dedos y comienza a llenarla de crema por fuera. Veo como mete un dedo y luego otro. Cuando mi pequeña comienza a gemir el agrega el último dedo.
-Eso es muñequita, correte en mis dedos. Mi pequeña tiembla y veo como disfruta de su orgasmo.
-¿ Tu papi ayer te inyectó la medicina?. Mi hija de 5 añitos niega.
-Mal hecho, ahora te la voy a poner yo. El viejo se baja sus pantalones y no tiene interiores, su polla ya está preparada y lista para mi niña. La ubica en el borde de la camilla y con suavidad va entrando en ella.
-Que delicia, que suerte tiene tu papá de poder poner su medicina dentro tuyo todos los días. El viejo comienza con el mete y saca, mi pequeña solo disfruta, su infantil rostro no refleja incomodidad ni miedo.
Saco mi polla y comienzo a tocarme, ver como ese viejo penetra a una niña de 5 años y como esta parece disfrutarlo es una imagen que volvería loco a cualquiera. A mi solo me genera morbo y un poco de envidia. Al ser su polla más pequeña creo que mi niña es capaz de albergarla toda. El doctor comienza a penetrarla con más rudeza. Veo como su polla entra casi por completo.
-Eso es muñeca, trata de relajarte, ya casi entro por completo. Mi niña abre mucho sus piernas y pega un grito. Eso fue su primer orgasmo. El viejo aprovecha su clímax para penetrarla unos centímetros más. Sigue con sus penetraciones ahora más lento.
-Doc, no entre más. Dice mi niña con dificultad.
-Solo un poquito más y termino. Dice.
Veo como la voltea y la pone en cuatro. Llena su entradita de saliva y vuelva a penetrarla. Con cada penetración el doctor parece no importar las protestas de mi pequeña y se hunde más en ella. Hasta que veo con sorpresa como sus bolas pegan en las nalgas de mi hija.
El viejo lo logró, penetró a mi niña con toda su polla, debe medir 14 o 15 centímetros. Es mucho más pequeña que la mía, pero yo no he llegado tan profundo. Pensé que lo máximo que podía llegar eran 10 cm o 11 como mucho.
Miro como el viejo llena a mi niña con su semen y se deja caer sobre su cuerpecito.
-Bien hecho muñeca, tu vaginita es ultra flexible, si tu quieres y tu padre sabe como relajarte vas poder acogerlo todo.
Me sorprendo, ¿Será que voy a poder meter toda mi polla en esa vaginita tan pequeña?. Mi niña no se mueve hasta que le doctor se sale de ella. Mira hacia abajo y sonríe.
-Es mucha medicina, mire doctor esta saliendo. Dice con sus mejillas rojas. Aprovecho que este va a limpiarla para irme a la sala. Me siento y busco mi celular. Comienzo a responder algunos mensajes hasta que veo a mi niña correr hacia mi.
-Papi ya el médico me curó. Dice alegre y veo con sorpresa fingida al anciano.
-Aun no Mile, tu papi tiene que seguir con el tratamiento a diario, recuerde dos veces al día. Dice con temor. Yo vuelvo hacer como si no supiera que se aprovecha de mi niña.
-¿ Como esta?¿ Puede seguir con el tratamiento?.
-Por supuesto, como le dije por teléfono es solo una irritación normal, le recomiendo que cada que termine la penetración le des un analgésico y le pongas anestesia. Así evitamos la hinchazón y el enrojecimiento. Me tranquilizó, salimos de casa del doctor.
Ya en la casa le pido a mi niña que me cuente todo lo que le hizo el doctor. Ella no duda y con sus palabras infantiles me narra todo lo que vi, solo que algo distorsionado por su mente dr niña.
-Voy a poner un juguetito ahora, pero este va hacer más largo.
-¿ De los que hacen cosquillas?. Pregunta con una gran sonrisa.
-Si mi amor, es del mismo grande que la inyección del doctor, no debe doler ahora que él ya te abrió un poco más.
Con mucho lubricante le meto el dildo vibrador, mi niña da pequeños quejidos pero no parece ser de dolor. Comienzo a meter y sacarlo con suavidad, no quiere entrar todo.
-Amor, relájate como con el doctor, ya viste que si puedes. Mile cierra sus ojitos y abre más las piernas. Con fuerza meto todo el juguete. Ella se queja, pero yo estoy feliz. Si continuó así, e unos días voy a difrutar de toda ella.
-¿ Quieres que lo saque?. Pregunto al cer que aún no ha abierto sus ojitos.
-No papi, me gusta estos juguetes. Dice y cierra las piernas. Esta vez decido no ponerle nada de ropa. Así veo como más facilidad si el juguete intenta salir. Mi niña parece no importarle. Nos acostamos y vemos una película.
-Papi, ya no puede vas, voy hacer pi. Estaba tan concentrado en la película que se me olvidó que mi niña tenía el juguete prendido. Sonrio y la acomodo en la cama. Abro las piernas y me sorprendo, mi niña de 5 años está empapada de sus propios fluidos. Con cuidado saco el juegue y lo remplazó por mi polla. La mía es más gruesa pero gracias a la lubricación entra, continuo con suavidad penetrando para ver hasta dónde soy capaz de llegar.
-Dile a papi y te duele. Ella me mira con sus pupilas dilatadas y esta sudada. El orgasmo anterior llega con sorpresa y mi niña se tensa. Asientos sus paredes apretar y relajarse mientras ella alcanza el clímax. Aprovecho así como el doctor y me pujo para que entren unos sentimientos más. Mi niña se queja y me detengo. Acacio sus pechos y la beso, mientras espero que se acostumbre a mi polla. Miro hacia abajo y aún me queda mucha polla por fuera. Empujo un poco más y entran unos centímetros.
-Ya papi, me duele. Miro hasta donde llegue y me siento satisfecho es un poco más que el doctor. Comienzo ahora con mi difrute. Meto y saco mi gran polla, cada vez más rápido, cuando estoy a punto de llegar me obligó a no hacerlo. Me salgo y me la pongo boca abajo. Entro en ella desde atrás y veo mi pequeña vuelve a tener otro orgasmo. Ahora no paro y busco el mío no pienso en nada, ¿ Que es mi hija?. ¿Solo tiene 5 años?, ¿ Es delito?.
A todas las preguntas la respuesta es si. Pero mientras siga disfrutando tanto como este momento vale correr el riesgo.
Fin.
Gracias por la gran corrida
Que delicia !
Que delicia de ver como la nena de 5 años se coma toda la verga y hacer que tenga sabrosos orgasmos
pues si amigo pero a la vez lo disfruta y a la vez lo ayuda por su problema a temprana edad de desarrollo, quien mejor ayudarla ke usted amigo su papa de confianza.
Felicitaciones por excelente relato, su hija se lo agradecerá en el futuro, siga disfrutando sin pensar si es delito ya que ambos lo disfrutan….
Que pesar que se acabaron los relatos como estaban de ricos
Lindo papi