Cómo mi adorada mamá pasó a ser mi putita (5)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por frengifo.
Sebas.
– No, nada, si me marché pronto, cuando vi que no te levantabas, ya pensé que te había cogido fuerte.
Yo.
– Coño Sebas, estaba trompa pero creo que antes de irme mi madre nos enseñó las tetas y hasta creo recordar que se las sobaste, y hasta le enseñaste el rabo.
¿Cómo fue después?
S.
– Nada, joder, pues normal, estuve un rato y me fui.
Y.
– ¿Y nada más? – Se veía que Sebas estaba convencido de no soltar prenda y me pareció bien.
S.
– ¿Qué más piensas, tio? Es tu madre, no una de las pavas que te tiras.
Y.
– Vale, vale,.
pero pensaba que te habías podido aprovechar.
Me gruñó, se ve tenía ganas de decírmelo, pero mi madre le había pedido que callara.
Un buen tipo.
Me hizo una cierta gracia ese tono de respeto hacia mi madre, cuando él mismo la había llamado perra mientras la llenaba la vagina de su semen.
Así que asegurado el silencio de Sebas, yo también me relajé un par de días y trataba a mi madre como mi madre, sin nada más.
Al tercer día, cuando oí que mi padre se fue al trabajo de buena mañana, a la 7,30, un madrugón, me levanté y me metí en su cama, al lado de mi mamá, abrazándola desde atrás, amasando sus tetas calentitas, y poniéndole la polla entre los muslos.
Ella dormitaba y al sentirme se revolvió.
– Ssssh mama, que hace dos días que no cumples conmigo como mujer.
– No te lo mereces por lo que me hiciste – se dio la vuelta apartando mi polla y quedó boca arriba – me dolió y me humillaste mucho.
Nunca me la habían metido en el culo.
no podías pensar lo que representa para una madre que su hijo le folle el culo sin más.
y con lo grande que la tienes.
– En algún momento había de encularte, mama, y cuanto antes mejor.
No podías ser mi puta sin haberte dado polla por el culo.
Y no veas lo que me gustó.
Ahora ya sabes lo que es .
necesito follarte, mama, tengo una calentura mortal, y los huevos cargaditos.
– Pero si aún está la cama caliente de tu padre, ahora no, hijo, no estoy de humor.
– Pues ponte de humor, mama, que tengo ganas de mujer – me puse encima de ella sujetándole los brazos por la muñecas por encima de su cabeza, ella cerraba los muslos – no te resistas, mama, voy a tomar lo que ya es mío, tú, tú eres mía, mi puta, puedo joderte cuando me apetezca, y me apetece ahora, abre los muslos que te voy a dar polla – me miraba incrédula sobre lo que estaba oyendo.
– No puede ser que me hables así, hijo.
Salte de mi cama, no quiero follar, ni nada.
– Pues voy a follarte, y sí que vas a querer – le intentaba forzar la obertura de piernas, pero se me escabullía, cuanto más se resistía más dura me ponía la polla, así que sin pensarlo le di una torta con la mano, mientras con la otra le sujetaba las muñecas por encima de la cabeza – que te abras, joder, que voy a darte rabo.
– AAY, ¡me has pegado!
– Sí mama – le di otra bofetada – porque debes entender que tengo derecho a joderte cuando quiera, porque eres mi puta, y te gusta, así que te abres de piernas, mama, voy cargado de leche y ningún sitio mejor que el vientre de mi madre para dejarla.
– NOOO, no, hijo, hijo,.
– le di otra bofetada esta vez un poco más fuerte – aaaaayy, me haces daño.
– las piernas se le aflojaron un tanto así que le di otra -aaaaaaayy – y otra más fuerte – aaaayy – me estaba excitando pegarla, le di dos más seguidas – aaaayyy – se le aflojaron del todo y me puse en medio, de un pollazo se la metí hasta los huevos, no me pasó por alto que estaba mojada, no me costó nada – aaaaaaaaaaaa me violas.
– MMMMMMM y qué gusto, mama, qué gusto siento de violar a mi puta madre.
toma rabo.
qué gusto siento en la polla, que bien esta dentro de tu coño de puta, así sabrás que eres mía.
toma, toma, siente bien que tu coño me pertenece .
toma cipote.
putón.
y qué buena estás zorra.
– me lancé a comerle el pezón.
– Aaaaaayy me pegas y me violas.
eres un cerdo.
un bastardo.
hacerle esto a tu madre.
– pero estaba excitada.
– No te hacías la estrecha con los padres de la guardería, todos te pasaron por la piedra, mama, todos saben lo que es follarse a mi madre, meterle la polla.
y hasta saben lo bien que pones los condones con la boca.
y lo que te gusta abrir los muslos.
– Pero, pero.
quién te ha contado eso, hijo, te han mentido, aaaaaaa, me haces daño.
te han engañado.
– ¿Con cuántos follaste, mama? – le di otra bofetada – no me mientas tú, has tenido muchas pollas en este chocho que me estoy follando.
¿cuántos, mama? – se la metí violentamente – tu chocho era público, todos sabían lo fácil que era divertirse contigo, hasta conocieron el sabor de la leche de tus tetas.
leche de Catalina.
la puta.
– AAAAAAAAAAyy, hijo, no.
no era así.
– Dime cuantos, mama, no me obligues a pegarte más – le di una palmada en cada teta y le daba polla con ganas, me excitaba mucho el movimiento de sus melones – ¿15? ¿20? – su mirada era como de fatalidad, de preocupación, sabía que no tenía más salida que decírmelo, aunque no estaba seguro de hasta donde era verdad o jugaba.
Le pegué de nuevo en las tetas.
Gimió, los pezones gruesos y duros, la piel un poco enrojecida, los melones bailando, una visión para mi de lo más excitante.
Le volví a pegar mientras movia el rabo dentro de mi puta.
– ¿cuántos te jodieron mama?
– Aaaahh.
No sé cuántos hijo, no los conté – por fin había claudicado – fueron bastantes, pero tienes que escucharme, entenderme, hijo.
no fui tan mala.
– Mala, no, mama, puta sí.
Y muy buena puta, y me encanta, mama, que seas una furcia de verdad, que las has tenido a montones donde yo te la estoy metiendo.
Y les diste la leche de tus tetas.
– .
hijo.
– le di en las tetas – aay.
sí.
sí.
tenía mucha leche.
tú no querías más.
me sobraba.
les di mi leche.
les daba morbo.
– Y a ti seguro que también, ZORRA LECHERA, disfrutaban sacándote leche, ordeñándote como una vaca, se divertían contigo.
– Ummm, sí, me daba mucho morbo.
no podía remediarlo.
me excitaba mucho.
– Ummmm qué bien te entra la polla, mama, ¿Te tirabas a menudo al padre de Sebas?
– .
Uffff hijo.
solo unos meses.
pero .
cómo sabes eso.
qué te han dicho.
– Incluso que mi hermano es hijo del padre de Sebas.
– ¡¡¡Nooooo eso no no es cierto, no!!! Te lo explicaré todo hijo.
– Así me gusta, mama,.
ummmmmm me gusta que seas puta y que te hayan dado mucho rabo.
que seas de coño fácil, mama.
me excita .
estás mojada guarra.
pídeme más rabo.
pide rabo a tu hijo.
qué placer joderme mi puta.
– Uffff, .
aaaaaa, dame más rabo, fóllame aaaaaaaa.
hijo mío.
me gusta ser tu puta.
– ¿Cómo dices, mama?
– ME GUSTA.
aah.
mmm.
SER.
TU PUTAA
– Móntame, mama, jódete tu misma con mi cipote – me aparté y me puse boca arriba, ella no tardó en empalarse de una estocada – mueve el coño mama, .
fuiste la perra del padre de Sebas.
tócate las tetorras.
¿Te gustaba su polla?
– aaaaaaa uuuuuummm sí .
fui su perra.
me gustaba su polla gorda.
– se agarraba los pechos por debajo ofreciéndolos mientras me cabalgaba – aaaaaaa.
su perra.
me follaba mucho.
ummmm qué gusto.
– Se lo pasaba bien contigo, ¿eh?.
sigue meneando el coño mama.
Qué le gustaba hacerte.
– Me ponía a 4 patas.
ummmmm fóllame hijo, siii,.
con su polla gorda.
y que se me movieran las tetas.
y mi leche.
– Y la perra de su hijo también.
– le di una bofetada suave – padre e hijo comparten perra.
Mi madre.
– Aaaaaaaaa siiiiii.
la perra de los dos.
tu madre.
aaaaaaaa.
– vi que le venía el orgasmo, admirable mi madre, moviéndose sobre mi polla como una posesa – uuuuu qué bien follas hijo.
me vas a hacer correr.
– Me gusta que seas perra, mama – estaba casi a punto de correrse y yo también, así que le dí dos palmadas en las tetas, seguidas y fuertes – córrete, perra.
– Dame tu leche hijo mío, métemela bien dentro.
AAAAAAhhh .
AAAAAAAAAAAhhhhhhhhhhh – se corría como una guarra, le había excitado con las tortas.
– Toma mi lechada, tomaaaa quedate mi leche en tu coño público .
puta .
.
mama.
.
Se derrumbó sobre mi jadeando.
La había violado, humillado, pegado y se había corrido como una loba en celo.
dios qué madre.
Yo notaba como le escurría me leche por el coño.
ufff
Me explicó despué un montón de cosas, conté que se la tiraron 13 o 14, le agradecí que no me justificara nada con falsos argumentos, tenía ganas de joder y punto.
Pero me hizo una revelación interesante:
– Cuando regresó tu padre, no sé cómo, pero se enteró de lo del Sebastián, y no veas el pollo que montó.
Le supliqué y él me quería aún.
Pero le era difícil de soportar, así que me propuso una indecencia que salió bien.
Me dijo que si conseguía follarse a la mujer de Sebas, pero delante mío, y yo tenía que ayudarlo, entonces podría conseguir olvidarlo y seguir viviendo juntos.
No te explico cómo, pero hablé con ella y se confesé la infidelidad de su marido conmigo, un disgusto, pero ella no quería separarse, le amaba aún, pero no podía vivir con él tampoco después de saberlo, así que le propuse que se desquitara con tu padre, le pareció una barbaridad, pero luego lo pensó y le entraron ganas de venganza así que aceptó.
Tu padre se acostó con ella en esta casa varias veces, y conmigo viéndolo, incluso al final, se lo montaba con las dos.
ufff.
Salimos preñadas, hijo, así que lo que es posible es que el hermano de Sebas, tu amigo, sea hijo de tu padre.
Y Sebastián no lo sabe.
La venganza de tu padre y de Pilar (la madre de Sebas) es fuerte.
Pero tu hermano es hijo de mi marido seguro.
Me quedé de piedra.
Mi padre.
¡la hostia! Una fiera, con lo formal y modoso que parece, montándoselo con la madre de Sebas y la mía a la vez.
joder.
y preñándolas a las dos.
Joder.
una pasada.
Mi perversión interior me acicateaba, ahora sabía cómo follarme a la madre de Sebas.
Yo también quería revancha, pero me movía más el deseo de morbo.
Maquiné rápido, me enteré a través de preguntas inocentes a Sebas de cuándo su madre estaba sola en casa y decidí que sería un martes por la mañana.
Me presenté en su casa en vez de ir a clase, se extrañó, por supuesto, pero adopté una actitud de derrota, de pesadumbre, de tristeza, y le pedí que me ayudara, que tenía un problema serio que acudía a ella porque me conocía de pequeño, y no podía contárselo a mis padres.
Por supuestísimo, estuvo muy dispuesta a ayudarme, entre tierna y curiosa.
Le dije que estaba hundido porque me habían dicho que mi madre se había acostado con varios padres de mis amigos hace tiempo y que tenía fama de golfa.
Y que también me habían dicho un montón de cosas más que ella seguro que también sabía y por eso se me había ocurrido venir a verla.
La dejé de piedra por saberlo, pero me consoló.
Nos estábamos sentados en el sofá de su casa.
Pilar era delgada y rubia, con el pelo liso y media melena, ojos marrones claros, atractiva, estilizada y con buena figura, no aparentaba tener volumen de tetas, y siempre vestía elegante y recatada, nada de escotes ni minifaldas, en eso todo lo contrario que mi madre.
Vestía siempre ropa cara e iba muy cuidada, una señora bien.
Aquel dia llevaba una blusa amplia beige y una falda hasta la rodilla marron de tubo pero no ajustada.
Una mujer respetable.
– No te preocupes, chico, que fue hace mucho tiempo.
Tu madre es una mujer excelente y buena madre.
– Pilar, pero es que me han dicho cosas muy fuertes,.
hasta me da vergüenza repetirlas – me quedé abatido.
Ella me acarició el pelo y me incliné hacia ella, entonces me pasó el brazo por los hombros y me atrajo hacia su pecho.
– No debes ponerte así, hijo, en todo caso son cosas de tus padres y no deben afectarte.
– Pero me afectan, Pilar, porque dicen cosas de mi madre y su marido, del padre de mi mejor amigo.
– tenía mi cara cerca de sus tetas.
– No dejes que te confundan, chico, no es culpa tuya.
así que también te han dicho algo de mi marido.
bueno en todo caso debes olvidarlo y superarlo, ser optimista.
– Creo que tiene razón Pilar, he de mirar de vivir y divertirme – sin más le puse la mano en la teta, acariciándola por encima de la blusa – soy joven – no se lo esperaba y se quedó muda unos momentos, luego me apartó la mano con suavidad.
– Chico, creo que estás más afectado de lo que parece.
No estás juicioso.
– Sí que lo estoy, Pilar, hace tiempo que deseo estar con usted, es una mujer muy sexy, sueño con su cuerpo – le volví a sobar la teta por encima de blusa, aun a pesar del sujetador, la encontre blanda – me consume el deseo de copular con usted Pilar.
– Pero, pero.
–estaba escandalizada – apártate, ¿cómo puedes pensar eso? Si me conoces desde pequeñito, si eres el amigo de mi hijo, si.
si estoy casada.
si te llevo más de 20 años.
pero por dios, eso es.
totalmente obsceno, has perdido el juicio – se levantó y me señaló con el dedo – márchate ahora mismo y no se lo diré a nadie.
será posible, .
– Vaya disgusto Pilar, lo siento, yo pensé que sería más comprensiva con el rato que estoy pasando, pero entonces tendré que hablar con Sebas a ver qué opina de todo eso, y de su padre.
y de su madre.
y de su hermano.
Vi que se quedó pálida de golpe, mirándome fijamente.
– ¿Qué.
qué.
te han dicho .
de eso.
qué sabes?
– Vaya Pilar, usted lo sabe perfectamente, no hace falta que le diga lo que pasó cuando volvió mi padre.
pero Sebas no lo sabe.
Y yo necesito comprensión.
Pilar
– Entiendo – me miraba con expresión de furia – para que no le digas nada a Sebas, quieres .
quieres.
quieres.
– Follar con usted Pilar.
Es fácil.
– No.
no me lo puedo creer.
follar.
conmigo.
si eres un niño.
no, no puede ser.
– Le gustarà mi polla Pilar.
vamos.
no será tan difícil para usted.
ya estuvo con mi padre.
o eso o hablo con Sebas.
Piénselo un poco.
Me miró, incrédula, no podia dar crédito, una senyora tan formal y tan respetable, oyendo semejante propuesta.
– ¡De ninguna manera! ¡Vaya obscenidad!
– Vale, Pilar – me levanté y me iba hacia la puerta – voy a quedar con Sebas a la salida de clase, tengo que contárselo.
– ¡¡¡No, no!!! – Vino hacia mi deprisa – no puedes hacer eso, no lo harás – se detuvo entre la puerta y yo – prómeteme que no lo harás.
– No lo haré si ud me hace caso, Pilar.
Está en su mano.
– me acerqué a ella y la aprisioné contra la puerta, subí las manos y se las puse en las tetas – sólo es un poco de sexo.
– mi miraba fijamente pero no me apartó las manos y yo empecé a amasarse las tetas – me gusta, Pilar, la deseo, me pone la polla dura.
Pero si quiere, me voy.
– ¿Cómo puedes ser tan sucio? Si te has criado con mi hijo.
– Y ahora quiero tirarme a su madre, que está buena, ¿qué hay de malo?
– Todo es malo.
– Quiere que me quede o me voy
– .
quédate.
– me lo dijo con voz baja, bajando los ojos al suelo
– Quítate las bragas – levantó la vista rápidamente – No tiene sentido que te trate de usted si voy a follar contigo y tampoco que lleves bragas, y quiero que te las quites tu para que los dos sepamos que estás de acuerdo.
Lentamente se subó la falda y vi unas piernas magníficas, bien torneadas, no tardó en bajarse las bragas.
Me excité mucho de tener esa mujer madura tan respetable y me noté ya la polla dura, le di la vuelta casi violentamente, la empujé y se apoyó en la puerta, le levanté del todo la falda y le separé las piernas, me dio un morbo tremendo violarla, así que sin más, me saqué la polla y se la endiñé en el coño.
Gritó.
-AAAAAAAAAAAAy, dios mío, dios mío, me haces daño, por favor, no lo hagas.
– Toma polla, aaaaaa, qué estrecho lo tienes, me cuesta penetrarte, qué gusto.
– No, no lo hagas,.
me duele.
-Ya estas follada Pilar, no puedes evitarlo ya, relájate .
– empujé más – ummmmm qué gusto me da tu coño.
toma más.
– AAAAAAAAAhhh, por favor.
es demasiado grande, me haces daño.
– se la saqué – aaaaaaaaaa, eres un bruto bastardo.
-se la volví a meter, aún costaba ->AAAaa, por dios, aaaaaaa – le di fuerte hasta el fondo, estaba muy excitado por la situación – AAAAAAAAgggg .
es demasiado grande.
por favor.
– le agarré del pelo y empecé a bomberla sin consideración, pero cada vez más facilmente, ¡estaba lubricando! Así que me animé y le di a buen ritmo, ella gritaba, gemía, se quejaba, pero ya estaba entregada.
La saqué y la llevé al sofá, sentada.
Le levanté la falda y me fijé más.
Me quedé extasiado de las fabulosas piernas que tenía, las mejores que he visto nunca, tan bien proporcionadas y torneadas rectas y largas, de piel muy suave y fina, ligeramente bronceadas, una delicia.
– Uauuuuu Pilar, deberias llevar las faldas más cortas, vaya piernas.
seguro que irías poniendo pollas duras a tu paso, me gustan.
– Le separé los muslos y me fijé en el chocho que acababa de follarme – Joder, Pilar tienes el chocho muy rasurado, no cuadra contigo, tan puritana y con el coño tan preparadito – solo tenía un poco de vello en el pubis, por supuesto rubio.
Tenía los labios menores grandes, sonrosaditos y sobresalían de los mayores, marcando claramente donde tenía el clítoris.
Pensé en lo diferente que era del de mi madre, que tenía los mayores bien gordos y abultados y los menores pequeños.
Le acaricié los perfector muslos y la atraje hacia mi, abriéndola – voy a pegarte una comida de coño.
Ella estaba como en trance, luchando entre lo correcto y el placer que estaba sintiendo.
Lo hice, con suavidad, con deleite, entreteniendome en su clítoris, de pronto noté que lubricaba y el clítoris le crecía.
le gustaba a la zorrita.
Casi imperceptiblemente le oí gemir.
– Ábrete la blusa y el sujetador, a ver cómo vas de tetas.
– sin decir nada lo hizo obediente.
Aparecieron dos tetas no grandes pero más de lo que parecía, tenían forma de pera, caídas y colgantes, mas gruesas al final, con un pezón sonrosado y una aréola pequeña, apuntando hacia abajo – Ummmmm buenas peras Pilar.
– se las empecé a sobar, realmente eran muy blanditas, poco uso debia darles, le cogí sus manos y me las puse en mi cabeza, y volví a darle buena comida de chocho.
Noté que no solamente no retiraba las manos sino que incluso presionaba suavemente, le estaba gustando, y el flujo era evidente.
Así que me levanté y me bajé los pantalones dejando la polla enhiesta a la vista.
Ella miraba sin decir nada, pero no cerró los muslos.
– Agárrame la polla –lo hizo sin protestar, tenía la mano delicada y pequeña, me dio un gustazo tremendo ver el contraste con mi polla –ummm así, meneámela, umm sí, todo eso te voy a meter, Pilar, túmbate y abrete para recibirla – también lo hizo sin decir nada y se quedó bien abierta – voy a dejarte bien jodida.
– por supuesto, me puse encima de ella y la penetré, esta vez sin resistencia, y comiéndome sus tetas
– AAaaaaaaaaahhhhh.
por dioss.
es enorme.
nunca.
uf .
nunca.
– ¿nunca qué.
?
– .
nunca.
he sentido.
tan adentro.
uff.
– Nunca te han follado con un buen pollón, ¿eh? Te tienen mal follada Pilar – le metí pollazo, gimió ya sin disimulo – ¿te gusta mi polla? ¿Te gusta joder conmigo?
– Ooh, no no.
sí.
sí.
no, no debo.
– le di pollazo- aaah siiiiiiiiii.
me gusta.
pero.
eso es de .
oohh.
puta.
estoy casada.
– Sólo de mal follada Pilar, necesitas más polla de la que te dan, que te follen como una.
PUTA
– OOOH SIII
– Sentirte una FURCIA
– Aaahhhhh
– Usada como una RAMERA
– Sssiiiiiii
– Me gusta follarme putarras como tú, ¡mueve el culo furcia!
– OOohh siii si si
– Córrete como la GUARRA que eres, pidiendo rabo
– AAAAAAAaaahhhh si.
me das rabo sii, soy una guarraaaaaaaaaaaa, dame rabo, siiiiiiiiii
– Pídemelo más, so puta.
– Aaah sii, si, DAME MÁS, DAME RABO.
DAME POLLA.
JÓDEME.
AAAhh.
Resultó multiorgásmica, tres o cuatro seguidos, cortos pero parecían muy intensos y yo dándole rabo alucinado, la señorona recatada, despatarrada y despendolada, excitándose de ser follada como un putón.
Yo aún no me había corrido.
Me levanté y me senté, con el palo bien duro.
Me desnudé del todo.
Ella también se quedó desnuda, del todo, parecía como avergonzada pero decidida, no me quitaba ojo del rabo.
Le indiqué que se pusiera a 4 patas sobre el sofá con la boca sobre mi polla.
Lo hizo sin chistar, sus tetas le colgaban mucho así, morbosas, peras totales.
– Cómeme la polla puta – no dudó un momento y empezó a mamármela –así me gusta furcia – le trabajé las tetas colgantes, ordeñándoselas y tirando de sus pezones – ¿te duele?
– Mmmmmsi – le palmeé sus peras colgantes – aaaaay
– ¿Te gusta?
– Mmmm si – hablaba sin sacarse la polla de la boca, ansiosa
– Puta.
– OOoh si
– Empálate zorrón.
Jódete con mi polla – No dudó un instante, se sentó sobre mi y se la metió hasta los huevos, gimiendo de gusto – dame tus tetorras – me metió una en la boca y se la chupé, mordía el pezón, ella gemía de placer y dolor, le di palmadas en el culo – muevete guarra, dame placer.
– Nunca había follado así, nunca.
Ufffff, mi marido me folla poco.
enséñame a sentirme zorra.
y obscena.
enséñame a follar como lo hacen las putas.
– Me gustas mucho, y me da morbo tirarme una madura casada y guarra, me encanta follarme furcias.
adúlteras.
Tengo ganas de llenarte de leche, cerda.
Tan adentro como nunca te han lechado.
– Siiiiiiiiiiiii, eyacula, jódeme, léchame, quiero sentirte que gozas jodiéndome.
– Toma leche sucia ramera tomaaaaaaaaaaaaaaaaa
Me pegué una corrida de órdago, me producía una sensación extraordinaria estar eyaculando en el fondo de la vagina de aquella mujer que conocía desde pequeño, la madre de mi amigo, con ella entregada, corriéndose con su macho, yo, vaya contraste.
Y además, superaba todas mis espectativas, necesitaba ser tratada como puta y le gustaba el dolor.
Me confesó que su marido la tocaba poco y que se corria enseguida y la dejaba insatisfecha ya desde hacía mucho tiempo, que sólo se había acostado en su vida con dos hombres, su marido y aquellas veces con mi padre, y ahora conmigo y estaba alucinada del placer que sentía y por descubrir que le excitaba la obscenidad.
Todo ello mientras estábamos sentados en el sofá y su mano no dejaba de magrearme la polla y los huevos, que entre una cosa y otra volvía a estar morcillona.
Me estaba excitando de nuevo.
La agarré del pelo y le morreé, me respondió al momento, sin dejar mi polla.
– ¿Qué quieres ahora, Pilar?
– Que me sigas follando como una vulgar puta –asombrosa la transformación de su lenguaje y lo que le encantaba, lo dijo sonriendo, ya no tenía vergüenza, sólo le había aflorado su naturaleza viciosa – ser sólo eso, la puta de un chico vicioso con una gran polla.
– Usarte para mi placer, .
que golfa eres.
¿Estás segura? ¿sabes qué me gusta hacer con las golfarras como tú?
– Lo que me digas – seguía meneándome la polla – dímelo mientras te chupo la preciosa polla que tienes – dicho y hecho, se amorró a mi rabo, aún morcillón, y me lo chupaba golosamente – no he chupado la polla más que a mi marido alguna vez, no he querido, pero la tuya me encanta.
– Eres una vulgar puta comepollas.
ummmmmmmm .
chupa, furcia.
a las cerdacas como tú les meto el rabo en el culo.
y mejor siendo una señorona casada y puritana, ¿te han roto el culo alguna vez?
– Ummm no, nunca, por dios, eso es muy .
muy.
antinatural.
y humillante.
¿me lo vas a hacer?
– Claro, puerca, me voy a divertir contigo, voy a encularte como mereces, so zorrón.
– Ufff debe doler.
– Un poco.
¿tienes vaselina?
– En mi habitación, me pongo porque mi marido no me calienta y así no me hace daño.
– Vamos a tu cama, voy a darte por el culo en la cama de tu marido.
Así me recordaras cuando te vayas a dormir con él.
Sin más, me llevó a su dormitorio y me dio la vaselina que sacó de un cajón de la mesilla.
La coloqué boca abajo en la cama, ella obedecía sumisa y excitada, cosa que me excitaba más aún.
Tiré de su cadera para ponerla a 4 patas
– Abre las patas furcia – le di vaselina en el culo, masajeándolo y metiéndole un dedo, ella gemía – poco te queda de culito virgen.
Le seguí dando un ratito para dilatarla y tambien le metí dedos en el coño, ella gemía excitada.
Finalmente me puse entre sus piernas, de rodillas y le di una palmada en el culo.
– ¿Qué quieres que te haga, puta adúltera?
– Métemela en el culo.
– ¿Cual cosa?
– Tu polla
– Eso es de cerdas rameras.
Dime lo que eres
– Ummmm siii, soy una cerda ramera
– Así que quiere la puerca que le desvirgue por el culo
– Umm si, sii
– Pídemelo so pendón, pídeme por favor que te de por el culo, que te lo rompa
– OOOhhh siiii, ufffff, siii, por favor, por favor, dame por el culo, dame por el culo, siii por favor.
fóllame por el culo.
con tu gran polla.
rómpemelo.
– Eres increíble, qué tía más calentorra y cachonda me has resultado, ahí te va el cipote, zorra.
Abrete las nalgas – le llevé sus manos para que se separara bien y me dejara entrar.
Se la metí poco a poco.
Gritó.
Se la metí más, gritó.
Más.
Siguió gritando.
-AAAAAAAAA, por dios es enorme, qué dolor.
ummm qué gusto.
dada por el culo.
ummmm que placer.
me gusta.
soy una puta.
ummmmm.
una furcia.
dame cipote.
aaaaaaaa.
siiiiii
– Toma más rabo sucio putón, en tu culo de putarraca barata, toma, toma, toma rabo cerda, eres la más guarra que me he tirado, la más vulgar de todas las rameras que conozco.
Te voy a dejar el culo como un buzón de paqueteria zorra.
– AAAAAAAAAAAAAAAAAhhhh siiiiiiii, jodeme el culo, qué vergüenza, qué sucia .
más más
Seguí dándole un buen rato más, hasta con violencia, la cama crujía, botaba sobre ella, gritaba, gemía, pedía más, se la metí hasta dentro y me quedé quieto.
– Tengo el rabo entero dentro, puta, dentro de tu puto culo, enculando la madre de mi amigo, y a la zorra más sucia que conozco.
No voy a tardar en eyacular mi leche en tu culo de furcia barata, tu marido ni se imagina que hoy han regado de lefa el culo de su esposa, ni que su mujer ha sido mi puta para divertirme con ella.
– Ummmmmmmmmmmsiiiiiii, dame, dame bien por el culo, soy una puta barata y adúltera.
dame, dame más y lléname el culo de tu leche.
ummm eres mi macho.
Mi cabrón follador.
siiiiiii
Le metí buena lechada y vi que ella volvía a correrse como una guarra, tocándose el clitoris y con mi rabo en su culo.
ufffff vaya experiencia.
Cuando había ido por la mañana a verla no me podía imaginar que resultaría de esta manera.
¡La madre de Sebas era casi más puta que la mía! Y muy sumisa.
Por supuesto, cuando me despedí, me preguntó si volvería a visitarla.
Le aseguré que sí, que la llamaría de vez en cuando, y le volvía sugerir que comprara faldas más cortas.
Me besó y me sobó el paquete de despedida.
Cuando vi a Sebas por la tarde, tomando unas birras, no dejaba de pensar en su madre, tan engañados que los tenía a todos.
Y Sebas pensando que mi madre era golfa, jajajaja.
Y pensé que ciertamente, también lo era, y lo que me gustaba.
Y me encantaba la situación de joderle la mujer a su padre, él, tan ufano de haberse tirado mi madre.
Mi querida mamá, que aún me reservaba alguna sorpresa y buenos ratos, muy buenos.
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