¡Basta abuelito! ¡BASTA!
Es bastante gordo y panzón, medio pelado .
BASTA ABUELO ¡BASTA!
Les voy a contar un poco sobre mí, tengo once años, como este relato tiene connotaciones sexuales, les digo lo que viví hasta ahora…
Por empezar tengo un grupo de amigas con las cuales coincidimos en ser curiosas sobre el tema. Nos juntamos para mirar porno, cada una tiene sus preferencias.
A Mari le gustan los negros con una inmensa verga, a Juani los rubios con el pubis depilado, a Lena, los perros y los caballos, a mi…me gustan los viejos, mientras más ancianos mejor.
A Tati (aunque no lo quiere reconocer) le gustan pelis de mujeres con mujeres.
Digamos que “nos calentábamos al pedo”, ninguna se animaba a masturbarse en público.
Juani le había robado un consolador en forma de pene con testículos a su mamá, lo desinfectamos con alcohol y procedimos a hacer “mamadas” …La única que no quiso chupar fue Tatiana.
Como eran reuniones tipo piyamadas, andábamos en ropa interior, me encantaba ver como ella miraba nuestras conchas y nuestros culos.
Eso era toda mi experiencia sexual…
Ese verano mis padres viajarían a Europa, después de años de planear ese viaje.
El problema era yo, así que combinaron con mi abuelo (El papá de mi papá) que pasaría ese tiempo en el campo donde vivía.
Al abuelo lo vi pocas veces, cuando nos venia a visitar para las fiestas, se quedaba una noche y al otro día se iba.
y por haber fumado toda su vida su respiración es fuerte y sonora, conmigo hablaba poco y casi nada.
Ni siquiera me llevaron al campo, tuve que ir en micro y de la terminal en un taxi hasta su casona.
Estaba sentado en un sillón hamaca en el patio, me dijo solo “hola nena” entrá que te indico tu dormitorio…
Me dejó parada en el living con mis valijas unos cuantos minutos, vino lento y resoplando, cuando estuvo a mi lado, sorpresivamente me dio una palmada en la cola y me dijo “vamos”
Se quedó parado hasta que terminé de acomodarme y después me mostró la cocina y el comedor, me dijo que en el refrigerador había todo tipo de comida, que tomara lo que me guste.
Mientras hablaba conmigo varias veces se metió la mano como acomodando sus huevos, si ningún reparo, traté de no pensar en eso.
Esa tarde hacía calor, me puse una solerita un poco transparente, debajo tenía ropa interior blanca, me estaba preparando unos sanwiches cuando noté su mirada.
Pude ver que tenía la pija parada, me agarró un poco de temor, pero no podía dejar de mirarla cada tanto…
Él se dio cuenta enseguida, se paro a unos pasos de mi y se bajó el short, era una pija grande, brillosa y se veía muy dura.
Desvié mi mirada, pero él insistió preguntando si me gustaba.
Supe en ese momento que esto tendría un mal fin.
Se me acercó blandiendo su pija como una espada, se le podían ver gotas de precum en su glande, me quede estática como una estatua, totalmente inmovilizada, me agarró una mano y me hizo agarrarle la verga. Yo le dije que le contaría a mi papá.
“Si no se lo cuentas tú, se lo cuento yo” respondió tranquilamente y me obligo a que moviera mi mano masturbándolo.
No voy a negar que algo me excitaba esa situación, pero también tenía miedo, así que pensé que si lo hacía acabar rápido me podría retirar y terminar con ese momento.
Apure el movimiento de mi mano, pero él me detuvo “más despacio nenita, esto hay que saborearlo” mientras me decía eso acercó su boca a mis labios.
Eso sí me dio asco, el solo hecho de pensar en besarlo me daba repulsión, pero el me tomó de la nuca y me penetro la boca con su lengua, la movía sin cesar, la sentía hurgando mi paladar mi lengua y mis mofletes.
Después sentí su regordeta mano metiéndose debajo de mi bombacha, me acariciaba con dos dedos todo el tajo, desde arriba hacia abajo.
Dejó de besarme, para decirme en el oído: “Ahora me la vas a chupar”
Me puse firme y un poco gritando le dije “¡eso sí que no!” lo dejé de pajear y me fui a mi dormitorio, el se subió los pantaloncitos y se sentó.
Mientras me alejaba me gritó_
“¡Si pensás que me podés dejar así, está equivocada nena!”
La puerta de mi pieza no tenía ni pestillo ni cerradura, me puse a meditar cuales serían las alternativas, estaba seguro que el viejo me terminaría violando.
Las alternativas eran, o ser condescendiente o resistirme por la fuerza.
Decidí que lo mejor era dialogar, quizás lograr alguna especie de trato, ceder un poco y que no pase a mayores.
Salí de mi cuarto, el viejo seguía sentado en el mismo lugar, me detuve frente a él y le pregunté si podíamos hablar, me hizo señas en su regazo, me dijo, “sentate acá y hablamos”
Empezamos mal, pero le hice caso, mientras le hablaba el metió una de sus manos por debajo de mi blusa y me acariciaba una teta, apretando mi pequeño pezón con sus dedos.
“Abuelito, yo te hago una paja y te dejo que me acaricies, pero nada más, no te la voy a chupar ni dejar que me “apoyes” tu cosa en mis partes íntimas”
Se rió con una sonora carcajada, me levantó la blusa y quizá chuparme las tetas, yo me levanté enojada y le dije que hiciéramos un trato…
Me dijo “Yo te propongo algo, si me chupas la pija y te tragas hasta la ultima gota, prometo no romperte ni el culo ni la concha,” agregó “¿Qué te parece?”
“¡Jamás dejaría que me eches tu semen en mi boca, jamás!”
Se encogió de hombros, saco su verga todabuena parada y me dijo: “Esta es tu oportunidad, chupá, que te va a gustar”
Me volví a ir a mi pieza desconsolada.
No pasó mas nada, me quede así, acostada, llorando de a ratos, esperaba que en cualquier momento él entrara y me violara, pero no sucedió…Me dormite un ar de horas y en esas horas soñé que le chupaba la pija a mi abuelo, en el sueño veía el esperma saltar hacia mi boca, la cual yo habría grande para poder atrapar la máxima cantidad posible, que lo saboreaba, que me encantaba su sabor, que lo tragaba lentamente y de a poco y que el abuelo me volvía a dar más y más.
Me había despertado caliente, muy caliente, me levanté y lo fui a buscar, estaba durmiendo en su pieza con la luz del velador encendida, estaba totalmente desnudo, su panza cubría su pene dormido, me acerqué sin hacer ruidos, no podía metérmelo en la boca, habia mucha panza y poco pene, así que lo comencé a masajear… el se despertó enseguida, se puso boca arriba y con la pija un poco crecida ya me la pude meter en la boca.
Despues de jugar con mis compañeras y ver muchos videos, creo que era una experta en el tema, se lo lamí por afuera, le besé los testículos, me metí la cabeza en la boca y con la lengua le hacía giros…
Quiso agarrarme la cabeza para guiarme, pero no lo dejé, me puse firme…
Me preparé, tomé aire y metí toda su poronga en mi boca, hasta el fondo, sintiendo como llegaba a mi tráquea, en ese momento el abuelo gritó
“¡A pero que puta que sos!”
Lo hice tres veces y vi que los músculos de sus gordas piernas se contraían, hasta los huevos convulsionaban y me preparé… tres grandes chorros de esperma inundaron mi boca, la idea era tragarlos sin sentir su sabor, rápidamente, pero en cambio, sentí un suave sabor a aguacates salados, no me dio asco, seguí saboreando e increíblemente me gustó.
Ya no tenía más en mi boca, pude ver una ultima gota que afloraba de su pito y lo volvía chupar, saborear y tragar.
Estaba dominando la situación, le susurré al oído si le habia gustado lo que hice, me dijo que nadie se la había chupado como yo…
Yo seguía caliente y me animé a preguntarle…” ¿Me chuparías la concha con delicadeza?”
Y puse mi entrepierna en su cara… ¡Un genio el abuelo! Por Dios como chupaba mi argolla, por momentos sentía tanto vacío que me parecía que me sacaría mis órganos para afuera…
Había visto squirt en las pelis, pero el mio fue alevoso.
Salían chorros y mas chorros, casi lo ahogo a mi abuelo con mi orgasmo.
Me levanté y me encaminé para mi pieza, las piernas me temblaban después de tan buen orgasmo.
Me levanté tarde, el abuelo había preparado un desayuno americano, tenía mucho apetito.
Comí yo sola (él ya había comido) cuando terminé levanté los utensilios, el tímidamente me pregunto:
“¿Me harías otra mamada como la de anoche?”
Le dije que sí, pero que el al final me hiciera a mi lo mismo que me había hecho, enseguida encaró para su habitación.
Yo me había quedado con el recuerdo del sabor de su leche y tenía ganas de más.
Lo que lo hacía gozar eran mis “gargantas profundas” así que me costó poco hacerlo eyacular.
Era poca leche, pero más sabrosa que la de anoche.
Me puse en posición y empezó a chuparme la vulva, acabé casi de inmediato, pero sin squirt, cuando me estaba por bajar me retuvo, me dijo que quería tomar mi leche, que le diera, incluso pidió por favor…empezó a lamerme y meterme su gorda y áspera lengua, con una mano abrió un poco mis cachetes del culo y metió su dedo del medio.
Nunca había sentido así mi cola…. Era como que se cerraba y abría rápidamente, sentí calor y placer…le dije al oído que me chupara mas fuerte, hizo un tremendo vacío en mi concha y me brotaron muchos chorros, el abría la boca y tragaba casi todo lo que salía, era como que le estaba meando la cara, pero no con meada.
Así seguimos por varios días…era casi una rutina,
Pero un fin de semana, hicimos asado, tomábamos vino, yo apenas un vaso con soda, el abu, varios vasos y puro, se mareó.
Terminamos de comer y él dijo que dormiría una siesta, yo levante los platos y también me acosté, el vino me había dado sueño…
Me desperté sobresaltada, no podía casi respirar, tenia todo el eso de mi abuelo encima de mí, me había inmovilizado las manos con su fuerza y sentía a cabeza de su chota buscando donde entrar, pasaba por mi ano y patinaba en mi tajo, me puse a gritar,
¡Basta abuelo, basta!
Pero en uno de esos movimientos la cabeza de su pene encajo en mi agujerito, con solo su peso, entró rápidamente, el dolor fue como un corte interno, pero no le importaban mis suplicas ni mi dolor… se movió como animal cogiendo y a pesar del dolor pude sentir su tibia leche inundando mi interior.
Se levantó y se fue, yo me senté llorando en la cama y entre mis piernas y mi culo, pude ver un charco de esperma con varias gotas de sangre…
Me bañé, cambié las sabanas, me tomé un calmante, me serené, porque mi primera intención era buscar un cuchillo y apuñalarlo, pero por suerte se me fue pasando.
Si se me pasaba el dolor, hasta se me ocurrió que mañana podría montarlo yo, ya que su peso es demasiado para que este arriba mío.
Estuvimos dos días sin hablarnos…Pero si pasaba cerca de él, estiraba su mano y me la pasaba por la cola o por adelante…
Tenía rencor, pero era mas por lo violenta de su actitud, que por haber permitido que me quite la virginidad…El pensamiento de no tener himen era como liberador, me permitía tener sueños eróticos sin miedos ni remordimientos.
Al viejo también le había hecho efecto, comerse una virgencita de once años le había vuelto un viejo baboso y cachondo, me di cuenta que solo al verme pasar se le paraba la pija.
Ese día el abuelo estaba sentado en el sillón hamaca del jardín, yo salí para agarrar la bicicleta y dar una vuelta…apenas me vio cruzar la puerta, saco su pija parada y se empezó a pajear, yo pasé cerca, lo miré y mi intención era ignorarlo, pero habló por primera vez en esos días:
“¡Vení nena!”
Giré y me encamine poniendo cara de fastidio y de enojo, el me tomo de las muñecas y me pidió perdon por haber sido brusco. Tenia su pija a pocos centímetros, el puso mis dos manos sobre el choto, una tocó la cabeza que tenia varias gotas de precum, que asaron a estar en mis dedos…no se porque me puse ese liquido en mi concha corriendo el borde de la bombacha con la otra mano…
Se levantó del sillón con esfuerzo, antes de guardar su pija, la señalo y me dijo “Vení adentro que te doy más”
De la cintura para arriba tenia dudas, de la cintura para abajo estaba muy necesitada.
Lo seguí, el se desvistió, yo simplemente me quedé mirando esa panza con pliegues, esos enormes huevos colgando y balanceándose, ese culo enorme y fofo, con granos y pelos por todos lados… Y todo eso me mojó tanto que sentí gotas de mi lubricación corriendo por mis muslitos, recien ahí me quité toda la ropa.
Me hizo que me abra de piernas sobre su cabeza, puso una almohada para estar más cómodo mientras me pasaba la lengua por todo mi tajo, de arriba abajo, ida y vuelta.
Sentí que me salían jugos por todos lados, incluso por el agujerito del culo.
Solita me acomodé sobre él y solita puse la cabeza de su verga en el medio de mi hueco, solita empujé lentamente, y me empecé a mover, por un momento volvi a sentir algo de dolor, pero se me pasó de inmediato. volvi a sentir un temblor de los pies a la cabeza y me sentí agotada.
Me bajé de arriba del viejo lentamente, quedé boca abajo a su lado, feliz de por lo menos dos o tres orgasmos.
No se me ocurrió pensar que el viejo no había acabado.
Sentí que se subía arriba mío, me resistí, pero me resistía solo para cambiar de posición, ya que era muy pesado.
Cuando vi que era imposible quitármelo de encima, me resigné a que me cogiera así y terminara pronto.
¡Pero en ese momento mi cuerpo emitió una alarma! La cabeza de la verga del abuelo estaba apoyada en el agujero de mi anito…
En ese momento comencé a hacer verdadera fuerza para zafar, levantaba mi cola para tratar de tirarlo abajo, pero solo lograba que me la pudiera meter más…Pude sentir claramente hasta que me metió la parte de la cabeza…le grite:
“¡BASTA ABUELO, BASTA!”
Empujó con todas sus fuerzas y todo su peso, pude sentir en un segundo como mi ano se rompía y no sentí nada más, me había desmayado.
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Buena historia, siempre me ha gustado leer los relatos de los abuelos que se cogen a las nietas, sobrinas, hijas, nueras y vecinitas, espero la continuación
Saludos