Chorreando leche en los labios rosados de Myluska 1 (Primera parte)
El remordimiento empezó actuar sobre la consciencia del padre..
Como se inicio Myluska, la niña traviesa de casa.
Al recordar aquella deliciosa y placentera noche lograba armar una carpa en sus pantalones con la tremenda erección que poseía el militar. Ya luego de dos o tres días todo volvió a a normalidad la situación entre ambos parientes… debido que Myluska buscaba a su querido padre, pero este intentaba ignorarla ya que no quería caer en el pecado carnal nuevamente con su propia hija, pero su instinto y morbosidad podía mas ya que la infante tenia la costumbre de correr por la casa solo en pequeños calzones y en ocasiones blusas de tirantes casi transparentes debido al calor que hacia por las tardes.
La madre regresó de su viaje de negocio, trayendo con ella un obsequio bajo su brazo… la niña al oír la puerta y al asomarse, corrió donde su madre para darle un abrazo.. la mujer le entregó el presente y le dio un beso en la frente. La niña se llevó la pequeña caja a su habitación mientras que ambos padres conversaban en la cocina y por momento se escuchaba pequeñas discusiones de pareja… a los minutos Myluska regresó.
Mylus: Papá..!!! mira.
La menor gritaba emocionada, los padres decidieron dejar la discusión y el papá fue a la sala en búsqueda de su hija… cuando la mirada del mayor se topó con el cuerpo semidesnudo de la infante, su miembro palpitó bajó aquel pantalón deportivo su pequeña estaba vestida con un traje de baño de dos piezas (hasta el momento la niña usaba para nadar solo short con blusa o enterizos como bañadores)
la madre le había obsequiado un traje de color verde con amarrillo en una combinación bonita, Myluska a la edad que tenia era alta, de rasgos finos y bonita, contextura delgada… la parte superior cubría sus rosados pezones y la truza cubría su intimidad y una pequeña tela que lograba perderse entre sus blancas y mofletudas nalgas.
La niña modelaba y giraba para que su padre la pudiera mirar, era algo que solían hacer cuando se iban de compras los dos… el padre con una sonrisa le daba aplausos y unos que otros silbidos, elogiando los hermosa que se veía, la madre se unió también… Myluska le dio las gracias a su madre y corrió abrazar a su padre que estaba de cuclillas, colgándose de su cuello e inmediatamente el militar la cargó en sus brazos… palpando con sus manos sus glúteos de casualidad, la niña siempre cariñosa y muy afectiva le daba varios besos en su mejilla, le gustaba mucho como se sentía el vello facial que poseía su progenitor.
La madre sin decir nada, agarró su maleta y se dirigió a su habitaciones, la niña le pidió a su padre que la llevara pronto a la piscina o playa.. lo cual aceptó el mayor, que iba a ver al respecto a su trabajo pero que se iba a dar un tiempo para llevarla.
La menor al oír la positiva respuesta, besó los labios de su padre y lo abrazó fuerte… susurrándole.
Mylus: Prometo ser muy obediente siempre con papi.
Padre: Espero que así sea mi hermosa princesa.
Mylus: Papi ¿me darás hoy de su rica crema? hace días que no me invita ni un poquito y quiero.
Padre: Pero mamá está en casa bebé.
El padre ponía cualquiera excusa, pero las ansias de que su hija le volviera a comer la verga se apoderaba de su ser.
Mylus: Pero mami debe estar durmiendo como siempre, solo un poquito.
La menor realizaba un ligero puchero, el padre ya había tomado asiento y tenia a la menor en su regazo… la menor se bajó y no dudó en palpar y sobar de la erección que se fue formando en el buzo debido a la situación, Myluska jaló del elástico del pantalón y pudiendo ver una marcada y notorio bulto en aquel bóxer… la menor acercó sus labios para besar y morder, humedeciendo la tela y pudiendo percibir como el precum traspasaba la tela de la ropa interior… cuando pretendía deslizar el slip escucharon a los lejos la voz de la madre, llamando al militar, preguntando por las toallas.
El padre se le aceleró el pulso y en su nerviosismo tumbó a la menor cayendo de pompas al momento de subirse el buzo y al pararse. La mujer vio a su hija en el suelo preguntando que le había pasado, el padre solo dijo que se había resbala y cayó, la niña riendo se paró y se fue a su habitación.
Fue así que transcurrió el día, el padre se fue hacer su guardia de madrugada… al día siguiente la madre como de costumbre salia a trabajar temprano, dejaba a su hija desayunada con la justa y salia corriendo al trabajo… ya que sabia que pronto regresaría el padre para hacerse cargo de ella.
Myluska al estar sola y con algo de sueño aun, decidió ir a la habitación de sus padres ya que poseían una cama King en donde ella podia estirarse todo lo que quisiera.
Siempre tenia la costumbre de usar las cosas de su madre, por ejemplo los tacones, labiales y entre otras cosas… (la madre era algo desordenada, buscando unas medias de mallas en el tacho de ropa sucia echo toda la ropa interior usada de los padre sobre la cama, dejándolo así tal cual)
Myluska fue echando las prendas al canasto, viendo unos slip de su padre de color negro, de la nada la niña acercó su nariz por la parte donde sostenía el miembro y pudo oler ese rastro de orina y sudor, con una mancha blanca… era la misma prenda que había usado la noche anterior cuando la menor empezó a tocarlo y dejó la prenda manchada.
Lo empezó a lamer con total placer entre su inocencia aun, sin darse cuenta que su padre ya había regresado de trabajar… el adulto la estuvo observando por varios minutos tras la puerta semiabierta,
la situación le había excitado… porque al ingresar tenia la verga marcada en su camuflaje.
El padre se acercó y sin decir nada sigilosamente, Myluska tenia un vestido con bastante vuelo que dejaba ver sus piernas y truza, se encontraba con mitad de cuerpo en la cama y el resto colgando… oliendo así la prenda con total gusto, el progenitor le dio una ligera nalgada tras estar parado detrás de ella haciendo que saltara del susto pero al darse cuenta que era su padre sonrió y continuó.
Padre: Que pequeña tan traviesa, se nota que extrañas a papi.
Mylus: Mucho, mucho.
Padre: Pero bien sabes de donde puedes obtener mas de ello.
El militar con la verga endurecida, dejó caer su peso ligeramente sobre el cuerpo de su hija para así frotarse en sus nalgas, la niña le gustaba aquel jugueteo… tomando del pulgar ajeno e ir lamiendo, aquel accionar puso demasiado caliente al padre.
Padre: Me vuelves loco bebé.
Mylus: Papi ¿Puedo ser la putita de papi?
Aquella pregunta terminó por enloquecer al mayor, extrañandole de donde venia ese vocabulario y sin darle mucha importancia en ese momento terminó de rodilla, en un solo movimiento la giró dejándola boca arriba, le alzó el vestido, les retiró la truza y admiró aquel rosado y virginal coño… algo nunca antes visto por el militar, su pulgar delineo sus labios… lamiendo su dedo a los segundos.
Sin mas preámbulo los gruesos labios del padre fue besando su vagina, lamiendo sus rosados labios, Myluska empezaba a sentir nuevas sensaciones, sus mejillas enrojecieron un poco, la lengua adversa fue introduciéndose suavemente en su vagina saboreando del rastro de orina y ligero sudor, el roce de la barba empezaba a excitar y a gustarle demasiado a la menor.
Padre: ¿Te gusta?
Mylus: Me encanta papi, se siente rico.
Padre: Estoy para complacer a mi princesa, me tienes como un toro. Hoy jugaremos un nuevo juego mi bebé.
Entre lamidas y succiones, la niña jadeaba… la piel se le erizaba, estuvo así por varios minutos El padre se quitó el gorro, se abrió la bragueta y liberó aquella venosa verga, froto el glande por su vagina e hizo una ligera presión hasta lograr pasar la primera barrera, tenia la punta dentro.
Padre: Te meteré todo el amor que tengo mi bebé.
Sin poder contener su calentura, el mayor introdujo la mitad del miembro… la niña realizó un gesto, el padre besaba sus labios para relajarla y terminar de hundirse un poco mas, la menor se sentía algo llena… su progenitor empezó a moverse suavemente, sus besos bajaron a sus planas tetas lamiendo sus rosados pezones y succionandolos. Myluska jadeaba, pero se sentía algo extraña, puso sus manos en el pecho de su padre cuando este empezó a moverse mas rápido… se empezaba a descontrolar debido a la calidez y estrechez de aquel coño.
Mylus: Papi ya no, me siento llenita.
Padre: Tranquila, es cuestión de costumbre, acaso ¿ya no quieres a papi?
Mylus: Si, si amo a papi pero me siento extraña, me duele un poquito también.
El hombre besó sus labios para callarla, metió su lengua y aprovechó en seguir sus movimientos, sentía ese cosquilleo en su abdomen indicando que pronto se correría… el padre empezó a embestir con mas fuerza casi hundiendo toda la erección, la niña entre gemidos le decía que ya no, el padre no pararía…. su morbo lo cegaba al punto de follarla con rapidez por varios segundos, sujetó sus piernas y en tres estocadas profundas terminó descargando sus bolas dentro de ella, el militar soltó un prolongado gemido de placer… apoyó su rostro a un lado de la cabeza de la niña.
A pesar del pequeño dolor y molestia, la niña se sentía caliente por el semen recibido, le dijo a su padre que se sentía extraño pero rico. El padre se echo boca arriba sobre la cama, algo cansado y soñoliento debido a la trasnochada, se quitó los zapatos y se le vino a la mente aquel vocabulario que empleó la menor.
Padre: Bebé ¿en donde oíste aquella frase? *ser la putita de papi*
Mylus: Oh! era lo que escuchaba las veces que papi y mami estaban en su habitación, cuando mi mami gritaba y te decía «que ella era tu putita» y tu le decías que amabas llamarla así. ¿Está mal? ¿Que significa putita? ¿Yo puede serlo? ¿De grande podré ser una putita?
Padre: Tan astuta mi princesa, si que sabes como poner feliz a papi. Pero eso lo sabrás mas adelante, cuando crezcas un poco mas.
La menor hizo muchas cuestiones al padre, la cual el mayor solo rió y decidió no responderlas… le dio una caricia en los cabellos, bostezó y en contra de su voluntad se fue quedando dormido junto a su nena.
Continuara………
wow no manches buen relato y sigue contando.. 🙂 😉 🙂 😉
buen relato excelente
Q ganas de ser yo ella