Capitulo 1 (El primero)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Andy03.
Hola a todos, mi nombre es Andy y he venido a contarles los sucesos sexuales que durante mi vida he experimentado. Actualmente tengo 18 años y vivo en el Distrito Federal (DF) con mi mejor amigo. Comenzare describiéndome: 1,60 de estatura, Peso 63 Kg. Complexión normal (ni delgado ni llenito) Cabello ondulado y castaño, ojos marrones y piel blanca. Debo decir que nunca he tenido problemas de salud pues desde pequeño me han alimentado balanceada mente.
Mi primera experiencia sexual sucedió cuando tan solo tenía 11 años, vivía en un pequeño puerto en el estado de Oaxaca. Puesto que es un poblado muy cercano al mar, la gente acostumbraba vestir ropa cómoda y algo descubierta debido al clima que había.
Recuerdo muy bien que la primera vez que sentí atracción por un hombre fue a los 10, cuando veía a mi padre desvestirse frente a mis ojos y poco a poco aferrarme a la sensación placentera que me causaba ver a hombres con ropa ajustada y que dejaba ver aquellos brazos y piernas marcadas que estremecían mi pequeño cuerpo.
En aquel entonces mis padres se divorciaban y yo tenía que vivir con mi madre y su novio, aunque a veces tenía que pasar el fin de semana en casa de mi padre. Así que aquel fin de semana, recogí mis cosas y espere a que mi padres pasara por mí y me llevara con él, durante el camino a casa me dijo que su hermano, mi tío Roberto nos visitaría y que yo dormiría con él para que mi tío se sintiera cómodo en la habitación y yo accedí totalmente. No tenía idea de cómo era mi tío pues mi padre nunca nos llevó a visitar a su familia, así que estaba algo emocionado.
Llego la noche y me prepare para dormir, me puse una camiseta de mi padre y unos boxers ajustados y de repente se escucha el sonido de la puerta y corrí a abrir, era mi tío Roberto. Quede impresionado en cuanto lo vi, no podía quitarle los ojos de enzima pues aquel hombre era como un sueño: alto, guapo de 26 años, cabello rizado y ojos claros, una sonrisa que derrite a cualquiera, su cuerpo estaba marcado pues él trabajaba en un gimnasio del cual era dueño, piel bronceada y algo velludo. En cuanto me vio me sonrió, se dirigió hacia mí y con lo pequeño que era y actualmente soy, me sujete entre sus brazos y me cargo, me dijo “hola chaparro” y me dio un beso en la frente. Mi padre se percató de que su hermano había llegado y corrió a recibirlo, se sentaron en la sala para platicar y mi tío de nuevo me sostuvo y me sentó en sus piernas, dentro de mi sentía algo muy raro, pues tener la mano de mi tío alrededor de mi cintura causaba dicha sensación que luego sabría que era nada más que excitación.
Mi tío se instaló en mi habitación y mi padre le comento que yo dormiría con él, pero mi tío dijo que no había problema si yo me quedaba en mi habitación, y aun así decidí dormir con mi padre. Al día siguiente mi padre tuvo que ir corriendo al trabajo de emergencia así que me preparo el desayuno y me quede en casa viendo televisión mientras mi tío dormía. Me daba tanta curiosidad observar a mi tío, así que decidí ir a la habitación en la que se encontraba, me acerque a la cama y vi que mi tío dormía profundamente sin nada más que unos boxers, no pare de mirar ese enorme cuerpo velludo y musculoso y mientras bajaba la mirada, pude notar que en sus boxers había un bulto enorme que prometía romper la ropa interior por completo, era como que si algo tuviese que salir desatada mente de ahí dentro. De nuevo sentí aquello que estremecía mi cuerpo y con valentía decidí tocar aquel bulto, pase la mano por encima de los boxers y sentí algo duro que latía, con las dos manos baje el bóxer de mi tío y aquello salió disparado justo frente a mí, no podía creer lo que estaba viendo pues la verga de mi tío era enorme, inmediatamente la tome con ambas manos y sentí lo dura y caliente que estaba, comencé a jugar con ella de una manera amateur pero con temor de que mi tío despertase, la regrese a su lugar y Salí de la habitación.
Tiempo después llego mi padre y mi tío despertó, pues había recordado que tenía que hacer algunos negocios, mientras yo me bañaba y él se cepillaba los dientes, me di cuenta que me miraba por el espejo del baño y no dije nada al respecto, salió a resolver los asuntos que tenía y regreso por la noche, yo le había dicho a mi padre que esta vez quería dormir con mi tío y me dijo que estaba bien. Me quede dormido esperando a mi tío mientras mi padre se arreglaba para salir con su novia en cuanto mi tío llegara a casa y así fue. Unas horas después me despertó el ruido de la televisión, abrí los ojos y para mi sorpresa mi tío se encontraba sentado a mi lado viendo una película porno, completamente desnudo y masturbándose lentamente, me quede viéndole hasta que reacciono, lo primero que hizo fue sonreírme y me dijo “ven… siéntate a mi lado” a lo cual yo accedí sin pensarlo. Me dijo:
R: ¿vez lo que hacen las personas en esa película?, eso se llama sexo. Es algo muy rico que cuando lo pruebes te gustara.
Yo: se ve algo doloroso.
R: no te asustes es algo normal por lo que tienes que pasar.
R: me di cuenta que te gusta lo que tengo entre las piernas… ¿Es así?
Yo: si (asentí con la cabeza)
R: toma, sostenla y trata de hacer lo que yo hacía hace un momento
Yo: ¿le gusta?
El solo acariciaba mis mejillas y me hizo masturbarlo con las dos manos… sentía que mi corazón palpita veloz mente de tanta emoción y aquella verga que tenía entre las manos parecía que estallaría de lo caliente que estaba, de repente me detuvo y me dijo :
R: ¿vez lo que hace la chica del vídeo ahora?
Yo: si
R: quiero que abras tu boquita lo más que puedas y como un caramelo comienza a lamer la cabeza de mi verga.
Aquello era inmenso que apenas y cabía en mi boca, pero lo hice y mi tío comenzó a hacer pequeños gemidos. Estuve así durante un buen rato y de repente apago la televisión, me desvistió totalmente y me puso de rodillas en la cama, dejando a su disposición mi pequeño ano virgen, pensé que comenzaría a hacerme aquello que parecía ser doloroso en la película, pero sentí algo húmedo y suave que intentada penetrar mi ano. Mi tío estaba como loco comiéndose mi pequeño ano y a mí no me quedaba de otra más que retorcerme de placer, pues esa sensación era algo nuevo para mí que aún recuerdo como mordía las almohadas de la cama. Después de un rato sentí como algo entraba por mi ano, pues mi tío estaba introduciendo su dedo poco a poco, era algo doloroso pero no demasiado, intento introducir otro y yo pegue un grito mientras me inclinaba hacia adelante para que aquellos enormes dedos salieran de mí, pero él me tranquilizo diciéndome: “no tengas miedo, no te voy a lastimar.
Te prometo que después de esto todo va a mejorar”, creyendo firmemente en las palabras de mi amado tío me deje llevar. Me dilato el ano durante unos minutos hasta que retiro sus dedos y de nuevo me lamió el ano, lo lubrico lo suficiente, me separo las piernas, se escupió la verga y la puso en la entrada de mi ano, yo estaba asustado y de repente el dio un empujón y sentí un dolor inmenso así que grite, me susurraba al odio que todo estaría bien mientras las lágrimas me escurrían de los ojos, jamás había sentido un dolor así hasta ahora eso es lo más doloroso que he sentido, podía sentir como aquello latía dentro de mí, era súper caliente y a pesar del dolor comenzaba a sentir placer y pude controlar mi llanto
Mi tío se sorprendió al ver que había aguantado más de la mitad de aquella verga monstruosa, y cuando quiso meterla más le suplique que no lo hiciera, comenzó a penetrarme tan suave que el llanto se convirtió en gemidos y poco a poco sentía como mi ano iba expandiéndose, después de varios minutos mi tío gimió fuertemente y dentro de mi sentí algo caliente que incluso salía escurriendo de mi ano, pues aquel hombre había derramado cantidades inmensas de semen dentro de mí que me dejo totalmente lleno. Ambos estábamos sudorosos y nos metimos a duchar para que yo pudiese sacar todo el semen que había dejado dentro de mí. Cansados nos acostamos a dormir, mientras el me besaba y acariciaba mi cuerpo.
Por la mañana mi tío se había marchado y en la habitación me había dejado una carta: “tengo que partir, pero volveré para verte chaparro, recuerda que te quiero y lo que paso entre nosotros no debes contarlo a nadie. Roberto.”
Sentí una inmensa tristeza, pues no solo eran algo sexual aquellos sentimientos que proyectaba hacia mi tío, sabía que me haría falta y lo extrañaría demasiado. Siendo un pequeño había experimentado no solo mi primera relación sexual, sino que también mi aquello a lo que llaman Amor.
Durante un tiempo no lo volví a ver, pero aquí no termina esto. Aún falta mucho por contar 😉
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