Cogiéndome al sobrinito de mi esposo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamaré Isabel, no es mi nombre real, porque el relato es algo comprometedor, pero si tengo 32 años, de los cuales 12 de casada. Una edad difícil para un matrimonio, pues la relación sexual se vuelve aburrida, tenemos un niño de casi dos años. Mi esposo es Ingeniero y su compañia lo escogió para una especialidad, por lo cual debía estar seis meses afuera, aunque a la mitad le darían pasaje para regresar una semana a la casa. Por lo cual le habló a su hermana, para que permitiera que Kevin, su sobrino, un lindo y desarrollado muchacho de 17 años, me visitara frecuentemente para ver si no necesitaba algo y por cuestionas de seguridad. Antes de eso yo había notado que yo le gustaba a Kevin, el siempre llegaba a mi casa con el pretexto de saludar a su tío, pero era más por verme a mi, cosas de chicos adolescentes pensaba yo.
A veces el me decía tía Chabe u otras veces doña Isabel. Yo desde pequeño conocía a su Kevin porque frecuentemente visitábamos a la hermana de mi esposo, pero no había compartido con él mucho tiempo hasta en ese momento. El chico es de buen ver, guapo, un poco delgado, medirá 1.65 mt, con el cabello tirado hacia atras. Su madre dice que es muy enamorado y había tenido muchas novias. Y fui descubriendo más adelante que era muy promiscuo. Lo primero que observé era que me veía todo el tiempo el escote, le gustaba ver mis senos, también mis piernas cuando usaba vestido o falda, no perdía la ocasión de poder ver algo. Luego vi que en la lavandería la ropa sucia no estaba como yo la había dejado, sobre todo mis bragas, me di cuenta uno de esos días que mi ropa interior tenía un liquido viscoso, me di cuenta rápido que era semen, el chico se había masturbado con mis bragas.
Al principio me sentí ofendida, pero después me fue invadiendo el morbo. Quieto aprovechar para descibirme, mido 1.72 mt, soy más blanca que morena, tengo bonitas y rollizas, mi busto no es exagerado, pero tengo lo mio, bonito trasero redondo, de soltera he concursado en algunos eventos de belleza. Me encanta el sexo, lo disfrute con mis exnovios y ahora con mi esposo. Una de esas tardes, el bebé estaba durmiendo y yo estaba leyendo en la sala acostada, tenía puesta una falda corta (arriba de las rodillas), en eso oí entrar a Kevin, me hice la dormida, tenía un pie en el suelo y la otra pierna en el sofá. El chico entró y me vio alli acostada. Como yo tenía los ojos cerrados, solo oía sus pasos, y oí que se acercó a mi, luego de unos segundos ya no escuché nada, pero sabía que estaba cerca de mi, entre abrí uno de mis ojos y lo pude ver reclinado mirándome la entrepierna, estaba a escasos centimetros de mi muslos y se regocijaba viéndome las bragas, hasta se tocó el miembro viril frente a mi, de alguna forma masturbándose.
Por dentro comencé a tener un calorcito entre las piernas, me estaba excitando lo que hacía ese chico. Luego se fue retirando, siempre tocándose su bulto en los pantalones, su bulto se veía de buen tamaño. En la noche de ese día tuve sueños humedos con ese muchacho. Esa misma semana, me estaba bañando, cuando oí que él entró en la casa, Salí de la ducha y abrí la puerta, quería ver si el muchacho al ver la puerta semiabierta me acecharía. No tardó en caer. La cortina de la ducha la cerré parcialmente dejando una parte abierta, el chico se acercó y yo me puse de espaldas, tenía una buena vista de mi espalda y de mi trasero. Luego me enjaboné el rostro y me di la vuelta, para que me viera de frente y pudiera ver mi escasa pelambre en forma de triangulo y parte de mis labios vaginales, eso era muy atrevido de mi parte, pero era ya una obsesión el chico para mi, y tomando en cuenta que mi marido aparecería hasta dentro de dos meses. En eso me quité el jabón de la cara y abrí los ojos, la imagen de Kevin con su pene (que no era nada chico) en la mano, le dije -!oye que crees que haces!- el muchacho se asustó y salió casi corriendo, no solo de la habitación, sino de la casa.
Al siguiente día regresó como si nada. Cenamos juntos, charlamos a gusto, el chico tenía su caracter y sabía lo que quería. Al final de la cena le dije que si quería quedarse esa noche, el no dudó un instante y llamando a su mamá le pidió permiso, estaba todo arreglando para esa noche. Yo estaba como novia caliente, que espera a su novio en su casa y sus padres han salido. Me arreglé y me puse lo más sexy que tenía, una diminuta tanga, un blusón para dormir semitransparente, se podían ver los pezones de mis senos, me perfume y luego fui a la sala y vi que Kevin estaba viendo tv, le dije que si quería ver tv en mi habitación, el volteo y se quedó como mudo al verme, se fue detras de mi, viéndome mi trasero con la tanguita, pues el blusón dejaba ver la silueta perfectamente. Lo acosté a mi lado, los dos sobre la cama, a él lo dejé al centro y yo a la orilla de ella. Se notaba muy nervioso, tanto que se metió con todo y zapatos, yo le dije que se los quitara. Luego charlamos con temas rojillos, empecé con .-tienes novia?- y -Ya lo haz hecho con tu novia?-, a esto úlitmo el chico me dijo que se lo había hecho unas diez veces y solo llevaban tres meses de novios. -Ahora tu pregúntame, que quieres saber de mi?- le animé. El chico sin chistar me preguntó -de que forma de te gusta más coger?-, yo dije -en que posición me estar preguntando?-, el dijo -si, qué posición?- -Pues me gustan varias, me gusta que me lo haga en la posición perruna, me gusta también cabalgarlo-, diciendo eso, el chico se carcajeo de forma.
El muchacho ya tenía otra pregunta, -tía Isabel, mi tío ya te lo ha hecho por atras?-, yo repliqué -uyy que pregunta es esa?-, el chico dijo, -vamos es un juego, yo te contesté todas-, dejé un lapso de silencio, luego dije -si, si me lo ha hecho por atras, pero duele un poquito-, el muchacho puso un rostro de morbo y perversión, -y te gustó?- yo me sonrojé un poco, pero le dije -si, me gusta hacerlo cuando estamos muy calientes-, el chico se sonrió mucho. Y asi seguimos el jueguito, que llegó a limites insospechados. -Uyy Kevin mira como te haz puesto!- tenía una erección y en ese momento tenía puesto pantalón de mezclilla ajustados, el se sonrojó, pero no se intimidó. El ambiente estaba caliente. -Puedo verte tu pene!- dije para no parecer vulgar. El se río de forma nerviosa. Yo me adelante y bajé su cierre y saque un buen pene, a pesar de los 17 del sobrino, estaba casi totalmente erecto, lo masajee entre mi mano y dedos, luego lo masturbé y el chico cerró los ojos. Luego le di algunos besitos en el glande, luego se lo chupé y finalmente me tragué su verga mamándola profundamente, en algún momento pensé que su verga sería más pequeña, pero no, parecía de un hombre maduro normal. Se la lamí por todos lados y luego me dediqué a chuparle los huevos, mientras los masturbaba, le hice lo que le hago a mi marido, el chico se corrió en mi boca y en mi rostro. -Uyy sobrino, mira como me dejaste- le mostré el semen que me cayó en el rostro, me levanté y me fui a asear al tocador, luego regresé y alli estaba mi sobrino sin pantalones!, acariciando su verga que no lucía flácida después de su corrida. -Tía te pudo pedir que te pongas sobre la cama en cuatro piernas?- yo lo oí, me subi a la cama y frente a él le puse mi notable trasero y abrí mis piernas, el tenía todo el panorama de mi panocha y de mi ano, solo cubierto por una diminuta lacita de mi tanguita -Asi quieres Kevin, qué me vas a hacer?- le pregunté, yo esperaba que me la metiera y de veras que estaba deseándolo.
Pero Kevin se acercó por atras y me dio unos besitos en las nalgas, luego los besos se volvieron lamidas y las lamidas más tarde se volvieron chupones, -quitame los calzones!!- le dije ya excitada. El no lo oyó dos veces y me quitó la tanga, luego siguió chupandome las nalgas, sus dedos me tocaban la panocha que ya la tenía mojada, luego sus dedos hurgaron también mi ano. Yo gemí porque todo era muy erótico, yo en manos de un chiquillo de 17 poniéndole los cuernos a mi esposo, quien lo iba a imaginar. El chico no era cualquier cosa, tenía experiencia y no tenía miedo a experimentar. Pasó su lengua por mi raya, desde mi culito hasta mi panocha, yo me quejé de placer, qué barbaro!! pensé, me está haciendo casi acabar y ni siquiera tenemos sexo. Su lengua se estacionó en mi ano y me dio una soberbia lamida de culo, sus pequeños dedos se hundieron en mi panocha, creo que me metió tres dedos y los movia para todos lados, no pude más que correrme y gozar este rico orgasmo. El muchacho no dejó un solo rato de lamer mi culo y de mover sus dedos dentro de mi vagina, eso hizo que mi orgasmo durara más de lo debido. Por el momento estábamos empatados. Luego él se fue subiendo sobre mis nalgas y espalda, sentí su pene duro entre mis nalgas, el chico comenzó a jugar son su pene y mis nalgas
Luego el frotaba su glande contra mi ano. -Kevin, mételo ya en mi panocha- le dije, pues yo estaba deseosa de que este chico me penetrara, el colocó su verga contra mi vagina y me penetró, Kevin dio un quejido prolongado cuando la fue metiendo dentro de mi, mi panocha estaba repleta de jugos lubricantes y de mi corrida anterior, su pene se deslizó fácil hacia dentro, y luego se puso a bombearlo primero lento, pero en pocos minutos se volvió loco moviendo su verga en mi panocha adentro y afuera, el chico no tenía mucha paciencia y estaba a punto de correrse, le dije que lo hiciera despacio, él se detuvo a tiempo, luego se fue lento, lo cual me dio tiempo a mi de llegar a otro orgasmo, luego aceleró y medio duro con varias embestidas y pocos segundos después el se corrió dentro de mi panocha. Por ser la primera vez era suficiente, le dije que se fuera a su habitación (que yo le tenía arreglada), el chico recogió su pantalón y con una sonrisa el condenado me dio un beso en la boca, como si hubiera sido mi pareja.
Me acosté y mi panocha mojada todavía palpitaba de excitación, -vaya chico!!- me repetía dentro de mi cabeza. Era mi primera infidelidad y con quien había sido. No sé por qué pero esa noche dormí como nunca. A la mañana siguiente, le serví desayuno a Kevin, ninguno de los dos habló de lo de anoche. El terminó su comida y se fue a su casa. No lo ví el resto de ese día ni al día siguiente, lo cual me preocupó, cuando una tiene un pecadillo, tiende a imaginarse cada cosa, ustedes me entienden. Fue hasta tres días después, que me estaba bañando, oí que alguien entraba a la casa y acercándome a la puerta, oí el televisor, era Kevin. Primero me tranquilizó, y luego me embargó de nuevo el morbo y la lujuria, una cosquillita me dio en la panocha, me empecé a masturbar en la ducha, primero un dedo y luego dos, pensando en pasajes de la noche con el pequeño Kevin. Mi panocha se puso pura sopa. Salí de la ducha y abrí la puerta, le grité -Kevin!, ven un momento!- Me metí de nuevo a la ducha, el chico llegó casi corriendo, -sí tía Chabe!-, dijo él al llegar.
Abri la cortina y me vio desnuda. El chico se puso nervioso. Le dije –quítate la ropa y báñate conmigo!-, el chico no lo oyó dos veces, como un rayo se desvistió hasta quedar en cueros, se metió conmigo. Al principio estaba como timido, luego le tomó una de sus manos y la puse sobre uno de mis senos y le dije si le gustaban, el me dijo que si. Luego su mano recorrió mi otro seno, yo estaba caliente, masajeo mis pezones, luego su mano bajo por mi vientre y encontró mi escasa pelambre de mi vagina, el chico acaricio mi panocha, todos mis labios vaginales, era excitante recibirlo de un chico como él. Abrí más mis piernas para darle lugar a que siguiera tocándome, luego uno de sus dedos descubrió la entrada de mi vagina, él metió un dedo dentro de mi, lo sacó rápido como teniendo miedo que yo lo censurara, pero como vió que le sonreí, lo metió de nuevo y lo movía adentro y afuera, cerré los ojos de gusto. –Ayy que rico me lo haces Kevin- le dije. El chico ya tenía erecta su verga. Luego metió otro dedo con el primero y también lo metía y lo sacaba. –Te gusta hacérmelo asi?- le pregunté, el movió su cabeza diciendo si. En eso yo estiré mi mano para tomar su verga, no parecía la de un chico de 17, era gordita y larga. Le retiré los dedos de mi panocha y me fui agachando hasta hincarme frente a él, tomé su verga y la comencé a mamar allí en la ducha. Le daba besos, lengüetazos y chupones, el chico temblaba de gusto. –Te gusta cómo me como tu verga?- le volví a preguntar.
El chico me decía nuevamente que si con la cabeza. Le comí la verga hasta que presentí que estaba por correrse, entonces me detuve, en ese momento quería sexo. Apagué la llave de la ducha, y lo tomé de la mano, lo llevé a mi recamara, yo me subí primero, me abrí de piernas y mostrándole mi panocha caliente, me pasé una mano abriéndola y le dije, -Kevin, quiero que te comas mi panocha!-, el chico se subió a la cama de rodillas, metió su cabeza entre mis piernas y comenzó a lamer mi vulva como si fuera un perrito. Su lenguita se metía entre mis labios vaginales, levanté un poco más mi vientre y el chico no perdió la oportunidad de meter su lenguita hasta lo más íntimo, sentí que entraba en mi vagina, no se si eso sucedió en realidad, pero me corrí como nunca. El chico no se si lo hizo por su corta experiencia o por instinto, pero al sentir que me estaba corriendo se puso la lamer con más intensidad, su lengua hizo contacto con el aro de mi culito y eso me hizo estallar de nuevo, -Por mi madre!!!- me decía yo, que orgasmo.
Apenas me pasó, le pedi casi suplicándole que me la metiera, el chico se incorporó y se subió encima y me penetró, su verga me entró toda, yo lo envolví con mis piernas, quería que me cogiera, por primera vez nos besamos mientras cogíamos, el chico sabía muy bien besar, su lengua entraba y salía de mi boca, mientras me hundía con mi ayuda su verga. Fueron unos cinco o diez minutos de inmenso placer, yo grité y él también gritó, sentí como su semen salía de su verga y se depositaba en lo más profundo de mi vagina mientras yo me corría otra vez.
Esperamos unos segundos más y Kevin sacó su verga goteando de mi panocha, me había echado una gran cantidad de esperma, yo lo acosté boca arriba y le chupé su verga hasta dejársela completamente limpia, luego me fui subiendo encima y me senté sobre su verga antes de que perdiera su dureza. Me entró apenas en mi vagina, pero me puse a besarle sus tetillas y lamerle su torso, conforme pasaban los segundos pude sentir como su miembro se iba endureciendo dentro de mi, hasta que la pude sentir completamente erecta. Era el momento de cabalgarlo, me puse a moverme encima, le tomé sus manos y me las puse en los senos, el chico comenzó a acariciarme los pezones, hasta que me los puso duros.
Cabalgué a Kevin un buen rato y el chico aguantó como un experto, tome mis senos y se los puse en la boca para que los mamara. En eso estaba cuando de repente siento las manos de Kevin en mis nalgas buscando algo, y lo encontró, uno de sus dedos rodeó mi ano y me penetró la punta de su dedo. Fue muy excitante que hiciera eso. –Te gusta mi culito?—te gusta?-, me quité de encima y le dije –ven mi nene, cógeme por el culo!-, me puse en cuatro, le abrí las piernas y puse mi trasero levantado, puse la cabeza en la cama y con ambas manos me abrí las nalgas, el chico se acercó por atrás, puso su verga en la entrada de mi culo y me ensartó despacio. Gemí cuando su glande se deslizó dentro de mi ano.
Luego el fue presionando y cuando me comenzó a culiar sentí que el mundo se derrumbaba, me vine y el chico se puso frenético cogiéndome y se corrió muy pronto, yo hubiera querido que me cogiera otro rato, pero fue fantástico. Yo estaba agotada y el chico también, nos quedamos un rato allí, y me dormí. Cuando desperté el chico se había ido a jugar los videojuegos de mi esposo. No puedo agregar al relato todas las relaciones que tuvimos con Kevin, porque los aburriría, pero el chico era candela como yo. No hubo más que sexo.
Cuando llegó mi esposo, el chico desapareció. Luego mi esposo se fue por otros tres meses y apareció Kevin de nuevo fogoso como siempre. Haré otros relatos de lo mejor de esos otros meses. Un beso.
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