Compartiendo a mamá con la mascota 02

En esta 2da parte, confronté a mi madre por sus actos inmorales con nuestro perro. ¿Cómo reaccionará al saber que conozco su lascivo secreto?.
Ese noche no quise cenar, y me encerré en mi cuarto. «Hijo, hijo, sé que estás ahí», decía mi madre tocando la puerta, «¡Qué sucede!» le contesté con voz áspera, «¿No vas a cenar hijo?», «No, ya cené fuera. Me dormiré no te preocupes» le dije. Y pensando y pensando que hacer al respecto, con mil interrogantes; ¿Si salgo otra vez, lo volverá hacer? ¿Debería decirle que la ví? ¿Y si dejo a Rintintin al cuidado de alguien más? Mierda, la mente no sirve de aliada cuando uno ya se ha desquiciado…

Al día siguiente lo tenía claro, «Si eso es, voy a joder su asquerosa relación con el perro», había decidido ser un perro guardián mucho más de lo que pueda ser Rintintin, no salir de casa los fines de semana, es decir estar siempre en casa. Así mamá no podrá estar más a solas con el perro. Y estaría atento a sus movimientos. El domingo no salí para nada, ella no dijo nada, salió a la tienda y nada de extraño con eso. En las noches estaría de centinela escuchando si hacía algo raro, ya que el perro dormía en su cuarto, pero nada de nada porque ella dejaba siempre la puerta abierta para que salga y entre Rintintin. Así pasó la semana, debo admitir que al estar tan pendiente de mamá, terminaba fantaseando con ella al masturbarme, no perdía ninguna oportunidad de mirarla, al estar ella lavando los platos, miraba sus pantorrillas, sus brazos, su trasero al caminar, sus senos que bailaban al moverse, comprendí que a ella no le gustaba usar su sostén estando en casa, y siempre con sus faldas. Cuando yo llegaba a casa antes que ella, me ponía a oler sus prendas íntimas de su cómoda, y las lamía todo lo que podía, incluso una vez me masturbé con uno de sus calzones blancos pero sin llegar a ensuciarlo con mi esperma, y los volvía a guardar en su cómoda. Llegó el fin de semana, y sábado mamá no dijo nada, pero el domingo al desayunar comentó: «¿No tienes salidas de ocio este fin de semana hijo?», ajá ahí estaba, quería ya estar sola jeje, «No mamá, prefiero estar en casa, contigo», «Oh entiendo, bueno pensé que saldrías hoy» dijo mamá, «No no, prefiero relajarme aquí». Ella desayunaba en silencio después, yo la miraba de reojo, y de repente, «Sabes, vi una tienda de tus juegos, eso que juegas en tu play, en el Mall Center, vi ofertas creo, tú qué estás al día en eso talvez encuentres alguno que te guste, ¿No crees?», y eso fue todo para saber que ya quería ser montada nuevamente por Rintintin, ha pero nada me haría salir de casa jeje. No le contesté y así pasó el día, pobre de mamá, su sucio coño se quedaría con ganas está semana.
Tampoco pasó nada en la noche en su cuarto. Me di cuenta de que no quería arriesgarse conmigo en casa.

Y llegó otro fin de semana, y no iba a salir tampoco, esta vez el viernes me preguntó si tenía planes o salidas para el fin de semana, su humor había cambiado un poco, algo de intranquilidad podía percibir en ella, domingo durante el día no pasó nada, y ya en la noche ella dijo: «Voy a estar en la ducha con Rintintin, lo voy a bañar», «¡Ah genial mamá, yo iré a ayudarte!», la cara que puso cuando le dije que iría ayudarle jaja, una expresión de enfado y tristeza jaja, igual vigilé su cuarto en las noches de la semana que vino, todo tranquilo, por nada los dejaría a solas ahora, incluso cuando sacó a pasear al perro, yo la seguía, por si acaso. Y el próximo viernes al desayunar la ví con su ropa de casa, «¿Mamá y no irás al trabajo?», «Hoy no hijo, pedí permiso para descansar y también aprovechar el fin de semana» respondió, eso me dejó frío porque yo sí tenía que ir a la academia, ya estaba vestido incluso para irme, pero me dije, ha no, no te lo permitiré madrecita, «Sabes mamá mi amigo me acaba de decir que hoy no hay clases, genial también podré descansar jeje!», se quedó helada y ni me comentó nada, a la mierda los estudios no iba a dejar que la monte como una perra, y con voz áspera me dijo: «¡Bien así también te pones a ordenar tu habitación que está hecho un desastre!», jajaja de seguro lo dijo apretando el coño pensé, no me habló casi durante el resto del día loco, ¿Pueden creerlo? Trataba de dormir poco por si las dudas también, y esa noche me sentí muy cansado, y me dormí temprano a las 9 casi, y por haces del destino me desperté sobresaltado a las 2 am, «¿Qué pasó?» dije medio dormido, «¡Mamá!» pensé y salí al pasillo y me doy con la sorpresa de que la puerta de su cuarto estaba ahora cerrado,
a modo ninja me acerqué a escuchar, y oí un sonido que reconocía muy bien, mamá encerrada ahí se la estaba chupando a Rintintin, joder tanto fue su desesperación que no pudo resistir más, me quedé ahí humillado, mi madre se había salido con la suya, y algo en mí, ahí, justo ahí cambió, escuché su voz diciendo: «Ya déjame limpiar todo primero para dejarte salir», regresé a mi cuarto y sólo esperé detrás de la puerta, luego mamá abrió la puerta y salió con Rintintin, creo que fueron a la cocina, yo tenía que hacer algo, pero ya, tomé coraje y me fui a lavar, y escuché como mamá se metía a la ducha, no lo dudé más y dejé afuera a Rintintin diciéndole: «Veamos quién ríe al último amigo», cerrando la puerta de mamá, me senté en su cama esperando a que salga de la ducha, era TODO o nada aquí….

«¡Oh! ¡Hijo! ¿Qué haces aquí estás horas? ¡Me asustaste!», «Lo mismo te pregunto, ¿Qué haces bañándote estás horas?» le contesté, «Por el calor pues hijo» respondió, tenía puesta su pijama, está vez si usaba un pantalón. Llevaba puesta la toalla en la cabeza. «Ve a dormir es tarde» dijo mi mamá, «No gracias, prefiero está noche dormir contigo y calentar tu cama» le contesté, su expresión de perplejidad no daba crédito a mis palabras, «¿Perdón hijo? ¿Qué acabas de decir?», «Pues lo que oíste, pero mejor te quedaría puesto un camisón madre, de veras te lo digo», un aire frío recorría la habitación, me acerqué a ella y le quité la toalla de la cabeza liberando sus cabellos mojados dándole una nueva forma a su atractivo rostro, mierda se veía tan bella así mirándome, y acariciando sus mejillas le dije: «¡Tienes una piel muy suave mamá!, parece que usas una buena crema, lechosa», y sus ojos se abrieron como luna llena, «¡Qué es lo que te sucede hijo!» murmuró, «Nada madre, solo que desde hoy he decidido que dormiré contigo en tu cama todas las noches. ¿No te gustaría?» le dije con tono irónico, «Soy tu madre, no me faltes el respeto» dijo casi sollozando, se dió la vuelta mirando hacia su cama y dijo: «Vete a tu cuarto si, mañana hablaremos», y sin dudarlo la abracé fuerte por detrás, rodeando su vientre con mis brazos, oliendo sus cabellos húmedos y presionando fuerte mi verga contra sus nalgas, le dije: «¿Dejaste que te monte ahora en perrito? ¡Porque sé lo que hiciste mamá!», «¡Qué!» exclamó, «Te oí mamá, sé que le haces cosas sucias a nuestro perro» le dije mientras me atreví a cogerle sus tetas una en cada mano, «Estabas tan desesperada de ser follada por él que no resististe más verdad» y diciéndolo eso apreté fuerte sus tetas, «¡Ha… No… No…!» se quejaba, y empecé a manosear con fuerza sus melones mientras empujaba hundiendo mi verga en su suave trasero, extrañamente ella no reaccionaba, vi que se estaba mordiendo los labios, entonces procedí a desabotonar su pijama diciéndole: «Querías ser montada como una perra hoy verdad, por eso pediste permiso en el trabajo», y una vez abierto su pijama-camisa vi como bailaban desnudas sus hermosos pechos, y las tomé con fuerza entre mis manos, «¡HAAA!» gritó mamá, yo estrujaba y estrujaba con fuerza sus tetas, y le decía al oído: «Eres ardiente y sucia en el sexo, debiste pedirme a mí para que te folle, en vez de abusar de nuestro perro», «No no para hijo para por favor, contigo no, no podemos, no podemos, no podemos» decía mamá con la voz quebrada, le día la vuelta y le dije: «No importa, te compartiré con Rintintin, pero hoy tus ricas tetas serán mías mamá», y le dí la chupada de tetas más bruscas a mi propia madre, las metía a mi boca abriendo todo lo que podía y succionaba con fuerza, jalándolo y soltándolo haciendo sonar todo su habitación, los gemidos de mi madre eran muy marcados, casi gritando, solo pude entender que me dicía: «Lo siento haaaa… Lo siento hijo… Huaaaa haaa perdóname…» y le apreté fuerte las nalgas manoseándola salvajemente, estuve así unos 3 min aprox. hasta que se dejó caer a la cama cogiéndose el vientre con fuertes espasmos mientras gemía profundo, «Oh pero si mi madre se está corriendo, ¿así de fácil es complacerte?» le decía burlándome de ella, y mientras estaba ahí tumbada con los ojos cerrados, me quité el buzo quedándome en boxer, la tomé de las manos y la hice sentar al borde de la cama, «Ahora quiero que me la chupes así como se la acabas de chupar a Rintintin» le dije, ella levantó su vista hacia mi «¡Qué dices! ¡Que te lo…!» murmuró, «Si, hazme una buena mamada hasta que me corra así como acabo de hacerlo contigo» le contesté. Ella miraba mi bulto sin decir nada, mi corazón latió al máximo cuando poniendo su mano sobre mi boxer me dijo: «Soy una mala madre lo sé, pero está bien, acepto mis pecados, y si esto es lo que quieres» y bajando un poco mi boxer liberó mi verga erecta y lo cogió con su otra mano, «Esto será solo mi culpa, no la tuya hijo» dijo mirándome rodándole finas lágrimas por su rostro lunarejo, «Hazlo mamá, quiero ver cómo le chupas el pene a tu propio hijo. ¡Hazlo!» le dije ya sobresaltado, «Solo no olvides hijo, lo mucho que te amo si» murmuró y se metió mi verga a su boca, y oh Dios mío, era una experta en el felatio, succionaba haciendo ruidos lascivos muy fuerte, sacándolo y metiéndolo, rodeado mi glande con su lengua dentro de su boca y por fuera, apretando mis bolas con su otra mano, mi verga estaba ardiendo, a punto de explotar y no había pasado ni 3 min. siquiera, era una sensación rara de sentimientos encontrados, mi dulce madre me succionaba la pija como toda una putita callajera, «¿Qué estoy haciendo? ¡Esto está mal! ¡Pero me encanta!» sentir su aliento en mi glande era una locura, cuando ya sentía venir la descarga, la tomé de su cabeza y enterré profundo mi verga en su garganta y solté mi esperma ardiente, escuchaba claramente cómo se iba tragándo mi leche ni bien salía, que corrida me hizo sentir, me quedé temblando ahí, mientras seguía succionándome la pija, hasta que lo sacó de su boca «¡HAAAAaaa…! gimiendo fuerte. Ahí nos quedamos los dos, yo jadeando y ella un poco tosiendo.

«¿Hijo?… ¿Hijo me podrás perdonar… algunas vez?» susurró, yo que recién me recuperaba del éxtasis, le contesté: «Lo haré… Haaa lo haré mamá, pero… solo… solo si…», «Solo dilo hijo» murmuró, «Tú… prácticamente eres… eres la perra de Rintintin» le dije, «No lo negaré hijo… Pero yo…» me decía pero la interrumpí diciéndole: «¡Pero tu serás mi PUTA desde ahora mamá!», ella no dijo nada unos segundos, y luego mirándome dijo: «Yo… Lo seré si así me perdonas», no me lo creía, mi propia madre, respetada, educada, aceptaba ser mi amante sexual, «Quiero escucharte decirlo y te perdonaré, ¿Qué serás para mí desde ahora?» pregunté, «¡Eh! Seré… tu put… ¡Que seré la puta de mi hijo!» contestó, «¡GENIAL! Ahora acuéstate en la cama y desnúdate para mí» le ordené. Me miró con cariño, y procedió a recostarse para empezar a quitarse el pantalón…

Continuará…