Compartiendo a mamá con la mascota 05
En esta 5ta parte, tanto el hijo como su mascota Rintintin nos mostrarán cómo se comparte el amor de una madre. De madre a ‘puta’, de dueña a ‘perra’..
¡SLAP! ¡SLAP! «Huuu… Cariño hummmm… Estoy tan sensible que tu lengua me pone a punto ufff…», las palabras de mamá llenas de lujuria parecían enloquecer a su amante peludo, «Le está lamiendo los restos de mi esperma» pensé, en eso el perro dando un gran gemido se montó encima de las caderas de mi madre para introducirle sin demora su gran lonja carmesí, «¡Hay mi Dios como me llenas totalmente cariño!» exclamó mi madre mientras empezaba a llevar su culo hacia atrás ayudando así a que el nudo de Rintintin sea succionado por la vagina de su perra, «¡HUMMM…!» gimió fuerte mi señora madre al son de los embistes de su macho. Con fuerza voraz nuestro perro la montaba, mi madre jadeaba con la lengua afuera como toda una hembra en celo dejando ser preñada, los jadeos de la bestia junto con los gemidos de la bella resonaban en todo el bungalow, y verla así aún puesto su vestido caoba era toda una odisea de placer y pecado. Yo aún siendo sólo un miserable espectador, era testigo de la bestialidad de aquellos amantes. Ya empezaba a sentir los tirones nuevamente en mi verga, mi energía estaba ya casi recuperada, Rintintin soltó un agudo gemido y se dió la vuelta quedando culo a culo con mi madre, «¡Hazlo ya cariño, córrete y deja preñada a mami!» dijo moviendo sus caderas en círculos estando aún anudada con el perro; «¡Joder apúrate porque luego será nuevamente mi turno con ella!» dije muy alterado, «¡Parece que mi hijo ya está listo cariño! ¡Vamos hazlo ya, llena mi vientre!» y empezó a soltar sus chorros de leche en el útero de su perra, hay pero que rico temblaba mi madre sintiendo la descarga y perdiéndose en sus múltiples orgasmos.
«Huuu que bien cariño, mi vientre está rebosando de ti uuufff…». Pero aún seguían pegados, así que sin esperar siquiera que mi madre se recuperara, llevé mi pija a su boca y mirándolo empezó a darle lamidas como una perra, «Vale, no me quedaré esperando, usaré tu boca por mientras» le dije, y empezó a chupármela como ella sólo lo sabía hacer, incluso con la verga en la boca seguía moviendo las caderas disfrutando del nudo hinchado en su coño, tal era la indesencia de aquella madre de familia que aprovecharía cada instante, «¡Esta vez me tocará follarte por la boca mamá!» y cogiendo fuerte su cabeza enicié mis empujes hasta su garganta. ¡GLUP! ¡GLUP! ¡GLUP! la follaba duro por la boca, ella ahora se manoseaba el clítoris buscando más placer aún. Rintintin ya se ponía inquieto haciendo que mamá dejara de tocarse para retenerlo, ya que si el perro se desesperaba podría dañarla por lo aún anudados que estaban, yo sin embargo tenía ya la verga tan roja como la de Rintintin de tanto ser succionado por mi madre, mis fuerzas nuevamente me traicionaban y me llevaban al borde del abismo, «¡Hay joder que me vas a drenar de nuevo mi putita haaa…!» y justo al eyacular, el perro se separa de mamá soltando así toda la leche con que la habían llenado. Y si el semen se le salía por el coño, otra ración fresca de leche entraba a su estómago directamente por mí, quedando así los tres exhaustos, yo sentado jadeando profundo, Rintintin lamiéndose sus bolas y mi madre hecha polvo por tanta descargar seminal y placer.
Después de eso ya no le quedaban fuerzas a ninguno, y ya también era hora de alistarse para volver a casa. Lo rico que fué dormir calentito recostado en las suaves tetas de mamá en el taxi al volver. Al día siguiente había que volver a la rutina de siempre. Y la verdad yo ya no quería separarme del cuerpo de mi madre, pues uno de los placeres prohibidos más grandes era tener a tu propia madre como tu objeto sexual. Demás está decir lo que hicimos esa noche antes de dormir, y ya a la mañana siguiente otra vez al ducharnos, mamá era ya mi vicio, mi adicción, mi némesis…
Durante las clases en la academia, en mi mente sólo estaba el olor de mamá, el sabor de su coño, estuve excitado todo el tiempo, pero se me ocurrían toda clase de obsenidades con ella, y ni bien salí de ahí fue rumbo a una tienda de placer para comprar un pequeño plugin anal que estaba en descuento, y también un lubricante dilatador para dicho agujero. Y al poco rato ya estaba frente al municipio donde trabaja mamá, mi plan era esperarla a que salga de las oficinas. Cielos, ahí la veía venir, con su faldita negra ceñida hasta por debajo de sus rodillas, una blusa crema y siempre con su bonitos tacones chatos, al verme se sonrió y vino a mi encuentro y a la mitad de camino un hombre bien elegante se le acerca para saludarla con un besito en el cachete mientras este la coge de los brazos, yo me acerqué sin más y escuché cuando mi madre le dijo, «Gracias por la invitación pero es que tengo que hacer con mi hijo, y justo está aquí, hoy vino a recogerme» dijo señalándome con su mirada, «Oh encantado jovencito, disculpe el atrevimiento pero invitaba a tu señora madre a un evento en una empresa de un cliente mío, talvez tú también gustas en acompañarnos», «Gracias por ello señor, pero tengo planes ahora con mi madre», «¡Es una lástima, pero comprendo! Talvez para otra ocasión» luego de eso se despidió tal como saludo a mamá, cuando se fué mi madre comentó: «Es un abogado de prestigio, hijo nunca te lo comenté pero…», «¡Pero qué mamá!» dije ya muy celoso, «¡Mi celosito! Fuí con él a unos eventos, por trabajo claro está, pero de ahí, nunca le he aceptado a salidas fuera del ámbito laboral, así como ahora», «Eso espero mamá porque ganas no me faltaba de arrugarle ese traje costoso», «Ya olvidemos eso, me alegra verte aquí hijo, gracias por venir», «Todos los días vendré a esperarte, no te voy a dejar sola, eres sólo para mí ahora», «¡Shhh! Cuidado que aquí el chisme es lo que reina», «Mamá quiero ir al baño, ¿me acompañas?», «Si vamos también quiero ir», y al estar frente a los baños vi que estaba vacío el de los varones, y por un fuerte impulso llevado por lo celos cogí con fuerza la muñeca de mamá y la metí conmigo al baño de hombres, «¡Hijo qué haces!», «No hay nadie ven rápido metámonos al cubículo» le dije y en un segundo estábamos ahí los dos apretaditos, «Hijo esto es una locura» decía mamá con sus ojos agrandados y muy sonrojada, «Tenemos que aprovechar ahora que no hay nadie, ven aquí» y tocándole el culo y sus tetas empecé a besarla, ella me devolvió el beso pero temblaba del miedo y de la vergüenza de ser descubierta ahí en el baño de hombres y con su propio hijo encerrados, «Me vuelvo loco cuando un hombre se te acerca mamá, no lo soporto», «No dejaría que alguien más que tú me toque hijo» susurraba, apretaba con más fuerza su cuerpo y nos besábamos como dementes sexuales; «Tengo una sorpresa para ti mamá», «¿Así, aquí?», «Si mamá, pero date la vuelta primero», «Está bien hijo pero…» y titubeando se dió la vuelta, entonces fuí subiendo su falda de a pocos hasta tener su trasero a la vista sin problemas, «¡Hijo qué es lo que piensas hacerme!», «Algo nuevo que te va a gustar» y dándole un par de sobadas con mi rostro por encima de su calzoncito procedí a bajarlo develando sus cachetitos blancos, «Hay Dios mío, que no venga nadie por favor» decía mamá con voz temblorosa, «Ábre tus nalgas mamá e inclínate un poco, rápido» y con un suspiro suave obedeció como la putita que es, «Que rico hueco que tienes ahí, me gusta como se abre y se cierra», «Hijo aquí es peligroso, mejor lo hacemos en casa», «Tú relájate mamá, sólo voy a…» y untándole aquel dilatador en el ano de mamá procedí a introducirle un dedo.
¡SLAP! Sonó al ser succionado por su ano, «¡Hay por Dios hijo! ¡Por ahí… No sé si…!», «Tenemos que usar este agujero mamá, Rintintin y yo te queremos follar por ahí también», «Hay… Hijo mi trasero es virgen aún, cuidado haaay…», pero gracias al lubricante ya mi dedo jugaba en su culo, «Oh mi putita, los ricos pedos y cagues de mamá salen por este huequito tan sucio», «Haaa no digas cosas tan cochinas haaa mi cu… Haaa» gemía mamá entre dolor y excitación. Así que intenté meter un segundo dedo y su ano lo aceptó sin problemas, ahí dentro separaba los dedos como queriendo abrir más su canal anal, «Hay que raro se siente por ahí hijo haaa… Hu…» ya mis dedos jugaban fácil en ese tubo orgánico, «En realidad la sorpresa que te tenía no era esto mamá, sino… ¡Esto!» y empujando el plugin logré hacer que se metiera totalmente en ese rico bota-cacas de mi madre, «Haaaa que llena me siento ahí atrás huaaaa» gemía mamá temblando, «Ahora para que te acostumbres, iremos a casa mientras tengas este dildo metido al culo», «¿Qué…? No oye estás loco nooo…», «Eres mi puta, mía, y quiero que lo lleves puesto mamá» le dije en tono suplicante, «Hay espero que nadie me mire y se dé cuenta, y no creo poder caminar teniendo eso metido en mi trasero», «Verás que sí mi putita Ayleen».
Le dí la vuelta y que carita que tenía mamá jeje, rojita y con sus lunares parecía una sandía XD, apoyaba su cabeza en la pared del cubículo cerrando sus ojitos mientras trataba de acostumbrarse al plugin anal, «Abre tus piernas mamá» le susurré, y una vez con sus labios vaginales bien abiertos, procedí a introducir mi pene lentamente, me la iba a follar ahí parados frente a frente, ella solo gemía pues su atención estaba en su culo, y empecé a penetrarla suavemente, «Huy que mojadita que estabas, creo que tu lubricación natural es más abundante al usar tus dos agujeros a la vez mamá» le dije casi jadeando, ella clavó sus uñas en mis hombros y se dejó follar a mi antojo, dale y dale, «Huuuu mamá tú ajuste vaginal me está llevando al clímax» ¡SUCK! ¡SUCK! sonaba su conchita gracias a sus abundantes jugos, se mordía la boquita para no hacer bulla, yo estaba en el cielo teniendo relaciones sexuales con mi madre en el baño de su trabajo, «Que rico, te amo mamá, eres mi todo, tu coño es mi mundo haaa… Nunca te dejaré, nunca soltaré tu concha materna mamá haaa, mi amor te amooo…» le decía perdido por la pasión, mi madre no pudo más y con fuertes sacudidas su cuerpo llegó al límite gimiendo agudo por su gran orgasmo. «Yo también ya me corro mamá, huy si huy si mi puta Ayleen tómala en tu vientre haaa…» llenando su hueco con la rica descarga de su unigénito. Al sacar mi verga toda mi esperma salió disparada acumulándose en el calzón de mamá, «Haaaa nooo me ensuciaste hijo haaa…», «Esta perfecto así, jeje, así iremos a casa con tu culito lleno y tu coño embarrado de mi leche». Le subí el calzón dejándola bien embarrada de mi yogurt, y dando suaves palmaditas por encima de su vulva le bajé su falda. «Es hora de salir de aquí mamá», y sin moros en la costa, logramos al fin salir. Ah pero qué deleite era ver a mamá caminar simulando estar bien, cruzando con algunos colegas de su trabajo y despidiéndose de ella, mientras mi madre con una sonrisa fingida resistía el dildo y la sensación de humedad en su coño.
Ya en el bus, la tenía bien abrazadita, manoseando sus muslos disimuladamente, ella recostada en mi hombro, seguía soportando como una madre luchona, «Haaa… Ufff huaaa…» gemía casi en susurros, «Mamá es tan excitante lo que hicimos en el baño jeje, ¿tu culito está bien?», «Haaa siii… Hay hijo las cosas que me haces hacer hu…», «Pronto llegaremos a casa, y con Rintintin vamos a tener un buffet de mamá Ayleen, ya que tendremos como potajes gastronómicos, tu boca, tus tetas, tus nalgas, tus muslos, tu concha húmeda y tu rico ano dilatado. Y como refrescos, tendremos tu saliva, tus jugos vaginales y tu ricos orgasmos con squirts jeje…», «Eres un loquillo hijo, no me avergüences más de lo que ya estoy», «Jaja es que me gusta consentirte mamá, y vamos saliendo ya estamos cerca al paradero» dije mientras la ayudaba a levantarse, «Si todos supieran lo que mi madre trae en el culo» dije en mi mente, bajé primero para luego recibir a mamá en mis brazos, dándole un fuerte abrazo ahí en el paradero sintiendo su cabeza recostar en mi pecho, susurrándome: «Hay… Hijo… No podré resistir más, tienes que follarme ya o sino me volveré loca…», en ese instante me brillaron los ojos y me sentí el chico más feliz del mundo… *_* ^_^
Continuará…
Que buena historia ya espero la siguiente parte