COMO DESCUBRI EL PLACER CON MI TIO VALENTIN
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Balthamos789.
Hola como están? Después de leer todos estos relatos me he animado a contarles la primera vez que descubri el sexo de la mano de mi querido tío Valentin.
Mi nombre es Juan, y vengo de una familia muy unida, soy hijo único y siempre fuimos muy apegados a la familia de mi papa, y como no tenia hermanos, siempre estaba pegado a mi tío Valentin, a su esposa y a sus dos hijos, los cuales eran menores que yo. Cuando ocurrió la historia yo tenia apenas 11 años, y siempre fui curioso, me gustaba observarle la entrepierna a los hombres mayores, y cuando íbamos a las albercas, me gustaba entrar a los vestidores y ver sus enormes vergas (a comparación de la mía) colgando, llenas de pelos y esos huevos que moría de ganas por tocarlos, y aunque no sabia bien que sentía pronto lo descubriría.
Mis tíos viajaban mucho, y como mis padres trabajaban día y noche, siempre salia de viaje con ellos, íbamos a la playa, de excursión, y un día fuimos al rancho de mis abuelos, pues estaba solo ya que ellos habían viajado a ver a la hermana de mi abuela. Al llegar todo era normal, pero pronto me aburrí por que mis abuelos solo tenían una pequeña tele la cual fue acaparada por mi tía y sus novelas. Mis pequeños primos se entretenían con una pelota, y yo me arrepentía tremendamente de haber viajado, pero ya estaba ahí y no me quedaba de otra. Ese mismo día mi tío empezó a tomar, cosa que mi tia siempre ha detestado, y de una pequeña discusión termino en una pelea en la que mi tía se encerró con sus hijos en un cuarto, a lo que mi tío le contesto: -No importa, Juanito me hará compañía- cosa que no me desagrado pues adoraba a mi tío.
Creo que antes de ese día no me había percatado del todo como era mi tío, era un hombre como de 1.80, con ese cuerpo que indicaba que en algún tiempo fue atlético, pero que el matrimonio le había otorgado cierta panza que en vez de desencajarlo lo hacia verse mas varonil. Ya rondaba por los cuarenta años, pero se veía hermoso, el calor de la casa hacia ver como los chorros de sudor bajaban por su pecho velludo, empapando su camisa de cuadros.
El hablaba de cosas que de verdad a esa edad no entendía, yo solo recuerdo que moría de sueño y quería irme a la cama, pero como mi tía se encerró en la habitación donde yo dormiría con mis primos, no me quedaba de otra que dormir en la misma habitación con mi tío, ya que si bien al principio me pareció un fastidio, después todo mi pequeño cuerpo lo agradecería.
Antes de irnos a dormir, me dijo que lo acompañara a orinar, pues el baño estaba fuera de la casa, yo accedí pues de verdad adoraba a mi tio. Al momento en que salimos, no entendí por que mi tío empezó a caminar hacia las viejas caballerizas, en vez de dirigirse al baño, pero lo no repare en detalles y lo acompañe sin decir nada.
Mientras mas nos alejábamos de la casa, mas oscuro se hacia, era de esas noches estrelladas, y después de caminas casi 200 mts solo se veía a lo lejos la luz de la casa. Yo odiaba la oscuridad, y mi tío lo sabia, me pare a un lado mientras mi tío se dispuso a orinar, y cual fue mi sorpresa que al desabotonarse el pantalón de mezclilla que traía puesto, dejo salir una hermosa verga de aproximadamente 20 cm, para mi era enorme, y con la poca luz que reflejaba la luna y las estrellas se veía gruesa, y podía sentir como el viento llevaba hacia mi ese olor a hombre, ese sudor que hizo que me erizara al grado de sentir sensaciones que no conocía.
Creo que no me di cuenta de que me quede viendo ese pedazo de carne sin reparar a que el se fijara, veia como orinaba y como se iba poniendo un poco mas gruesa, en eso volteo a ver la mirada de mi tio y me esbozo una sonrisa algo picara, yo moría de pena y no supe como reaccionar mas que voltear a otro lado.
Cuando el termino de orinar, de reojo pude ver como la sacudía, pero ya no era como quien intentaba deshacerse de las ultimas gotas de orín, sino como quien quería despertar a la bestia que llevaba en sus pantalones.
Estoy muy orgulloso de ti -me dijo- se que no te gusta la oscuridad y aun así estas aquí acompañando a tu tío borracho, apostaría que preferirías estar en tu casa.
Yo le conteste que no, que me gustaba mucho pasar tiempo con el, pero sin embargo, no podía dejar de ver su enorme verga saliendo de sus pantalones. El me pregunto que si me daba curiosidad lo que veía, yo le conteste nervioso que si, pues me daba curiosidad si cuando fuera grande yo la tendría así de grande, el me aseguro que así seria, pues los hombres de la familia siempre han sido de verga grande y cumplidora, soltando una carcajada que hizo romper un poco la tensión que había. No quitaba sus ojos de encima de mi cuando me pregunto que si nunca había visto una de ese tamaño, yo le conteste que si, pero que jamas tan de cerca, y fue cuando dijo las palabras mágicas, las cuales aun retumban en mi cabeza… -Quieres tocarla para que veas como es tener una de este tamaño en las manos?- La verdad no supe como reaccionar, me sentía nervioso, sentía recorrer por mi cuerpo una especie de corriente eléctrica, pero cuando menos repare, sin contestar nada, ya la tenia en mis manos.
Se siente muy caliente -le dije- me gusta por que se siente suave y dura a la vez, y me gusta el olor que tiene.
El se rió y me dijo "acerca la nariz para que sientas mas de cerca el olor que tiene", yo no sabia que estaba pasando, pero esa como si mis instintos supieran exactamente que hacer, pegue mi nariz a sus vellos púbicos y pude sentir ese olor de hombre, ese olor entre humedad y su loción, fue cuando sentí como ponía su mano en mi cabeza y empezaba a acariciarme el cabello, me gustaba como masajeaba con sus yemas mi cabeza, mientras yo no dejaba de oler sus pelos, sin soltar ni un segundo esa enorme verga que palpitaba entre mis dedos.
Te gusta como huele -me pegunto-, y yo solo pude mover la cabeza afirmando en contestación a su pregunta, a lo que me dijo "deberías olerme los huevos, huelen mas rico", bajo por completo su pantalón y su trusa, me puse de rodillas ante el y puse mi nariz entre sus piernas, no sabia que sentir, ese olor era nuevo para mi, pero definitivamente me estaba embrujando por completo. El empezó a jadear, no dejaba de acariciarme la cabeza, y solo pude oír que me decía manera entrecortada "Por que no le das unos besitos a la verga de tu tío" yo no sabia que hacer, le dije que no se me hacia correcto, y el me dijo que si yo lo hacia el me lo hacia a mi, y que me enseñaría muchas cosas que me gustarían mucho. eso me puso mas nervioso, pero no de esos nervios de quien quiere salir corriendo, sino de que no sabia que pasaría pero seguro quería estar ahí para averiguarlo. Como pude me metí la punta de su verga a la boca, la cual dejaba escapar unas gotas de un liquido pegajoso, pero aun así seguí. Al principio lo lastime un poco con los dientes, pero después de ciertas instrucciones pude ver lo hacia bien, pues los quejidos de dolor cambiaron a unos de placer, se veía que lo estaba disfrutando tremendamente. Empujaba mi cabeza hasta el fondo, y en unas ocasiones me dieron hasta ganas de vomitar, y el solo me decía que le diera mas despacio, a ratos me la sacaba de la boca y me la frotaba en la cara, dejaba en mis mejillas rastros de mi saliva y de su liquido pre seminal, yo no sabia que pasaba pero me estaba gustando mucho.
Después de un rato de estar jugando de esa manera, me levanto, y me quito el short que tenia puesto, el se quito su pantalón y su trusa que estaba empapada de los chorros de saliva que caían de mi boca mientras le mamaba esa deliciosa verga, y me dijo que había sido un buen niño y que por eso me enseñaría cosas ricas, me puso de espaldas sobre un pedazo de roca, como en forma de mojonera y metió mi pequeña verga a su boca, y empezó a chupar. Yo no sabia que sentir, al principio me daban demasiadas cosquillas, luego tenia como unas ganas de orinarme y yo le intentaba quitar mi verga de su boca, pero el seguía, por mi cuerpo recorrían sensaciones que desconocía, pero que me gustaban, después de un rato me puso boca abajo y empezó a lamer mi culito, empezó a separar mis nalguitas y pasaba su lengua por toda mi raja, y con su lengua presionaba mi anito, sentía como intentaba entrar con esa lengua áspera, mientras yo me sentía mareado, como con ganas de vomitar, pero a su vez no quería que parara jamas. me quito la playera que tenia puesta y el abrió por completo su camisa, después apoyo su enorme verga en mi raja y empezó a moverse, como intentando entras, me decia que no tuviera miedo, que aun no me la iba a meter, pero sentía como la punta de su verga tocaba mi culito, lo cual me entremesista completamente, sentía como las gotas de de su sudor caían en mi espalda, apoyando de vez en vez su peludo pecho en mi espalda, lo que me hacia sentir muy caluroso.
Después de un rato solo sentí como empezó a tensarse su cuerpo, me puso boca arriba y de su verga salieron enormes chorros de leche caliente, y uno que otro fue a dar a mi boca, el cual fue limpiado con su lengua, como queriéndome dar un beso, sin que llegara a tal. Se incorporo y con su trusa limpio toda la leche que tenia en el pecho, se puso los pantalones y me dijo que me vistiera, que regresaríamos a la casa. Aventó a un costado la trusa llena de su leche, me dio un abrazo y me dijo que ese era nuestro pequeño secreto de hombres y empezó a caminar, yo la levante y me la guarde en la bolsa del short, creo que como pequeño souvenir, pues aunque no había entendido bien que paso esa noche, no quería olvidarlo nunca.
Ya de regreso a la casa, me dijo que me pusiera la piyama y me fuera al cuarto, que después me alcanzaba, yo obedecí ansioso de que entrara al cuarto y ver que mas pasaba, pero el cansancio y el sueño me tumbo, y ya no supe mas de mi tio hasta el siguiente dia….
Espero que no les haya aburrido mi historia, es algo que recuerdo muy vividamente, pero no soy bueno contándolo, ya con posterioridad les contare que paso después.
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