clases de conducir 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pepeiyo21.
Al día siguiente a media mañana nos fuimos por los caminos los tres de nuevo para una nueva clase, mi mujer estuvo conduciendo bastante pues ya estaba muy suelta y lo hacía bastante bien, mi hija quiso ponerse también pero la guiñe un ojo y la dije que con ella iría por la tarde, así su madre tendría más tiempo de practicar y estuvo de acuerdo, terminamos la clase y nos marchamos, tomamos una cerveza por el camino y nos fuimos a comer, después me eche la siesta y a eso de las 5 me despierta mi hija y dándome un beso me dice
– Papi es la hora de mi clase
– Vale hija, espera un momento y ahora vamos
Me levante me puse el pantalón corto de deporte y le dijimos a mi mujer que nos íbamos a dar la clase, pero que iríamos a los caminos que estaban mejor que el descampado, que si se quería venir pero dijo que no, cogimos el coche y salimos camino de los caminos, al llegar pare para que se subiera encima de mí y empezara a conducir, al momento ella empezó con el sube y baja para ver bien el camino y yo con los pies a mover embrague y acelerador para subir o bajar la velocidad por lo que rápidamente se me empezó a poner dura, la cogí por la cintura con un brazo y la levante para colocarme la verga y la baje de nuevo, ella al notarla me dijo
– Ya se te está poniendo dura papi
– Si cielo, estos golpes tuyos sobre mi pene lo despiertan
– Vale, tu ponte cómodo que a mí no me importa
Dimos una primera vuelta y como ya estaba completamente empalmado pare, la levante y me saque la verga poniéndola entre sus piernas, volvimos a arrancar y a seguir conduciendo, mi verga unas veces resbalaba por entre sus piernas y otras golpeaba contra su culito o rajita, aunque yo amortiguaba todo para que fuera suave estaba a punto de reventar, ella miraba para delante como no prestando atención a nada y dejándome hacer, pare de nuevo, la abrace desde atrás rodeándola y girándola un poco y le dije
– Cielo, tenemos que dejar esto, no podemos seguir
– Porque papi
– Porque no está bien y mama se va a enterar
– Que no papi que no se enterara que yo no le diré nada
– Pero veras, es que hay cosas que se ven cielo, así como estamos empezará a salirme la leche y líquido que sale antes, y eso deja mancha en la ropa y cuando mama lo vea sabrá de que es
– ¿Eso de leche y el líquido ese que es?
– Haber como te lo explico, los hombres cuando sentimos mucho placer como ayer cuando me Sali del coche nos sale una cosa que se llama leche, con eso es con lo que nacen nos niños y eso deja una mancha en la ropa cuando se seca, y yo con todo este movimiento estoy a punto de correrme, cuando eso pase yo lo sé y me puedo quitar pero antes de eso sale un líquido que también mancha y que yo no me doy cuenta de que está saliendo si no lo veo, y contigo así no puedo verlo, si te cae algo en las braguitas tu madre lo sabrá
– Pues me quito las braguitas, aunque no entiendo eso
– Veras, aquí tengo un video, ahora te lo enseño y lo comprenderás
Cogí el telf. y abrí un video donde una pareja echa un polvo muy fogoso, el la penetra con mucha fuerza y tiene una polla muy grande, se veían primeros planos de como entraba y salía la verga de su coño, y acababa corriéndose sobre su pubis con una gran cantidad de leche, Elenita miraba con los ojos muy abiertos lo que ocurría, cuando terminaba con su gran corrida le enseñé lo que era la leche.
– Ves, eso es la leche y eso deja mancha y mama sabe cómo son porque algunas veces se manchan mi calzoncillo así
– ¿Pero en la piel no deja mancha no?
– No
– Pues ya está, me quito las bragas y así no se nota
– Pero cielo, no estoy seguro, tu imagina que sin querer se mete un poquito en ti o algo así como en el video
– Me dolerá
– Si se mete entera sí, pero eso no pasaría porque yo tendría cuidado, pero alomejor un poquito la punta sí, no sé, yo creo que lo mejor es dejarlo cielo
– Jolín papa yo quiero conducir, pero si no me quieres enseñar vale
– No es eso amor, es que como se entere tu madre tú vas a un colegio interna y de mí se divorcia
– Que no se va a enterar, yo no diré nada te lo juro y si no me duele mejor y si me duele un poco me aguanto porque yo lo que quiero es conducir como tu
– Pero eso no pasara hasta que tengas 18 años amor
– Bueno, pero, aunque no pueda Sabre
– Vale, vamos a hacerlo, quítate las braguitas yo me bajare el pantalón y así no se manchará la ropa
Cuando se quitó las braguitas quedo ante mí un coñito que yo estaba acostumbrado a ver pero no de esa manera, así como estaba sentada de frente a mí con las piernas abiertas lo tenía abierto, de niña, sin pelusilla ni nada, rosa tirando a rojo por dentro, mi cabeza era un lio, por un lado no quería seguir pero por otro no podía parar, mi mente me decía para, déjalo, no seas cabron, es tu hija y es pequeña, da media vuelta con el coche y vete, pero mis manos la cogieron y la sentaron encima de mí con mi verga entre sus piernas mientras mi boca decía
– Eres preciosa hija
Ella solo sonrió y se subió encima de mí, se colocó en el volante y yo puse el motor en marcha, metí la primera y arranque, metí la segunda y la dije al oído despacito
– Adelante cielo, vamos a conducir
El coche avanzaba y mi polla le daba por la espalada restregándose y endureciéndose de nuevo a tope, piel contra piel, era demasiado morboso para resistir, puse mis manos en sus muslos por abajo levantándola de forma que quedo en vilo, sin tocarme de haber querido asi podía haberle dado la clase, pero mi cuerpo iba a su aire y mis manos empezaron a dejarla caer sobre mi verga y a subirla, con un movimiento de caderas la metí entre sus piernas y cada vez que la subía y la bajaba iba resbalando por su raja y subiendo hasta su barriga, ella miraba al frente y conducía sin decir nada y aparentemente si prestarme atención, poco a poco con cada roce de mi capullo se le fue abriendo su rajita y yo notaba como resbala por ella, llegaba al cierre por arriba y brincaba cuando se escapaba restregándose sobre su pubis, después de unos minutos así mi polla estaba a reventar pero ella conducía sin prestarme atención por lo que su rajita estaba seca, solo el líquido preseminal hacia que resbalara un poco, la cogí por la cintura levantándola con mi brazo izquierdo un poquito y con mi mano derecha abrí como pude con los dedos su rajita de forma que mi verga se clavaba en ella sin llegar a penetrarla, después de unos cuantos movimientos me corrí llenándole de leche todo su coñito, por dentro y por fuera entonces sí que resbalo mi verga entre sus labios mayores, cuando termine la deje caer sobre mí con la polla entre sus piernas estando empapada ella y yo de mi leche, la bese en la espalda y le pregunte como iba
– Que tal vas cariño
– ¿Bien papi estoy conduciendo muy bien a que sí?
– Si cielo vas como una profesional
– ¿te ha salido ya la leche papi?
– Si hija, pero tu sigue conduciendo yo te diré cuando paramos para limpiarte
– Vale
Pensaba que ya me había corrido, que ya tenía que quitarla y limpiarla, vestirnos y en todo caso dar una última vuelta y volver a casa, en vez de eso la levante de nuevo, me cogí la polla dura y empecé a restregarle el capullo por su rajita otra vez, haciendo movimientos circulares se le habría su conejito metiendo mi capullo entre sus labios mayores, ahora sí que resbalaba bien, lo restregaba arriba y abajo donde encontraba su ollito y se metía un poquito, era como si se abriera algo para dejarla pasar, pero tiraba de nuevo hacia arriba y seguía jugando con todo empapado en leche, ella volvió la cara y me miro un momento sonriéndome pero no dijo nada, seguí restregándosela y empujando hacia arriba, cuando baje a la parte de abajo como sin querer se coló el capullo dando ella un salto hacia arriba que provoco que se volviera a salir, se volvió a mirarme de nuevo y le pregunte
– Te ha dolido cariño
– Siii, aunque no demasiado papi
– Voy a volver hacerlo, intenta aguantar cielo, es solo la punta y no meteré más te lo prometo
– Vale papi aguantare
Volví a bajarla a su agujerito y empuje, de nuevo el capullo parecía que no pasaría pero de pronto como por arte de magia se metió de nuevo dentro dejándomelo apretado, notaba las palpitaciones de su agujero apretando mi capullo ummmm que rico que era tenerla así, con el capullo dentro de su rajita, no me movía y disfrutaba de esos apretones que su coñito me daba queriéndome estrangular la polla cada apretón era un escalon mas de placer, quería empujar pero me daba miedo dañarla si pasaba más, muy despacio la cogí por la parte de debajo de los muslos de nuevo y fui acomodando mis movimientos a esos espasmos que ella daba sobre mi polla, creo que creció aún más o yo la notaba más apretada, moviéndome lentamente creo que la metí algo mas aunque no estoy muy seguro, solo sé que me ardía el capullo de lo caliente que estaba su agujerito y de lo aprisionado que lo tenía, no pude aguantar más y de nuevo me corrí esta vez dentro de ella, yo la sujetaba para que no bajar más y no se metiera más dentro, mientras, como sin darme cuenta había parado el coche, mire hacia arriba y allí estaba ella con la cara vuelta y unas lágrimas resbalándola por las mejillas aunque sin emitir ningún sonido, dándome cuenta de que la estaba haciendo daño la saque con cuidado, la deje caer sobre mí, la bese y la pedí perdón por haberla hecho daño
– Cariño lo siento, no me dado cuenta de que te dolía, si hubieras llorado o dicho algo me habría dado cuenta, perdóname
– Me ha dolido papi, pero estas perdonado, no te preocupes que no pasa nada
– Te quiero hija, pero esto no lo podemos volver a repetir, está mal además te he hecho daño, vámonos para casa
La limpie bien, limpie los asientos nos vestimos y nos fuimos a casa
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