Celia le enseña a su hija 3
Celia quiere aún más de su pequeña hija .
A partir de ese momento dejé que mí hija anduviera desnuda por la casa, ella lo naturalizo enseguida. Le encantaba no solo por la libertad de ello sino porque siempre que pasaba por mí lado o el de mí padre la acariciabamos, le dábamos besitos sino en la boca en los pezonitos que comenzaba a tenerlos empitonados todo el día.
Las tardes era lo que más le gustaba claramente, y no faltábamos a la cita en el sillón ninguno de los tres. La besábamos por todos lados, mí padre y yo le chupabamos su rajita ambos arrodillados mientras ella abría sus piernas mostrándose sin pudor. Comenzamos haciéndole algún que otro dedo, siempre de a poquito, la alababamos cuando se tragaba uno completo. Había aprendido rápido también todo lo que nos gustaba, se tragaba la leche de mí padre sin hacer ninguna mueca, y me hacía acabar metiendome su lengüita bien dentro de mí raja.
Me encantaba ponerla boca abajo entre las piernas de mí padre y las mías, le acariciabamos la espalda y los cachetes de culito, hasta que finalmente pude chuparle bien su agujerito, le metía la lengua y la nena lo disfrutaba.
Después de bañarla mí padre estaba saliendo de su habitación y la tomo de la mano y nos fuimos los tres a su habitación.
Un día, tu mami durmió por primera vez en esta cama con tu abuelito.
La nena se acercó y paso las manos con reverencia por los pies de la cama. Mí padre se acostó y le hizo señas a mí hija para que se acercara.
Quiero que te arrodilles sobre la cara del abuelito que hoy quiero tomar tu juguito así.
Siguio sus instrucciones y sosteniéndose del cabecero de la cama se arrodilló y puso su vulva sobre los labios de mí padre. Sus enormes brazos subieron por sus piernitas y abriendo sus manotas sobre sus nalgas comenzó a chuparla, le abrió las mejillas en una clara invitación, y como su no hubiera captado la indirecta me hizo una seña mientras seguía chupando. Abrió sus nalguitas dejándose vía libre para que pueda chuparle el agujero del culito. La nena estaba en la gloria, gemía, jadeaba y no dejaba de moverse hasta que finalmente llegó al orgasmo poniendo sus manitas en la cabeza de mí padre y la mía. Aproveche que se relajó y le metí el dedo índice hasta el nudillo, ni siquiera se inmutó, siguió moviéndose mientras acababa y me sentí tan encantada que le metí dos dedos, alucinada al ver cómo su orgasmo se alargaba.
Cuando bajo finalmente de su nube de sensaciones, yo estaba a cuatro patas con la verga de mí padre dándome por el culo.
Vení, Tami. Chupale la concha de mamá mientras el abuelito se la mete por el culo.
Obediente se acercó y comenzó a chupármela, mí padre se reacomodo para que la nena esté acostada boca arriba y me dio para darle chupadas de concha mientras ella hacía lo mismo conmigo, pero como era mucho más chica, dejé que me la chupase porque me tenía que ecorvar demasiado. Llegué al orgasmo llenando la boca de mí hija con mis flujos que se trago sin ningún problema.
Nos quedamos dormidos en la cama, yo abrazada a la nena y mí padre detrás mío, con su pija dentro de mí culo como era la costumbre.
Me desperté y no podía creer lo que veía, mí padre acostado boca arriba totalmente desnudo y mí hija dándome la espalda, mostrando su culito juvenil. Baje despacito de la cama y me fui por el pote de vaselina.
Necesitaba ver cómo mí padre la enculaba, primero eso y después podría ponerle una colita de conejo para verla andar por casa como la zorrita que era, mis flujos goteban al pensar en mí hija con su dildo anal.
Comencé a besarle el cuello mientras le acariciaba el culito y su vaginita, esparci la humedad mientras ella despertaba y respondía a mis besos metiendome su lengüita en mí boca. Estuvimos un rato tocándonos hasta que comencé a meter mí mano en el pote de vaselina y mientras le hacía una chupada de vulva le dilataba el anito. Cuando entraron cuatro dedos sin problema la lleve a la verga de papi. Comenzamos a chupársela por tandas, ambas con el culo al aire, mí nenita tenía ambas manos sosteniendo el garrote de mí padre mientras lo chupaba y me lo acercaba como si me convidara de su paleta. Cuando mí padre despertó nos acariciaba el culo a ambas, cuando noto que el agujerito de la nena ya estaba dilatado me miró.
Te lo prepare para que le llenes de leche el culito a la putita de la casa ¿Verdad Tamy que querés probar?
Si, abuelito. — dijo la nena dándose la vuelta y entregándole el culito al aire. — Veo como a mami le gusta mucho y yo quiero también.
Mí padre estaba en la gloria seguro, porque se levantó despacio y me dio tremendo beso, acomodo a la.nena como me acomodo a mí la primera vez y comenzó a besarle el culo, su culito estaba lleno de nuestras babas y de la vaselina, le embadurne la pija y le enfile hacía el agujero dilatado.
Hipnotizada vi como mi padre metía sus dedos y después comenzó a metérselo. El glande fue entrenado despacito, miramos a la nena y ni se inmuta, siguió entrando despacio, sin prisas y sin hacer esfuerzo, cuando se trababa simplemente la sacaba, yo se la chupaba y se la embadurnaba más de vaselina y volvía a metérsela. Hasta que finalmente sus huevos chocaron su su rajita mojada. Mí hija había sido enculada por primera vez y había sido perfecto. La sentimos gemir y ambos sonreímos encantados. Mí padre la tomo de las caderas mientras entraba y salía despacito, llenándola de halagos y mimos. Recuerdo cuánto me encantaba escucharlo tan orgulloso de mí por haberme tragado su pija y que mí nena sienta el mismo amor me encantaba. Sus enormes manos contrataban contra su caderas juveniles, pase las manos por debajo y le acaricié los pezones, me acomode enfrente de ella mientras mí padre la enculaba y abrí mis piernas, sabiendo lo que tenía que hacer la nena se acomodo, me abrió los labios vaginales y comenzó a chupármela como profesional mientras mí padre la penetraba una t otra vez.
Mí nena se quedó boca abajo con su anito abierto y lleno de leche, incluso después de tremendo orgasmo verla así me hacía mojar aún más. Mí padre me abrió de piernas y tomándome bruscamente comenzó a chupármela, la nena se irgio sobre sus codos y se arrastró cerca para ver cómo su abuelo me comía la vulva. Mí padre me dedeo la vagina y el culo también, luego se levantó y busco en su cajón un dildo anal, me lo metió sin miramientos y lo dejo ahí y después enfilo su verga dentro de mí vagina. Estaba llena por ambos lados, como sabía que me encantaba, comenzó a penetrarme despacito, sin prisa hasta que se alejó un poco y beso a Tami que nos miraba atentamente, después de un buen morreo levanto un pecho mío y se lo ofreció.
Chupale las tetas a mami como le gustan.
La nena no perdió tiempo, comenzó a chupármelas y mí padre la puso de rodillas con el culito al aire como le gustaba, mientras la dedeaba me la metía hasta el fondo a mí.
¿Donde queres le leche? — Me pregunto mí padre.
En mí concha para que la putita la tomé de ahí.
La corrida de mí padre fue brutal, me la saco después media morcillona y se la ofreció a la nena para que se la limpie, cuando la nena acabo la pija de mí padre estaba media empinada de nuevo. Acomodo a mí hija entre mis piernas abiertas mientras ella me la chupaba, mí padre se embadurno de nuevo la pija media parada y se la metió en el culo. Éramos en tren de placer, mí padre la enculaba mientras ella me hacía un cunilingus, los deditos de mí nena se metían en mí vagina extrayendo la leche de su abuelo que se tomaba sin desperdiciar una sola gota.
Cuando acabamos nuevamente, nos quedamos recostados uno al lado del otro. Cómo era de madrugada, volvimos a dormir.
Me desperté cuando sentí cosquilleos en mí raja, ver la cabecita de mí nena sobre mis piernas semiabiertas hizo que mis pezones se endurecieran enseguida , y ver el culito de mí nena húmedo por la leche de mí padre me volvió a calentar, vivía en un estado de excitación mantenida que no podía aplacar hasta que tomaba a mí hija de alguna forma.
Estaba convencida de que por eso mí padre me había enculado tanto, no solo porque me gustaba, sino porque yo me ofrecía. La nena estaba dándome placer mientras acercaba su culito para que yo lo tocase, la hice hacer un 69, pero no podía besarla porque ella era más baja que yo, asique simplemente comencé a dedearla esparciendo la leche que aún manaba de su culito medio abierto.
Mí padre despertó no se cuándo, lo único que vi es que se pajeaba mientras nos miraba darnos placer, la nena fue la primera en acabar, quede hipnotizada al ver cómo su culo pequeño también se abría y cerraba con su orgasmo, luego acabe yo mientras ella se tragaba todo mis jugos.
Mí padre se puso boca arriba y yo me acerque para metermela, pero ambos miramos sorprendidos como mí nena se sentaba sobre la verga parada, los labios de la rajita de mí nena estaban abiertos sobre la enorme verga y comenzó a frotarse como tantas veces yo lo hice.
Me pare atrás suyo y le acariciaba el pechito plano, apretando sus pezones mientras cabalgaba la pija por primera vez. Sus manitas morenas contrataban contra el pecho blanco de mí padre, sus manos parecían más chicas.
Acabo escandalosamente gimiendo “abuelo, abuelo” le dejo la verga llena de jugos que yo chupe cuando la corrimos, la nena había quedado extasiada tirada sobre el pecho de mí padre, la corrí un poco hacía adelante, se la chupe levantando sus juguitos y después me la metí mientras acariciaba la espalda de mí hija que estaba abrazada a su abuelito.
Mí padre me dejó hacer mientras jugaba despacito con el agujerito de la nena, le daba a chupar sus dedos y después volvía a pasárselos, la nena abría los labios para recibir los dedos de mí padre una y otra vez, como si este no le estuviera abriendo el culo, me ponía a cien como la nena se dejaba hacer. Cuando mí padre metió los cuatro dedos en su culo yo tuve finalmente mí orgasmo.
Me la saqué y la enfile al culo de la nena, quien se lo trago entero debido a su propia saliva y mí jugos. Me quedé observando como mí padre entraba y salía del culo de mí hija mientras ella seguía abrazada a su pecho, me acerque sin poder evitarlo y pase mí lengua por su pija y su agujerito mientras la enculaba, le chupe los testículos y volví a venirme mientras mí padre acababa llenándola de leche el culo, quedamos exahustos, yo tirada entre las piernas de mí padre, con mí cabeza apoyada en su muslo interno mirando como se le ponía morcillona dentro del culo abierto de mí hijita.
No podía parar, estaba enloquecida de sensaciones, después de un rato la pija de mí padre seguía dentro de su culito, mientras la verga de mí padre se desinflaba el culo de mí hija se cerraba y por eso mí padre seguía con la verga adentro del culo, se la quite y le di unos buenos lametones para limpiarla, después comencé a chuparle el culo a mí hija, tomando cada gota de leche que salía, pase mí lengua por su vulva y acabo nuevamente entre jadeos encima de su abuelito que tenía las manos abriéndome el culo, facilitándome la tarea.
Brutal,la excitacion que me ha producido leerte.
Que suerte la del viejo disfrutar de tan deliciosa hembrita
La continuación por favor 🙏🙏🙏🤤