Como deje embarazada a mi madre 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una vez mi madre me confirmó que estaba embarazada la abrace y le di un apasionado beso en la boca. Ella en un principio no quería quedarse embarazada ya que como recordaran me corrí en ella a traición pero una vez lo hubo superado teníamos que planear como llevar las cosas. Estaba en la tercera semana del embarazo así que no se le notaba mucho por lo que fue el momento ideal para mudarnos.
Nos trasladamos a un pequeño pueblo de no más de 2000 habitantes que estaba a 300 kms de nuestro antiguo hogar, una vez nos hubimos instalado por fin comenzamos a hacer vida en pareja. Íbamos a las revisiones ya que a esa edad es peligroso un embarazo pero todo iba como la seda . Por supuesto seguimos follando y aunque no había necesidad me seguía corriendo dentro de ella. A los 3 meses nos enteramos de que sería niña.
Pasaron los meses y mi madre ya no quería tener sexo por miedo de dañar al bebé, pero una noche encontré la solución.
– Oye mamá quiero hacerlo no aguanto más.
– Sabes que no es posible ya estoy en el séptimo mes y podrria hacerle daño a la niña.
– Ya lo sé pero y si lo intentamos por detrás.
– No se es que una vez lo intente con tu padre pero casi ni empezamos por el dolor.
– Tranquila he investigado y se como hacerlo para que te duela lo menos posible.
– Esto….
– Porfavor.
– Vale está bien- dijo con inseguridad pero con una sonrisa en la cara.
– Genial lo prepárate todo para esta noche.
A las 11 de la noche y después de una suculenta cena nos dirijimos a nuestro dormitorio. Ella llevaba un camisón de seda rosa que hacía una pronunciada curva cuando llegaba a su barriga, se lo fue quitando lentamente dejando al aire sus pechos aún más grandes debido al embarazo que descansaban sobre su tripa. Debido a las limitaciones , se tumbó bocarriba y abrió las piernas dejandome ver su preciosa vagina rosada. Baje hasta su culo y empecé a meterle un dedo untado en un aceite especial, en ese momento mi madre dio un respingo y soltó un suave gemido después de unos minutos ya tenía tres dedos en el interior de su año por lo que me decidí a empezar a metersela. En un principio fue la punta que con dificultades se abrió paso, una mueca de dolor se dibujó en la cara de mi madre que me empezaba a agarrar las piernans con sus manos. Transcurridos unos minutos poc había sido el avance así que pensé en hacer algo más drastisco.
– Confías en mi- le dije.
– Por supuesto cariño.
– Te va a doler pero sólo será un momento.
Mi madre asintió como si se tratara de una niña a la que la van a poner una inyección. Lo que iba a hacer era muy drástico pero era la única forma ya que el peso del bebé sobre su culo era tal que resultaba imposible meter algo más que no fuera el glande, incluso cuando estuve sacando la para comenzar la maniobra tuve que tirar ya que mi prepucio seguía dentro. De forma rápida para que le doliese lo menos posible la cogi de los brazos e hice que se sentará en mis piernas justo detrás de mis huevos. Acto seguido le dije que se pusiera en cuclillas, debido a la posición y al peso extra tenía.que.apoyarse en mis manos. Me dijo que fuera despacio y no la hiciera daño.
Comencé metiendo el glande y unos cms más se arrastraron por el peso, sin duda eso era el cielo y parecía que.me iba a correr en seguida pero mantuve el control y seguí. Le estaba doliendo mucho así que se me ocurrió que mejor fuera de una sola vez en vez de poco a poco como una tirita. Le solté las manos lo que hizo que mi polla se introdujera de un solo golpe en ese momento escuche como el recto se le desgarraba y acto seguido un fino hilo de sangre resbaló por mi cintura. Una expresión inenarrable de dolor se formó en su rostro. Nos quedamos así cinco minutos con mi polla empalandola hasta que al fino me miró y me dijo que continuara, se la comencé a sacar para volver a metersela de una sola vez, cuando nos cansamos de esa posicionamiento se sacó mi polla y se puso a cuatro patas a mi lado y con un gesto provocador con su mano me incitó a ponerme detrás para seguir con el que sería el mejor polvo de mi vida. Sin duda la imagen era para enmarcarla, sus grandes pechos colgaban moviéndose levemente con el respirar de su dueña coronandolos sus pezones oscuros y completamente duros, a la derecha se encontraba su barriga que con la acción de la gravedad parecía todavía más grande.
Comence con un ritmo lento pero enseguida fui aumentando el ritmo , el hecho de que a diferencia de su vagina, su culo no tuviera un tope hizo que mis embestidas fueran más profundas y salvajes hasta el punto de que mi madre me dijera que aflojase para no hacer daño al bebé, advertencia a la que yo hice caso omiso. Tras diez minutos el primer aorgasmo de mi madre se anunciaba a gritos, tras su corrida habitual empezó a salir un liquido amarillento que si, era orina. Mi propia madre como efecto del embarazo y de ese orgasmo empezó a mearse en mis piernas y a empapar toda la colcha. Eso hizo que me pusiera a cien y con los últimos embates me corrí llenando las entrañas de mi madre con mi semilla. Tras asegurarme de que no quedaba nadda tuve una idea que después tendría consecuencias. En esos momentos todas las barreras se e habían roto y todo era posible. Mi madre ,extasiada todavía por el segundo orgasmo tras haberme corrido yo, se dejó hacer. Le pedí que bajara su tripa hasta que tocó con la cama pero que dejará el culo en alto. Mi polla se había vuelto flacida otra vez y me tuve que masturbarse mientras mi madre con los ojos cerrados parecía que dibujaba el recorrido del semen por su interior. Como hice cuando la embarace le conté mi plan:
– Mamá ya que tu te has meado en mi ahora voy a hacerlo yo.
– Si cariño lo quiero todo dentro hasta la última gota.
Para mí sorpresa aceptó y con una nueva erección se la metí hasta el fondo y comencé a depositar mi orina en su recto. La cara de mi madre reflejaba un inmenso placer y tuvo un nuevo orgasmo. Cuando acabe me deje caer junto a ella y me deleite viendo como mi orina salía del culo de mi madre.
Tal fue el placer que después de eso un líquido transparente salió de la vagina de mi madre, habia roto aguas.
CONTINUARA…
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