Clases de piano 11 (penúltimo capitulo)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adalberto1979.
Clases de piano 11
Nota: la imaginación es solo eso, imaginación, el relato es ficticio y solo es para elevar nuestras fantasías.
Espero lo disfruten
Moje mi rostro en el lavabo del baño, me miraba en el espejo, veía la imagen tratando de reconocer quien era al que yo veía, no era yo, era un monstruo; aún recordaba las semanas anteriores mientras por el reflejo del espejo veía a Claudita acostada boca abajo después de haberla enculado salvajemente, dormía profundamente, exhausta, sus piernas aun colgaban de la cama, veía como le salía leche del agujero, lo veía rojo, lo mismo que sus nalgas por mis arrepentidas y nalgadas que le había dado.
Me estaba convirtiendo en alguien que no era yo, al menos no que hubiera imaginado, en este año había hecho cosas que solo había leído en historias extravagantes, nunca hubiera imaginado estar con una niña y ya había estado con varias, incluso con un niño, pero sobre todo haberle hecho lo que le hice a Aurora.
No, ese no era yo…
*********
2 semanas antes
El destino es cruel, habíamos planeado que Aurora no saldría de mi habitación, sin embargo Ruperto llego ese día diciendo que tenía un viaje urgente que tardaría toda la semana en regresar sino es que se postergaba a dos semanas; yo ni siquiera lo vi, Rita le hiso su maleta y salió mientras yo dormía una siesta con Aurora en mi recámara; pero eso no quito mi escalofrío y sensación de arritmia cardiaca, con lo que Rita me dijo al oído, había entrado desnuda a mi recámara y mientras me masturbaba me susurro al oído que estaríamos solos mínimo por una semana y con suerte talvez dos, metió mi pito a su boca y yo suspiré, Aurora sintió el movimiento de la felación y despertó, sin dejar de abrazarme sonrió cuando vio a Rita moviendo su cabeza en una danza mamatoria, Rita lo hacía con un esmero mayor al acostumbrado, sentía que también ella ya estaba mojada nada mas de imaginar todo lo que haríamos los cinco.
Rita desde mi entrepierna volteo a vernos y sonrió sacando mi pito de su boca, lo masturbaba mientras su mirada reflejaba lujuria, me miraba a mí y a Aurora; sentía que me perdía en un mar de lascivia mientras Rita me mamaba como si su vida dependiera de ello.
Aurora me besaba llevando mis manos a sus subdesarrollados pezones, incitándome que los pellizcara, yo lo hice, ella grito cuando mis dedos oprimieron el pequeño pezón, Rita volteo a vernos y sonrió llameante de sus ojos, regreso a mi pito chupándolo con ganas, quería excitarme, sabía que si lo hacía lo suficiente el monstruo en mi emergería, tal parecía que él único que le tenía miedo era yo.
Me levanté soltando Aurora y despegando a Rita, tomé a Aurora y la puse en 4, ella sonreía mientras yo bruscamente la acomodaba, mi boca se perdió en su culo, mi lengua en su recto, la metía lo más profundo que podía, sentía el sabor a culo y de ahí me iba a su raja haciendo que la pequeña suspirara apretando las sábanas, Rita se dio habilidad y se metió a mi entrepierna chupando mi polla de nuevo, los dos chupábamos nuestro respectivo órgano yo el de Aurora y ella el mío.
Cuando sentí que era momento me pare y me puse atrás de Aurora, iba a enculara cuando Rita me detuvo, su mirada era de “aun no”, me quedé quieto atrás de la niña y con mi corazón latiendo a mil por hora mira como Rita fue a mi ropa y extrajo el cinto, el maldito cinto de mi perdición, lo puso en mi mano, Aurora miraba expectante volteando su cabeza, nadie habló, mi mano se elevó y en la habitación sólo se escuchó el chasquido del cinto golpeando las nalgas de Aurora, esta gimió cuando lo hice, encogió sus nalgas por reflejo, pero continuo en la posición, mi mano se volvió a elevar y deje caer el cinto, una y otra vez, Aurora al final ya no gemía, sus chillidos eran los de una niña llorando, realmente llorando con un monstruo atrás de ella que la torturaba flagelándola; Rita emocionada se sentó para apreciar mejor el espectáculo, había dejado la puerta abierta por lo que el ruido hiso que Claudita y Esthercita, picadas por la curiosidad, entraran a ver que sucedía, se pararon a cada lado de su mamá, ella sentada propiamente con las piernas cruzadas me miraba, cuando sus hijas se acercaron a ella, soltó su rodilla, donde tenía sus manos, y las metió bajo las faldas de sus hijas, ellas abrieron las bocas emocionadas al sentir las manos maternas en sus rajitas, Esthercita acariciaba los pezones de Rita mientras ella manoseaba a las dos al mismo tiempo, volteo hacia Claudita y se besaron con sus lenguas enroscadas, se separó de ella solo para voltear hacia Esthercita y hacer lo mismo, esta última se separó del beso y le susurró algo al oído, Rita sonriendo asintió, salió la niña dejando a Claudita besándose y acariciándose con su madre, regreso casi al instante con el arnés con el que Rita se las jodía cuando estaban solas o en nuestras orgías.
Ya había cintareado demás a Aurora, nunca lo había hecho por tanto tiempo ni tan intenso, sus nalgas estaban de color rojo violáceo, mi pene estaba erecto a morir, escupí en mi mano y le unté la saliva en la entrada, guie mi pito y lo metí, Aurora no esperaba tal intensidad y aulló de dolor cuando se la metí la sujete de los hombros con mis dos manos y la encule rápida y profundamente; Rita ya se había colocado el dildo y abrochado su arnés, se sentó y sus dos hijas se abalanzaron a chuparlo como si fuera de verdad, al hacerlo movían el que ella traía metido y eso le arrancaba gemidos, Claudita se levantó y se elevó su falda, no traía pantaleta, se acomodó a horcajadas sobre su madre, apuntó el dildo en su rajita y lo metió, se sujetó de los hombros de su madre y soltó la falda esta cayó ocultando la penetración, pero por cómo se movía era de adivinar que lo tenía todo metido.
Yo seguía enculando a Aurora que ya gemía relajándose por la penetración, pero yo no la quería relajada, levante mi mano y la nalguee justo donde antes había cintareado, por lo que el dolor era más intenso, la niña grito al sentirse nalgueada por mí, le nalgueaba al mismo tiempo que se la metía a fondo, la sujete con mi mano izquierda de su cabello jalándola hacia mí y seguí cogiéndomela, salvo por la diferencia de edades hubiera sido una foto perfecta de porno hardcore, con sus manos trataba de sostenerse de algo, pero no podía por lo que su peso era sostenido por su cabeza y su cabeza por mi mano de sus cabellos, en verdad gritaba mientras era enculada por mí, no contento con ello la seguía nalgueando.
Voltee a ver a Rita que ahora tenía a Esthercita hincada en la silla sosteniéndose del respaldo y ella atrás cogiéndosela encorvando un poco las piernas para poder penetrarla a fondo, Esthercita tenía la falda enrollada en su cintura y movía su cabeza cuando su madre se la metía, parecía como si estuvieran bailando, Rita se movía y su piel brillaba por el sudor secretado, su cabello suelto, sus curvas perfectas, la hacía ver como una diosa mientras se cogía a su hija mayor.
Sujete por el cuello a Aurora y la hice girar la cabeza hacia mí, saque mi lengua y ella hiso lo mismo, nuestras lenguas se enroscaron en el aire, parecía un beso estilo japonés, esos donde solo las lenguas participan y los labios ni siquiera se tocan, yo me seguía moviendo metiendo y sacando mi verga del culo infantil, Aurora gemía con la boca abierta sin dejar de jugar son mi lengua
? Aahhh aaahhhh
Los gemidos de ella hacían coro con los que Rita y Esthercita hacían.
Yo seguía enculando sin piedad el pequeño agujero que a decir verdad ya me aceptaba sin ningún problema.
Voltee a ver a Rita por que la dos dejaron de gemir y vi cómo se acercaba a mí, con su dildo escurriendo jugos de Esthercita, se hinco en la cama y jaló a Aurora haciéndola quedar en cuatro de nuevo y le metió el dildo a su boca, Aurora sin protestar mamo el plástico, veía la cara desencajada de Rita con la boca abierta y su mirada con el entrecejo fruncido, su frente sudada, la sujetaba de los cabellos a nivel de la nuca, guiando la mamada, me volteo a ver y su mirada era tan pervertida que hasta a mí me dio miedo, imaginé lo que quería, saque mi verga del culo y lo guie a la raja de Aurora, entró sin problemas entre gemidos de verdadero placer de ella, Rita la seguía cogiendo por la boca.
Consideré que ya era momento y deje de penetrar a Aurora y me acosté boca arriba, Rita hiso lo mismo sacándola de la boca.
? Quiero coger el culo…
Lo dijimos los dos al mismo tiempo, nos reímos con ganas porque lo dijimos tan sincronizado que pareció una sola voz, las tres niñas rieron igual, levante mi puño en señal de jugarnos el culo de Aurora en un “piedra, papel o tijera”, Rita sonrió maliciosa y levanto el de ella, nuestras manos se agitaron en el aire, Aurora sentada sobre sus talones estaba expectante para ver quién de los dos se la cogería por el culo; puse tijeras y Rita piedra, estuve a punto de decir “dos de tres”, pero había ganado bien además igual me la cogería por el culo más tarde o en cualquier día de la semana sino es que todos los días, las variantes serían muchas.
Aurora solita se colocó sobre mí y metió mi pene en su rajita, pude ver como abrió la boca y sonrió entrecerrando los ojos, era una putita bien hecha; Rita con mirada de verdadera lujuria se colocó atrás de ella y escupió en su mano, le pidió a sus dos hijas que hicieran los mismo, ellas aventaron verdaderos gargajos de saliva en la mano de su madre, esta lo esparció por todo el pene de plástico y embarró lo que le sobró en el culo de Aurora, quien no dejaba de verme mientras Rita manipulaba atrás de ella, abrió su boca al máximo cuando Rita empezó a meter el pene sintético, hiso muecas de dolor, pero nunca cerró los ojos ni me dejo de ver, era como si fuera una ofrenda que me hacía dejarse encular por los dos al mismo tiempo, sentí como el pene de Rita fue entrando, ella no hiso por sacarlo ni hacerlo con cuidado, lo metió de una forma continua hasta que topo su pubis con las nalgas de Aurora, la tenía firmemente sujeta por las caderas, la empujo hacía mi soltando una cadera y Aurora quedo más cerca de mi cara, sentía su respiración en mi cara, la cual cabe decir era muy acelerada, pues Rita empezó un mete y saca bestial, no me quise quedar atrás y me moví dentro y fuera de ella, era una verdadera danza sexual al cogernos al mismo tiempo a la niña, que pujaba, gemía y a ratos gritaba; veía la cara de Rita que en ocasiones ponía los ojos en blanco, veía como salía baba de su boca abierta, su cabello todo sudado y despeinado cubriendo parte de su rostro, esa mujer que salía de la casa, todos los días, con su cabello perfectamente peinado, su ropa conservadora en estilo y color, con modales propios de una dama de sociedad, ahora estaba con los ojos en blanco y babeando mientras enculaba una niña al mismo tiempo que su hombre.
Sentí mucho cosquilleo en mis huevos, la excitación era demasiada, grite cuando no pude evitar detener la eyaculación, moví mi cabeza de un lado a otro como diciendo “no”, con mis dientes apretados, lo mismo que mis ojos, sintiendo como me vaciaba en el interior de Aurora, ella no se quedó atrás gimió con un grito y se movió como loca al sentir mis lechazos en su interior, Rita como una verdadera maniaca acelero los movimientos hasta ver que yo me relajaba después de haber eyaculado toda mi leche.
Nos relajamos, Rita se salió del culo de Aurora, lo mismo que mi aguado pene y como toda una buena niña, con lengua y a chupetones dejo mi verga reluciendo de limpia, Rita no se quiso quedar atrás y la jalo del cabello para meterle el dildo en su boca y que lo limpiara sintiendo el sabor a culo, voltee a ver a las hijas de Rita que se morreaban hincadas una frente a otra masturbándose mutuamente.
Fue una semana diferente, los cuatro participamos en hacer “gozar” a Aurora, las hijas de Rita fueron muy creativas en eso, al día siguiente decidimos salir de compras, y a ellas se les ocurrió que se podría “escapar” por lo que la atamos de pies y manos a mi cama, tensaron mucho las cuerdas, Aurora ponía cara de sufrimiento mientras las maquiavélicas hijas de Rita estiraban para después pedirle ayuda a su madre que atara las cuerdas, Rita lo hiso volteando a verme mientras lo hacía y sonriendo lujuriosamente.
Estuvimos cerca de 3 horas de compras, básicamente compramos todo lo que necesitábamos para no tener que salir los días siguientes, el aceite para bebé fue el primer artículo que tomamos, bueno las niñas, que corriendo llegaron con tres frascos mirándome cómplices y maliciosas, el segundo fueron mis pastillas azules, porque las jornadas pintaban ser maratónicas
De verdad que fue una semana de locos, Rita y yo nos cogimos todos los días a Aurora al mismo tiempo, la dejábamos hecha mierda de sus agujeros, solo esperábamos un poco para volver a cogérnosla, la hijas de Rita sufrieron un poco de falta de atención, solo me las cogí una o dos veces a cada una durante esa semana, se tuvieron que conformar con eso y con los morreos que se daban entre ellas o las cogidas que Rita les daba con su dildo.
Era el domingo que devolveríamos a Aurora y estábamos a una hora de salir, la tenía atada a mi cama, yo estaba sentado en su pubis mientras la abofeteaba con mi mano derecha y la alternaba con la otra mano, le volteaba la cabeza con cada bofetada administrada, miré su pezón izquierdo y como estaba suturado de su areola, tenía dos puntos en la parte superior y unos en la inferior, lo acaricié recordando lo que le había hecho, Rita había comprado alcohol y después de 6 cervezas mi mente voló, me cogía salvajemente a Aurora por su culo, estando ella boca arriba y yo encima de ella, la tenía toda chupeteada del cuerpo, mi boca había marcado su piel, me doble lo más que pude para meter su pezón a mi boca, sus pechos eran los más desarrollados de todas las niñas con las que había estado, mordí su pezón y Aurora grito de dolor, después lo chupe y abrí mi boca para morder lo más que pudiera, atrape toda su areola y cerré mis dientes sobre ella, mi cadera se movía con verdadera velocidad mi mente estaba enloquecida, el monstruo quería más, mordí su areola sin importarme los gritos de la niña, lo hice fuerte, tanto que sentí un líquido caliente que mojaba mi boca, me separé y contemplé lo que había hecho, le había abierto la piel con mis dientes, sino hubiera sentido la sangre emanar le hubiera arrancado la areola, Aurora lloraba a lágrima abierta, abría y cerraba su boca, sollozando fuerte, los hilos de sangre escurrieron, Rita estaba presente y se acercó, vio que me iba a quitar y escuché su voz
? ¿Qué haces?
? Le abrí la piel
? Si ya vi, pero no te quites, acaba, no te vas a quedar a medias
Me volvía a mover, mientras Rita desnuda se sentó a un lado viéndonos, Aurora seguía llorando y no me detuve, cerré mis ojos y la sujete de ambas piernas las cuales junte y pegué a mi pecho y me moví metiendo y sacando mi verga de su culo, lo hice fuerte, en mi nebulosa escuchaba el llanto de la niña, sentí los dedos de Rita en mi boca, sentí un sabor ferroso y dulzón que inundaba mi lengua, abrí los ojos y Rita con mirada maliciosa me daba a probar la sangre que salía de la herida, volvió a tomar la sangre y la llevo a mi boca, alimentaba al monstruo que emergía en ese momento, mi excitación se fue hasta los cielos y acelere como pistón de motocicleta, me vacié abundantemente en su culo apretando el entrecejo y mis dientes, fue un orgasmo lleno de ira, violencia y excitación, caí rendido a un lado de ella, no sin antes darle una cachetada final que le volteo la cara.
Rita se levantó y fue por el botiquín de primero auxilios, lavo la herida y la cubrió, la vistió, se vistió también y salió con ella diciendo que la llevaría a recibir atención médica, sentí miedo cuando se fue y alguien más vería eso, pero confiaba mucho en Rita y ella sabría qué hacer.
Regresaron a las dos horas, Rita me comentó que la llevó con un médico amigo de ella que también pertenecía al club de la directora y con gusto la atendió, incluso la suturó sin anestesia a petición de Rita, la revisó de todo a todo y salvo los golpes y moretones estaba sana.
? Es una campeona
Dijo Rita acariciando la cabeza de Aurora con cariño, estaba parada a un lado de ella tomada de la mano, aun traía los ojos rojos e hinchados de tanto llanto, yo sentado en el sillón de la sala no me atrevía a mirarla a los ojos, sólo pude articular un muy sentido y sincero
? “lo siento”
Aurora sonrió pero solo lo hiso levemente y miró el piso, pensaba, se acercó a mí, quedó parada muy cerca de mí, desabotonó su blusa, no traía sostén, vi su pecho izquierdo cubierto por una limpia gasa, sujeta con cinta micropore, tomó la cinta con sus dedos y la despegó de su piel, descubrió su areola recién suturada, tomó mi cabeza con cariño y la llevó a su pezón, no pude evitar meterlo a mi boca y chuparlo, sentí como emanó el líquido sero-hemático de sus heridas, Aurora se quejó quedito y metió sus dedos en mi cabello, mientras yo seguía lamiendo y chupando su areola recién suturada, los hilos de sutura me molestaban en la lengua, pero eso no impidió que siguiera; Aurora me despegó de su pezón y acercó su boca a mi oído, susurró muy suave, quería que solo yo escuchara
? Me gustó mucho, nunca había sentido algo así, quiero que sigas siendo mi verdugo
Se volvió a acomodar y con una sonrisa amable volvió a guiar mi boca a su areola, volví a chupar y lamer, mis manos se perdieron bajo la falda de ella y como no traía pantaleta no batalle para meter dos dedos en su culo, gimió cuando lo hice y separó sus piernas para facilitar mi tarea, Rita nos vio sonriendo y se dirigió a la cocina a preparar la cena, sólo se quedaron las hijas como testigos de mi acto, obvio que se morrearon y metieron mano, mientras Aurora se sentaba a horcajadas sobre mí y metía mi verga en si culo, yo sin dejar de chupar la herida me moví dentro y fuera de ella, mordí su areola y Aurora gritó, abrí inmediatamente mi boca, no iba a abrirle la herida recién suturada, Aurora me miró y sonrió cerrando sus ojos y dejándose llevar mi enculada.
Recordaba eso mientras acariciaba su areola cuando su voz me regreso a donde estaba
? ¿Por qué paras?
Aurora desde abajo, me reclamaba que había parado de su tortura, sonreí y levante mi mano para continuar con sus abofeteadas
? Mas fuerte—me incitaba—rómpeme el labio como quedamos
? Ya lo rompí—le dije, pues como cuatro cachetadas antes lo había hecho
? Más, quiero que mi papá lo vea
Mi mano se levantó y seguí, Aurora estaba demasiado excitada, me gritaba que le diera más, yo aumentaba la fuerza y ella me pedía más, mi pene se paró pidiendo un agujero, me acomodé y se le metí en su raja, ella me gritaba que continuará con su cara, le seguí dando lo que pedía pero no dejaba de decir que lo hiciera más fuerte, cada vez más, gritaba enojada, encloquecí, levante mi mano, la cerré en el aire y esta cayó en su pómulo izquierdo, su moretón fue instantáneo, por la cara que puso Aurora supuse que la había noqueado, me deja caer sobre ella y me moví hasta que eyaculé gritando, ella reaccionó cuando me moví fuerte sobre ella y también gimió, nos vinimos juntos explotando en éxtasis, ella abrazándose de mí.
No bañamos y cambiamos, le dije a Rita que iría solo, ya que el sol se había ocultado, aun así le puse una pañoleta, unos lentes grandes y oscuros, pues su pómulo estaba hinchado y morado y una gabardina de Esthercita, no quiso llevar ropa debajo de la gabardina, quería estar desnuda para su papá.
Abordamos un taxi, el chofer ni se percató del estado de Aurora, llegamos a su casa, pidió que la dejara ahí, que ella entraría sola, tal y como lo hiso en mi casa.
Se acercó a mi oído y me volvió a susurrar
? Me gustó mucho
Volteando a ver al chofer, que ensimismado veía al frente, me dio un beso rápido en la boca, un piquito solamente, bajo del auto regalándome la última sonrisa.
Le dije al chofer que aún no arrancara, el indiferente esperó, vi como abrió la puerta el papá de Aurora y la hiso pasar, la luz de la sala reveló las escasas siluetas, vi como Aurora abrió su gabardina y se perdió de mi vista acostándose en el suelo, por como Víctor movió sus manos adivine que desabrochaba su pantalón y por cómo se inclinó que lo bajaba, se perdió también de mi vista bajando al suelo, se la iba a coger ahí en la sala, su excitación no le dio más tiempo de subir a una habitación.
********
Seguía viendo el reflejo en mi espejo y volví a ver a Claudita descansando boca abajo, con sus piernas colgando al borde de la cama, me dirigí a ella y la acomodé para que estuviera en una posición más cómoda, vi su piel marcada por mi cinto y mi boca, eso me hiso recordar la semana siguiente a la de Aurora que nos quedamos solos las hijas de Rita, ella y yo, solo los cuatro por una semana más, se emocionaron con lo que le hicimos a Aurora y querían probarlo, mas Esthercita, así que Rita habló con la directora para que nos prestara la habitación secreta todo un día, fuimos a la escuela y la directora nos prestó la llave, me miró con lujuria, pero no me interesaba ella en ese momento, me interesaba Rita y sus curiosas hijas.
Se acercó a mí y me dio un sobre con polvo blanco, inmediatamente adiviné que era, se acercó a mi oído y me susurró mientras acariciaba mi bulto
? Las niñas tendrán con dos rayas, máximo 3, a Rita dale 3 y luego otras dos, se pondrán como motos, después de eso usa tu imaginación
Al decir esto último apretó más mi bulto e hiso que sintiera un nudo en el estómago, no sé si sería capaz de drogarlas para cogérmelas mejor.
Mi pene se erecto solo de imaginar todas las posibilidades.
Voltee a verlas, ellas no habían visto el polvo ni escuchado las instrucciones solo miraban atentas como la directora me miro y beso en la boca sacando la lengua.
Nos dirigimos a la habitación y nos acomodamos en la salita de estancia, las vi sentadas en los sillones esperando a ver que les decía, lo pensé un momento y ya no lo dudé, saque el sobre con el polvo, lo vacié en la mesa y con mi tarjeta de identificación alinee siete rayas y con un billete hice un tubillo, Rita me miraba con duda
? Dijo la directora que con esto estaríamos mejor
Al mencionar la palabra directora Rita se relajó, fue ella la primera en tomar el tubillo y esnifar tres rayas, quedaban las de las niñas, ella les explico cómo hacerlo, lo hicieron y a los 15 minutos están todas hiperactivas, hablaban hasta por los codos, entre ellas se aventaban, se besaban, se metían mano, yo sentado las veía, me tomaba una cerveza riendo divertido por cómo se veían, de repente Rita se sentó en medio de ellas les levanto el vestido y metió mano a sus rajitas, las dos voltearon a verme con cara de placer, estaban listas…
Las niñas fueron atadas por nosotros a un arnés especial, que una vez sujetas lo elevamos quedando ellas colgadas, una frente a otra, Rita y yo nos metimos a una habitación y regresamos “cambiados”, las niñas gritaron emocionadas y nerviosas cuando nos vieron entrar desnudos, Rita con su dildo puesto y listo, en nuestras manos llevábamos fuetes de piel y los dos cubiertos de nuestros rostros con máscaras de cuero brillante, que harían llorar a cualquier niño de miedo, pero las hijas de Rita estaban ansiosas por ver que haríamos.
Hicimos de todo, las torturamos, no tan intenso como Aurora, ellas decían “rojo” y parábamos, pero si les dejamos sus agujeros hechos mierda de tanta metida que les dimos, las lleve al baño y las oriné, abrí la boca de Claudita y le metí mi orín haciéndola que lo tragara, ella lo hacía y tocia, le daba cachetaditas, luego lo hice con Rita y Esthercita que se reían a carcajadas al sentirse orinadas, le di dos rayas más a Rita y de una vez una más a cada niña, hinque a Rita y la ate con una cuerda de algodón de las manos hacia atrás como esposada, ordené a las niñas que la abofetearan e insultaran, ellas rieron emocionadas tapándose la boca, me hinqué atrás de Rita y le dije al oído
? Déjate llevar
Las niñas iniciaron su tarea, la abofeteaban e insultaban, yo puse mi mano en su raja y la masturbe mientras era insultada y cacheteada por sus hijas, eran verdaderas hostias que sonaban en toda la habitación, metí mi verga en su culo y la seguí masturbando, sentí su orgasmo al mismo tiempo que era escupida por Esthercita, para después recibir una fuerte cachetada, me vacié en su culo sintiendo sus espasmos de miedo.
Las dejamos descansar todo el día siguiente, habían saciado su curiosidad, decían que si lo repetirían pero sin el polvo blanco, respeté eso.
Rita y yo nos la pasamos cogiendo en su cuarto hasta que ya no se me paró.
Otra semana de locos.
********
Seguía recordando esas dos semanas mientras acariciaba la suave piel de las nalgas de Claudita, era un monstruo, no quería ser eso, pero era más fuerte que yo, me dominaba con mucha facilidad, mi pene se erecto de recordar esas dos semanas de espanto, me levante y me dirigí a la habitación de Rita donde ella dormía con Esthercita, necesitaba vaciar mis huevos nuevamente.
Continuará
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