clases de conducir 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pepeiyo21.
Cuando llegamos a casa Sara nos preguntó si nos había pasado algo pues habíamos tardado mucho, le dije que no pero que ya conocía a su hija y que se había puesto pesada con seguir más y más y nos habíamos alargado, esa noche salimos por el pueblo que ya estaba casi en fiestas y estuvimos subiéndola en las atracciones, tomamos alguna copa y nos volvimos a casa, estando allí como todas las noches nos quedamos un rato en las tumbonas al fresco de la noche calurosa de verano, nos duchamos por turnos y cuando mi mujer se duchaba Elena vino a sentarse encima de mi
– Me a gustado mucho la clase de hoy papi, mañana vamos otra vez vale
– No se hija, ya as visto que tu madre se a extrañado de lo mucho que hemos tardado
– Bueno, mañana estamos menos tiempo, yo aprendo mas y tu me tienes que echar la leche antes para volver antes
– Elena hija, esto que hacemos no está bien, no sé qué aremos
Oímos como salía su madre y ella se fue a su tumbona y seguimos hablando como si nada, un rato después la mandamos a la cama y ella nos pidió que la dejásemos un momento con la Tablet antes de dormir, seguimos Sara y yo planeando lo que haríamos el día siguiente y poco después nos fuimos a la cama, justo antes de dormir mire mi móvil y vi que tenia tres wasap, los mire y los conteste, entonces me entro uno que me decía
– ¿Eres tu papi?
– ¿Y tu quién eres?
– Soy Elena
– ¿Y desde cuando tienes tu wasap?
– Me lo a colocado en la Tablet el primo Alberto con un numero de una tarjeta prepago esta noche en las fiestas
– Tengo que hablar de esto contigo y con Alberto, si soy yo, pero ya deberías estar durmiendo
– Vamos a ir mañana a dar la clase
– No lo sé, pero creo que no y hasta mañana
Pasaron unos minutos, yo había puesto el móvil en silencio, sara ya se había dormido y yo estaba que no sabia que hacer con todo aquello, algo se me estaba escapando de las manos.
Un momento después se encendió la pantalla del móvil con un nuevo wasap
– Papi, yo quiero dar la clase mañana otra vez, me puedes hacer lo que quieras, pero quiero darla
– Elenita, deja de dar la lata y duérmete
– Me duermo en cuanto me digas si
– Pues te digo no
Un nuevo silencio que no me dejaba dormir se alargó de nuevo durante varios minutos hasta que la luz del telf.
volvió a encenderse
– Vale papi, como tu quieras, pero si me das la clase te dejare que la metas toda y que hagas todo lo que tú quieras
El mensaje llevaba adjuntos unos emoticones de caritas tirándome besos y otros llorando, Sara dormía profundamente, me levante y fui a su habitación, la luz estaba apagada pero la Tablet estaba encendida, me acerque y me senté en el borde de la cama, ella tenía una camiseta grande que estaba subida hasta su cintura al tener una pierna encogida con la rodilla en alto
– Elena, lo primero borra ese chat, si no sabes como hacerlo ya te lo hago yo, en segundo duérmete que es muy tarde y mañana no vamos a poder dar la clase por que estaremos con sueño y en tercero….
(acaricie su pierna estirada subiendo mi mano asta sus braguitas blancas de dibujitos con conejitos y otros bichos pasando después la palma de la mano subiendo por su pubis y su barriga hasta llegar a la base de sus inexistentes pechos donde los rodee con mis dedos mientras me agachaba sobre su oído para decirla) te quiero, te daré clases, pero tenemos que hablar de esto, lo aremos mañana, ahora duerme
– Si papi
Se incorporo un poco dándome un beso en la boca que me sorprendió, no sé si a ella le sorprendería que yo sacara la mano bajando a su rajita que acaricie por encima de las braguitas.
Por la mañana desayunamos hicimos las tareas de la casa y preparamos la comida antes de salir a darle la clase a mi mujer, durante todo el tiempo no dejo de jugar conmigo y buscar cada momento a solas para venir a abrazarme, por fin salimos hacia los caminos, cuando llegamos me baje del coche y me puse de copiloto mientras sara se ponía al volante, después de un rato donde condujo bien en un descampado con unas piedras colocamos para que hiciera aparcamientos, la verdad es que estaba preparada para el examen, llevábamos bastante tiempo practicando y se notaba, cambiamos de sitio y nos fuimos a casa con el compromiso con Elena de llevarla por la tarde a ella.
Cuando llego la tarde salimos de nuevo a los caminos y al llegar enseguida se coloco encima de mi para conducir, según se sentó encima la levante con un brazo rodeándola por la cintura, llevaba un vestido azul algo largo, pero se lo levante hasta la cintura mientras tiraba de sus braguitas para abajo sacándoselas por los pies, baje mis pantalones hasta las caderas y empecé a dejarla bajar sobre mi polla aun flácida pero que en cuanto nos tocamos empezó a crecer
Cuando avanzamos unos cientos de metros vimos venir un tractor de frente, con cuidado nos paramos a la derecha para dejarlo pasar mientras colocaba su vestido de forma que me tapara y no se viera nada, al llegar a nuestro lado se paró para saludarnos
– Buenos días pedro, ¿enseñando a la niña a conducir?
– En eso andamos, está la madre aprendiendo y ella también quiere
– A ver si nos vemos y tomamos algo
– Esta noche bajaremos por la feria, si bajas podemos tomarlo
– Ok pedro, hasta la noche
Mientras hablábamos mi polla entre sus piernas había crecido notablemente, nada más arrancar el tractor metí la primera y empezamos a avanzar, ella se levantó un poco para mirar y yo la coloque bien abriendo sus piernas, mi polla empezó a tocar sobre su pubis resbalando entre sus piernas y cogiendo su tamaño máximo, levantándola con las manos me cogí el capullo para restregárselo bien por el interior de sus labios mayores abiertos por la posición de sus piernas, comencé a tocarle con mis dedos abriéndoselo aún más, coloque el capullo en la entrada y tras un ligero empuje entro el capullo, automáticamente ella dio un salto para arriba al tiempo que daba un pequeño grito
– Haiii
– Tranquila cielo, ahora ya está dentro, esperare a que se te pase un poco para moverme
Diciéndole eso la aguantaba con mis manos por debajo de sus nalgas mientras ella volteo a mirarme con algo de dolor en su expresión
– Veras cari lo tienes muy seco y así te dolerá, vamos hacer una cosa para que sea mejor y te duela menos
– ¿El que papi?
– Nos vamos a ir a aquellos arboles allí me hago una paja y te pongo la leche en tu coñito y así resbalará mejor y te dolerá menos
– Vale
Fue yendo hacia los árboles y nos metimos en medio, paso al asiento del acompañante y sentada frente a mí me enseñaba su rajita abierta mientras yo me empezaba a pajear delante de ella
– Si tú me ayudas tardare menos cielo
– Vale papi, ¿Cómo lo hago?
– Ven, cógemela tú y haz lo mismo que estoy haciendo yo
Me la cogió y empezó a meneármela mientras yo le ayudaba cogiéndola la mano y marcando el ritmo, después de unos minutos estaba a reventar, pero no me corría asique decidí dar un paso mas
– Cari así no termino, ¿puedes darla besitos y metértela en la boca?
– Vale papi
Se agacho y me la empezó a dar besos, con mi mano cogí y le abrí la boca y con la otra empuje su cabeza hacia abajo, cuando entro el capullo en la boca casi me corro de golpe, el ramalazo de placer me subió directamente desde el capullo a mi cerebro recorriendo toda mi espina dorsal haciendo que me levantara un poco metiendo la polla un poco más en su boca, un momento después de tenerla en la boca, pero si chupar se la saco
– No me gusta papi
– Amor, solo un poquito más y yo me corro entonces te lo echo en tu rajita y ya entrara mejor
– Pero no me gusta
– Dijiste que harías lo que yo quisiera
Sin decir nada se agacho metiéndosela otra vez en la boca, pero dándome cuenta de que no quería la levante y la mire de frente guiñándole el ojo con una sonrisa la dije
– Disculpa, ven
La cogí en brazos y me la senté de frente sobre mis piernas, le levante el vestido y estando a más de un palmo su rajita de mi verga cogiéndomela empecé a restregársela por su rajita mientras me pajeaba, la vista era increíble, el capullo le habría la vagina rosadita sin pelos con los labios un poquito gorditos dejando de ver la punta que se perdía dentro de ellos, la cogí la cara con mis manos y la bese suavemente en los labios mirándonos, saque mi lengua y empecé a empujar sobre sus labios abriéndoselos, poco a poco me dejo entrar y juntando nuestras lenguas, mi verga seguía queriendo entrar dentro de ella sin conseguirlo, su lengua húmeda y caliente empezó a jugar con la mía, parecía mentira pero estaba aprendiendo a besar como por arte de magia, su saliva con la mía, nuestras lenguas retorciéndose mientras la sujetaba con las manos y con largos movimientos de cadera intentaba invadirla, de pronto mi polla empezó a echar chorros de leche expulsados con fuerza de forma incontrolada que la llenaron todo su chochito que lo paraba mientras nos rebozábamos los dos con ella, saque mi lengua de su boca y me separe mientras ella me miraba con los ojos muy abiertos
– Perdona hija, ahora ya nos vamos a conducir, te ha molestado el beso
– No papi, me ha gustado mucho
– En serio
– Sí, no sabía que dar besos así diera ese gustito
– Hacer el amor da mucho gusto hija, y los besos son una parte muy importante de hacer el amor
Con mis dedos le restregué bien la leche por toda su rajita, cada pliegue, cada hueco, cada cm cuadrado de su piel en esa zona quedo toda mojada por mi semen, desde su culito hasta el pubis cuidando de restregárselo todo con mis dedos que se habrían paso sin invadir su interior, cuando nos relajamos un poco se dio la vuelta dándome la espalda para conducir de nuevo
Arrancamos el coche y cogió camino adelante, le subí el vestido por los hombros dejando su cuerpo desnudo a mi vista, saque sus piernas por fuera de las mías de forma que iba completamente abierta, con mis manos le seguía restregando la leche por su interior y por mi capullo que no había perdido en nada su erección, busque con mi dedo su agujero y lo metí para seguir untándola, estaba estrecho pero entraba todo el dedo, arrime con la otra mano mi verga y apunte el capullo justo en mi dedo, saque el dedo acoplando el capullo en el hueco que acababa de quedar libre, aunque fuera estaba encajado en la entrada, con una mano la sujete en el sitio para que no se moviera y con la otra por la cintura tire de ella para abajo, un plop sonó al tiempo que la cabeza se abrió paso entrando en su interior, esta vez ella no hizo nada, ya se lo conocía del día antes, lentamente la deje caer hacia abajo entrándole un poco más aunque apenas nada
– Papi si me bajas mas no veo
– Vale cielo tu sigue
Con ella dentro la levante por sus muslos con mis propias manos mientras con mis caderas empezaba a subir yo para arriba, la polla empezó a entrar mas aunque con mucha dificultad pues estaba muy estrecho y apretaba tanto que parecía que me iba a reventar, tenía media polla dentro pero de ahí no pasaba asique empecé el mete y saca sacando toda la verga pero sin separarme volver a empujar, cada nueva entrada era como si me absorbiera el capullo y luego se habría para dejar llegar a la mitad, la verga no podía crecer más pues estaba a tope pero a mí me daba la sensación de que si por lo estrecho del agujero, deje de acelerar y paramos en el borde del camino
– Ahora seguimos Elena, pero vamos a acabar esto
– Vale papi
La gire sin sacársela viendo un pequeño gesto de dolor poniéndola de frente a mí, mirar cómo estaba con sus piernas por fuera de las mías totalmente abierta y con media polla dentro fue un calambrazo de placer, la cogí con las manos por la cintura mientras acercaba mi boca a la suya para besarla, la dejaba caer y la levantaba con las mano mientras mi lengua recorría cada rincón de su boca, calor en mi lengua calor en mi verga, apretones en mi verga por su coñito y mordiscos de su boca incontrolada sobre mi lengua hicieron que de un empujón metiera un poco más donde ella dio un salto y un grito
– Hayyyyy me duele papi
– Aguanta hija
Ahora empecé un mete y saca rápido que con cada movimiento acababa un poquito mas dentro, no sabia se gemia o se quejaba pero me moria de ganas de meterla toda y con esfuerzos me controlaba de no empujar a fondo, de pronto el placer creio tanto que me llevo al éxtasis en un momento recorriéndome una corriente eléctrica que empezó en mi lengua que había vuelto a introducir en su boca y paso por toda la columna vertebral hasta explotar en mis huevos haciendo que mi polla fuera un volcán expulsando un montón de leche en espasmos seguidos e incontrolados.
Poco a poco todo volvió a la normalidad, los espasmos cesaron y ella fue dejando de hacer fuerza con sus piernas para mantenerse en vilo, la levante sacándosela dejando salir un montón de leche de su interior sobre mí, la deje caer sobre mis piernas donde quedo sentada
– Ya está cielo, ahora nos limpiamos y seguimos con la clase
Unas lágrimas caían por sus ojos y no dijo nada, nos limpiamos le puse sus braguitas nos subimos y seguimos por espacio de una hora más conduciendo, cuando volvimos al pueblo pare y compre una tarjeta prepago y se la coloque en la tableta diciéndola que no dijera nada a su madre que ya la convencería yo para que la tuviera.
Por la noche salimos y vimos al amigo, volvimos a casa y como siempre tomamos el fresco, cuando nos fuimos a dormir se encendió el telf.
, un nuevo wasap me había entrado
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