CARLITOS 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de que tio Alfredo se marchara de la habitación, Carlitos noto que estaba empapado por el semen de sus tíos, aunque el creía que su tío Mario había querido repetir aquella noche y por eso se sentía incapaz de cerrar su ojete para no manchar la sabana.
Ya era inútil su tío Alberto se había encargado de sacar la leche que poco antes había derramado su hermano mayor en el interior de su sobrino con cada una de sus arremetidas y el, Alberto había contribuido con su esperma a dejar el culo del niño y la cama inundados.
Carlitos se sintió contento.
Por alguna razón se alegraba cada vez que su tío Mario lo rellenaba con su rica leche que poco podía degustar en su boca.
Alfredo durmió placidamente y su cabeza no le martirizo hasta el día siguiente cuando vio a su sobrino caminar raro.
Misteriosamente Carlitos paso a dormir a la habitación de los abuelos y durante un tiempo pudo descansar su lastimado ano.
Ante la nueva situación Tío Mario encontró la manera de seguir disfrutando de su sobrino.
Se lo llevaba al taller, de donde tenia una vista perfecta de la casa.
Se apoyaba en la ventana mientras El Niño chupaba y chupaba esa polla insaciable que pretendía recuperar todo el tiempo de abstinencia con el culo de su sobrino, o con la boca en esos momentos- Le hacia chupar y chupar a buen ritmo ya que no tenían todo el tiempo del mundo.
No le dejaba parar hasta que sus huevos se vaciaban en la boca del niño que a duras penas podía tragarse toda esa leche.
Parecía que con la practica los huevos de Mario producían mas leche de la habitual.
Debian darse prisa porque la abuela siempre estaba llamándolo.
Alfredo entendió la nueva situación que su madre había impuesto y avergonzado decidio zanjar el asunto hasta que una tarde vio a Carlitos salir del taller de su hermano limpiándose los restos de leche de su boca.
Su mente se nublo y el recuerdo de su polla en el culo del niño se adueño de el.
Allí mismo en el hueco de una escalera de piedra se metió con Carlitos.
Se saco la polla y El Niño entendió lo que debía hacer.
No pienso, solo se inclino levemente y dejo que la polla de su tío Alberto se metiera en su boca.
La encontró babean, dura y tan rica como la de su tío Mario.
Alberto parecia posseiro mientras guiaba los movimientos de la cabeza de su sobrino a buen ritmo, una pizca de cordura le decía que debía ser rápido y correrse antes de ser descubiertos.
Con esa meta en la mente empujo la cabeza del niño una y otra vez hasta que un gemido ahogado dio paso a una larga eyaculacion que Carlitos no pudo tragar.
Sintio asco por primera vez al encontrarse con la boca llena de viscosa leche que se le quedaba enganchada por todas partes.
Carlitos pido perdón a su tío por no tragarse toda su leche y a su tío se le ilumino la cara al sentir que su sobrino estaría a su disposición.
Volver al colegio fue el único cambio en la vida en el pueblo de Carlitos.
Como si fuese una tarea escolar desechaba a sus tíos con regularidad.
Desgraciadamente la abuela murió y todo cambio.
Alberto estaba decidido a volver a sentir su polla en el culo de su sobrino.
Una mamada no era comparable al placer de sentir su polla aprisionada entre el recto del niño .
Su plan fue muy sencillo , dejar que su hermano supiera que el también se lo follaba y así los dos disfrutar tranquilamente de tremendo hallazgo.
Llevo al niño a su propia habitación para asegurarse de que su hermano le oiria y después de que Carlitos chupara con gusto su rabo lo puso boca abajo y le escupió en el ojete.
Le costo un poco meterla y supo que Carlos no se lo estaba follando.
Presiono y presiono hasta que venció la resistencia de aquel anoto maltratado tiempo atrás y se entrego a lo que mas le gustaba, meter y sacar su polla sin importarle que El Niño se quejara.
No se preocupo en taparle la boca, mas bien provoco que El Niño lanzara alaridos pues su culo ya no recordaba lo que era ser follado.
Al poco rato apareció Mario y sin dudarlo le dijo que le tapara la boca y salir de la habitación.
Alberto complacido con la situación se apiado de Carlitos y empezó a follarlo suavecito mientras le besaba el cuello, le susurraba palabras amorosas al oido y le retorció el cuello para besarlo.
Carlitos empezó a gozar de verdad y descubrio el placer de ser follado con cariño.
Empezó a notar como la polla de su tío entraba y salía y se arrimaba lo que podía.
Lo que antes se dejaba hacer por cariño a sus tíos se convirtió en una droga que tragaría durante mucho tiempo.
Como no, Mario quiso satisfacer su calentura cuando su hermano termino y también se lo follo hasta deslecharse.
Noto al niño mas dispuesto y prolongo su follada todo lo que pudo.
Esa noche los tres durmieron satisfechos.
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