CAMILA, PERFECTA HERMANITA MENOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Bleshtar.
Mi hermana menor camila y yo siempre hemos sido unidos, tal vez demasiado unidos.
Debía tener yo al rededor de 17 años y recuerdo claramente como mi hermanita, que en ese entonces tenia unos 13 años, bajita de estatura, delgada blanquita con senitos que me cabían en las manos, duritos y unas piernas largas y estilizadas para su estatura, culito respingon propio de su tierna edad, con su chuchita siempre apretadita, labios vaginales gorditos, apretados en sus pantys de colores, con un olor tibio delicioso.
Ella siempre subía siempre las escaleras de primera, para que yo pudiera ver por debajo de su falda su vagina, apretadita en esa panty blanca con dibujitos de nenita.
Recuerdo como al sentarnos para ver Tv con mi papa y mi mama en el sofá con forma de L, camila siempre encontraba la manera de dejarme ver que tenia puesto,si era que llevaba algo claro.
Trataba de cruzar las piernas de forma que le viera su vaginita blanquita, apretada entre sus redonditas nalgas blancas, o se sentaba con las piernas medio abiertas estiraba su vestido un poco y me daba una clara vista de su chochito ya brillantico, tibiesito, de lo excitada que la ponía el tener a nuestros padres a cada lado.
Antes de dormir acostumbraba a cambiarce de ropa en mi cuarto, lo mas rápido que pudiera para que mis padres no sospecharan. Entraba y empezábamos a hablar de cualquier trivialidad para que no se escuchara ningún silencio sospechoso, mientras mi pequeña camilita, ese bombón de 13 años, suavemente se ponía en cuatro para bajar su panty mientras yo descaradamente me masturbaba al tiempo que metía mi lengua en esa vagina húmeda, ella como podia seguía hablando de sus amigas o el colegio con voz entrecortada y haciendo escuerzos por no caer al piso, por como le temblaban las piernas mientras mi nariz le penetraba ese culito, ese ano apretado, virginal, sin bellos, delicioso y rosado.
Cuando terminaba de ponerse su ropa como todos los días jugaba rápidamente con mi verga, a veces me masturbaba la mayoría de las veces lo hacia mientras me chupaba la punta de mi verga, dejando escurrir algo de saliva para lubricar el vaivén de su mano, hasta que me corriera, un beso de buenas noches y hasta el siguiente dia.
Recuerdo con claridad sesiones de masturbacion mutua donde yo lograba que ella se excitara hablando de lo mucho que a mi me gustaban sus amigas del colegio, o la hija menor de la vecina de junto que tiene 9 añitos; una reina de belleza en miniatura, tenia un cuerpecito delgado con piernitas gruesas y nalguitas redonditas, morena con ojitos color miel una sonrisa preciosa y un cabello negro ondulado que le llega casi a su culito, la mama siempre la dejaba estar en panty jugando en su patio, donde yo la espiaba, estando de pie tras la pared que comparten ambas casas
En esas ocaciones yo casi siempre le pedía a mi hermanita que se agachara, me sacaba la verga y se la embutía con fuerza en la boca, sin importarme las horcajadas que hacia o los golpes que se daba contra la pared mientras le culeaba su boquita ella me la apretaba con esos labiesitos gruesos y rosaditos, al final ella lo hacia encantada, ya que según ella no solo le atraía sexualmente la niña sino que la humillación de que su hermano mayor usara su boca como una vagina mientras veía a otras mujeres, sea una niña de 9 o a mi madre (que la espiábamos por una ventana alta mientras se duchaba) eso la empapaba completamente, al punto de tener que darse una buena masturbada mientras mientras yo le embestía su su boca, su cabeza entera con mi verga.
Con el tiempo, recuerdo que en dichas sesiones de masturbación mutua, camila se termino volviendo (o no se si yo la moldee así) una pequeña lesbiana de 13 añitos. Le empezó a encontrar gusto hasta a su propia madre y paso de verla como mama, a como lo que en verdad es: una mujer de 1.70 con piernas larguísimas, blanca, un cuerpo de modelo con senos grandes naturales y bien duros, un culo precioso que va espectacular con sus gruesos muslos y una cinturita de gimnasio, en definitiva la mujer mas femenina y voluptuosa del mundo.
Mi hermana empezó a forzar la situación para bañarse junto con mi madre sin levantar sospechas y así poder masturbarce después, empezó a grabarla a escondidas, mientras se cambiaba de ropa o salía del baño. Me contaba despues como se mojaba tanto, que al presionar su dedo contra su vaginita levemente se corría al segundo, viendo a su mama, solo con caminar a veces, el roce de su panty de algodón con su clitoris la hacia correrse y cuando la escena que había visto era muy "fuerte" gozaba pensando en lo estupida que era nuestra mama al desnudarse y hacerle tremendas poses a su propia hija lesbiana, el morbo de la escena la consumía y de paso mi.
Camila cada vez era mas atrevida (con empujones míos claro) se metía con cualquier excusa al cuarto de mi mama y con una videograbadora que teníamos en ese entonces, me hacia videos de mama tan eroticos (por la inocencia y morbosidad del caso) que aun conservamos.
Le recostaba la cabeza a mi hermanita en mi barriga, le ponía la punta de mi verga en la boca, ella con una mano me agarraba el tronco de mi pene para masturbarlo y con la otra me acariciaba los huevos, mientras yo veía por la pantallita de la videocámara a mi inocente madre agachándose para secar sus piernas, mientras mi hermanita me regalaba un zoom del paquete de mi madre, el culo se le abría y se veía su ano morenito y su chuchita gordita y apretada por la pose entre sus dos piernas se veía tan apetitosa, mientras alzaba sus brazos para alcanzar los estantes yo veía como se erguían sus grandes y duras tetas, todo esto mientras mi madre estúpidamente hablaba sobre el colegio o sobre la cena con mi hermana, que delicia.
Fueron 8 años que vivimos así, teniendo esos encuentros escondidos, disfrutando del morbo de las situaciones, tantas cosas que saldría un libro, cosas que no se si contar para no aburrirlos.
Ahora mi hermana tiene una hija mía, claro nadie sabe que es mi hija y la nena hasta tio me dice, mi hermana la tuvo a los 21 años.
Cuando ella me dijo que tendríamos un bebe, ya habíamos hablado mucho del tema por si se presentaba esa situación y como haríamos.
Acordamos que seria madre soltera porque sabíamos que en la familia la apoyarían, se invento una relación falsa con alguien casado, y con mi ayuda para la coartada y después de tolerar ella el regaño de mis padres todo salió según el plan.
Ahora Camila tiene 30, Susanita tiene 9 años y las cosas que hacemos ahora y como se dio todo el proceso ya será para otra historia.
papapara3@hotmail.com
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