Compartiendo lindos momentos con la familia – Parte 1
Un padre separado de su esposa por la pandemia… vive bellos momentos con sus pequeñas hijas..
Parte 1
El domingo comenzó tranquilo y un día hermoso por lo que pude ver por la ventana… yo seguía en la cama leyendo un buen libro reposado sobre el espaldar, cuando Mica entro corriendo a mi habitación y sin darme tiempo a nada se metió completamente bajo las mantas por la parte de atrás de la cama, y se recostó sobre mí, entre mis piernas, abrazándome por la cintura y encogió las suyas para no sobresalir de la cama.
Al tener yo la costumbre de dormir desnudo en verano, su pecho, quedo apoyado contra mi pene, que apuntaba hacia arriba.
Con cara de asombro le pregunté qué hacía ahí, y con su dedito índice me indico que guardara silencio…
En ese instante entra corriendo Abril, su hermana mayor, preguntando si no había visto a Mica, que esta vez se había escondido bien, mientras revisaba por la habitación…
Sin esperar respuestas, salió corriendo como entró, y se escuchaba como la iba llamando mientras se alejaba. Cuando levanto la sabana para ver que hacía, me doy cuenta de la situación, tengo a mi niña de 3 años, mirando fijamente mi pene erecto, que se había puesto así por sus movimientos y el roce con su piel.
Me quedé sin saber que hacer o que decir, mirándola… hasta que sus ojitos verdes, me miran y tocando con su dedito a mi pene me pregunta porque esta así?
Solo atiné a preguntar… Así como amor?
Así de grande! Y mientras decía eso, atrapo mi pene en su pequeña mano, la cual no lograba abarcarlo.
Mi pene palpitaba ante el contacto, y mi mente estaba en la estratosfera…. Sentí la necesidad de retarla y decirle que eso no se hacía… pero mi subconsciente me engaño y tras un suspiro profundo con ojos cerrados, salió de mi boca… porque le gusta que lo acaricies.
No podía creer que haya dicho eso!! Supongo que por la ausencia de la madre que estaba de viaje junto a Carlos, mi hija de 8 años, en New York hacia un par de días y que al regresar, iban a tener que estar aislada por el problema del virus, estaba loco, ya 10 días que no tenía relaciones!!
Mi hija al escuchar eso, pasaba su mano tiernamente como acariciando a un cachorrito, sin soltarlo con su otra mano. Mi cuerpo se erizaba… mi mente había desaparecido y mi pene tomaba todas las decisiones en ese momento, … Tomé su manito y la fui moviendo de abajo hacia arriba despacio, mientras le susurraba como guardando el secreto… así le gusta que la acaricies.
Alcance a ver su sonrisa feliz al escuchar eso, y mis ojos se cerraron mientras mi pequeña Mica seguía jugando con mi pene, olvidando el juego que tenía con su hermana.
Así estuvo un rato masturbándome sin saber lo que hacia, mientras mi razón desaparecida por completo ante los toques de mi pequeña. Y mi cuerpo sentía cada vez más esa sensación indescriptible de una manito tan suave y minúscula masturbándome suavemente.
Ahí estaba cuando veo entrar caminando a Abril, que como no había encontrado a Mica, se tiró a mi lado y me pidió el celular para ver videos.
Yo sonriendo a mi hija mientras ella estaba entretenido, y su hermana escondida bajo las mantas dándome placer y yo intentando disimular lo mejor que podía, pero por lo visto, ella no tenía intenciones de hacérmelo muy fácil… ya que sentí como le dio un beso a la punta de mi pene sin soltar nunca el tronco, un suspiro y una respiración profunda surgieron de eso sin pensarlo, ya que su boquita húmeda combinada con el calor de la cama… casi me hacen acabar.
Mi hija me miro un segundo, y volvió a ver la pantalla.
Al parecer a mi hija no le desagrado el beso, ya que siguió dándole besitos,
Mi hija se había puesto de lado dándome la espalda y aproveche para espiar a mi princesa y me puso aún más loco ver esa imagen… mi bebé con su manito y su boca “jugando” con mi pene…
Mirándola fijo, mientras ella también me veía, me lleve un dedo a mi boca e hice como que chupaba la puntita, al parecer entendió perfectamente porque paso de dar besitos a rodear la puntita de mi pene con sus labios y comenzar a chupar, Mmmmmmm su boca no alcanzaba a cubrir todo mi glande, pero la forma en que se prendió a chupar era colosal… lo hacia suave, pero se hacía sentir cada vez que lo chupaba… yo estaba en la gloria, aunque no podía demostrarlo.
Ya a punto de acabar… alcance a decirle a mi hija, que vaya a su habitación a elegir lo que quería ponerse que yo ya iba. Salió corriendo con las energías de cualquier niño de 5 años, y apenas paso la puerta, levante las mantas y no lograba aguantar más, … solo alcance a decirle, papi te va a dar un regalito, pero tienes que tomarlo todo.
Supongo que no entendió, hasta el momento que empezó a salir mi leche y mi mano sostenía despacio su cabeza mientras comenzaba a tragar lo que podía.
Uffffff que niña más obediente… le decía mientras su sonrisa se notaba sin despegar sus labios de mi pene.
Algo había salido por la comisura de sus labios pero igualmente ella seguía chupando mi pene que estaba ya vacío sin sostenerla ya de la cabeza.
Mirándome con una gran sonrisa… me dijo, me gusta la cremita que te salió papi, puedo tomar más?
Claro que si mi amor, pero en otro momento, ahora ya hay que levantarnos.
Paso su lengua por donde había caído el resto de “la cremita”, me dio un último beso en la punta del pene y salió de la habitación corriendo comenzando a gritar… no me encontraste!!
Pasaron los siguientes 10 minutos intentando saber que había pasado, mi conciencia volvía a su lugar de origen, pero tenía un angelito y un demonio peleando uno en cada hombro, sabía que estaba mal, pero fue una experiencia placentera para los 2.
Decidí levantarme, darme un baño y fui a terminar de vestir a mi hija, y fuimos al comedor a desayunar, a todo esto el angelito y el demonio seguían peleando y al recordar la escena el demonio ganaba por lejos…
Mi hija, seguía corriendo, jugado y riéndose a carcajadas como cada día, siempre fue una niña muy tierna y feliz, cuando me vio que fui a llevar las cosas a la cocina vino corriendo, me abrazo de la pierna y me dio un beso tierno ahí, y se fue corriendo a seguir jugando con su hermana.
El día siguió normal, jugaba con mis hijas normalmente, corríamos, veíamos tele, jugábamos por la casa, hasta el momento en que se acercaba la hora de bañarse, deje a mi pequeña mirando tele mientras ayudaba a mi hija a bañarse, cuando termine, ella ya estaba muy cansado y relajado, asi que lo lleve a su habitación y en un rato ya estaba dormido.
Era el turno de mi hija, la cargue hasta el baño, nos quitamos la ropa y me meti primero a la bañera metiéndola después a ella quedando sentada sobre mi. Su espalda reposada sobre mi pecho y sus piernitas una a cada lado, dejaban a mi pene en medio de sus piernitas, con un jabón y una esponja suave comencé a pasársela por su cuerpito, y por la excitación de recordar lo que había pasado, mi pene volvió a reaccionar, … seguí actuando normalmente y seguía lavándola mientras le preguntaba al oído cosas como si estaba cansada, si había jugado mucho con su hermana, y cuando noto mi erección, instintivamente estiro su brazo y tomo mi pene comenzando a masturbarme una vez más… con su cuerpito todo enjabonado, le pregunté al oído si le gusto jugar así conmigo en la mañana y con su cabecita me dijo que si, le dije que a mi también me gusto mucho y que como agradecimiento, le iba a hacer unas caricias que le gustarían mucho, y dicho eso, lleve mis deditos a sus piernas y las fui acariciando y recorriendo con suavidad, hasta que llegue a su conchita y la empecé a tocar y a acariciar su pequeño clítoris que casi ni asomaba y sus tiernos y rosados labios.
Le daba besitos y le preguntaba si le gustaba lo que estaba haciendo, y con su cabecita, siempre decía que si, la fui tallando suavemente, asi estuve un largo rato sin apuros, mientras sentía su respiración mas pesada y su cuerpo que se arqueaba, me detuve, la levanté y la gire mirándome, y la levante para recostarme un poco mas en la bañera, y acercar su conchita a mi cara, la observe bien de cerca, y pegue mis labios a su entrepierna, le di un besito y comencé a pasar mi lengua… mi pequeña estaba como sentada en mi cara, y mi boca iba dando chuponcitos suaves, besos, lamidas, … veía a mi pequeña con sus ojitos cerrados, respirando pesadamente y sosteniéndome de los pelos.
Sentía pequeños gemidos y suspiros y junto a como movía su cuerpo me incentivaba a darle mas placer, le gire una vez mas, dejando sus piernas a los lados de mi cara y su pecho pegado a mi estómago.. Automáticamente tomo mi pene y le iba dando un chupón cada vez que llegaba cerca de su cara, mientras yo seguía lamiendo su conchita y ahora también su anito que era diminuto.
Momentos después siento como todo su cuerpo comienza a temblar, su colita que venía lamiendo y acariciando, se abría y cerraba apenas por lo pequeño de su anito, y yo aprovechaba para hundir la punta de mi lengua.
Un momento después, mi pequeña se gira… y me da un gran beso en la boca, y me dijo despacito al oído como para que nadie más escuche… quiero que me bañes siempre tú.
Mi respuesta fue con una gran sonrisa en la cara… claro mi amor, mientras que yo empecé a masturbarme porque no había acabado, y sin que yo le diga nada, se sentó entre mis piernas y repitió lo que había aprendido por la mañana, chupó lo que le entraba de pene y movía sus manitos, mientras yo cerraba mis ojos para dejarla hacer y disfrutar y los abría de a ratos para observar esa bella y excitante escena… hasta que mi pene no dio más, y sin avisarle, Mica tomó cada gota de “crema” que salió de mi pene y disfrutó hasta la última gota. De hecho, esta vez se quedó chupando la puntita como si de un biberón se tratara…
Cuando me relajé la separe de mi pene, le di un beso, le dije que la amaba mucho, comencé a secarla y la lleve a su cama, dejándola dormir desnuda, ya que hacía mucho calor.
Excelente relato sigue contando mas
Muy rico relato aunque a veces no entiendo es el o es ella ?
Él con sus hijas, fui haciendo algunas correcciones, tal vez me quedo alguna por hacer.