Como me desvirginó mi hermano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Getaway.
Aunque al principio tener sexo oral con mi hermano se había vuelto una locura y me hice casi adicto a tragarme su semen, después de unos meses empezó a volverse aburrido. Lo hacíamos a diario y hasta dos veces al día. Aprovechábamos mientras nos bañábamos, cuando nos íbamos a dormir, cuando nos quedábamos solos en casa, hasta cuando nos quedábamos solos en casa de otros parientes… total que después de habernos chupado en todas las posiciones empezó a volverse algo rutinario para mí.
Entonces mi hermano de 15 años empezó a ir a los puestos de la calle a conseguir videos porno (todavía eran en cinta VHS) y los empezamos a ver por las noches en nuestro cuarto cuando ya todos se habían dormido. Los videos eran hetero así que yo me conformaba con ver a los hombres varoniles, sus cuerpos musculosos, sus vergas gigantes, como disfrutaban y dominaban a la mujer y finalmente sus espesas fuentes de semen que me excitaban tanto. El porno se volvió mi nuevo pasatiempo favorito y aprovechaba cuando me quedaba solo en casa para abrir el cajón de mi hermano, sacar las películas y verlas en la videocasetera.
MI hermano cambiaba las películas regularmente para no aburrirnos viendo las mismas una y otra vez, hasta que un día llegó con una película porno gay. Nunca la olvidaré por lo tanto que me excitó tenía varias historias en una. La primera era sobre un trío de chicos orientales con cuerpo de adolescentes, hicieron un círculo para mamarse todos al mismo tiempo. En otra historia ataban a un hombre blanco, grande, musculoso y con una verga enorme a una tabla y todos se iban sentando sobre su verga uno por uno hasta que se venían y luego pasaba el siguiente. Por fin ver acción de hombre con hombre tuvo sentido para mí y me puso más caliente que nunca y revivió mis ganas de estar chupando pito con mi hermano.
Ya que la excitación se había subido más de tono, mi hermano me dijo que me quería coger y eso me asustó porque me daba mucho miedo que me lastimara de alguna manera y no acepté. Aunque me gustaba mucho ver porno con él porque era más excitante, no aguantaba que se la pasara pidiendo meterme la verga porque yo no quería.
Un día que no fui a la escuela, esperé a quedarme solo y saqué una película del cajón de mi hermano, era sobre unos adolescentes que hacían una orgía donde los pasivos se venían a chorros mientras se los cogían. Ver como chicos casi de mi edad se excitaban tanto y gozaban las vergas en su culo me hizo desear lo mismo. Me puse tan caliente que casi me vine viendo el video pero me aguanté. Estaba con la cabeza llena de fantasías y con ganas de experimentar, entonces me dio curiosidad saber cómo se sentiría tener un pene adentro del culo.
En mi ingenuidad busqué algo que pareciera un falo y encontré un lápiz; le puse crema y con mucho cuidado de que no se fuera a ir de lado lo fui metiendo lentamente hasta que entró todo. Para mi sorpresa no sentía nada especial pero no se me quitaba la calentura, supuse que era porque definitivamente había muchas diferencias entre un lápiz y un pito. Entonces encontré un marcador y también lo unté de crema y me lo metí despacio por el culo. Para mi decepción tampoco sentí nada especial.
Como ya estaba todo desnudo en medio de la sala y medio embarrado de crema, agarré mis cosas y me metí a bañar. Adentro del baño me estaba enjabonando cuando me dio la curiosidad de meterme un medo, entonces me senté en el piso, abrís mis piernas y despacio me empecé a meter el dedo índice, eso se sentía mucho mejor que el lápiz o el marcador. Lo empecé a mover despacio hacia adentro ya hacia afuera y me di cuenta de que no me lastimaba ni me dolía. Saqué el dedo y me pregunté si sentiría mejor tener dos dedos, entonces me puse mucho jabón y con cuidado me relajé y vi que con un poco de trabajo entraron los dos dedos. Yo estaba mega excitado, ni si quiera sabía si me estaba gustando físicamente la sensación pero estaba tocando partes de mi cuerpo que no conocía y me volvía loco sentir el interior suavecito y tibio de mi culo. Entonces empecé a mover los dedos y me di cuenta de que mi culo se iba relajando más.
Mi pene y el de mi hermano ahora son del mismo tamaño pero en esa época el de mi hermano era mucho más grande y grueso que el mío. Entonces pensé que tres dedos apenas eran el equivalente de mi pene y si en algún momento iba a dejar que me cogieran me tenía que entrar un pito en el culo. Entonces me puse jabón en tres dedos y con mucho cuidado y trabajo los fui metiendo despacio, me costó un poco de tiempo y tuve que cambiarme de posición para estar más relajado pero finalmente entraron. Yo estaba tan caliente que tenía ganas de todo, estaba loco y con el corazón latiendo fuerte dentro de mi pecho. Entonces empecé a mover despacio mis dedos, primero en círculos y luego de afuera hacia adentro, la sensación me gustaba pero no era tan increíble como parecía en las pelis porno.
La calentura se había apoderado de mí y yo ya no respondía más. Me enjuagué todo el jabón, me sequé y salí desnudo del baño hacia mi habitación. Sabía que mi hermano iba a ser el primero en llegar a la casa y que íbamos a estar solos un rato, así que me quedé desnudo sobre mi cama esperando a que llegara. No tardó mucho en que lo vi por la ventana y luego abrió la puerta de la casa con su llave. Yo le grité desde el cuarto que subiera y él me hizo caso. Cuando entró y me vio desnudo con la verga dura se lanzó a chupármela mientras se desvestía.
Volvimos a mamarnos en todas las posiciones y como ya se había hecho costumbre empezó a lamerme el culo, solamente que esta vez mi anito tenía vida propia y no pude evitar decirle en voz baja: “quiero que me cojas”. Recuerdo su cara de sorpresa y de calentura al escuchar mis palabras. Me dijo que me pusiera en 4 y me empezó a dar dedo con un poco de crema. Él no sabía que yo ya me había dilatado el culo desde el baño y que solamente estaba esperándolo. Entonces se puso detrás de mí y me dijo que me relajara mientras empezó a empujar su cabeza entre mis nalgas.
Pude sentir como entró su cabecita terminando con mi virginidad y despacito empezó a meter toda su ancha verga en mi apretado culito. Yo no quería ni moverme, la sensación era muy intensa y yo estaba sintiendo cada detalle, por un momento pensé que nunca iba a detenerse. Pero finalmente estaba toda adentro, yo no sabía qué hacer después, pero obviamente mi hermano empezó a moverse despacio de adentro hacia afuera y de regreso. Yo sentía que me revolvía las entrañas, era una sensación nueva y rara en mi abdomen y que sentía que me salía por el culo. Entonces entendí por qué hacían esas caras los tipos de las películas mientras se los cogían.
La sensación se apoderó de mí y yo estaba tan excitado que de mi verga salían chorros y chorros de líquido transparente que mojaban mis sábanas. Yo estaba relajado abriendo el culo lo más que podía con mi poca experiencia. Entonces mi hermano empezó a moverse más fuerte y a darme con todo hasta el fondo. Los primeros movimientos me hicieron gritar cuando me golpeó un punto por adentro que me hizo ver estrellitas. Yo no entendía cómo podía sentir un placer tan intenso saliendo de mi anterior hacia todo el cuerpo.
Mi hermano seguía cogiéndome con fuerza y empezó a dolerme, yo ya no lo estaba disfrutando pero estaba tan caliente que no quería detenerme, solamente sabía que tenía que llegar hasta el final. Traté de pensar en otra cosa y rogué que por fin terminara, entonces mi hermano metió su verga hasta el fondo de mi culito y me lo llenó de su leche.
Sacó su verga despacio y se fue hacia su cama dejándome ahí solo sobre mi cama. Yo me acosté boca arriba y lo dejé que se vistiera y se saliera del cuarto. Yo me toqué el culo para ver si estaba todo bien y para mi sorpresa solamente había algo de crema y semen. Me masturbé un poco solamente para tener un orgasmo tan fuerte que mi culo se abría y cerraba con cada chorro de leche que tiré. Me salpiqué la cara y hasta manché la pared de lo intenso.
Entonces también me limpié todo, recogía la ropa tirada, me puse un calzón suave y me bajé. Mis padres ya habían llegado y estaba en la sala platicando con mi hermano. Yo traté de hacer como si nada pero el culo me dolía, seguía con la sensación de que me estaba violando, solamente que era un dolor rico y solamente de recordarlo se me empezó a parar la verga de nuevo. Como si no para nada me subí de nuevo a la habitación y mi verga ya estaba de nuevo dura así que me masturbé de nuevo y aunque la venida estuvo menos intensa me ayudó para que mis padres no se dieran cuenta de que seguía muy excitado.
La sensación en mi culo se me quitó hasta el siguiente día, así que esa tarde me masturbé un total de 3 veces tratando de que se me pasara la calentura de haber perdido mi virginidad.
Después de esa primera vez empecé a meterme todas las noches en la cama de mi hermano para despertarlo con una rica mamada y una vez que la tuviera dura me sentaba sobre su verga para que me hiciera gozar. Otras veces me dormía desnudo esperando a que mi hermano se metiera a mi cama, me mamara la verga, me chupara el culo y me diera otro cogidón.
como sigue