CHANTAJE VII (ALGO EXTRAÑO)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por XCITANTDLC.
Ese día solo pensaba en lo que había hecho tenia algunos remordimientos, mas sin embargo la casa de mi tío era un total silencio, no sé qué hora era lo cierto es que llegaron de un momento todos; me sorprendía porque los esperaba con bolsas llenas de comida para la cena pero no, era más bien unos ganchos y unas fundas mi tío al verme efusivamente me abrazo y con ello me entrego una de esas bolsas grandes, Dulce que bueno que decidiste venir te a seguro que no te arrepentirás, la pregunta era para que quería yo una bolsa así, sin más todos nos fuimos a nuestras habitaciones para cambiarnos ahí me di cuenta de que se trataba de un vestido de noche, pero seguía sin entender. Serian alrededor de las 6 pm cuando todos nos reunimos en la sala y en seguida mi tío nos comentó que era la fiesta anual de navidad en la compañía sería un éxito como siempre. Y es que, al parecer, todos los trabajadores trabajaban como negros durante todo el año con la intención de llegar a tener como recompensa aquella única noche en la que el jefe pagaba todo.
Mi tío, el dueño de la compañía, nunca antes les había fallado a sus trabajadores. Solía hacer las mejores fiestas navideñas que cualquier trabajador podía desear, les daba vacaciones durante el lapso que mediaba de navidad a año nuevo y siempre trataba de tratarlos bien durante todo el año. En cambio, sus trabajadores eran leales con él y trabajaban muy duro durante todo el año. En la fiesta navideña, mi tío siempre les proveía de las mejores comidas y más finos vinos. Lo mejor de todo era que la fiesta no les costaba ni un solo centavo a los trabajadores.- Este año, mi tío había decidido hacer la fiesta en un hotel para asegurarse de que todos pudieran disfrutar de la fiesta sin preocuparse de tener que manejar después a casa.
Inició la fiesta ante un enorme aplauso de los presentes; y más aplaudieron cuando anunció que las habitaciones del hotel estaban disponibles para todos sin ningún costo. Las cosas pronto se pusieron alegres en la fiesta. Cuando mi padre, suspiró profundamente mientras veía como la hora de cumplir la promesa, que le había hecho horas antes a su cuñado, se acercaba. Hasta ese entonces, había estado disfrutando de la fiesta pero ahora estaba a punto de tener que ir al camerino improvisado para ponerse el viejo traje de Santa Claus que su cuñado tanto amaba ver en la fiesta de cada año. Y así lo hizo cuando llegó la hora.
Papa y mi tío platicaban. No cuñado, que van a decir mis amigos si se enteran de que me disfracé de Santa, seré el hazme reír durante todo el año vamos a hacer un trato: prometo no decirle a nadie que tú eres Santa Claus, la actitud de papa cambió inmediatamente. Pero prometes no decirle a nadie. Lo prometo cuñado tienes mi palabra y tu más que nadie sabe cuánto vale. Ni mi hermana ni tus hijos, porque si ellas se enteran seguro le cuentan a sus amigos, si cuñado, a nadie con un estrechón de manos cerraron el pacto. Horas más tarde, papa estaba en el camerino vestido de Santa esperando a que su cuñado le indicara que ya era hora de salir. Mi tío tenía el hábito de que casi al terminar la fiesta, Santa Claus repartiera regalos a cada uno de los trabajadores para que éstos se fueran más contentos aún. papa sabía que con el número de trabajadores que habían acudido a la fiesta, le tomaría mucho tiempo pero bien valía la pena hacer el esfuerzo aunque hubiese preferido mil veces más estar bebiendo vino. Cuando Santa salió a escena, todos los trabajadores lo aplaudieron. Mi tío se veía contento y emocionado por ver empezar la rutina de ese año mientras papa comenzaba a sudar debido al inmenso calor que hacía adentro de ese traje tan pesado. Escuchó como varios trabajadores le gritaban pensando que se trataba del santa anterior: Hasta más flaco te ves este año, jajajajaja, no cabe duda de que el traje de Santa te hace ver mejor.
Mi tío le había dado una enorme lista con el nombre de cada trabajador por lo que cuando el trabajador se acercaba a Santa, éste checaba en la lista su nombre y sabía que regalo le correspondía. Los regalos siempre eran dados en base al esfuerzo y esmero que cada uno de los trabajadores había puesto en sus labores durante todo el año. Gracias, le decían varios de los trabajadores imaginando que se trataba de Daniel un compañero de trabajo que siempre hacia de santa y no el cuñado del patrón y quien lo hubiera imaginado Conforme la fiesta continuaba, por alguna razón, la fiesta se estaba poniendo más intensa que en otras ocasiones.
El vino casi estaba agotado en su totalidad y eso que mi tío había llevado más que otros años. La pista de baile estaba llena de gente y nadie parecía cansarse. Papa en un descanso que tuvo notó que su hija y esposa se encontraban en la pista de baile. Ambas habían sido bendecidas con su belleza y vaya que robaban miradas con aquella forma de bailar tan sexi, bueno de Dulce no era novedad. En eso estaba papa cuando sus deberes de Santa le recordaron que debía seguir dando regalos y se perdió de la fiesta por unos minutos más. Cuando llegó su siguiente descanso se percató de que la pista de baile ya no lucía tan llena como antes; al parecer los invitados comenzaban a irse poco a poco.
Inmediatamente buscó con la mirada a su familia y al primero que encontró fue a sus hijos platicando con un grupo de gente en una esquina del salón. Luego siguió escaneando con su mirada y se sorprendió al ver que su esposa y su concuña ya se habían unido al escandaloso y salvaje grupo de bellas jóvenes bailando donde antes había localizado a su hija y esposa. Tras estar viendo bailar a aquel grupo de lindas chicas, papa sintió como su pene se excitaba al ver que dos de ellas se acercaban hacia él.
Una de ellas era, una morena de piernas preciosas a la que todos en la compañía le traían ganas. Papa se sorprendió gratamente al sentir como Victoria se le subía sobre sus rodillas y, abrazándolo del cuello, le decía: No hay ningún regalo para mí querido santa. Aquello pareció causarles diversión a las demás chicas del grupo por lo que hicieron lo mismo y, mientras hacían fila para sentarse sobre las rodillas de Santa Claus, mi padre no paraba de sudar frío y excitarse a mil, disfrutaba de la bella compañía pero luego se sintió un poco raro al ver que le tocaba el turno de sentarse sobre sus rodillas a su concuña. No dijo nada por temor a ser descubierto pues al parecer ninguna de las del grupo lo había reconocido y menos en el estado que estaban la mayoría de ellas quienes ya habían bebido bastantes copas. Su hija al sentarse no actuó tan coquetamente como las demás y papa se sintió con suerte por ello pues no hubiera querido excitarse con su hija, lo mismo pasó con su esposa quien tan solo se limitó a preguntarle: He sido buena este año Santa Y él respondió afirmativamente con la cabeza. Papa suspiró intentando mantener el control de su verga que estaba tiesa de sentir a las demás jóvenes previamente sentadas encima de él pues más de alguna se había atrevido a poner el culo encima de su reata causándole una enorme excitación. Ahora tocaba el turno de su madre y por supuesto que él no quería que ella sintiera su erección. Hola Santa…Dulce, su hija, le dijo al sentarse sobre sus rodillas. Hola… contestó tratando de fingir la voz. Era obvio que su hija había estado bebiendo copas de más y por lo visto no parecía reconocerle debajo del atuendo aun cuando la tenía tan cerca de él. Dime Santa me he portado bien este año, había algo en la voz de su hija que le indicaba un claro coqueteo pero lo peor fue cuando sintió como Dulce se acomodaba justo sobre su verga y comenzaba un pequeño movimiento de culo que le hizo erguirse inmediatamente a su verga.
Hmmmmmmmmmmmmm Santa al parecer eres un chico muy travieso, le dijo prácticamente en el oído. Ven más noche y verás lo que tengo yo para darte era el tono más sensual que su padre había oído en toda su vida. No me dejes esperando santa. Papa estaba completamente sorprendido con lo último que su hija le había dicho antes de bajarse de sus rodillas. Finalmente su cuñado hizo el anuncio de que al fin Santa había terminado de repartir los regalos. Papa fue rápidamente a cambiarse al camerino y una vez ahí del bolsillo izquierdo del traje de Santa sacó una tarjeta magnética que fungía como llave en el hotel, 515 decía la tarjeta. Eso era lo que su hija seguramente le había puesto en el bolsillo cuando estaba sentada sobre él.
Roberto observo lo que mamá y a su hermana hicieron, se preguntaba sin saber si su padre se había percatado de la manera coqueta en que se habían acercado a Santa su hermana y su madre. Al parecer estuvo muy ocupado que ni siquiera lo había visto en el salón. Maldición… pensó papa al saber que no era lo suficiente malo el haberse excitado un poco al tener sobre sus rodillas tanto a su esposa e hija borrachas, añadiéndole a su concuña que no estaba nada pero nada mal. El encuentro con su hija le había dejado ver un lado de ella que él nunca antes había imaginado. Una vez cambiado de ropa regresó a la fiesta y se percató de que el salón estaba casi vacío. Su cuñado aún continuaba sumamente ocupado con el mismo grupo de hombres y su hijo Roberto y Andrés no dejaban de preguntarle en donde se había metido toda la noche. Estuve conociendo el hotel donde está su hermana preguntó cambiando rápidamente de tema. Dijo que estaba cansada y que se iba a dormir no quiso esperarte porque ya sabes lo mucho que te tardas cuando estás hablando de negocios, pero si supiera mama que ni siquiera estabas en la fiesta sino conociendo el hotelito y su madre a donde está, papa está en la pista bailando con la tía y unas amistades.
Lo que le dijo su hijo le provocó un enorme nudo en el estómago pues sabía que Dulce se había ido con la intención de coger con santa y no de dormir. Papa metió su mano en el bolsillo y sintió la llave. Luego salió del salón rumbo a la alberca del hotel para buscar un poco de soledad y aclarar sus pensamientos. Cuando menos lo pensó se encontró a sí mismo parada enfrente de los elevadores. No había presionado el botón para subir pero cuando la puerta se abrió debido a que una pareja lo había presionado él ingresó al mismo. Ni siquiera tenía que volver a mirar la tarjeta para saber cuál era el cuarto. La pareja que le acompañaba salió en el segundo piso y papa en silencio dirigió el elevador al quinto. Al salir del elevador quiso regresar por donde había ido pero la puerta de éste ya había cerrado.
Caminó por el pasillo rumbo al 515 tratando de pensar que hacer cuando llegara ahí. Lógicamente no podía entrar a la habitación pues su hija seguramente estaría esperando a santa. Toda su vida sus amigos le habían dicho lo buena que estaba su hija para su edad pero él nunca había pensado en ella sexualmente hablando. Pero esa noche, la idea de ver a su nena convertida en una gata en celo lo excitaba como nada antes lo había hecho.
Sabía perfectamente que su hija no le había hecho la invitación a él sino a santa un rotundo desconocido pero al parecer era cierto lo que los psicólogos suelen decir acerca de que todo padre lleva dentro un deseo secreto de cogerse a su hija pues pronto papa estuvo frente a la puerta marcada con el número 515.
Sacó la tarjeta de su bolsillo y se imaginó por un momento lo que sería si entraba, que le diría a su hija. Hola hija, quiero confesarte que era yo quien estaba disfrazado de Santa y no un trabajador. Y que me contestaría mi hija. Ohhhhhhhhh no te preocupes papa, de todos modos necesito que me coja alguien. Ven y cógeme quítame esta calentura. IMPOSIBLE. Pensó y luego se imaginó lo que su hija estaría haciendo al otro lado de la puerta. Con ello de inmediato la verga se le puso más dura aún. En eso estaba cuando de pronto, un grupo de jóvenes salieron del elevador y su padre rápidamente huyó a toda prisa. Terminó por regresar al cuarto piso donde estaba su habitación. Inmediatamente se quitó los pantalones y comenzó a masturbarse lentamente pensando en su hija. Cuando estuvo a punto de verter toda su leche en la alfombra en sus fantasías se imaginó entrando a la habitación de su hija y sin decirle nada cogerla salvajemente. Esto fue demasiado para él y pronto se vino. HMMMMMMMMMM… AAHHHH.
Al día siguiente regresó a casa pero la vida no volvió a ser la misma. Era imposible no recordar lo excitante que había sido tener a su esposa y concuña sentadas sobre sus rodillas y más aún lo de su hija. Anteriormente había tenido alguna fantasía con esas tres mujeres e incluso se había masturbado pensando en ellas pero lo que sentía ahora era un deseo irresistible por probar aquellos manjares prohibidos. El día de navidad se dedicó, aparte de disfrutar cada momento en familia, a desnudar con la mirada a su hija y concuña quienes se habían vestido deliciosamente para la ocasión. Cuando terminaron de cenar, ellas se dedicaron a ver películas navideñas en la televisión mientras su padre, su tío y hermanos seguían en su plática e ingiriendo bebidas alcohólicas, minutos más tarde dulce se fue a la cocina y su padre la siguió, me alegra que tengamos tiempo para platicar hija, de que papa, Preguntó Dulce sintiendo un nudo en el estómago como si supiera lo que estaba por decir su hija. Por lo visto disfrutaste mucho el rol de Santa no es así. Si, de ello pude percatarme cuando me senté encima de ti, le dijo su hija ya en un tono más coqueto para que su papa entendiera a lo que se refería. Lo siento mucho hija, en verdad no quería que su padre intentó explicarle pero ella lo interrumpió. No tienes que decir nada papa. Ya somos adultos todos en eso su hija caminó hacia él y estando parada enfrente, a escasos centímetros de papa, le dijo y dime, no pensaste en usar la llave que te puse en el bolsillo su padre la miró temeroso de que se le fuera a escapar la verdad pero sus ojos ya habían hablado por sí solos.
Están bien, preguntó su concuña quien en ese momento entraba a la cocina. Si ahorita vamos con ustedes. Ella salió sin imaginar lo que hablaban y volvió a la sala con su cuñada. Dulce miró con la misma mirada sexy de la noche de la fiesta a su padre y le dijo: Aún no le he dado lo que tengo a Santa él puede pasar cuando quiera por su regalito luego se inclinó un poco y besó a su padre en los labios ligeramente antes de volver a la sala con su madre y tía. Su padre l permaneció de pie por otro rato en la cocina. Su mente le decía a gritos que su hija acababa de proponerle sexo, pero él se negaba a creerlo. Al poco tiempo su esposa asomó la cabeza a la cocina y le preguntó: Estas bien querido claramente estaba disfrutando del estado en que había puesto su hija. El resto de la noche su padre y Dulce intercambiaban miradas secretas mientras la mente de el daba vueltas y vueltas. Estaba tan confundido y excitado que terminó masturbándose en el baño más tarde.
Luego papa se fue a dormir con su mente vuelta un mundo de ideas. Horas después sintió que estaba teniendo un sueño húmedo y abrió sus ojos para no ver nada más que la oscuridad de la habitación. Volvió a dormir y lo que sucedió después fue que estuvo sumergido en el más fabuloso, excitante y realista sueño de su vida. En su mente su hija se encontraba sentada a un lado suyo masajeándole la verga mientras él yacía de espaldas sobre su cama. El sueño era más intenso y vívido conforme iba sucediendo. A través de su sueño, su mente parecía registrar ciertos movimientos pero no los suficientes para despertarlo. Además de que él no quería hacerlo pues era un sueño maravilloso. Su padre no estaba seguro de si era real o parte de su sueño pero la visión de su hija despojándolo lentamente de su piyama, dejando su verga de pie y al aire libre, le hacía perder la consciencia. Ni si quiera estaba seguro aún si era realidad o un sueño cuando ella lentamente abrió su boca para mamarle la verga pero la sensación fue tan intensa que de inmediato salió de la duda.
Dulce miró a su padre mientras mamaba todo el tronco de su verga delicadamente. Antes de que el pudiera estar plenamente despierto, su hija ya se encontraba dándole una mamada llena de lujuria y placer increíble. Primero de manera lenta y luego rápida, Dulce mamaba la verga de su padre como una profesional. Hmmmmm gimió su padre y luego sintió como Dulce le lamía los huevos para después volver a mamarle la verga con mucha maestría. Pronto su padre soltó toda su leche y ella la tragó con gusto. Dulce miraba a su padre con la mirada más sensual que hubiera podido imaginar papa quien nunca antes había visto ni mucho menos sentido algo tan excitante como aquello. Su hija terminó de limpiarle la verga con la boca y luego, tras darle un enorme beso en la punta del pito, le dijo: Feliz navidad papi y se retiró entre las sombras de la noche…
A la siguiente mañana su esposa lo despertó diciéndole que el desayuno estaba listo. Mientras él se levantaba de la cama, entre sueños recordaba lo ocurrido durante la madrugada; acaso su hija si le había mamado la verga o solo había sido un sueño, realidad o no el asunto no pasaba para nada desapercibido y se preguntaba cómo reaccionaría al ver a su hija. En la familia de su esposa, en la mañana del 25, era tradición que todos permanecieran en pijama para desayunar en familia y posteriormente proceder a un intercambio de regalos. Dulce aquella mañana parecía estar de muy buen ánimo y había preparado un riquísimo desayuno.
Buenos días papito, como dormiste, estaba paralizado pues no sabía en qué sentido iban las palabras de su hija. Muy bien hija contestó con una leve sonrisa la cual fue correspondida por una picara mirada de su hija que le confirmaba que todo lo ocurrido no había sido ningún sueño. Después del desayuno, los regalos fueron intercambiados en familia y su madre propuso ir de día de campo.
Generalmente Dulce amaba esos días en familia debido a que su padre se olvidaba por una vez en el año de sus negocios completamente y se dedicaba a ellos pero ese día era distinto, no tenía ganas de salir y pensaba que lo mejor sería pasar un tiempo a solas en casa para ordenar sus ideas. Cuando le hizo saber a su madre que no quería ir con ellos, éste reacciono de mala manera y comenzaron una pequeña discusión que terminó cuando su padre intervino para decir: Vamos amor, Dulce ya no es una niña. Si no quiere acompañarnos no tiene nada de malo. Su madre no parecía feliz con la decisión de su padre pero finalmente se dio por rendido y la dejo quedarse en casa. Dulce permaneció en pijama mientras los otros se cambiaban de ropa para salir. Finalmente cuando todos estuvieron listos, comenzaron a abandonar la casa para abordar la camioneta que ya los esperaba afuera. La casa estaba en completo silencio cuando se fueron todos. Dulce se sentó en el sofá de la sala planeando estar todo el día viendo televisión pero de pronto escuchó como la puerta se abría y su padre entraba a la casa cerrando la puerta tras de sí. Has olvidado algo papa, dijo Dulce. No decidí a último minuto no ir; Dulce miró por la ventana para asegurarse de que la camioneta partiera y luego dijo, tengo cosas más importantes que hacer en casa, luego comenzó a quitarse el abrigo, los guantes, creo que debemos hablar hija.
Dulce no dijo nada, tan solo vio como su padre iba y se sentaba frente a ella. Creo que hay algo que debo decirte de la relación entre tu madre y yo, hizo una pausa y luego dijo, en verdad no sé cómo decírtelo hija, planee toda la mañana como decírtelo pero la verdad creo que lo mejor es que sea directo, hizo otra pausa pero no lo suficientemente larga como para dejar hablar a su hija. Verás, por años tu mamá y yo hemos tenido una relación bastante abierta, bastante liberal podría decirse, pero con todo ello nuestro matrimonio es sólido y por lo mismo no quiero que piensas que soy un hombre infiel y que he estado engañando a tu madre pues la realidad es que tu mama y yo nos amamos mucho y creo que es por ello que nos toleramos bastantes cosas. Hemos hecho cosas que tal vez te parezcan inadecuadas en una relación marital, cosas que por supuesto con el tiempo te he de contar, pero aun así somos felices y eso es lo que importa. Luego, mirándole fijamente a los ojos, le dijo a su hija:
Ahora, respecto al regalo que me hiciste en la madrugada pues… desde que tú te diste cuenta que yo había sido santa este año en la fiesta no supe que pensar. Creo que al inicio me sentí muy avergonzado por la manera en cómo actué pero luego me acordé de cómo reaccionaste al tenerte en mis piernas y fue así como comencé a pensar en ti de una manera distinta Dulce. Después de una larga pausa en que ambos se miraban fijamente a los ojos, su hija terminó diciendo, solo quiero que sepas que definitivamente deseaba darte ese regalito más que nada en este mundo. Lentamente se puso de pie y caminó hasta detenerse frente a su padre. Lo tiro al sofá y justo como lo había hecho días antes, volvió a sentarse sobre sus rodillas lo único que quiero saber es si en verdad tú también sientes lo mismo que yo, si en verdad me deseas.
La primera parte del cuerpo de papa en responder fue su verga, miraba a su hija fijamente sin saber que decir o que hacer. Finalmente se decidió por besar los labios de ella. El beso fue suave en un inicio pero conforme pasaban los segundos comenzó a alimentarse de pasión y lujuria. La lengua de su padre se introdujo en la boca de Dulce y ésta le correspondió haciendo lo mismo en la suya, gemía suavemente al sentir como su padre llevaba una de sus manos hasta sus senos para acariciárselos. En realidad está sucediendo esto, se preguntaba su padre mientras a besos y caricias dirigía a su hija hasta la habitación de ésta, ambos se cayeron encima de la cama sin parar de besarse y acariciarse. Conforme podían cada vez se iban quitando la ropa hasta quedar completamente desnudos. La verga estaba erguida en todo su esplendor; su prepucio y tallo estaban llenos de líquido pre seminal y su hija no paraba de notarlo sintiendo como el corazón se le aceleraba de la excitación. Su padre nunca antes había estado con una mujer; mucho más chica que su esposa. No paraba de acariciar y mamar las tetas de su hija conforme los gemidos de ésta iban en continuo aumento. Cógeme papi, hazme tuya hmm Dulce estaba excitada como nunca y no paraba decir casi en susurros, papi eres todo un hombre! Como pudo se colocó encima de su padre y, llevando con su mano la verga de éste hasta la entrada de su vagina, le dijo: Ahora papi, métemela toda, Métesela a mamacita. El darse cuenta de lo incorrecto que era lo que estaban a punto de hacer parecía solo incrementar el placer de ambos. La penetró lentamente y gemía escandalosamente mientras iba hundiendo todo su mástil en la vagina de su hija. AAAHHHH MAMÁAAA… HMMM, Aaahhhh siiii papi siiii Hmmm
El llevó sus manos hasta las nalgas de su hija, agarrándolas fuertemente, comenzó a hacerlas subir y bajas sobre su duro pene como si quisiera comprobar el peso de cada una de las nalgas de su hija mientras la empalaba. Dulce mientras tanto, movía las caderas frenéticamente, lo besaba en los labios y llevando una mano hacia atrás, acariciaba los huevos de su nuevo hombre. Cambiaron de posición al menos 4 veces y siempre cogieron con tal intensidad que una pata de la cama se rompió y estuvieron casi a punto de caer al suelo. Poco les importó. De haberlo hecho, con lo excitados que estaban seguramente ni así hubieran dejado de coger. Su hija amaba la intensidad con que su padre la cogía. En nada se comparaba con su hermano, quien aunque era un buen amante, tenía los pezones rojos de tanto que su padre los había chupado pero poco le importaba pues sabía que desde ese día su padre volvería a mamar teta todos los días. AAAHHH papi estoy a punto. Al oírle decir esto a su hija, cerró los ojos y dejo que el placer y el deseo lo consumieran. No sabía cuanto tiempo llevaban ya cogiendo pero lo que él más deseaba era que ese momento durara para siempre. Papi, Hmmmm, su hija comenzó a moverse frenéticamente anunciando su orgasmo. El candente meneo de las caderas de Dulce, sus gemidos fueron una provocación explosiva para su padre que, en cuestión de segundos, se sintió estallar en un orgasmo. Ohhh hija Hmmm, escucharse decir papa en ese momento de extremo placer, provocó que su padre tuviera el orgasmo de su vida. Cuando soltó toda su leche, Dulce lo abrazó y besó profundamente. Ambos permanecieron unidos estrechamente por un largo rato. Fue increíble hija fue mucho mejor de lo que había imaginado. Y aún no acaba papito lindo, le dijo Dulce antes de comenzar otra cogida igual o más larga que la anterior.
El resto de la tarde, a sabiendas que el resto de la familia regresaría hasta la noche, su hija le mamó la verga y cogieron un par de veces más. Su padre no sabía de donde sacaba fuerzas para tantas cogidas pero su hija era una increíble amante sexual y no le iba a desaprovechar. Su padre, cansado pero sumamente satisfecho, decidió asomarse por la ventana en un momento dado percatándose con ello de que ya era de noche. Que rápido se me ha ido el tiempo, me la mamás fantásticamente pensó y ya sin más remedio los 2 decidieron esperar al resto de la familia en la sala "viendo televisión". La verdad es que no hacían otra cosa más que estarse besando y manoseando, separándose de vez en cuando, cuando creían oír algún ruido que les indicara la llegada de su familia. Si tuviéramos más tiempo dejaría que me dieras por el culo le dijo su hija. Luego recordó el desastre que habían ocasionado en su habitación y decidió ir a arreglar un poco el cuarto. Sobre todo la cama la que habían roto en una de las tantas cogidas salvajes. Su familia regresó casi a las 9 de la noche. Todos venían muy felices por lo que decidieron quedarse escuchando música y jugando cartas hasta noche. Claro, ignorando lo cansados que debían estar, para ese entonces, Dulce y su padre después de haber cogido tanto. Aun así, las primeras en irse a dormir fueron sus hermanos por lo que ella se quedó con su mamá y su papá. Dulce rezaba porque su madre se fuera a dormir y lo dejara a solas con su padre ya que desde que le había dicho que dejaría que le diera por el culo le habían entrado unas enormes ganas de coger de nuevo; era como un niña con juguete multiusos y nuevo. Sintió una enorme alegría cuando lo escuchó decir: No puedo más, me voy a dormir. Los dejo para que terminen de jugar ustedes, nosotros también nos vamos estamos rendidos, órale cuñado que descansen.
Su madre abandonó la sala y rápidamente su padre fue a sentarse a un lado de su hija. Luego, en voz baja, le dijo: No creo que sea una buena idea mejor ve a dormir y mañana hablaremos. Le dio un beso en los labios y corrió para alcanzar a su esposa quien ya iba en las escaleras. Toda la noche Dulce estuvo esperanzada de que su padre le hiciera una visita sorpresa pero ésta nunca llegó. Por la mañana siguiente se puso su bata de dormir para bajar a desayunar y, durante el desayuno, su padre le hizo el anuncio a la familia de que la fiesta de año nuevo sería en su casa por lo que familiares y amigos acudirían. Todos se hicieron a la idea y rápidamente todos salieron de compras.
Dulce, al ponerse de pie de la mesa, vio como su padre, aprovechando una distracción de su madre y de sus hermanos, caminó hacia ella y susurrándole casi al oído le dijo: Tengo algo para ti, en ese momento Dulce sintió como su padre metía algo en el bolsillo derecho de la bata. Quiero que cuando lo veas lo harás siendo una persona de mente abierta. Avísame cuando lo hayas visto para poder hablar de ello. Dulce, apenas terminó de hablar su padre, se dio vuelta y fue directo a su habitación a ver la cinta que su padre le había metido en el bolsillo. No podía esperar a ver lo que el disco contenía. La metió en el dvd y lo primero que vio fue una imagen azul que duro por unos segundos hasta que finalmente la grabación dio inició. El escenario parecía ser una habitación de hotel bastante cara. Rápidamente llamó su atención una enorme cama en medio de la habitación. Escuchó unas risitas y luego un murmureo hasta una voz varonil preguntó: Estas lista En ese momento se sorprendió al ver a su padre ponerse frente a la cámara. Vestía una bata de dormir y se dedicaba a darle los últimos acomodos a la cámara de forma que enfocara perfectamente toda la enorme cama. Inmediatamente Dulce pensó que se trataría de un video casero de sus padres pero casi se le va el aliento al ver que una chica entraba en escena, también usaba una bata de dormir al igual que su padre. Una parte de Dulce sabía perfectamente lo que estaba por ver pero tenía que ver para creer y aun cuando lo vería, sería difícilmente de creer que fuese real. Por lo menos el beso tan apasionado que su padre y la chica se estaban dando en ese momento de la grabación!
La grabación continuó por varios minutos mostrando a su padre y la chica de la cual no podía ver el rostro seguían besándose hasta que ambos cayeron en la cama. Parecían bastante emocionados por el hecho de tener la cámara filmándolos la chica volteo y vaya sorpresa al ver voltear al lente de la cámara, no lo podía creer era su tía, provocando con ello que Dulce comenzara a sentir una excitación terrible al ver los preciosos ojos de su tía mirando hacia el lente. Su padre comenzó a pasar sus manos por debajo de la bata de su tía causando que ésta gimiera como una loba en celo. Hmmm papá. Pronto Dulce vio a su tía completamente desnuda y tirada boca arriba en la cama mientras su padre le comía sus preciosas tetas como un desquiciado. Eso produjo que Dulceno aguantara más y comenzará a masturbarse mientras veía la cinta. De pronto, la tía se sentaba y comenzaba a quitarle la bata a su padre exponiendo con ello su dura verga. Luego volvían a besarse pero ésta vez masturbaba a su papá con una mano mientras lo hacían. Ella comenzó a besar su hermano hacia el sur de su cuerpo pasando por su pecho, su estómago y finalmente llegando hasta su verga. Hizo una pausa y luego comenzó a besar la cabeza del pene de su hermano. Abrió la boca lo más que pudo y, mirando a la cámara, comenzó a mamarle el rabo a su hermano.
Su padre dejó escapar un enorme gemido de placer mientras su hermana se la mamaba: AAAHHHHH. le mamó la verga como si llevara años haciéndolo. Luego la tiró boca arriba y, tirándose y acomodándose entre las piernas de su hermana, comenzó a penetrarla. Ella gimió profundamente mientras su padre le mamaba los pezones. Aaahhhhi, hmmm. La cogida duró al menos 15 minutos más. El padre se mostraba conocedor del sexo y le hacía tener orgasmos a su herman al por mayor con las múltiples posiciones en las que la perforaba. Ohhh papi!! Hmm- gemía sin control y a veces sin apartar su bella mirada del lente de la cámara.
Cuando su padre no aguantó más terminó por vaciarse adentro de su hermana y luego cambiaron largos y apasionados besos. Dulce estaba más confundida que nunca. Lo único claro de la grabación era que su padre se había cogido a su tia. Después de la cogida, su padre permaneció en silencio arriba de su hermana besándola por un buen rato hasta que la pantalla volvía a ponerse en color azul terminando con ello la grabación. Dulce estaba tan excitada y confundida al mismo tiempo que no sabía si debía salir corriendo a preguntarle a su madre que demonios estaba pasando entre su papá y su hermana o regresar el video y masturbarse viendo a la putita de su tía cogiendo con su padre. Terminó haciendo lo segundo: se masturbo viendo a su tía coger con su papá. Luego salió de su habitación y al ver a su padre le dijo: Ya he visto la cinta. Vaya, lo hiciste muy rápido hija ven, tu madre acaba de marcharse y tus hermanos andan de compras, vayamos a la sala a platicar sobre ello. Supongo que tienes muchas preguntas no es así. Dulce asintió con la cabeza y acompañó a su padre a la sala. Allí le explicó que lo que había en el dvd no cambiaba para nada la relación que existía entre su madre y el.
Cuando un buen empuje a mis hombros me despertó, Roberto anunciaba la llegada a la estación de autobuses, al verlo no podía creer que solo era un sueño, pero para mí había sido tan real que por un instante sentí que todo aquello había sido tan vivido, una sonrisa de mi hermano me regreso la tranquilidad.
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