Berenice, una niña curiosa Capitulo 1
Las cosas que pueden despertar el deseo sexual en una niña pequeña.
Mi nombre es Berenice y les contare lo que viví, nunca fui obligada ni violentada, no es una fantasía ni invento, todo sucedió y no tengo problema con ello.
He leído muchos relatos en varias paginas y siempre acabo riéndome de lo inverosímil que son los relatos, con niñas de 7 u 8 años con cuerpos super formados, es tan gracioso porque aunque si hay una que otra, la verdad es que las de edad edad son como yo era a esa edad: planitas, lindas y sin ninguna característica sexual desarrollada.
Mi despertar sexual fue muy pronto, tenia 6 años cuando una noche me despertaron unos ruidos extraños, mi cuarto y el de mis papas estaban solo divididos por una cortina y al moverla descubrí la escena que marcaría mi vida en adelante:
Mi madre y mi padre estaban haciendo el amor pero en ese momento no entendía lo que veía solo miraba las siluetas de ellos moviéndose y los gemidos de mi mama que trataba de acallar para no hacer escándalo. Pese a lo oscuro podía distinguir la posición en que estaban y las manos de mi papa tocando el cuerpo de mi mama.
Espiarlos se volvió parte de mi rutina, a veces me quedaba dormida, pero las mas de las veces estaba presente en ese momento, incluso había hecho un pequeño hueco entre el ropero y el tocador para mirar mas de cerca sin que ellos me vieran.
Mi papa trabajaba en un videoclub, donde se rentaban películas y siempre había montones de ellas en casa ya que el las compraba mas baratas cuando su empresa ya las iba a desechar y fue precisamente en un día de aburrimiento en que mi hermano (menor que yo por 2 años) y yo nos pusimos a buscar películas en el ropero (mi escondite para espiar) que fue que encontré lo que llamaríamos «películas de amor», bien escondidas, hasta arriba del ropero, atrás de unas gruesas cobijas había unas películas sin portada que de inmediato llevamos
a la videocasetera y lo que vi me emociono, eran mujeres y hombres haciendo lo que mis papas hacían, pero ya no era algo oscuro como en mis sesiones de espionaje, eran imágenes claras y explicitas, fue la primera vez que vi un pene y la forma en que este entraba en el cuerpo de una mujer. No entendía para nada la razón por la que lo hacían, solo alcanzaba a entender que las chicas lo disfrutaban porque siempre pedían mas y mas. Mi hermano perdió el interés con el paso de los días pero yo seguí viendo las películas siempre que mis papas no estaban en casa, tenia la rutina de llegar a la casa, ver las películas en el cuarto de ellos y devolverlas a su lugar. A veces tenia el gusto de ver que había mas o algunas nuevas que aun no había visto y esto sumado a mis sesiones de espionaje nocturno crearon en mi una ansiedad de querer hacer lo que veía.
Así estuve 4 años, llenando mi mente con escenas sexuales. Tenia ya 10 años y para sufrimiento de muchos lectores no tenia un super cuerpo, con senos enormes ni nalgas bien formadas, no, solo era una niña normal de 10 años cuyas únicas propiedades destacables eran que tenia la cara muy bonita, el cuerpo delgado y las piernas gruesas lo que hacia verme piernona y era todo, mi pecho era como una tabla de picar, totalmente plano, con los pezones pequeños y nada resaltables, también era un poquito mas alta que las niñas de mi edad y eso era todo mi
atractivo físico.
Para ese momento mi papa ya había dejado de trabajar en el videoclub y las cosas con mama ya se habían «enfriado», por decirlo de alguna forma, así que no tenia material nuevo y estaba cada vez mas ansiosa por experimentar, fue ahí cuando decidí que lo haría y hasta decidí con quien; seria con mi primo a quien simplemente nombrare como I. I tampoco era un chico super guapisimo, casi modelo, como los que describen la mayoría de los relatos, no, el simplemente era un chavo normal, muy alto eso si (1.87 cms), pero no tenia mayor encanto,
no era feo, no era guapo, pero si era muy divertido y lo quería muchísimo, de hecho, en ese momento no lo sabia, pero me gustaba y me gustaba mucho, era mi primer amor infantil y quería que fuera el quien me hiciera todas las cosas que veía.
Como contexto para lo que contare les diré que I y yo somos primos hermanos, mi mama y su mama son hermanas pero no se llevaban bien porque mi tía le tenia rencor a mi mama debido a que cuando eran jóvenes mi abuelita era muy estricta con mi tía, mientras que con mi mama era mas permisiva, lo que convirtió a mama en una libertina, fiestera y muy noviera. Mi abue vivía con mi tía y mis primos y seguido íbamos de visita para estar con ella. Pese a la mala relación de mi mama y mi tía nunca nos dejo recibir en su casa, ella era divorciada del
papa de mis primos así que ella estaba fuera todo el día trabajando.
No sabia como lo haría o que le diría a I para que lo hiciéramos, pero si sabia que
oportunidades para que pasara no faltarían. Estaba ansiosa, esperando el día que mama nos llevara a casa de mi tía, empece a fantasear de como seria usando las imágenes de las «películas de amor» que tenia muy presentes y las muchas telenovelas que veía con mama y mientras lo hacia paso algo que no había pasado antes, tenia el calzón mojado y al mirar vi que era mi vagina la que
estaba empapada… aun jugaba con muñecas pero mi cuerpo ya lubricaba, ya sentía excitación, ya tenia las ganas de un hombre dentro de mi y, aunque ahí no lo sabia, el momento estaba ya muy cerca…
Lamentablemente hay muy poca coherencia en muchos relatos, esto se debe a que la mayoría son inventados o el escritor simplemente miente…
Es verdad eso de el desarrollo de las niñas, y como dices solo algunas se desarrollan un poco más, sin embargo siguen teniendo características de niña, conocí a una de 12 años con grandes tetas , pero todavía el cuerpo parecía de niña no tenía muchas caderas y aunque es alta lo único grande eran sus tetas