Berenice, una niña curiosa Capitulo 3
Siempre hay problemas en una relacion incestuosa….
Después de lo que hicimos fui al baño y al bajar mi calzón vi lo empapada y enrojecida que tenia la vagina, no ardía pero estaba muy sensible. Fui al cuarto de A donde ellos seguían jugando y note que apenas habían pasado 30 minutos en el reloj de la cabecera, cambie mi calzón y el otro lo puse en una bolsita de mi mochila, también prepare el «extra» que había echado, estaba decidida a que esa misma noche el me penetrara.
Pasaron un par de horas en las cuales mi abue no despertó, I nos preparo la merienda, se sentó a mi lado y mientras comíamos acariciaba mi vagina por debajo de mi calzón, oculta su mano por la mesa. Estaba muy nerviosa, I me manoseaba frente a C y A, el miedo a ser descubiertos y el estar literalmente frente a alguien mas alimento mi deseo mucho mas de lo que había sentido jamás. Nos quedamos los 4 en la sala viendo la tele hasta las 11, fue cuando mi abue se despertó y nos mando a dormir, solo se levanto a eso y se regreso a su cuarto, no tenia razón para desconfiar, no aun…
Mas tarde, esa misma noche, me levante tratando de no despertar a A y a C que dormían en la cama de al lado, pero ni cuenta se dieron, rápidamente me cambie y me puse el «extra»; un vestido que mi mama me había comprado para la playa, era muy corto y semitransparente como un pareo, no estaba pensado para ser usado con ropa normal, era para ponerse encima del traje de baño, me sentía muy expuesta y «sexy» como decían en las telenovelas, lo único que llevaba abajo era mi calzón, uno rosado. La idea la tome de una escena de las «películas de amor» que veía con tanta atención en la que la chica se vestía con ropa muy pequeña y encima un «vestido» transparente (era un babydoll, pero no sabia el nombre en ese momento). Sali del cuarto, pegue el oído a la puerta del cuarto de mi abue y la oí roncar, me fui despacito al cuarto de I que para fortuna nuestra no tenia puerta, solo una cortina, entre y me metí a su cama, cuando me sintió se despertó y me dijo:
-«Ahorita no, mi mama a lo mejor regresa»-, pero le dije que solo un ratito.
Prendí la lampara que estaba en su cabecera, quería que me viera y pusiera la misma cara que puso el chico en la película; la verdad me divirtió la forma en que lo hizo y el suave silbido que lanzo, ahí note también lo transparente que era el vestido, sentí de repente un montón de pena y se que el lo noto porque apago la luz y me jalo hacia su cuerpo
-«No hagas ruido o nos cachan»- me dijo.
Me volví a subir encima, el solo dormía en bóxer así que acaricie su pecho desnudo y el me desabrocho el vestido por el frente, me empezó a acariciar los senos y el vientre mientras yo me movía encima de el,
no se cuanto estuvimos así hasta que de repente incorporo la parte de arriba de su cuerpo haciendo que yo me quedara acostada entre sus piernas con las mías bien abiertas alrededor de su cadera, metió sus dedos en los lados de mi calzón y lo empezó a deslizar por mis piernas, no dije nada, pero respiraba muy rápido, ya sabia lo que venia y lo que
lo confirmo fue cuando sentí sus manos hurgando entre su bóxer, no veía su pene, pero sabia que lo había sacado,
-«Lo tenemos que hacer rápido, si te duele me avisas»-
Le conteste que si y de repente sentí la punta de su pene frotándose contra mi vagina, se sentía muy duro y caliente, lo empujaba
lento, tratando de entrar en mi cuerpo, pero los nervios y el miedo de ser descubiertos me ponían tensa, no podía entrar,
-«No te pongas dura, aflójate tantito»- me decía, pero no sabia como hacerlo.
Mientras, su duro pene se frotaba contra la entrada de mi vagina, sentía que mis labios vaginales se abrían un poco
pero no era suficiente para dejarlo entrar,
-«Estas muy apretada, no te lo puedo meter»- me dijo entre
jadeos.
-«No, ándale, sigue intentado, ándale, métemelo» le dije
fue lo ultimo que le pude decir antes de que la luz del cuarto se encendiera y mi abue hecha una furia se le fuera encima a I,
-«Es una niña»-, le gritaba mientras lo golpeaba.
Me jale hacia atrás y me tape con las cobijas mientras veía aterrada
la escena, cuando le dejo de pegar me agarro del cabello y me jalo hacia su cuarto
-«¿Y tu que le andas diciendo que te lo meta?, cusca» (para los lectores extranjeros, cusca se le dice a la mujer que anda provocando hombres)
Ya en el cuarto también me toco lo mío. No sabia que iba a pasar, estaba asustada, aterrada en realidad por lo que dirían y harían mis papas y mi tía.
Ese día habían pasado muchas cosas, había tenido un acercamiento sexual fuerte con I, había tenido mi primer orgasmo, tenia la vagina adolorida por los intentos de I de penetrarme, y niña como era, no pude con el cansancio físico y mental, me quede dormida sin antes imaginarme los horribles regaños que me esperaban al día siguiente…
Esa noche no solo mi vagina estaba húmeda, también mis mejillas.
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