Carina VIII – Mi Abuelo Pedro
Después de tanto, mi puedo disfrutar con mi abuelo y su varonilidad a mis 5 años .
Carina (yo) : 5 años
Daniel(papá) :32 años
Julieta(mamá): 32años
Carlos (tío): 36años
Julián (primo):7 años
Pedro (abuelo) 55 años
Zack (tío gemelo): 33 años
Joan (tío gemelo) :33 años
Después de que mi padre Daniel ingenuamente había estado dándome dedo pensando que servía de terapia para mis dolores como le había indicado el medico, mis tíos gemelos Zack y Joan habían aprovechado al vernos así para hacer de las suyas abusando de la ingenuidad de mi padre, aunque no pudo darse como ellos querían ya que mi madre había llegado con tiempo antes.
Según recuerdo mi padre había estado excitado pero él no quería o consideraba malo mostrarme su verga, no le veía mala intención conmigo comparado a los otros hombres que me habían tocado en diferentes oportunidades, aunque después de ese suceso mi padre folló con mi madre como un toro, se escuchaba en toda la casa, muchas ganas tenía.
Pasaron unos días y todo era normal, aunque un día por la noche volví a tener al visitante nocturno.
Yo estaba dormida con mi blusón y calzón, siento que abren la puerta y entra alguien, cierra con seguro, todo estaba oscuro, yo estaba al borde contrario de la cama y al otro borde siento que suben una rodilla y después la otra, en ese instante me dio miedo y prendo rápidamente mi lámpara de mi mesita de noche, observo al lado contrario y está mi abuelo.
Carina: hola abuelito, qué haces?
Pedro: bebé, solo venia a ver qué estuvieras arropada hoy hace demasiado frío
Carina: sí hace mucho frío, quisiera otra cobija de lana.
Pedro: no hay más, si quieres te abrazo para calentarte.
Sin decir más se baja de la cama sale del cuarto y al rato vuelve mirando hacia los lados para verificar que nadie estuviera viéndolo. Traía con él una almohada grande y un pote de crema al parecer, era lubricante pero no lo sabía.
Carina: qué es eso abuelito?
Pedro: bebé, ese es un líquido que calienta el cuerpo, más tarde te echo un poquito. Cuando se acerca de frente a la cama puedo ver su boxer de dormir largo marcado por un bulto fenomenal, se movía de lado a lado, al parecer no lleva nada más puesto, desde ahí siento un vacío fuerte en mi estómago.
Pedro: bebé, dormiré sin camisa para que sientas mi calor.
Sé quita su camisa y para tener 55 años estaba muy fuerte, bien conservado, ya era normal para mi verlo sin camisa pero nunca dormir con él.
Pedro: Ven te quito ese blusón, es muy grande para ti, no te deja circular la sangre.
Yo no decía nada, lo que él dijera siempre era orden para la familia, me lo quita y quedo solo en mi calzón, se mete en la cobija, levanta bastante para verme las piernas y me ubica en cucharita con su brazo grande debajo de mi cabeza y el otro encima del cuerpo, me daba la vuelta entera, podía sentir sus pelos del pecho en mi espalda, su ombligo daba en mi colita porque él era muy grande y yo pequeña así que disimuladamente se sube y queda casi que encima mío para que su bulto estuviera sobando mi colita.
Pedro: tu cabello huele muy rico, eres una niña hermosa bebé.
Carina: gracias abuelito, tú también hueles rico y estás caliente.
Pedro: tú me pones así, las niñas hermosas como tú me ponen así.
Me abrazaba fuerte, olía mi cabeza, besaba mis pelos hasta que comienzo a sentir su mano bajar a mis piernas, pasaba por mi Nalguita, metió en medio de mis piernas su mano grande, sus dedos quedan sobre mis labios vaginales, podía sentir su calor de las manos.
Carina: jijijii me haces cosquillas abuelito.
Pedro: sí? Jaja qué bien, trata de no reírte duro, te voy a comer a besitos!!!!
Comienza a darme besos por todo el Cuello, hombros, espalda hasta llegar a mi ombligo, acomodándose en mi pelvis.
Pedro: estás muy linda bebé
Carina: gracias abuelito, aunque estos días me duele y me siento mal.
Pedro: qué te duele mi bebé hermosa.
Carina: ahí!
Le señalo mi vagina y el toca mirándome algo sorprendido.
Pedro: aquí? Por qué? No debe ser tan malo.
Le conté que había estado donde el doctor y que había dicho que debían darme masajes para que se me fuera el dolor.
Eso fue música para los oídos de mi abuelo
Pedro: yo te puedo ayudar, te daré masajitos con la cremita que traje, es buenísima.
Trae su crema, me quita el calzón dejándome desnuda, ya la verdad ni pena me daba de tantos hombres que me han tocado, me mira con unas ganas de querer follar toda la noche, hasta se saboreaba sus labios, con sus manos grandes me toca el coñito y abre mis labios sin preámbulo de nada.
Pedro: sí te ve algo hinchada, te sobaré, no vaya a decir nada, solo relájate mi amor.
Su dedo hace círculos y va entrando sin tanto problema! Luego echa un poco de lubricante y se sentía delicioso, era más fácil el movimiento de sus dedos, ya entraban dos logró meter 3, sacaba y volvía a meter, eso me puso mi lampiña y blanca cuquita roja, mis labios se veían muy lastimado a de tanto dedos que había pasado por él.
Pedro: que bien te comportas mi amor, aguanta, te enseñaré otra manera de aliviarte, a las niñas como tú les gusta.
Sé acerca a mi vagina con sus labios y besa suave, lame e introduce su lengua, se sentía espectacular, podía sentir los pelos de su barba en toda mi entrepierna, eso me hacía erizar más, estaba totalmente húmeda, lubricada, yo no despegaba mi mirada de todo lo que hacía mi abuelo cuando metía y sacaba su lengua, hasta que decide pegar totalmente sus labios en mi vagima, dentro de ella sentía su lengua pero no podía verla, me miraba y pude sentir ese morbo, esas ganas de partirme en dos, de follarme, penetrarme a mil toda la noche.
Mi clitoris era succionado y sentía corrientasos por el cuerpo, yo estaba súper caliente, nunca había estado así, me sentía segura y con ganas…
Pedro: uuuufff bebé necesitas de un buen tratamiento, estás muy enferma y es mejor que te cure…
Carina: aaayyy que rico abuelito, me gusta lo que haces… cómo me vas a curar?
Pedro: te daré mi leche, esa cura a las niñas como tú, siempre debes pedírmela cuando te moleste para que te cures.
Carina: está bien y cómo me la darás.
Mi abuelo se para de la cama y se baja su boxer, era hermoso ver esa verga gruesa, roja y dura que tenía, parecía una tercera pierna unos 20cm de proteína, sentí algo en el estómago, también en mi vaginita, sabía perfectamente lo que me haría, me recordó la noche con mi tío Carlos.
Pedro: te explico qué es y qué debes hacer?
Carina: no abuelito, ya sé qué es… me va dolor mucho abuelito?
Pedro: jaja no bebe, yo te amo y te haré suave todo.
Él hacia cara de sorprendido por mi conocimiento en el tema pero vuelve a mirarme con calentura, me pone al borde de la cama boca abajo, usa su lubricante y apunta su verga a mi rajita, quería hacerlo rápido al parecer.
Pude sentir ese glande grueso, pesado, duro y fuerte con sus golpes en mi entrada, empieza a empujar poco a poco pero yo solo me cierro, dolía
Pedro: relájate, debes estar Tranquila
Siguió presionando y pude sentir su grueso glande entrar, solo era una pequeña parte de sus 20cm de carne nutritiva! Seguimos intentando buen rato y nada que entraba, solo lastimaba
Pedro: mejor ven chupa como una paleta, y las bolas también,.
Comienza a enseñarme, me toma las mano, me pide que abra la boca pero todo con un amor y cuidado increíble. Al oler su verga tenía un buen aroma, no cabía en mi mano y era muy, muy dura creería que más dura que la de mi tío, chupar esa verga con sus dedos dentro de mi fue delicioso.. Pasaron unos 10 minutos y se sienta en la cama sobre el espaldar.
Pedro: Ven bebe, siéntate en la verga de tu abuelito.
Yo me paro frente a él y me voy encima de su glande, sentía calentura en todo mi cuerpo, comienza a entrar poco a poco solo el glande, me besa el Cuello y boca, era rico sentir esa barba, me erizaba y a la vez me relajaba, dilatada más mis paredes vaginales, cuando menos pensé tenía 1/3 parte adentro, él me soba a él ano, mis piernas, me agarraba fuerte la cabeza, de la cintura, etc.
Pedro: que rico bebe, siéntate todo lo que quieras, si puedes dejar que entre más mejor, así funciona mejor la medicina mía.
Yo solo accedo y hago fuerza para entrar más y si, ya tenía media verga adentro, era súper dura. Con sus manos me va levantando para luego sentarme, yo voy entendiendo el movimiento y le sigo el ritmo, en menos de 1 minuto me tenía haciéndole sentadillas a su verga mientras me besaba, se sentía una presión fuerte queriendo entrar en mi, y estaba lubricando demasiado yo, sentir su cuerpo desnudo ya era rico y mi estómago estaba revuelto de muchas sensaciones.
Pedro: esoooo ordeña a tu abuelito, sé una niña buena!
Me carga, mis piernas intentan rodear su torso y seguía follándome, no sé pero en esa posición se sentía delicioso, logro sentir que me voy a orinar, solo arrugó mi cara, abro mi boca y emito un leve sonido de quejido sexual
Carina: aaajjjj aaayyy siiiii aaajjjj
Sueltos varios chorros con la verga adentro pero se escucha caer al piso ese líquido, mi abuelo me folla más rápido y duro.
Así ensartada en su verga frente a frente, me recuesta en la cama en el borde, me sigue follado, abre mis piernas para quedar en mitad de ellas, yo rodeo su cuerpo con mis piernas mientras sentía que iba entrando cada vez más, puedo sentir sus bolas grandes chocar contra mi ano e ingenuamente pongo mis manos en su torso y pecho pensando que así podía detener su peso y embestidas, imposible hacerlo, mis manitas no podían detener a mi abuelo y su cuerpo exuberante.
Pedro: oohhjjk siii bebé aguántame encima de ti.
Cada vez sentía romper mi vagina más, echo algunos chillidos pero mi piel sigue erizada, quería expulsar mis entrañas de la presión que sentía.
Carina: abuelito ya me duele, para por favor!.
Pedro: aaajjjj siii ya casi bebe.
Mi abuelo manda mis piernas detrás de mi cabeza y hace presión en ellas para sostener su peso encima mío, prácticamente me tenía aplastada mientras me penetraba a su merced. Acelera y siento algo caliente dentro de mi, pensé que se había orinando.
Pedro: aaajjjj siii preciosa, recibe toda tu medicina bebé! Aaaajjj siiii
Carina: aaayyy abuelito dueleee, sácalo!
Pedro: aguanta, aguanta, ya termino, ajjjjj siiiii
Va dejando de moverse hasta que veo que saca su verga de mi poco a poco, estaba rojo de tanto roce, se veía un líquido blanco (semen) salir de él y de mi
Carina: qué es eso abuelito?
Pedro: es la medicina, pero no le digas a nadie, vale? Te portaste muy bien.
Carina: gracias pero me duele mucho,!
Él se acuesta , me acaricia, me limpia, me da besos, me habla un rato y sale del cuarto dejándome dormida…
… continuará
Espero sus comentarios.
Morgan
Me gustó muchísimo estos relatos. Pero estaría aun mejor que sigas con el relato de Hanner. Saludoss
Ya el abuelo te dejo bien abierta, que continúe la fiesta
ya el abuelito abrió lo mas dificil que mas podra apsar?
Uffff en la última parte, como sentías como te quería sacar las entrañas con la verga. Aguantaste fulll