Bajo el influjo del vino y la lujuria
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juandeldiablo1957.
Esta cabron estar solo y más cuando se está enfermo, afortunadamente ya estaba bien y listo para lo que sigue.
Déjenme contarles, algo que me paso en la madrugada de un domingo, serían como las dos de la mañana, cuando alguien toco la puerta de mi casa, más ahuevo, que con ganas me tuve que levantar y cuál fue mi sorpresa que cuando abrí la puerta, ahí estaba mi hija mayor Karla, acompañada de mi ex mujer, venían acompañadas por un buey al que obviamente mande a la chingada sin pensarlo dos veces, andaban echando desmadre las dos, ya que venían algo tomadas.
Estuve tentado a mandarlas a la chingada, pero me contuve y les franqueé el paso, les dije enojado, váyanse a dormir, ellas venían vestidas con unas falditas súper cortitas se veían bien putas y la verdad me sentí mal por ellas y más mal por mi hija, ya que por andar de desmadre su marido la mando a la goma y cada vez que se junta con su madre se volvía muy puta.
Sin más me fui a dormir, no habían pasado ni dos horas, cuando entré sueños sentí como alguien metía una mano en mi calzón y me empezaba a sobar la verga, al principio pensé que estaba soñando, sueños que he tenido desde que no he tenido relaciones sexuales con alguien.
Me desperté y vi a mi hija Karla hincada frente a mí y a mi ex mujer atrás de ella, casi desnudas, verlas ahí paradas, para mí fue una especie de sorpresa y lujuria.
Mi hija se levantó de la posición en que estaba, lo cual me permito verla en toda su hermosura, ella rezumaba cachondearía y lujuria y como no iba ser eso, si sus hermosas piernas estaban enfundadas por un par de medias negras de encaje transparente, rematadas por una especie de corset transparente negro, que no le cubría sus hermosas tetas y además, no traía su pantis, por lo que así parada me dejaba ver la sonrosada entrada de su vagina, al verla así, me olvide de todo y se me paro la verga.
Mi ex mujer no se quedaba atrás en cachondearía, traía el mismo atuendo, pero en color blanco, se veía bien sabrosa, tal vez porque, hace mucho tiempo no teníamos relaciones, me encanto verla así.
Me iba levantar de la cama, pero mi hija no me dejo hacerlo, al tiempo que mi ex me quitaba los calzones, mi hija me empezó a besar con lujuria, ciertamente su aliento olía a vino, pero que me importaba eso, ella me dejo de besar y poco a poco se bajó hacia mi entre pierna, se hinco frente a mí, empezando de nueva cuenta sobar mi verga, mirándome muy fijamente a los ojos se la metió en la boca y me la empezó a mamar con lujuria, que rico lo hacía, se la metía casi toda y después la sacaba muy lentamente mordiéndome la cabecita, cuando hacia esto me hacía gritar de placer.
Mientras ella mamaba, mi ex mujer cruzo las piernas sobre mi cara y me puso el dulce ahí, el cual explore con mi lengua por todos los rincones de esa vagina que yo conocía muy bien, después de un rato ella se bajó de mi cara y junto con karlita me empezó a mamar la verga, era una lujuria extrema ver como madre e hija me estaban mamado la verga, de vez en cuando dejaban de hacerlo para darse unos besos bien sabrosos.
Dentro de mi pensé, que esto que estaban haciendo ellas juntas no era la primea vez.
No pensé en nada, estaba disfrutando como nadie esa mamada que me estaban dando las dos.
Después de un rato, jale a karlita y la acosté boca arriba, le abrí sus piernas, quedando ante mí la rica entrada de su sonroseada vagina, ya para entonces inundada por sus jugos y empecé a saborear esos jugos, mi lengua juguetona se introducía dentro de su ser, como si estuviera escarbando muy dentro de ella, al mismo tiempo que bebía con gusto su jugos salados y sabrosos, su madre también quería explorar esa rica cuevita, levante un poco la cabeza y deje que ella introdujera su lengua en la conchita de mi nena la grande.
Pase un largo tiempo observando cómo se comía la vagina de mi hija, la hice a un lado y reanude esa rica labor,
Después de un rato de estar así, me acosté de espaldas e hice que mi hija se montara en mí, al hacerlo le pedí que lo hiciera despacito y sin prisas, quería saborear como entraba mi verga en ella.
Al sentirla completamente empalada por mi verga, empecé a mover mis caderas de abajo hacia arriba al compás de los sentones que ella se daba, queriendo acompañarla ene se movimiento la tomé de sus cachetes y yo mismo gradué la velocidad de esos sentones, en algún momento estuvieron a mi alcance sus grandes tetas y las empecé a mamar sabrosamente, como si fuera un becerro de un año.
Luego su mama se volvió a montar sobre mi cara, quedando su conchita sobre mi boca, la cual, obviamente me la empecé a comer, yo intuía que ellas se estaban besando y así era, como pude vi como lo hacían.
Mi ex mujer en el cenit de la lujuria se abrió la vagina para que mi lengua pudiera penetrarla muchos más, yo casi me ahogaba por la restregada de vagina que estaba haciendo en mi cara y por los jugos que estaba sorbiendo, ella lanzo un grito fuerte y largo, señal que le estaba llegando su orgasmo, al mismo tiempo que yo sentía el flujo de sus jugos sobre mi cara, poco después se desmonto de mi cara y me dedique a cogerme a mi hija.
Moví más rápido mis caderas, aumentando el ritmo de las estocadas, después me la agarre de a ladito, su madre muy solicita tomo mi verga y la guio hasta la entrada de su vagina, al tiempo que me la lamia sabrosamente, la empecé a penetrar, aprovechando la posición le sobaba sus tetas y la besaba su cuello con delirio, después de unas largas metidas de verga ella se movió más rápido señal que le llegaba su orgasmo, yo tratando de hacerlo al mismo tiempo incremente las metidas, hasta que ella lanzo un gritito y yo al sentir que me venía, se la clave de un solo envite y me vine profusamente dentro de ella, tarde me di cuenta que no había usado condón, así que, se los deje ir hasta el fondo.
Después de descansar de tan sabrosa venida, ellas se pararon y salieron de mi habitación sin decir nada.
A lo lejos oí como se vomitaba mi hija en el pasillo, me imaginé que fue por el esfuerzo y por el vino tomado.
Ese día, muy entrada muy entrada la mañana me levante y fui a ver como estaban, no las encontré, se fueron como llegaron, sin decir nada.
Saludos
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