Calenturas con mi suegra (I)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Erecto.
Hola, soy Ricardo tengo en la actualidad 37 años casado hace 6 y dos hijos. Mi mujer Fernanda tiene 30, pero de ella les contare en otro relato, voy a dedicarme a lo que paso con mi querida suegra en estos ultimos nueve años, o sea el tiempo de casado mas 3 de pololeo con mi mujer.
Conoci a mi suegra por intermedio de mi jefe en ese momento y hermano de ella, fuimos un dia despues del trabajo a tomarnos unos tragos y nos encontramos, me la presento y estuvimos hasta tarde conversando muy amenamente. Mi suegra es una persona muy simpatica y agradable, mas bien gordita y no muy alta, pero destacan en ella dos partes muy pronunciadas, las tetas y un poto muy grande y gordo que ella hace destacar con sus vestido, pantalones o shorts, dice no importa mostrar mi poto, el problema es de los que vienen detras de mi. La gente se da vueltas a mirarle esa tremenda cantidad de carne que tiene, tiene en la actualidad 54 años, ademas que su cara es muy agradable y bien cuidada.
Cuando nos despedimos me invito a visitar su casa para que conozca a sus dos hijas, a lo que me comprometi para el sabado al almuerzo.
Parti ese sabado y me estaban esperando, conoci a Fernanda y Marcela sus dos hijas, fue un almuerzo muy agradable, para hacerla corta como a las dos semanas estaba pololeando con Fernanda y mi suegra feliz con su nuevo yerno. Mi suegra es separada hace mucho tiempo y vive solo con sus hijas. Tiene una situacion economica estable, lo que permite tener una casa bastante grande con jardines y una piscina bastante grande. Me fui encariñando con la familia y casi todos los dias despues del trabajo iba a visitarlas y muchas veces me quede a dormir.
Pasado un tiempo ya conocia la rutina de la casa y con mucha mas confianza, ya que trataba de ser lo mas atento y caballero que podia.
Cuando me quedaba a dormir, lo hacia en el dormitorio de visitas en el primer piso y ellas lo hacian en el segundo. Mi suegra en casa usaba solo batas muy amplias y comodas, en varias oportunidades se notaba que andaba sin nada abajo sobresaliendo su tremenda raja y tetas, la miraba detenidamente imaginandomela en pelotita, eso me producia grandes calenturas y era Fernanda la que se encargaba de bajarme la pichula de unas pajas formidables que me hacia mientras veiamos television, nunca hasta que nos casamos me permitio metersela , solo pajas y manoseos que me dejaban con intensos dolores en las bolas cuando no acababa. Ya me consideraban como de la familia, asi que mi suegra, a lo mejor en un principio no se daba cuenta que se exhibia sin recatos, como si estuvieran solas.
Un domingo me desperte bastante tarde y fui al baño a ducharme antes de entrar me encontre con ella y me saludo muy contenta, me dijo que las niñas no quisieron despertarme y salieron a hacer algunas compras para el almuerzo, ese dia hacia un calor muy intenso, andaba con un camison muy delgado y cortito que apenas le tapaba su tremenda raja, al verla mi pene comenzo a ergirse bajo mi pantalon corto. Me miro y como si nada aconteciera siguio camino a la patio, la segui para mirarle el poto, mi calentura iba en aumento, afuera con la luz del sol se traslucia todo el camison y pude apreciar en mucho mejor forma sus redondeces. Me conversaba de las flores y del calor tan agradable, ella no se preocupaba para nada que la estuviese mirando descaradamente, en eso me dijo algo que me dejo helado, Ricardo, te gusta mirarme el poto?, en ese momento no sabia que decir, me pillo de improviso, si le dije siempre me han gustado los potos grandes y parados, el tuyo esta para comerselo, ella lo movio un poco y se fue dejandome empalado y caliente.
Entro a la casa y estaba en la cocina preparandose para el almuerzo, me acerco y le digo, suegrita perdone pero no puedo evitarlo, le levante un poco el camison y deje todo su gran poto al aire, lo mire detenidamente y se lo acaricie por un rato, ella no dijo absolutamente nada, en mi calentura mi verga estaba que estallaba, me baje el pantalon y le puse la pichula entre sus cachetes y la aprete un poco, sintio la presion y se dio vuelta y me la vio en toda su plenitud, 17 cm de largo y 4,5 de diametro, la cabeza estaba afuera del forro y brillaba de roja que estaba, se quedo muda y en ese mismo instante suena la puerta principal entrando las niñas a la casa, la miro y rapidamente me subo el pantalon guardando mi pichula palpitante y dura.
Luego de ese episodio, oportunidad que tenia le corria mano por todo su gran poto y tambien podia tocarle las tetas sin problemas.
Un dia llegue muy temprano a la casa, estaba sola y en la piscina me acerque y nos saludamos, las niñas llegarian tarde pues andaban en un concurso ecuestre, le dije que tenia unas tremendas ganas de bañarme en la piscina.
Me puse mi zunga roja y acomode la pichula para que se viera tentadora, sali y me pasee delante de ella preguntandole si me quedaba bien, te queda estupenda me dijo, lo cual me permitio se mas audaz, ella andaba con un traje de una pieza azul y tan apretado que se le salian casi las tetas, le pregunto sin tapujos, suegrita, bañemonos piluchos?, lanzo una carcajada y me dice, por que no si ya nos hemos visto todo, rapidamente nos empelotamos y nos miramos, al verla mi pichula comenzo a pararse hasta casi reventar, estuvimos toda la tarde entre corridas de mano y conversando animadamente. Mientras dormitaba me hice una paja frente a ella sin que se diera cuenta, aliviando un poco mi calentura.
Ahora viene lo mejor, una mañana me levante muy temprano, mi suegra se paseaba por la casa ordenando, Fernanda y Marcela dormian a pata suelta, me propuse pasearme en pelotas delante de mi suegra, me duche y despues de secarme me coloque harta crema en la pichula para que se vea brillosa, sobre todo en la cabeza, la encontre en la cocina, hola me dijo mirandome la verga, veo que amaneciste muy animoso hoy, si le digo lo prepare especialmente para ti, me ofrece un cafe y acepto, andaba con su camison corto y a poto pelado, al verla mas dura se me puso, saca del armario las tazas y una cae al piso rompiendose , rapidamente se agacha a recoger los pedazos y deja su culo parado a pocos centimetros de mi pichula, instantaneamente pienso en pegarle una puntada en el culo, me acerco y se la pongo entre los cachetes, al hacer presion mi cabeza entra completa en su chico, gracias a la crema que tenia, ella se levanta apretando el hoyo, siento que casi me la corta del apreton, sacamelo me pide, me duele mucho, la tranquilizo un poco y le digo que si se lo saco de golpe le va a doler mas, asi que la agacho a la posicion en que estaba y suavemente se lo meto un poco mas, a esas alturas su calentura de sentirse con la pichula en la raja cambia de opinion y me pide que siga, que no se la saque todavia. Se lo meti hasta las bolas varias veces, ella se agarro la concha y se comenzo a pajear, la abrazo y sin sacarselo de su apretado culo le agarro las tetas, acabe en su agujero llenandola de semen caliente, ella al poco rato tuvo un prolongado orgasmo. Era la primera vez que me culeaba a mi suegra y por el culo, no me lo podia creer. Nos miramos y le pregunto que siente, me dice que le duele mucho su hoyito, la acerco al lavaplatos y con agua fria la lavo bien su agujero y la concha, le pido que se agache le acerco la lengua a su culito para lamerlo durante un buen rato, hasta que se relaja por completo. Ya mas tranquilos le pregunto si le gusto que le llenera su hoyo con mi verga, si me gusto mucho a pesar del dolor, es excitante sentirse atravesada por una pichula tan rica como la tuya, espero que no sea la utima vez que culeemos. La proxima, me dice yo te voy a dar una sorpresa que no te olvidaras en tu vida. Tengo mas historias que contare mas adelante
Continuara
Autor: Erecto(erecto66@hotmail.com)
Me calentó muy bueno