Compartiendo a mamá con la mascota 04
En esta 4ta parte, madre e hijo ya reconciliados, siguen con su vida normal e incestuosa. Sin embargo, un amiguito también desea unirse a la fiesta..
«Oh mamá, tu lengua es tan larga y áspera»… ¡Slap! ¡Slap! Al abrir los ojos seguía sintiendo aquella lengua en mi rostro, era Rintintin que estaba actuando como despertador, «Hey amigo, jeje y yo soñando con mamá, que cosas» murmuré. Al darme cuenta, estaba en la cama de mamá, tapado con una frazada, desnudo, me fuí a orinar al baño de la habitación, para luego vestirme, escuchaba movimiento en la cocina, y ahí estaba, de espaldas aquella mujer con la que me acosté anoche, usaba un short y me gustó su silueta, empezó a usar la ruidosa licuadora, por ende no escuchó mis pasos acercarse, y con mis dos manos a la vez, atrapé sus nalgas de una manera fulminante, «¡HA!» haciendo gritar del susto a mi ahora amante, apreté más sus ricos cachetes traseros mientras decía: «¡Dios mío cariño! ¡Por qué me asustas así!», «Es que no podía evitarlo mamá, tienes una cola preciosa y muy suave» dije mientras mis manos giraban manoseando su trasero, «Hijo por favor, ¿tan temprano y ya estás con eso?» dijo mientras apagaba la escandalosa licuadora, «¿Y por qué no? Te dije que serías mía cada mañana, cada tarde, cada noche, cada día de tu hermosa vida mamá» le contesté muy feliz, «Hay mi amor, ya no soy de tu edad, no podría seguirte el ritmo sabes, tú estás en toda tu juventud y fuerza por es…» interrumpí sus rica boquita besándola de forma apasionada y muy ardiente, ella correspondió mi beso pero sin esa fuerza pasional, «Ha… Qué haré contigo hijo» murmuró mamá, «Pues dejar que posea tu cuerpo a mi antojo, quiero follarte» le dije excitado, «Está bien, no te lo impediré cariño, pero pensaba que podríamos aprovechar este lindo día para ir de picnic, los 3 con Rintintin, por eso estoy haciendo nuestra merienda, ¿Qué te parece? ¿Te gustaría?», eso era un buen plan, a las afueras de la ciudad, hay una reserva forestal muy guai donde alquilan bungalows hechos de madera, pero para poder aprovechar el día había que salir lo más pronto posible, «Ok mamá, me convenciste, me iré alistar para ganar tiempo» le dije, «Si amor yo termino la salsa y también me iré alistar» respondió muy contenta, «Bien, te amo mamá» ¡Muack! ¡PLAF! «¡Hay!»me aparté de ella dándole un beso tierno para luego darle tal nalgada que sonó como un latigazo, mientras me iba me gustó ver su rostro de sorpresa por lo que le acababa de hacer jeje…
¡Guau! ¡Guau guau! «Ya amigo, sé que estás emocionado como yo , pero sólo falta mamá y…» me perdí cuando ella apareció en escena, mis ojos no veían a una mujer común, ni a mi madre, veía a la mujer más bella, de la cual ya estaba profundamente enamorado; unas sandalias marrones de correas, un vestido ceñido color caoba, dejando ver un poco más arriba de sus rodillas, un delgado cinturón rodeaba su cintura para seguir la línea de su vientre plano, y luego dar paso a sus hermosos pechos bien marcados, terminando al fin en un semi escote con tiritas en sus hombros, mi madre se había transformado, con su coleta reposando en uno de sus hombros blancos, con ojos bien delineados y unos labios de color rojo oscuro… No daba crédito a lo que veía, solo Rintintin reaccionó y fue a darle sus cariños, yo me quedé como un pasmarote sin reaccionar, cuando al fin se me acercó diciendo: «¿Hijo, te comieron la lengua los ratones he?» se burlaba de mí, acaricié su rostro admirando cada lunar que tenía, olía a jardín de flores. Cómo él sexo femenino puede tener tal poder, tal magia. «¡Estás preciosa mamá… Hermosa!» dije titubeando, «Gracias cariño, me he arreglado para ti, me complace ver que sí te ha gustado» dijo mamá mientras sonreía achinando sus ojitos como niña juguetona, «Ahora vayamos de una vez, un lindo día nos espera» terminó diciendo mamá, cogiendo las cosas pedimos un taxi y rumbo a las afueras de la ciudad, a nuestro mágico picnic.
Dejamos nuestras cosas en el bungalow, el aire puro, las brisas, el sol y el canto de las pájaros, acompañaban nuestra caminata mientras buscábamos el lugar ideal para acomodar las cosas, Rintintin se adelantaba como si ayudara a buscar el sitio adecuado, bien cogido de la cadera de mamá, como recién casados, buscamos el lugar más aislado, para ello tuvimos que adentrarnos un poco en el bosque, donde más que visitantes se veía sólo a algunos guardabosques. «Aquí está perfecto hijo, este gran árbol nos servirá de sombrilla» dijo mamá apuntando el lugar, y empezamos a acomodar los víveres. Mamá tarareando una canción de su época, la del puma ‘POrque este amOr es un sueño de lOcOs, lalala rarara…’ ahora era ella la más emocionada del grupo, todo estaba listo, sólo faltaba servirnos la comida, pero yo ya no podía aguantar más las ganas, tenía que tocarla, tenía que sentirla, quería follarla ahí con la naturaleza de testigo, lo bueno que no habían otras personas por ahí y a los guardabosques se les veía a lo lejos patrullar, y el árbol sí que tenía el tronco muy grueso. «Mamá ven, quiero mostrarte algo» le dije, «¡Eh! Bien hijo. ¿Qué es lo que encontraste?» respondió, «Aquí, detrás del tronco» le indiqué y la puse de espaldas al árbol, presioné fuerte su cintura y la arrinconé contra el tronco besando y succionado su delgado cuello, «¡Ha… haaa hijo… huuu nos pueden ver!», «Tranquila, hay que ser rápidos nada más, si no te poseo me voy a volver loco mamá» le decía jadeando, su cuello ya estaba enrojecido de tantos mimos, ella sólo apretaba mi bulto por encima, «Espera hasta estar en el bungalow cariño, el almuerzo se va enfriar y además nos pueden pillar», «Sólo un ratito, un rapidito, me muero por ti mamá», «Haaa… Ha… Y si mejor te lo…» dijo mamá agachándose mientras desabrochaba mi correa y me bajaba el cierre de mis vaqueros, «Oh sí mamá, chupala rico así como la 1era vez», me bajó un poco el boxer para luego apoyar su mejilla en mi polla y alzando su cabeza, mirándome me dijo: «Te daré sólo un adelanto sí cariño, para que estés tranquilo» y en eso sujetó con fuerza mi verga erecta, «Yo vigilaré mamá, no te preocupes» le dije, «Ok amor» respondió y empezó a escupir en mi verga, una, dos, tres veces y con su mano embarró el resto de mi tronco, «¡Oh joder mamá que ricooo!» exclamé y se lo metió tan profundo que sentí su garganta ajustar mi glande, «Oh… Huuu» me hizo gemir, y ahí lo mantuvo sin moverlo pero apretándo y soltando con su garganta profunda, sí que lo había practicado con Rintintin por meses, era una experta, tosiendo y como teniendo náuseas, lo liberó de su garganta para empezar a mamarla como es debido, ¡Suck! ¡Suck! chupeteaba mi verga, lo sacaba gimiendo quemándome con su aliento, cogía mis bolas con su boca y succionaba estirándolos, para luego volver a escupir en mi tronco y segur con la faena, todo era éxtasis pero lo que me fulminó fué que me sostenía la mirada al hacerme todo eso, mi pene estaba a punto de explotar, ella lo notó en mi rostro y sacó mi verga fuera de su boca y masturbándome con fuerza con la mano sacó su rica lengua llena de saliva esperando a recibir mi leche, con todo eso ya no aguanté más y oh bennnnndito «Ah ah haaa huaaa» liberaba mis espermas salpicándole por su nariz y llenado su lengua, era todo, mi madre sí que me había drenado bien, y de pronto ella aún con la lengua fuera llena de mi leche gira hacia un costado para ver entrar en escena a Rintintin y este empezar a lamerme la lengua de mi madre hasta dejarla bien limpia de todo rastro de mi semen, «¡Puta madre!» dije en mi mente, fué una escena tan sucia y pecaminosa, y luego el perro también le limpió el semen pegado a su nariz, hizo un buen trabajo el peludo amigo, y mi madre sonriendo cual niña acababa de hacer su travesura le decía: «Bien hecho mi chico, has ayudado a mamita a limpiarse jiji…», ya la brisa estaba secando a mi pija de toda la saliva de mamá, ella se levantó y rodeándome con su brazos me besó con todo y lengua muy apasionada, sentía el olor a perro en su rostro y boca, saber lo sucia que era conmigo, me dejaba bien pringao. «Voy a servir la comida si, ayudame con los refrescos» dijo mamá muy risueña, y así disfrutamos de nuestro maravilloso picnic.
Era un sueño, los 2 almorzando juntos, en plena naturaleza, y una madre, dándole de comer en la boca a su retoño. Una vez guardado todas las cosas, decidimos ir a caminar explorando un poco los paisajes boscosos, Rintintin avistó a una presa y fué en busca de ella ladrando, así que tuve que ir por él, la pobre ardilla quedó atrapada en el hueco de un tronco y Rintintin la esperaba ancioso, «Vamos chico, deja en paz al roedor, ya comiste lo suficiente Rintintin» le regañaba, al darme cuenta un guardabosques se había acercado a mamá y le empezó a hablar, no le dí mucha importancia a ello, el perro no quería abandonar a su presa, y de pronto veo que mamá le negaba con la cabeza al tipo que no dejaba de hablarle, y al ver que intentaba querer coger las bolsas con las cosas que tenía mamá a su costado ella se lo impidió tomándolo del brazo, y ví como ese sujeto la tomó del hombro con su otra mano, eso ya no me gustó y jalando con fuerza al perro regresé con mamá, el hombre al ver que me acercaba quitó el brazo del hombro de mamá y se alejó del lugar de inmediato. «¿Qué quería mamá? ¿Por qué te tocaba el hombro?» le pregunté muy serio, «Bueno hijo, decía que es peligroso estar a solas por aquí y me quería acompañar hasta el bungalow ayudándome con las bolsas, pero le decía que no era necesario ya que no había venido sola» explicó, que cara habría puesto para que mamá sonriendo dijera: «Pero mi amor, no tienes que estar celoso. Si vieras la cara que tienes ahora jiji», «Me hierve la sangre mamá, puedo compartirte con Rintintin pero jamás con otro hombre, tú ya eres mía, eres mi madre, mi compañera, mi amiga, mi amante y mi…» no pude terminar la frase, «¡¿Tu puta?!» susurró mi madre, «Si… Si… Mi puta… Mi puta…» balbucié, «Soy tuya ahora cariño, me haz hecho el amor, ahora me siento tuya, me siento tu ‘puta’ hijo, tu puta…» habló casi jadeando, «Vamos ya al bungalow, que ya lo tengo bien parado para profanar tu cuerpo mamá», ella se puso rojita con sus ojitos brillando, ella también lo quería, le fascinaba en la forma en cómo la deseaba como hombre, otra vez abrazados regresábamos mientras le susurraba toda clase de obsenidades al oído:
«De seguro tu rica concha estará soltando sus jugos verdad, ¿estás apretando el culito de las ganas que me tienes?, quiero darte duro otra vez, quiero que sientas como vuelvo a abusar de ti, arrancarte ese lindo vestido que llevas y violarte sin piedad mamá, te amo, te amo mi putita señora Ayleen»
«Haaa… Las cosas que me dices hijo, me están poniendo a punto ufff… Cómo le puedes decir esas cosas tan cochinas a tu propia madre haaa…»
Estábamos ardiendo de lujuria, no veía el momento de llegar al bungalow, pero sé que era cuestión de tiempo para estar a solas, mi mente volaba fantaseando en las formas que la follaría, tendríamos un par de horas más para disfrutar al máximo nuestro domingo en el bosque, y por fin metiendo la llave en la puerta de madera, el primero que entró fue Rintintin, y yo al último, tiré las bolsas a un costado, y de manera brusca y agresiva sujeté y dí vuelta a mi madre empujándola contra la puerta, a ella no pareció importarle aquella arremetida, «¡Muéstrame ese concha sucia!» ordené, y mi madre se subió el vestido hasta su cintura, exhibiendo su calzón amarillo de diseño más atrevido. Hundiendo mi cara entre sus nalgas sentí desfallecer por el fuerte olor a coño y culo, y me sobaba en su trasero dando vueltas sintiendo la suavidad de sus glúteos, que fácil era perder la humanidad con aquella hembra y convertirse en una bestia salvaje, «¡Quítate ese calzón!» le dije y mi madre, mi amante sumisa, se lo fue bajando lentamente hasta hacerlo caer a sus pies, «¡Ahora ábrete ese coño de putita!» y con sus manos sujetando sus nalgas, las separó para apreciar su ano contrayéndose y abriéndose, y un hilo pegajoso que colgado bailaba saliendo de su vagina. «¡Si tan solo vieras tus huecos de placer mamá! Ponerte así por tu propio hijo, que puta tan sucia resultaste ser» le dije, «Es lo que querías que fuera, no puedo evitarlo cariño» murmuró mamá, me levanté y ya con el miembro en la mano, llevé la cabeza de mi pene a ese hilo que colgaba de su coño para recogerlo con mi glande, y colocándolo en la entrada de su cueva exclamé: «¿Mi puta está lista para ser violada?», «Si… Si viólame sin piedad, no te contengas» dijo jadeando, «Así me gusta» le dije mientras embestí su intimidad con la fuerza suficiente para penetrarla hasta las bolas de un solo empuje. «HAAA» gritó mamá, y arañando la puerta se inclinó quebrando más la cintura y levantándo el culo para una mejor penetración. Metí con brusquedad mis manos por debajo de su vestido, subiendo por su vientre caliente hasta sujetar sus tetas por encima de su sostén, y dí el primer empuje «¡HUM!» gemí, «¡HA!» gimió mamá, ¡PLAF! sonó al chocar mi cuerpo contra su vulva, y sacándolo para volver a empujar más fuerte «¡OH!» grité, «¡HUA!» gritó mamá, ¡PLAF! volvió a sonar, y otra vez volver a empujar con todas mis fuerzas haciendo que mamá se sostenga en la punta de sus pies, «¡HOOO!» grité enloquecido, «¡HUUUmmm…!» aulló mamá temblando para escuchar el sonido de líquido cayendo al suelo, mi madre estaba a full delirando con un squirt abundante, Rintintin se acercó a beber del charco que dejaba los fluidos de mamá, «¡Oh oh Rintintin, mira como me la estoy montando a tu perra!» exclamé jadeando, y empecé a follarla como una bestia, al igual que un perro montaría a su hembra en celo, moviendo mis caderas como un maniático sexual, con toda la velocidad que pude, apretando fuerte sus pezones en punta por encima de su sostén, Rintintin ladraba dando vueltas, «¡Hay así cariño, hay así así que rico, no pares no pares, que rico le haces sentir a mami!» gritaba mi mamá, yo no iba a parar, por nada iba a para de empujar en su coño, ¡PLAF! ¡PLAF! ¡PLAF! ¡PLAF! qué fuerte sonaba mis embestidas haciendo temblar todo su cuerpo, pero no podía controlar el impulso nato del apareamiento, «Me vengo, me vengo» decía jadeando, «Yo también yo también me corroooo HAAAAaaa….» el grito de mamá terminó conmigo, y temblando mientras eyaculaba dentro de ella, mi madre liberando sus fuertes espasmos sin dejar de gritar. Ella estaba a punto de desplomarse y yo tuve que sujetarla con las pocas fuerzas que me quedaba, para así abrazarla por detrás y quedarnos pegados jadeando y sudando…
«Vamos mamá, vayamos al sillón» le dije mientras la ayudaba a caminar sujetándola por detrás, dejando como rastro pequeños restos de semen que caían de su coño; estábamos tan agotados que no pude hacerle sentar en el mueble, sino que se arrodilló en el suelo apoyando sus brazos en el sillón, quedando en la pose perfecta para un doggystyle. «¿Qué haces?» le pregunté confundido, «Haaa ahora descansa hijo, recobra tus fuerzas para el 2do round, ya me hiciste tu puta verdad…» decía débilmente, «Ssssi… ¿Pero tú no vas a descansar?» le pregunté, «Jiji haaay… Déjame por mientras… Ser la perra de Rintintin cariño» respondió, yo me quedé helado, petrificado… Mamá arqueó su espalda sacando más culo, formando una pera perfecta, de repente se dió 3 nalgadas fuertes diciendo: «Ven cariño, tu perra está lista» y yo sin pestañear me quedé viendo idiotizado como Rintintin con el hocico chorreando de baba, se acercaba hacia el coño abierto de mamá… o_O
Continuará…
Que historia. Muy excitante 🥰🥰🥵🥵🥵👍 super. Sigue asi
Gracias compañero, espero pronto publiquen el próx relato… Saludos ✌️