Cogida de Exámenes con mi Hermano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Cuando tenía 16 años estaba en exámenes finales en la escuela y me podía regresar a casa tan pronto como terminara la evaluación.
Yo me apuraba a responder porque sabía que nadie estaba en casa, entonces llegaba, aventaba mis cosas de la escuela y subía al cuarto que compartía con mi hermano para abrir su cajón donde guardaba con llave los videos porno.
En esa época todavía eran cintas VHS y la única videocasetera estaba en la habitación de mis padres pero como no había nadie en casa podía darme el lujo de ver las películas porno y darme placer a mis anchas.
Ese día fue una película diferente a las que había visto antes, era con actores jóvenes de cuerpos atléticos, tipo jugador de futbol americano de universidad, y de hecho la película se trataba de un grupo de estudiantes que hacían una fiesta en casa que terminaba en una orgía impresionante.
Me calentó mucho ver a los actores con suspensorios, cómo se enmarcaban sus nalgas tan deliciosas y se veían sus bultos colgando pesados, además en algunas escenas se cogían a los pasivos con todo y suspensorio y los agarraban por las tiras elásticas para ensartárselos más fuerte.
Para mí era algo nuevo ver esa combinación de chicos casi de mi edad cogiendo entre ellos y la ropa deportiva, lo que más me calentó eran los shorts cortos que se usaban en los 80s con aberturas a los lados, ya que se podía ver todo el interior cuando abrían las piernas y se les salían las vergas colgando, también las camisetas recortadas por el ombligo que dejaban ver los abdómenes planos y marcados, en general era una cinta con la última moda de los 80s.
Normalmente mi hermano mayor conseguía las películas, él ya tenía 18 años, las guardaba en su cajón y las veíamos juntos cuando teníamos oportunidad (que no era muy seguido) nos quitábamos la ropa y nos pajéabamos uno al otro para terminar chupándonos y cogiendo, incluso muchas veces tratamos de copiar las cosas que salían en las películas.
Por desgracia no teníamos mucha oportunidad de quedarnos totalmente solos los dos y casi toda la acción pasaba de noche, con la luz apagada y tratando de ahogar nuestros gemidos y gritos de placer para que nos escucharan nuestros padres.
Ver las películas en casa después de los exámenes tenía otro grado de complejidad, a veces mi abuela llegaba a la casa sin avisar, por lo que había siempre un rush de adrenalina en estarme asomando por la ventana o por la puerta para asegurarme de que no me iban a cachar con la película porno en la televisión de mis papás.
Esa tarde me puso tan caliente la película porno que me quité completamente el pantalón y el calzón, así que andaba corriendo semidesnudo por la casa con tremenda erección de adolescente y tratando de cubrirme cada vez que pasaba en frente de una ventana.
Mi verga estaba lubricando como loco y mi culito pedía acción a gritos, en ese momento ya no pudo aguantarme más las ganas y fui por un frasco de crema y empecé a pajearme con una mano, mientras me metía un dedo por el culo.
No tardé ni más que unos segundos en empezar a eyacular con todas mis fuerzas y dejar un reguero de semen por todo el piso de mis papás.
Tardé unos segundo en recomponerme del orgasmo y empecé a limpiar todo con papel para no dejar huellas, luego regresé la cinta de video justo donde había empezado a verla, apagué y desconecté todo, subí a esconder de nuevo la película en la cajón bajo llave.
Era todo un ritual para ver la pornografía en secreto pero ya me había habituado a hacerlo.
Llegó mi hermano en a la casa y luego llegó mi abuela para avisarnos que ellas nos iba a hacer la comida porque mis padres iban a regresar tarde del trabajo.
Así que pasé un rato de tranquilidad y a gusto hasta que por fin nos quedamos mi hermano y yo solos en la casa.
Yo seguía super caliente después de haber visto la película, no sabía qué hacer pero tenía ganas de intentar algo nuevo, así que subí a la habitación con unas tijeras, saqué un calzón viejo que me quedaba un poco apretado y lo empecé a recortar a fin de que pareciera un suspensorio como de los chicos que había visto en la peli porno.
Yo me sentía super sexy con mis nalgas al aire y solamente la verga tapada, estaba tan excitado que temblaba un poco y mi verga empezó a lubricar dejando una pequeña mancha de humedad en la parte delantera del calzón.
Asomé la cabeza por la escalera y vi a mi hermano haciendo tarea en la mesa de la sala.
Entonces empecé a bajar despacio la escalera para ver si podía llamar su atención pero iba bajando muy lentamente porque me daba entre pena y excitación que me viera vestido con el calzón que corté pero en verdad tenía ganas de que me cogiera.
Seguí bajando pero sin hacer ruido, entonces no conseguí llamar su atención y ya un poco frustrado me encontraba totalmente a su vista pero no conseguía que él levantara la mirada.
Mi corazón latía a mil y por un momento dudé si debía subirme corriendo a la habitación para evitar pasar por un ridículo.
Estaba indeciso entre llamar la atención de mi hermano o huir cuando estornudé y mi hermano levantó la cara y me miró intensamente.
Pude reconocer esa cara que hacía cuando se ponía instantáneamente caliente y me preguntó que estaba haciendo.
Yo le pregunté si no quería subir y me adelanté a acostarme en su cama.
Mi hermano finalmente dejó su tarea y subió tras de mí, se quitó la ropa y se quedó completamente desnudo y se acostó a mi lado.
Empecé a masturbarlo y el me tocaba la verga por encima del calzón.
Me dijo que me diera vuelta y con algo de pena le mostré mis nalgas, mi acarició por un momento y luego me jaló para quitarme el calzón, lo inspeccionó por un momento y me preguntó si yo lo había hecho y le dije que sí, que había tratado de que quedara como los de la película.
Mi hermano había liberado mi verga y se dobló sobre mí para chuparme porque siempre le ha encantado hacer oral.
Yo estaba ya muy caliente y me acomodé bajo él para quedar en un 69.
Mi hermano había quedado arriba pero se tumbó lado y nos quedamos un rato chupandonos uno al otro.
Mi cabeza estaba acomodada sobre la pierna de mi hermano mientras yo me comía su verga con mucho placer.
Me gustaba sentir su miembro dejando líquidos en mi boca y que me llenara con su olor, también intentaba tragarla completa haciendo ese sonido de ahogo cuando me llegaba muy adentro, además de la sensación de hormigueo que queda en los labios después de un rato de estar mamando pito.
Además mi hermano también era muy hábil para tragarse mi verga hasta el fondo y hacía cosas con su boca que nunca supe cómo hacerlas pero se sentía como burbujeo y cosquillas.
Estuvimos un rato disfrutando del 69 cuando mi hermano me dijo que me pusiera en 4 sobre mi cama.
Me pasé de su cama a la mía, me volví a poner mi suspensorio improvisado y me coloqué en la posición.
Mi hermano empezó a comerme el culo con una violencia que no había sentido antes, me chupaba, me metía la lengua, le daba vueltas, me soplaba aire y me hacía como quería mientras yo me retorcía de placer, me relajaba y por dentro rogaba por más.
Entonces empezó a ponerme un poco de crema y a lubricarse su miembro, me la fue dejando ir despacito hasta que la metió toda y le pedí que se esperara un momento para terminar de dilatarme pero una vez que empezó a moverse fue demasiado placer.
Yo cerraba los ojos y me dejé caer sobre la cama mientras él se adueñaba del interior de mi culo.
Me estuvo dando de a perrito hasta que me jaló y nos fuimos cambiando de posición sin que me sacara la verga del culo, fue un poco complicado pero ya teníamos experiencia cambiando de posiciones sin desacoplarnos.
Mi hermano terminó acostado boca arriba sobre la cama y yo montado sobre su verga mirándonos de frente.
Yo empecé a cabalgar su verga y el se movía fuertemente de arriba hacia abajo, haciendo que cada vez que mis nalgas caían, su pito se metiera hasta lo más profundo de mi culo, yo sentía que me partía en dos literalmente pero de la intensidad del placer.
Creo que fue la primera vez que sentí que me daba directamente en la próstata y aprovechando que era una de esas raras veces que estábamos completamente solos en la casa me dejé llevar y empecé a gemir ruidosamente sin poder controlarme.
Mi hermano se prendió con mis gemidos y esto solamente hizo que empezara a darme más violentamente hasta que se cansó de la posición.
Entonces me dijo que me acostara con la espalda en al piso pero que subiera las piernas sobre la cama, mientas él se montaba sobre mí para cogerme parado de tijerita.
Yo estaba en el éxtasis total, ya había llegado más allá de cualquier grado de excitación que hubiera sentido nunca.
Sin explicarme por qué, agarré una pierna de mi hermano que me quedaba a la mano y empecé acaricierle el pié, entonces mi hermano lo acercó lentamente hacia mi cara y de forma natural empecé a chuparle los dedos.
Fue algo extraño pero lo excitó mucho y francamente a mi también.
Entonces me levantó una pierna para chuparme el pié y una vez más quedamos conectados chupándonos los pies mientras me cogía.
Fue algo muy loco pero la sensación de hacer algo nuevo, raro y con tanta adrenalina es indescriptible, creo que solamente alguien que se haya dejado llevar por su lado más salvaje entendería la excitación animal en la que estábamos en ese momento.
Yo ya no podía pensar más que en placer y creo que cada cosa que hacíamos me prendía más, sin tener más cerebro, yo hubiera hecho cualquier cosa en esa momento que me produjera placer.
Empezamos a chuparnos los pies y las manos uno al otro, meternos los dedos a la boca, chupar y lengüetear las palmas era algo fálico, era casi somo extender un 69 por todo nuestro cuerpo mientras nos chupábamos enteros hasta la punta de los dedos literalmente.
Además sentir los dedos de mi hermano penetrando mi boca me hacían sentirme excitado y estimulado de una forma que no había sentido nunca antes.
Mi hermano sacó su verga de mi culo yo me ayudó a levantarme, solamente para acostarme boca arriba en la orilla de su cama mientras se ponía mis piernas sobre sus hombros.
Yo estaba relajado y disfrutando, así que mi hermano se dio placer metiendo y sacando su verga entera de mi interior.
Empecé a sentir una sensación muy intensa y conocida, era como si me fuera a venir, en verdad estaba disfrutando demasiado tanta verga, yo me relajé y dejé caer mi cabeza hacia atrás mientras ponía los ojos en blanco.
Sin poder retener más el orgasmo perdí totalmente el control de mi cuerpo, nunca me imaginé antes que podría venirme sin tocarme la verga.
Fue toda una combinación de estímulos que sobrecargaron mi cuerpo hasta el punto que la verga de mi hermano partiéndome el culo, detonó una reacción en cadena que hizo estremecer mi cuerpo completo, abrí los ojos asustado sin saber lo que estaba pasando, mi verga, mis huevos y mi ano empezaron a contraerse rítmicamente mientras salían gemidos de mi boca y brotaban chorros de leche de mi verga.
Volaron gotas de semen por el aire y cayeron sobre mi cara, mi peche y toda la cama de mi hermano.
Además él seguía cogiéndome y cada vez que metía su pito hasta el fondo me sacaba otro orgasmo con su respectivo chorro de leche.
Mi cuerpo estaba extasiado y totalmente drenado de semen y de energía pero mi cabeza loca seguía pidiendo más lujuria.
Mi hermano sacó su verga de mi culo dejándolo bien abierto, por un momento me dio miedo que se fuera a quedar así sin regresar a su tamaño original.
Y se agachó sobre mi cuerpo para lamer el semen de mi cara, pecho y abdomen.
Él y yo casi nunca nos besamos, por alguna razón eso era lo único que me daba asco pero esta ocasión yo ya estaba más allá de eso, así que lo tomé por la cabeza y empezamos a rozar nuestras lenguas.
Aún podía probar el sabor de mi leche en la boca de mi hermano y creo que él también estaba totalmente caliente mucho más allá de cualquier razonamiento.
Después de besarnos, mi hermano bajó a chuparme el semen que quedaba goteando de mi verga.
Ya me dolían partes del cuerpo pero la calentura era más fuerte y no tardé mi dos segundo en volver a tener el pito duro como roca.
Mi hermano me lamió los huevos y eso fue el detonante para asegurar la erección.
Casi siempre yo era pasivo porque me encantaba como me cogía mi hermano y para él no era muy placentero ser pasivo pero esa vez me miró con ojos de lujuria y me dijo que quería mi verga en su culo.
Con un poco de trabajo me puse de pié mientras mi hermano se reclinaba un poco sobre su cama.
Primero tomé un poco de la crema que usamos como lubricante y le metí un dedo en el culo para ver su reacción, él se abrió lo más que pudo y muy fácilmente le metí dos y hasta tres dedos.
Entonces me llené mi verga de leche y se la fui metiendo lentamente hasta tenerlo totalmente ensartado.
Mi hermano estaba todo rígido, se notaba que no estaba acostumbrado a tener una verga en el culo pero esta vez realmente lo deseaba.
Yo me lo empecé a coger con la mayor delicadeza posible pero no tardó mucho en pedirme que sacara mi verga porque ya se iba a venir.
Yo me puse de rodillas y él ya sabía lo mucho que me gustaba que me llenara de semen, me tiró chorros calientes
en la cara.
Después de semejando cogidón, literalmente nos fuimos a bañar con agua fría.
Yo estaba todo lleno de combinación de sudor, crema y semen, con ese típico olor a sexo.
Mientras nos estábamos bañando oímos llegar a nuestros padres.
Pero para ellos era normal que nos metiéramos a bañar juntos así que no sospecharon nada.
Finalmente salí del baño a cenar y a dormir totalmente cansado y satisfecho.
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