Carlos y sus hijas-Luciana 4 años, violación (II)
Después de follar a mi hijita de 6 años, sigue la menor de 4 años.
Siguiendo mi relato anterior…
Después de haber follado a mi hija Camila de 6 años, ella me da la loca idea de demostrarle mi amor a Luciana de 4 años, ella dormía en su habitación, pero entré en una locura carnal que no tenía límite.
Estaba desnudo y recién ordeñado por mi hijita y la verga se me volvió a excitar, mis 22cm querían volver a sentir una vagina, Así que salí sin pensarlo a la habitación de Luciana, ella dormía con una batica delgada, en medio de sus almohadas y peluches con su dedo en la boca, yo entré a la habitación y me acerqué a la cama, le quité la cobija y se podía ver sus dulces nalgas con torneadas por la bata para dormir, le subí la batica y estaba sin calzones, mi verga se disparó hacia arriba, en ese momento estaba sin razón, sin sentido común y solo quería follarla cueste lo que cueste!
Camila entra a la habitación
Camila: papi le vas a mostrar tu amor a Luciana!?
Carlos: sí, pero debes irte a bañar y ve a ver TV, no entres más, déjame amar a tu hermanita
Camila se fue a la ducha y yo procedí a quitarle la bata a mi hija mientras dormía, me tocaba la verga e iba tocando sus muslos y nalgas, le separé las piernas bastante y sus nalgas se abrían, las tenía duras y redondas, sin pensarlo introduje mi lengua en su ano y se sentía maravilloso, mis grandes manos comenzaron a masajear ese bello agujero y a dedearlo suave, estaba súper estrecha y muy tensionada, la puse voca arriba y separé sus piernas de un lado a otro para poder deleitarme chupando su vaginita diminuta, no tenía pelitos, rosadita y era de esas vaginas pegadas a la pelvis, sin muchos labios
Luciana: qué haces papito? Dijo algo dormilona
Carlos: te voy a demostrar que te amo y te vas a dejar hacer jueguitos, solo disfruta y obedece
Lucoana: yo no quiero jugar… tengo hambre
Carlos: te daré leche… Solo calla y disfruta!
La tomé y la recosté hacia el borde de la cama boca arriba y con la cabeza fuera de la cama mirando hacia la pared y me puse encima de ella con las piernas abiertas y apuntando mis 22cm hacía sus labios dulces
Carlos: abre la boca grande y comienza a chupar este dulce de papi, debes dejar que entre profundo y lamerlo mucho.
Sin dejarla responder, Comencé a introducir mi verga en ella, solo entraba la cabeza y ella se atragantaba, intentaba vomitar y producía demasiada saliva, yo me dispuse a chupar su vagina que tenía olor a orines y estaba súper cerrada, le abría bastante con mis dedos y jugaba con su clitoris, ella gemia y disfrutaba pero no podía decir nada por mi verga. Yo tenía mi cuerpo encima de ella haciendo un hermoso y pervertido 69, ella se ahogaba con mi verga y yo estaba en la gloria con su vaginita.
Comencé a moverme más y ella se quejaba, intentaba quitarme y hasta me aruñaba, yo no paraba y seguía follandole su dulce voca. Después de un rato la levanté y la tiré hacia la cama, la puse en cuatro
Luciana: no quiero jugar ni chupar tu dulce, voy a gritar y llorar
En ese momento comienza a llorar y yo la agarró del pelo y la traigo hacia mi y muy cerca le digo
Carlos: tu vagina será mía y te voy a follar como la putita que eres hija mía y si lloras te voy a pegar muy duro! Te llevaré donde personas que no te van a cuidar y te tratarán muy mal, debes aceptar mí amor y callarte, no grites ni llores, tu hermana ya disfrutó. Mi dulce se llama verga y la vas a ordeñar y disfrutar.
En ese momento la suelto fuerte hacia la cama, la pongo en cuatro y mi hijita solo lloraba suave, mientras yo le ponía el culo en pompa hacia arriba, le introduzco un dedo, luego otro y después otro en la vagina para abrirla, se la escupo, Comienzo a dedearla y ella se queja pero no deja de parar su cola, le saco los dedos y apunto mi verga en su vagina, Luciana es una hermosa bebe de 4 años y yo soy demasiado grande así que me tenía que acomodar bastante para poder follarla, poco a poco fui ingresando en su cuevita pero era muy estrecha, solo le entraba la mitad de la punta y estaba que no podía se retorcía de dolor, pero la comencé a puntear, le saca a mi verga le chupaba el clitoris varias veces para irla dilatando, para fortuna mía, Luciana es más elástica que Camila incluso está en gimnasia y su capacidad de estirar es única, esto ayudó mucho y pude dilatarla más rápido
Mi mente estaba nublada con mi instinto paterno y sólo deseaba follarla! Comencé a entrar y salir poco a poco de su cuevita, era impresionante la calentura de su vaginita y el roce de mi bulto de carne con sus paredes vaginales, sentía que la tenía súper estirada y que se podía partir en dos, Luciana solo cerraba los ojos y gemia de dolor pero poco a poco pasó a ser de placer. Comencé a moverme fuerte mientras la tenía agarrada de la cintura y Luciana respiraba fuerte y gemia sin piedad, mi verga fue entrando cada vez más y su lubricación se hizo notar, estaba súper húmeda y caliente, mi verga entró más de la mitad rompiendo su virginidad lo cual la hizo destrozarse pero se mantenía arqueada de la espalda como una puta responsable, después de un rato, ella ya tenía acostumbrada su vagina al tamaño de mi mástil.
Me comencé a emocionar tanto que le daba verga como si fuera una puta, y sus nalguitas se comenzaban a abrir también, podía ver ese dulce ano estirandose y brotandose pidiendo verga, era el paraíso, le introduzco la verga de un solo golpe y ella grita, comienza a llorar!
Luciana: papito me duele mucho, sueltame, dueleeeeee… Ayyy noooo
Mi cabeza estaba en otro mundo y más disfrutaba de sus lloridos, así que la agarré fuerte y le introducía todos mis 22cm a tope y se los sacaba todo, así durante un buen tiempo, mis bolas estaban cargadas y chocaban con sus muslos y vagina, gemia y lloraba tanto que Camila tocaba la puerta para saber cómo se encontraba su hermanita pero yo seguía follandola, le saqué sangre pero eso no me importó, ya le había roto su imen
Cambio de posición a Luciana y la pongo de misionero pero con las rodillas hacia sus hombros como hice con la Herman pero esta vez sus pies los mando detrás de su cabeza haciendo que quede totalmente abierta, y dominada por mi, sus manos tocaban su cuquita y se veía la sangre, yo sin pensarlo y sin quitarle las manos meto mi verga a tope y con fuerza, ella grita y quería safarse, sus manos me comienzan arañarme así que se las pongo detrás de la cabeza con sus talones y mis manos se sostiene sobre ella haciendo peso y fuerza en sus rodillas mientras mi verga entraba y salía toda ensangrentada mezclada con jugos vaginales, chispeando por toda la cama y su abdomen, me inclino hacia ella y la beso, no me recibe el beso así que pongo mi peso encima de ella sin dejarla de follar brutalmente y con mis manos le cojo su boca para llevarla hacia mi, con una mano le domino la boca y con la otra mano sobo su ano por debajo de nosotros.
Luciana lloraba pero se comenzó a relajar demasiado, tanto que comenzó a sentir placer y se retorcía, de un momento a otro me sorprende porque sus manos pasan detrás de mis nalgas, ella me apretaba hacia su cuerpo para hacer que yo la follara más fuerte y rápido, eso me puso a mil así que mandaba con todas mis fuerzas la verga, Luciana tuvo un gran orgasmo e hizo tanta fuerza en su vagina que me expulsó la verga con sus líquidos, yo me agaché y tragué parte de sus fluidos con sangre, volví a introducirle mi verga sin avisarle y hasta el fondo, ella chilló pero no me Importó.
Después de varios minutos Luciana ya estaba acostumbrada a mi verga y salgo de ella, abro la puerta y dejo entrar a camila, ingresa sorprendida al ver a su hermanita con la Vagina llena de sangre y vuelta nada, vuelvo donde Luciana a la cama y la follo nuevamente, meto mis brazos por atrás de ella y la cargo, Luciana estaba ida, no tenía fuerzas y medio inconsciente de la violada que le estaba dando, sus piernas las pone sobre mis hombres y la tenía cargada frente a camila, con mi altura quedábamos a la Altura de ella
Carlos: chupa mis bolas y el ano de tu hermana mientras le demuestro mi amor, así mostrarás que nos amas a los dos
Camila: esta bien, papi
Camila era muy sumisa así que accedió, yo follé a Luciana cargada y con todas mis fuerzas mientras Camila lamia mis bolas gordas y el ano de su hermanita en el aire. Estuvimos así unos 10 minutos hasta que ya sentí las ganas de eyacular, con esa misma posición acosté a Luciana sobre la cama y yo encima sin sacarle la verga, di embestidas fuertes y resonanban nuestros cuerpos al chocarse, la follé unos 5 minutos más ella solo se dejaba, estaba entrando nuevamente en sí y cuando recobró la conciencia tuvo inmediatamente su orgasmo pero esta vez yo apreté fuerte para que no me sacará la verga, de tanta friccion y apretar su vagina me hizo venir dentro de ella, le llené su cuevitade leche y quede acostado, rendido encima de Luciana, mientras camila se recuesta a nuestro lado y nos abraza.
En ese momento mi verga pierde su virilidad y poco a poco va saliendo se de la vagina de mi hijita de 4 años, me quito de encima de ella y quedo recostado a su lado, lleno de sudor, de jugos vaginales y sangre, Luciana se mueve y me da un beso.
Luciana: te amo papi, me gusto amarnos
Camila: es muy rico amarse pero duele mucho papi
Carlos: niñas el amor duele y no deben contarle a nadie esto, debemos amarnos solo nosotros…
En ese momento suena el celular y me paro con la verga medio erecta a contestar delante de ellas, era mi hermano mayor Daniel.
Carlos: hola hermano, cómo estás!?
Daniel: bien hermano, acabo de llegar a la ciudad puedes pasar por mi y fabian!?
Carlos: no recordaba que llegabas hoy, ya paso por ti y mi sobrino en un momento
Las niñas y yo nos duchamos y juramos amarnos todas las noches.
Pero la llegada de mi hermano vendría con sorpresas y mucho sexo salvaje
…
Espero les haya gustado, en la próxima les contaré lo que sucede con mi hermano
Espero Sus comentarios
Que rico y que disfrute con tu relato, no pares sigue contando 👍👍👍
Claro, ya está la continuación de la saga publicada
Mi mujer me dio dos hijos varones, cuando ella falleció hace unos años, lamente profundamente que no me hubiese dado unas niñas o al menos una. No dudo ni un instante que la hubiese violado en esos momentos posteriores a quedarme solo. Aún me queda el consuelo de esperar que alguno de mis hijos me dé una nieta.
Sigue con la historia, me encanta.