Como deje embarazada a mi madre

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Les comenzaré describiendo a mi madre, 45 años, pelo rubio y corto , con buenas tetas aunque se les notaban el paso de la edad y un culo que no tiene nada que envidiar al de una treintañera. Yo por mi parte soy un chico de 19 años , pelo castaño y ojos verdes y algo musculado ya que juego al fútbol. Este es un hecho totalmente real que quiero compartir con ustedes.
Hechas las presentaciones comenzemos con la historia.

Mi madre hacia años que se había separado de mi padre y la verdad es que últimamente se la veía muy alicaída. Yo por mi parte aún soy virgen ya que soy muy tímido con las chicas. Bien pues hace 4 meses nos invitaron a la boda de una amiga de mi madre, como era ya costumbre en ella fue sola y se pasó la noche bebiendo, por mi parte e de decir que mi vida social es bastante escasa y con la posibilidad de tener la casa durante toda la noche decidí tomarme unos tragos. Mi madre llegó a casa antes de lo previsto y al igual que yo estaba bastante "feliz". Me dijo que se quería ir a dormir por lo que la tuve que llevar a su cuarto.

Me tocó quitarle el vestido cosa que no me molesto, resultó que debajo del vestido carmesí no llevaba ropa interior y me quedé mirando sin percatarme del bulto que provocaba mi erección en el pantalón del pijama, mi madre se dio cuenta y me dijo:
– Ni que fuera la primera vez que ves a una mujer desnuda.
– Esto… He visto a mujeres desnudas pero en el ordenador- no le di importancia a ese atrevimiento ya que creía que iba más borracha de lo que realmente estaba.
– Entonces quieres deecir que eres…virgen- se rió con una sonora carcajada.
– No te rías. Soy virgen y que?
– Pues que un chico tan guapo como tu no debería de serlo todavía.

La conversación siguió durante largo y tendido, tiempo en el cual se nos empezó a ir la borrachera pero la idea de acostarme con mi madre aumentaba.
– Bueno entonces será mejor que lo hagas con alguien de confianza- parecía casi como si me lo estuviera sugiriendo por lo que me lancé.
– Y si tu fueras la primera- tenía miedo de haber sido demasiado atrevido y de haber fastidiado la oportunidad.
Para mí sorpresa su respuesta fue: Esta bien pero sólo te masturbare.

Ante aquella proposición me quedé helado y no podía creérmelo, parecía como si el alcohol siguiera haciendo efecto pero en las palabras de mi madre se notaba gran serenidad y consciencia.
Ya en el borde de la cama sin esperar más me puse de pie y ella se bajó hasta que de rodillas estuvo a la altura perfecta. Suavemente me comenzo a bajar el pantalón y los calzoncillos quedando mi polla al aire ( mide unos 17 cms). La cogió con una mano y me dijo que no usaría la boca, comenzó un sube y baja que fue una auténtica delicia entre medias dejaba caer un hilo de saliva y comenzó a ir más rápido. Con el pretexto de que quería ver sus tetas paro un momento cosa que agradecí pues estuve a punto de correrme.

Continuó pero esta vez ella también se tocaba y del calentón me dijo que está vez si que emplearía la boca. Al principio comenzó con pequeños besos que a mi me derretian, luego comenzó a bajar con su lengua por todo el tronco hasta volver a subir a mi glande con el cual juzgaba con la lengua y además recogía el loquero que salía. Tras 5 minutos de mamada estuve a punto de correr me por lo que se la saqué de la boca enseguida.
– Oye mamá, que te parecía tener sexo conmigo.

Al comienzo estaba dudosa y en su cara se llegó a mostrar incómoda.
– No se cariño…
– Por favor es que no puedo resistirme.
Tras un minuto de reflexión asintio tímidamente con la cabeza lo que me dio a entender que estaba receptiva.
– Eso sí- dijo- pondré una serie de normas.
– Esta bien – dije algo apenado.
– 1. Nada de sexo anal.
2. Me respetaras en todo momento.
3. Tendrás que usar condón.
– Pero mamá- dije casi gritando.
– Nada o con condón o nada. Se que me dirás que puedes aguantar y correrte fuera pero créeme que en esos momentos el sentido común te abandona. Y además estoy justo en los días más fértiles.
– Esta bien- dije apenado.

Tras ponerme el condón se subió encima mía pero antes de meter mi glande estuvo jugando con en él en sus labios vaginales , finalmente entró eso sí con algún problemilla debido al tiempo de inactividad. Comenzó un mete-saca al principo lento y sensual que dio paso a algo más salvaje y rápido después de unos minutos cambiamos de postura ya que no quería correr me tan rápido. En la posición del misionero me recree metiendosela de una vez para sacarla completamente repitiendo el proceso y provocando gemidos que pronto dejaron paso a un orgasmo brutal. Mientras seguía en éxtasis tuve la idea más loca pero más placentera de mi vida me quite el condón para sentir de verdad la vagina de la que salí, me prometí a mi mismo que me correría fuera cuando llegara el momento. Mi madre aún extasiada siguió recibiendo el miembro de su hijito está vez con más ímpetu gracias al morbo de follarmela a pelo, llegué a tocar el comienzo de su útero cosa que me puso a cien al pensar que salí de eso mismo hace tanto tiempo atrás. Tras dos minutos más o menos decidí decirle que me había quitado el condón para ver cómo reaccionaba, al principio quería que lo sacará pero después de decir que ya llevaba tiempo follandomela a pelo decidió que siguieramos, eso sí con la promesa de que no me correría dentro de ella. 5 minutos después del sexo más intenso de mi vida estaba preparado para correr me.

– Me corro mamá, me corro….
– No espera recuerda tu promesa, sacalo fuera.
– No mamá quiero hacerlo dentro no voy a cambiar de idea.
– No por favor, no lo hagas, todavía puedo quedarme embarazada nooo…

Esas palabras dejo de desanimarme me dieron más fuerzas u dije unas palabras que a día de hoy no puedo creer que salieran de mi boca.
– Quiero correrme dentro de ti y dejarte embarazada. Quiero dar vida donde antes estuve yo. Quiero darte un hijo.
El siguiente medio minuto le destroce el coño a mi madre como nunca pensé que podría hacerlo. Ella sollozaba rogando e intentaba apartarse de mi incluso me llegó a arañar, lo que provoco que yo siguiera aún más fuerte y profundo. En el último momento levante la cabeza para mirar a los ojos a mi madre y ver en ellos el momento exacto en que la dejaba embarazada. Tenía los ojos llenos de lágrimas y me lanzaba una mirada pidiendo entre sollozos que eran dificilees de entender que la soltara y me corriera fuera, en el último momento intentó una táctica desesperada.
– Por favor correte en mi boca, en mi tetas, en mi culo…

Dude por un momento pero sabía que el placer de darle vida a su matriz iba a ser insuperable. Tras unas fuertes estocadas le dije que me corría. Siete chorro de caliente y espeso semen fueron derramados en su útero, había tal cantidad que aunque mi polla la llenaba entera se derramó un poco por sus muslos pero en seguida y de modo instintivo saqué mi pene para recoger el semen y volver a meterselo en su húmedo coño. Mi madre se había quedado con una cara similar a si le hubieran clavado un cuchillo, en ese momento esboce una sonrisa y le susurre al oído que la queria. Sabía que ella todavía podía sacarse el semen como bien intentaba hacer al zafarse de mi pero seguí moviendo extendiendo de esta forma el semen por toda su vagina. Ya resignada se quedó tumbada mirando hacia un lado, yo imitandola me quedé también mirándola. En aquel momento empecé a sentirme un poco culpable y empecé a pensar que tal vez aquel presentimiento que había tenido era mentira, todas las dudas se me despejaron cuando con la voz más dulce que había escuchado me dijo a modo de broma " niño o niña que prefieres?" ante ese comentario esboce una sonrisa y ella una pequeña risita de complicidad seguido de unos suaves y lentos besos en la boca. Así nos quedamos dormidos , a la mañana siguiente seguimos follando está vez si que no me corría en su coño pero a cambio pude probar sus tetas y su culo.

Un mes más tarde al llegar de la universidad me dio un beso en la boca y me llevo a su dormitorio después de el ya tradicional sexo anal se tumbó a mi lado y puso mi mano en su vientre y me dijo entre lágrimas de alegría que estaba embarazada.