COMO MI ADORADA MAMA PASO A SER MI PUTA 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por frengifo.
Después de asegurar definitiva y placenteramente que mi madre asumía del todo su posición de ser mi puta y que había reconocido que le gustaba serlo, sin dejar de ser mi madre, ni tampoco su condición de mujer de los dos, de mi padre y mía, cosa que nos daba muchisimo morbo, me sentía pletórico, el amo del mundo.
La faceta como mi madre ya la tenía conocida desde hacía años y era una madre de lo mejor, la faceta como mi mujer, recién comprobada y satisfactoria de lo más, mi morbo era ver como era su faceta de mi puta.
¿Cómo sería el momento? ¿Qué sensación tendría al ver a mi madre jodiendo con un tio por mi? ¿Cómo lo haría? ¿Sería capaz? ¿ Llegaría al orgasmo con otra polla? ufff
Me rallaba un poco pensar en mi padre, era un buen tío y era un buen padre, realmente lo estimaba y le estimo, pero estaba encegado con la perversión de la puteria de mi madre.
Y totalmente abducido por su sensualidad.
y embriagado de sentirme con poder sobre mi madre.
En un momento de la tarde, como siempre, caímos juntos Sebas y yo, entre la cuadrilla tomando unas birras, aparte de hablar de nuestras cosas y de fútbol, que no relataré, le invité a venir a casa al día siguiente, para hacernos un peta y haraganear un poco.
Además le dije que toda la tarde estaríamos solos con mi madre.
SEBAS – Cojonudo, tío, pero ya sabes que tu madre me la pone dura y voy a ir toda la tarde burro.
YO – Jaja, precisamente me lo comentó del otro día en la fiesta del Insti, tio, es que se te notaba una barbaridad.
S – Joder, qué vergüenza, ¿se dio cuenta que iba empalmado?
Y – Sí, se dio cuenta que te pone la polla como una piedra.
S – No jodas.
¿Y cómo lo sabes?
Y.
– Estuve hablando con ella un rato, nos tenemos bastante confianza.
S.
– Ufff, no voy a poder mirarla, de vergüenza.
¿Y qué más te dijo?
Y.
– Nada, se rió.
Hace tiempo que lo sabe, no es la primera vez que te pasa, pero, claro.
también le dije que estando tan buena, y vistiendo tan sexy no era raro.
Y me dijo que le halagaba, a su edad, un chico yan joven.
S.
– Pues por eso, vaya morbazo que tiene, es tu madre pero también es una hembra de cojones, a su edad y con esas tetas y ese culo, ya te lo he dicho montón de veces, y con las falditas y escotes que se pone, ufff para comérmela enterita.
la musa de mis pajas.
Así que te dijo no le importa que me ponga burro con ella.
hasta le gusta.
Y.
– Sí, eso más o menos.
Por la mañana tuve que prepararlo todo, sabía que mi padre vendría tarde, a la hora de cenar.
Tendríamos la tarde para ver cómo podria montar algo, y mi hermano siempre se iba toda la tarde con su cuadrilla a jugar a futbol o a ligar.
Luego fuí a ver a mi madre, estaba en el despacho de trabajo que tienen, trabajando en algo.
Eché el pestillo por dentro y le dije en voz alta que Sebas vendría a comer y se quedaría por la tarde.
Me miró con ojos de alarma.
Me acerque por detrás y le dije al oído:
– Mama, ya sabes que me gustaría que te hicieras a Sebas y me dijiste que lo harías.
Y te excitó mucho, te corriste diciendo que serías mi puta.
No veas el morbazo que me da que hagas de verdad de puta para mi.
– Pero hijo.
es cierto que te lo dije pero es que me tenías muy excitada y también es verdad que me excité.
pero no sé si podré, cariño.
es tu amiguito desde niño, conozco mucho a sus padres, me corta mucho.
es que tendrías que darme un poco de tiempo.
-me dijo.
Yo le deslicé una mano por el escote y le acaricié la teta, ella, por supuesto, no hizo nada por evitarlo, cosa que me encantó, le giré la cara y la di un beso en los labios, ella respondió con su lengua, le apreté la teta y el pezón y se la saqué, separamos las bocas – me pierdes hijo, no sé cómo me excitas tanto.
-por supuesto, yo ya tenía la polla ereccionando, me puse a su lado, el paquete a su alcance, sin dejar de amasarle la teta y pellizcarle el pezón.
Ella levantó la mirada.
– ¿Te gustaría chuparme la polla, mama? – le dije
– Me encantaría, hijo -respondió, empezando a gemir de mis juegos con su pezón.
– Pídeme que te la de, mama -me estaba poniendo morboso a tope
– Uffff, déjame que te chupe la polla, hijo, por favor, ponme la polla en la boca, deseo chupártela.
– Lo dijo bajito pero sin dudar nada.
– Ok, mama, sácamela y cómetela, te la DEJO chupar.
– Así lo hizo para mi placer, sumisa, me abrió la bragueta, y metió la mano, cogió la polla y la sacó fuera.
Primero me descubrió el glande y lo besó.
Pasó la lengua suave por todo el glande.
– Uauu , mama, se nota que no es la primera vez que lo haces.
Te has comido muchas pollas,¿eh, mama? – me estaba poniendo como una moto, y sabía que las guarradas a ella también le excitaban.
Entonces se la metió en la boca y comenzó una mamada en toda regla.
Recordé las palabras jocosas que había dirigido aquel tio sobre mi madre el dia de la fiesta en el Insti: ".
hasta sabemos lo suave que tiene la campanilla.
".
Noté esa suavidad de mi madre en la punta del cipote, su lengua golosa saboreando mi polla, y noté hasta qué punto le gustaba, de la manera que succionaba, se la sacaba y la volvía a meter hasta que me rozaba el pubis con la nariz, y yo la miraba y no me acababa de creer lo que veía, mi madre, con una teta fuera, tragando mi polla con ansia.
Oímos que mi hermano me llamaba y se la saqué, guardándola y cerrando con dificultad la bragueta.
Mi madre se metió la teta dentro y yo fui a abrir la puerta, antes de salir la miré y le dije,
– Estás preciosa, mama, mi amigo Sebas se va a poner las botas contigo.
– No sé si podré hijo.
– Bueno, mama, al menos no te pongas bragas.
y ya veremos.
Me distraje un rato con mi hermano, mientras se me aflojaba la erección.
Al cabo de un rato mi madre fue al lavabo y oi que se duchaba, y me fijé que se entretuvo dentro bastante.
cosa que me intrigó.
Fue a su habitación y salió impresionante, con un vestidito de algodón blanco, cortito, escotado y un tanto estrecho para el volumen de tetas que tenía, asi que los botones estaban tirantes y se ahuecaba entre los botones, dejando entrever lo que prtendia ocultar, unos pechos magníficos.
Se fue a cocina a preparar la comida y yo me fui detras:
– Uauuu, mama, estás inceríble de guapa y sexy – Ella sonrió.
– Me he depilado, mira – levantó una rodilla para que lo comprobara y le acaricié desde el tobillo hasta los muslos, una suavidad total – Y hay más – se levanto la faldita y me enseño un coño totalmente rasurado – toca, cariño – le acaricié todo el coño y estaba suavísimo, ingles y pubis y labios – si llega el caso que Sebas disfrute de esto, que tenga lo mejor de lo mejor, ¿no te parece? Que no tenga queja de tu madre.
– me apartó suavemente la mano – ahora déjame hacer la comida
– Me dejas admirado, mama.
Eres la mejor.
– Por supuesto, cariño, cuando hago algo, me gusta hacerlo bien.
– Incluso de puta.
– De eso, más aún.
Es la primera vez que hago de puta de alguien, y me gusta que estés orgulloso de mi.
aunque estoy un poco asustada, hijo, no sé si voy a poder.
– Pero te excita.
– ¡Vete ya de la cocina!
Se volvió a trajinar en la cocina y la miré pensando en la gran suerte que me había tocado al tener una madre así.
Sebas llego puntual.
le noté un poco nervioso.
Azorado al saludar a mi madre, "hola, Catalina", "hola guapo, dame un beso" se volvió y Sebas pudo ver su escote excesivo, ofreció la cara y se dieron dos besos castos, luego ella siguió cocinando "me gusta que vengas a casa, Sebas" Sebas y yo mirábamos por detras a mi madre, sus piernas casi descubiertas y su culo debajo de la faldita, tentador y sexual, encantados con la vista.
Me acerqué por detrás, le puse las manos en la cintura y me asomé por el hombro "¿ a ver qué nos has hecho?, joder qué bueno, ven a ver esto Sebas" Se acercó por el otro lado y yo me aparté, empujando levemente a mi madre hacia Sebas plantandole el culo de mi madre en el paquete.
Sorprendido, no se movió y mi madre tampoco se apartó, "¿te gusta Sebas?" le dijo, "me encanta" , mi madre movió suavemente el culo sobre el paquete de Sebas "acércate un poco más" Sebas se asomó por encima del hombro de mi madre sin dejar de tener su polla contra su culo, "me encanta" volvió a decir, mi madre volvió a mover su culo suavemente y me miró.
Se me puso la polla dura con esa mirada.
"Venga, a comer" Sebas se apartó y también me miró, estaba colorado hasta las cejas y mascaba un buen paquetazo.
Mientras comiamos mi madre ofrecía una vista de su escote que aturdía, Yo había hecho sentarse a Sebas enfrente de ella y mi hermano y yo uno a cada lado, pero charlaba alegremente como si no se diera cuenta que Sebas (y yo) le miraba las tetas como si fueran un imán a su mirada.
Marcaba los pezonacos descaradamente, señal que estaba excitada y disfrutaba.
Dejé caer mi servilleta y al recogerla vi sus inmensas piernas y su falda bien subida, le toqué la rodilla y ella entendió, abrió sus piernas para que se viera bien su chocho rasurado.
La miré a los ojos al incorporarme, una mirada excitante.
Como en un descuido, tiré la servilleta de Sebas y él se agacho a recogerla.
Mi madre y yo nos miramos, en ese momento Sebas le estaba viendo la delicia desnuda de su coño ¿Cómo seguiría esto? Estaba deseando que mi hermano se fuera ya y nos dejara.
Sebas se incorporó y miró a mi madre, ella le sonrió.
Yo me hice el despistado.
Pero estaba como una moto.
Al cabo de poco, a Sebas se le cayó otra vez "casualmente" la servilleta, me fijé que mi madre mantenía los muslos suficientemente y descuidadamente separados, un morbazo, Sebas repetía la vista.
Mi hermano tenía prisa así que se puso a recoger la mesa y Sebas le ayudaba.
Mi madre me hizo un gesto y fui a mi cuarto, ella vino poco después.
Mientras los otros dos trajinaban, mi madre se me acercó con cara de preocupación:
– Hijo, no sé si voy a poder hacerlo, me da mucha vergüenza y me corta.
– Ven aquí, putita – se me acercó, había aceptado con toda naturalidad que su hijo la llamara putita, la abracé y le besé la boca – ¿cómo es eso que tienes vergüenza? Si lo tienes como una moto
– Jo, es que cada vez que le miro no puedo dejar de verlo como el niño que he tenido en casa tantas veces.
– me hablaba abrazada, sentía sus tetas contra mi y le acariciaba el culo – no sé hijo, me cuesta.
– apreté su culo para que sintiera mi polla dura.
– Me da un morbo tremendo que Sebas se folle a mi madre, llevo la polla dura toda la comida -la llevé delante del espejo, la puse de cara y yo desde atras, le desabroché un boton mas del vestido y le saqué las tetas, luego le subí la faldita para que se viera el chocho – mírate.
mama, eres una delícia para cualquier hombre, una mujer para gozar, para el placer – le metí mano al coño, gimió – y lo mejor es te gusta transformarte en una guarra – me saqué la polla, durisima, de la bragueta y se la puse entre los muslos, rozando el coño – ¿quieres polla, mama? mírate en el espejo mientras le pides a tu propio hijo que te joda.
– se abrió, iba descubriendo lo que le ponían las guarradas, sentirse zorra.
– UFFF hijo, sí, fóllame, no sé qué tienes que me derrite, que me excita – le metí la polla de golpe -AAAAAAhhhhhhhh
– Mírate, mama, una hembra preciosa copulando.
ummmmm -le dije mientras la bombeaba suave y ella gemía – quiero ver cómo Sebas disfruta de todo lo que tienes y de lo bien que se lo has preparado.
Lo primero que harás es que te sobe y coma las tetazas, que te las babee, que te chupe los pezonacos – retiré la polla del todo, la miré a través del espejo, realmentetenía un morbo terrible tener a mi querida mamá así – pide rabo, putita.
– Uff, sí hijo, me gusta tanto que me des rabo.
ufff dame rabo, dale rabo a la mama
– A la puta de la mama – se la metí de golpe.
– SIIIIIIIIIII, soy una puta, una puta.
– se iba excitando con las obscenidades -.
de mi propio hijo.
– Me gusta ser el hijo de mi puta – le saqué la polla, la incorporé y le abracé, sobandole las tetas, de frente al espejo – quiero darle mi madre a Sebas.
Quiero que me la deje bien follada.
Y después follar yo con mi madre, con el coño lleno de leche de Sebas.
Sobada, babeada, follada, enlechada y bien guarra.
– Ufff hijo mío, cómo puedes ser tan morboso.
echó la cabeza hacia atrás y la besé.
– Porque tengo una madre preciosa y guarrilla.
¿Sabes qué me gustaria, mama? Ponerte así delante de Sebas yo mismo, mostrarle lo que tienes, tus buenos pechos y tu coño rasurado, y decirle que le dejo mi madre para que me la folle.
– ella gimió, la excitaba – Pero hoy no, que se asustará.
Hoy te lo follas tu sola y despues vienes a mi repleta de su leche.
– Uf hijo que caliente me pones, eres un demonio.
– Ya verás que te gusta, Sebas tiene una polla muy gorda, y ya verás qué loco le vas a volver.
Cuando se vaya mi hermano, te desabrochas mas el vstido y no sirves unos gintonics, que Sebas te vea bien los pechos y despues te sientas enfrente nuestro, de esa manera que sabes hacerlo y que podamos verte el chocho.
Yo me retiraré, os dejaré solos y .
os miraré desde la puerta, mama, no me perderé nada.
No dijo nada, sólo me miró y me besó, estaba muy caliente.
Se fue al lavabo y yo salí, Sebas y mi hermano habían acabado de recogerlo todo y mi hermano dijo que se iba.
Por fin, pensé.
Sebas y yo nos sentamos en el sofá:
SEBAS .
– Joder tio, tu madre va sin bragas,, le he visto el chocho todo rasurado, ¿así va siempre?
YO.
– No siempre, hoy debe ir así por ti.
S.
– Joder, como me tiene el rabo, lo que daría por poder meterselo en ese coño tan bueno y esas tetazas, uff
Iba a decir algo pero apareció mi madre con tres gintonics, realmente con una escote de vértigo, sonriendo, vino a nossotros y se inclinó paar dejarlos en la mesa, mostrandonos sus tetas enteras, con sus pezones bien tiesos.
Sebas estaba bizco.
Como le había dicho, se sentó enfrente recostada, las piernas relajadas, un tanto separadas, dejandonos vislumbrar su coño tan limpito.
Una preciosidad sexual.
Bebimos el gintonic charlando de todo y nosotros mitrando tetas y coño, me levanté a preparar otro, al volver mi madre estaba sentada al lado de Sebas, me sente al otro lado de mi madre, obligandola a pegar el cuerpo a Sebas, les di los gintonics y brindamos.
Le puse una mano a mi madre en el muslo.
– Que suave estás, mama, y qué guapa.
– Adulador.
Si ya paso de los 40.
– ¿A que sí, Sebas? mira qué suave.
– dije
– Está muy guapa, Catalina.
Es una mujer muy guapa, madura y guapísima – dijo Sebas mirando su escote.
Con timidez puso la mano en el otro muslo, acariciándolo – y muy, muy suave.
– Jjeje, vaya par de aduladores, me lo decís para contentarme.
Con lo guapas que son las chicas de vuestra edad, delgaditas, con esas figuras y todo firme, que a mi ya se me cae todo un poco, y estoy mas bien ancha.
Me estaba poniendo como una moto, bebíamos los gintónics sin dejar de acariciarle los muslos, Sebas me miraba con ojos como platos y el paquetazo a reventar.
Casi si darme cuenta había ido separándole los muslos a mi madre, que no ofrecía resistencia, mis planes de retirarme y dejarlos solos había empezado a desagradarme, ¿cómo me iba a ir en ese momento? decidí seguir a ver qué pasaba.
De todas maneras, no me convenía nada que Sebas supiera que me tiraba a mi madre, así que luchaba conmigo mismo.
Decidí dar un toque más para que no hubiera marcha atrás.
– Qué va, mama, tú eres más guapa, no se te cae nada, si lo dices por las tetas, son mucho mejores que las de las niñatas esas del Insti.
¿A que sí Sebas?
– Ya lo creo, a mi me gustan muchisimo más.
-Sebas se las miraba con ganas.
– Jaja, , que decís chicos si me cuelgan mucho.
– se tocó con la mano una de sus tetas, por encima del vestido, elevándola y luego dejándola caer – ¿veis? Es la edad y haber tenido dos hijos chupones – me miró y me sonrió, acercándose a darme un beso.
Sin saber por qué, giré la cara para que me lo diera en los labios y ella no se apartó, me dio un beso suave pero no casto.
– Tienes las tetas preciosas, mama, que lo diga Sebas – me bebí lo que quedaba de gintonic y lo deje en la mesa – Deja que te las vea bien mama.
– Me da un poco de vergüenza -dijo – no sé si debo
– Va mama, si te las hemos visto muchas veces en la playa -dije- a Sebas no le molesta.
– Claro que no, Catalina, si nos conocemos de siempre -dijo Sebas.
Mi madre se desabrochó todos los botones hasta la cintura y se abrió el vestido, dejando sus tetas al aire.
– ¿Son o no preciosas la tetas de mi madre, Sebas? – No pude por menos que acariciarle la que tenía más cerca – y ya verás qué suaves – Le temblaba la mano a Sebas cuando entro en contacto con la piel de su teta, acariciandola.
– Las mejores tetas del mundo -dijo Sebas alucinando.
– ¿Ves, mama? las mejores – ella dejaba que la sobáramos las dos tetas, brillandole los ojos – a Sebas le encantan.
No tienen nada que envidiar a ninguna otra, mama, al revés.
Por cierto, hay una cosa que seguro le puedes ayudar a Sebas, como tenemos confianza, seguro que puedes darle tu opinión – seguíamos sobándole las tetas.
Sebas me miró sin saber por dónde iba.
– ¿Qué es? Si puedo ayudar a mis niños.
– Las chicas no se atreven a acostarse con Sebas porque dicen que tiene la polla muy gorda, pero yo creo que es que son muy niñas aún, una opinión como la tuya seguro que es mejor, tienes más experiencia y puedes decirlela verdad, si es demasiado gorda o es que la chicas son un poco niñas aun – Sebas me miró matándome con la mirada, pero no dejaba la teta de mi madre.
– ¿Ah, sí? -dijo mi madre -si quieres me la dejas ver y te digo qué me parece, Sebas.
– Me da un poco de vergüenza – dijo Sebas – no sé si me atrevo.
Además es que.
– Venga Sebas, no seas tímido – le dije – que mi madre ha visto muchas pollas y no se va a asustar.
Ya verás como te dice que no es problema.
– Sí, Sebas, no te preocupes – le dijo mi madre – a ver si te puedo ayudar.
Con reticencia, dejó de sobarle la teta, ( y yo también pero no se las cubrió) y se bajó la bragueta, rojo como un tomate, y sacó su polla dura como una piedra, realmente gorda, parecía un muñon porque no era larga, debía rondar los 14 o 15 pero al menos tenia 7 u 8 de ancho.
Mi madre la miró.
– Es grandota, Sebas, y muy apetecible, muchas mujeres disfrutarían un monton con ella.
Tiene que dar mucho gusto.
– ¿Ves, Sebas? no es un problema tuyo.
– dije – a mi madre le gusta y es la mejor opinión.
Sebas estaba como un tomate, entre la vergüenza y la excitación.
Sentí un morbo tremendo de ver a mi madre con las peras al aire, mirandole la polla a Sebas.
El momento se aproximaba, así que decidí, a mi pesar, retirarme a mi cuarto fingiendo que los gintónics me habían sentado mal.
Lo hice cuando Sebas se había guardado otra vez la polla.
Así que me levanté asegurando que se me pasaría enseguida y simulando que me tambaleaba salí, pero me quedé mirando con la puerta entreabierta, en el pasillo, los dos sentados, mi madre con las tetas al aire y las piernas también, la faldita muy arriba.
Los oía pero a veces se me perdia alguna cosa, oí que Sebas le volvía a decir algo sobre lo guapa que era y mi madre le sonreía.
le dijo:
– Tienes la polla muy dura Sebas, ¿es por mi?
– Ssi – acertó a decir – es muy guapa Catalina.
– Mi hijo me ha dicho que te gusto mucho.
– Uf, si, mucho .
– Sebas le miró las tetas al aire – me encantan sus pechos Catalina, en serio son los mejores.
-estaba aún cortado, mi madre le cogió su mano y se la puso en las tetas, que Sebas empezó a sobar con ganas – qué buenas tetas Catalina, siempre he deseado tocárselas.
Soñaba con esto.
– Ummm me gusta Sebas, eres un cielo – mi madre le acarició la cabeza, con la otra mano se cogió una teta como para dar de mamar y se la acercó – ¿quieres chupármelas? – Sebas se amorró a su pezón y ella gimió, mirando hacia la puerta donde sabía que yo estaba, sin dejar de dar teta a Sebas – ummmmmmm Sebas, me gusta tu polla, en serio pero no la he visto muy bien, enséñamela mejor, ahí de pie.
Desnudo.
Sebas se levantó y se desnudó en un visto y no visto.
Yo les veia de perfil, el muñon de Sebas apuntando a mi madre, sentí una excitación enorme "lo va a hacer".
pensé "le va a comer la polla"
– Ummm Sebas, que buena polla, ¿me dejas que te la coma? -le dijo
– Ufffff Catalina, sería mi sueño hecho realidad, ¿de veras me la vas a chupar?
Mi madre, experta, como yo ya sabía, se acercó y le lamió entera la polla y los huevos, Sebas bramaba de gusto, y como yo ya sabía, al poco se la estaba chupando dentro de la boca, pero tuvo que hacer un esfiuerzo para metersela, Sebas gemía y repetía el nombre de mi madre.
En tonces ella se la sacó de la boca, se estiró en el sofá y se abrió de piernas:
– Tengo mejor sitio para tu leche, Sebas, mi cielo, ¿no te gustaría follarme?
– SIIIIIIII, – Sebas se le subió encima y ella le dirigió la polla a su coño.
– Empuja Sebas, métemela toda pero despacio o me vas A ROMPER EL COÑO – por supuesto Sebas se la metió hasta los huevos e hizo gritar a mi madre cada vez que Sebas le daba pollazo.
No pudo durar nada, al cabo de bien poco, Sebas se corría como una bestia llenando a mi madre de leche.
Yo tenía la polla como un hierro al rojo, no me la podía tocar o me correría y quería reservarme para dar rabo a mi madre.
Sebas se había derrumbado sobre mi madre y el morbo de verla con sus piernas abiertas y Sebas enmedio me mataba.
Cuando se volvieron a sentar, Sebas resoplaba.
– ¿Te ha gustado follarme, cielo? – le dijo mi madre al tiempo que le acariciaba la cabeza
– Catalina, es lo mejor de mi vida, la corrida más grande de toda mi vida.
– Sí, me has metido un litro de leche, cielo, voy a ir a limpiarme y a ver si se encuentra bien mi hijo, tú espérame y no te vayas ¿eh?
– Ufff nunca, Catalina.
– Prepara dos gintónics para cuando vuelva.
Mi madre salió y se vino directa a mi cuarto, con la leche de Sebas escurriendose por los muslos a borbotones.
Yo la esperaba desnudo.
– ¿Te ha gustado, hijo, lo he hecho bien? – le di un beso y le metí la lengua, mi polla le presionaba el vientre – uuuuu vaya polla se te ha puesto.
– Sabes a polla de Sebas, putita, y vas cargada de su leche – nunca hubiera pensado que le diría una cosa así a mi madre –
– Ya me tienes como tú querías hijo – se apoyó en la mesa – uffff soy una desvergonzada, pero me tienes abducida.
¿Me vas a follar ahora tu?
– Quieres más rabo, ¿eh? guarra, puta, – le metí de golpe la polla, que entró suavita – ¿Es gorda la de Sebas? Diosss mama, estás inundada de leche.
– Ufff más que la tuya, mmmmm, me ha roto el coño ummmm siiii dame tu rabo hijo mío, dioss qué morbo –
– Tienes el coño dilatado.
¿te ha gustado, eh? – mi polla entraba y salía con facilidad, y producí el típico ruido del chocho encharcado.
– MMMM me gusta más la tuya, es mucho más larga, mmmmm, qué dentro me llega y como me gusta que me folles recien follada aaaaa siiii dame rabo, siiii, maaaassssssss me voy a correrrrrr, jode la mama, cariñoooooo – empezó con un orgasmo que yo conocía.
Los dos íbamos con ganas.
– Toma leche mama, mi puta, te has tirado a mi mejor amigo y ahora te tiras a tu hijo, putaaaaaaaaa
– AAAAAAAAAAAAh siiiiiiiiiiiiii
Una bestialidad de corrida la mía y la de ella.
Nos dejamos caer sobre la cama.
De su coño no paraba de salir lechada, estaba preciosa y se lo dije.
– Tienes dos leches en el coño, mama.
¿Vas volver con Sebas y vas a vaciarle los huevos?
– Ummm si tu quieres, estoy follando para ti.
– Sí, mama, si que quiero.
Pero sé que te gusta y te da morbo.
– .
Me dio un beso y se fue a la ducha.
Me fijé que tenia semen hasta debajo de las rodillas.
Lo que siguió fué apoteósico, una hembra desatada mi madre.
Cuando se duchó, se fue al salon de nuevo apenas cubierta con una toalla, al pasar olí el suave perfume de su piel y se me empezó a poner tiesa.
Alla estaba Sebas, desnudo, con los gintónics en la mesa.
Al llegar ella, el quiso ir al baño también así que retiré rápido a mi cuarto y oí que se limpiaba también.
Mejor.
Al volver él al salón me volví a apostar en el pasillo.
Se sentó al lado de mi madre, que seguía con la toalla, bebiendo su gintónic, preciosa.
Brindaron.
bebieron, y entonces Sebas se inclinó hacia ella y la morreó.
Ella se le entregó, y yo veía como le comía la boca.
La polla de Sebas se movía.
Sin decir nada, mi madre se levantó y de frente a Sebas dejó caer su toalla quedando totalmente desnuda, Sebas la miraba sin creérselo, al cabo de los años tenía a mi madre para su placer.
Entonces mi madre se agachó y se puso a 4 patas, balanceando las tetas.
Era evidente que actuaba para mi.
– ¿Te gusto así, Sebas? – la pregunta era retórica, Sebas tragó saliva e hizo un gesto de que sí, mi madre se acercó así entre la piernas de Sebas, le miró y le empezó a lamer la polla, dioss qué imagen, mi querida mamá era una perra que le comía el rabo a mi amigo.
Sebas le puso las manos en la cabeza, cogiéndole del pelo, y empezó a gruñir.
– Qué gusto me da Catalina, nunca me han chupado la polla así.
uuuufff
– ummmmm me gusta tu polla, Sebas, ¿quieres que me trague tu leche?
– ufff ¿De verdad se tragaría usted la leche, Catalina? ufff un sueño
– Me gustaría mucho, cielo, dame tu leche en la boca.
Yo volvía a tener la polla tiesa de oir y ver a mi madre como una perra.
De todas maneras esta vez Sebas tardó más en correrse, normal, y yo mirando la cabeza de mi madre subiendo y bajando, haciendo una mamada en toda regla, las tetas bailando a los embites de Sebas que poco a poco le iba follando la boca, increíble como tragaba hasta los mismos huevos, y de pronto Sebas:
– Me voy a correr uuuu trague Catalina, trague lecheeee siiiiiiiiii – Sebas le llenaba de leche la boca a mi madre, su placer era inmenso, yo lo sabía bien, ahora él tambien sabía "lo suave que tiene la campanilla" como los otros y, sobre todo, su padre.
Cuando acabó, mi madre le mostró la boca, yo ya sabía lo que Sebas vió, su lechada blanca, lanzó una exclamación y entonces mi madre se la tragó.
Sebas alucinaba.
Mi madre se sentó a su lado, los dos desnudos:
– Ummm es muy buena tu leche Sebas, ¿te ha gustado?
– Por dios, Catalina, en mi vida hubiera pensado que mis sueños se harían realidad y hasta que los superaran, es usted una maravilla, una.
– Ummm Sebas qué cielo eres – mi madre le cogió la polla fláccida – tu polla es muy rica y se porta bien – se agachó y le dio un beso en el capullo -¿ te has quedado bien?
– Uauu muy muy bien Catalina, no hay ninguna como usted – mi madre seguía acariciandole la polla y los huevazos – me encanta su coño tan rasurado – y le puso la mano, mi madre se abrió para que se lo sobara a gusto – ufff qué suave y que caliente.
La imagen que veía yo era morbosísima, los dos desnudos metiendose mano a los genitales, así además era muy evidente la diferencia de edad, era la imagen de un macho joven con una hembra madura en pleno juego sexual.
No dudé que Sebas volvería a jodérsela.
– Ummm Sebas.
cómeme entera – mi madre se estaba poniendo más aún.
Sebas le empezó a comer las tetas y le sobaba el coño, mi madre seguía sobandole la polla y cada vez más despatarrada, gimiendo de gusto, qué preciosa estaba, bajó su mano a la mano que Sebas tenía en su coño y le hizo que le metiera dos dedos, gimió fuerte mientras Sebas le follaba con los dedos y le comía los pezones.
– Cómeme el chocho Sebas.
Sebas obedeció, se puso entre sus muslos, acuclillado en el suelo, y enterró su cara en el coño de mi madre, ella le cogió de la cabeza y se la apretaba.
– Umm si, así Sebas, cielo, ummm qué bien me comes siiiiiii – gemía y vi que estaba ya muy caliente – aaaah siii – volví a maravillarme de la imagen de mi madre – para Sebas para uffff
Sebas se levantó y vi que estaba otra vez con la polla erecta.
– Ummmmm mi machote está otra vez a punto – le dijo mi madre – a punto de follar a Catalina otra vez.
¿Sí?
– Ufff siiiii, Catalina, quiero follarmela sin parar.
– mi madre se puso a 4 patas en el suelo
– Jódeme Sebas, tómame como una perra – realmente estaba super guarra.
Por supuesto Sebas se la endiñó hasta los huevos y la empezó a bombear con fuerza, ella gritaba, yo sabía lo que le gustaba estar penetrada as,ílas tetas le iban como locas, Sebas gruñía como un cerdo.
– Catalina.
perra – se atrevió Sebas.
– Siiiiiiii, soy una perra, Sebas, sigue jodiéndome como una perra.
más, másssss diossss me voy a correrrr siiiiiii
– PERRAAAA, es una perra siiiiiii, toma polla perraaaa – vi el orgasmo de mi madre empezar suave y subir, subir hasta que gritaba como una loba, mientras Sebas le daba y ella parecía un pelele en sus manos, los brazos le flojearon y se dejo caer aplastando las tetas contra el suelo mientra recibía duro los pollazos de Sebas, agarrado a sus caderas, diosss que bien me la estaba follando, y qué morbo verla corriendose con otro.
Finalmente Sebas gruñó fuerte y se corrió, volviendo a llenar la vagina de mi madre con su leche.
Ella recibía ya relajada, mirando hacia donde yo estaba.
Vaya buena perra.
Se sentaron en el sofá, resoplando, había sido un polvazo.
– Gracias por el polvo Sebas – le dijo mi madre – lo he pasado de maravilla, follas muy bien.
– Oh no, por favor, soy yo el que estoy agradecido Catalina, en mi vida había vivido nada así.
– De todas maneras Sebas, esto no está bien y no debe repetirse, Soy una mujer casada y eres el amigo de mi hijo, es peligroso.
Y no debe saberlo nadie.
– Por supuesto, nadie lo sabrá, pero si me gustaría repetirlo.
– Sebas, es peligroso, ya veremos.
Ahora deberías irte, he de recomponerme y no creo que tarde mi marido.
Por supuesto Sebas se fue, dándole un ultimo beso a mi madre, que seguía desnuda.
Entonces salí yo y también le besé, estaba loco de excitación, la llevé al sofá y me la senté encima empalándola sin más, sin decir nada.
Ella se quejó:
– AAAAyyy tengo el coño irritado hijo, cuidado, uff entre tú y tu amigo me habéis dejado rota.
– Le saqué la polla.
– Vaya, lo siento mama – pero estaba yo loco – tendremos que probar otra cosa – le puse boca abajo – tienes el coño encharcado – con los dedos le puse el semen que le salía en el agujero del culo – mama voy a encularte.
– Nooo, hijo no, por favor, eso .
no, no me hagas eso, nadie me lo ha hecho nunca, es muy humillante, nunca me he dejado, y debe doler.
– Abrete el culo, mama, voy a darte por el culo.
No puedo quedarme así, tengo que joderte.
– No , por favor, hijo.
si quieres te la chupo, pero el culo.
– Sin embargo no se removía demasiado.
Apunte mi polla a su culo y apreté.
– AAAAAAAAA, me haces daño, aaa
– Ya voy con cuidado, mama, abretelo y será más suave – empujé más, ella gimió, le abrí yo mismo separándole las nalgas y empujé fuerte, le metí un buen trozo de rabo.
– AAAAAAAAAAAyyy, hijo mío.
nnooo
– Tu hijo te esta dando por el culo, mama, qué menos después de haber sido la perra de mi amigo – empujé más y se la acabé de meter.
– AAAAh uuuuffff me duele hijo.
que humillada me siento.
es tan.
sucio.
– Mama, eres la mejor, me encantas, te quiero mama, eres mi madre, mi mujer y mi puta y ahora te tengo enculada – empecé a darle suave entrando y saliendo, ufff vaya excitación, tenia la polla ardiendo, ella se quejaba suave – mmmmmm mama, qué gusto, me gusta ser el primero que te da por el culo, te han follado muchos pero sólo tu hijo te encula.
– aumenté el ritmo y empecé a correerme en su culo – toma mi leche, mama, mamaaaaaa.
Bestial, aquella tarde con mi madre fue, como he dicho, DEL PUTAS, ella estuvo unos días escocida y un poco huraña, pero yo sabía que sólo era cuestión de paciencia, ella había entrado en el juego del morbo y el sexo guarro y le gustaba.
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