Con Mi Hermana Dormida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Primero me presentaré, soy un joven de 25 años, mido 1,70m, delgado y deportista.
Mi hermana es una chica de 23, muy bonita y con un cuerpazo, 1,56m de altura, con un culo bien parado y un par de tetas que invitan al pecado.
Siempre fue motivo de mis pajas de chico, fue una de mis fantasías imposibles desde los 15 años, el motivo más grande de mis peleas en el pueblo de donde somos y una de las personas más importantes en mi vida porque es mi mejor amiga, a demás de mi hermana.
Siempre fuimos muy unidos y compartimos todas nuestras preocupaciones y alegrías.
Pero vamos al relato.
Era una noche de verano en capital federal, Argentina.
Yo estaba en el departamento que alquilamos en esta ciudad, estudiando para preparar finales de mi carrera universitaria.
Ella había salido con unas amigas a bailar y a las 5 am todavía no había regresado.
Mi hermana sabe cuidarse sola pero por lo general volvía más temprano, así que estaba preocupado por ella.
5:30 empezó a llover.
Los truenos y la lluvia en la ventana no me dejaban concentrar en lo que tenía que hacer y el hecho de que mi hermana no estuviera en casa me seguía preocupando.
La llame al celular.
Nada.
Intenté comunicarme con ella varias veces pero sin ningún cambio.
Llamé a una de sus amigas y me dijo algo que me preocupó más todavía, hacía unos 10 minutos la habían dejado en el hall del edificio donde vivimos.
Me dijo que estaba borracha pero le sorprendió que no hubiese podido llegar sola al departamento.
Yo corté y bajé corriendo los 4 pisos desde el dpto hasta la planta baja y ahi estaba, Pau sentada contra una pared, empapada de pies a cabeza y murmurando algo que no se entendía.
Me acerqué a ella y cuando me vio se le iluminó la cara, puso una sonrisa en esos labios delicados, se levantó como pudo y se abrazó a mi como un koala como hacía cuando era chica.
Estaba helada por la lluvia.
Yo pedí el ascensor como pude y subí con ella abrazada a mi hasta el 4to piso.
Entré al depto y la recosté en un futón que tenemos en la sala a modo de sillón/cama.
Fui a buscar un toallón para ayudarla a secarse y le fui hablando suavemente para que se fuera sacando la ropa mojada.
Ella, siempre con una sonrisa en los labios, se iba quitando la ropa con movimientos torpes.
Cada prenda que se quitaba, yo la recogía y la llevaba a la lavadora.
Cuando quedó en ropa interior le sequé todo el cuerpo para que no se enfermara, ella se reía como si tuviera cosquillas.
Le traje una manta, la tapé y le dije que iba a buscar ropa interior seca a su habitación.
Fui y comencé a buscar entre sus cajones.
Enseguida encontré unas bragas y luego busqué una de esas remeras largas que Paula siempre usaba para dormir porque sabía que no usaba sostén cuando dormía.
Agarré todo y volví a la sala.
Ella estaba dormida y la ropa interior mojada estaba en el suelo al lado del futón.
Tomé la ropa y la llevé a la lavadora sin pensar, y cuando la deposité en el interior de la máquina me di cuenta de que mi hermana estaba completamente desnuda, debajo de una manta en el futón de la sala.
Mi verga se puso dura de repente y mi respiración se aceleró.
Muchas cosas se cruzaron por mi mente, la mayoría eran sobre lo mal que estaba que pensara así.
Pero mis instintos ganaron y, apartando todo pensamiento de mi mente que no fuera aprovechar la ocasión que se me había presentado de cumplir mi más grande fantasía, me acerqué sigilosamente a mi hermana y me senté en el futón a su lado.
Ella respiraba profundamente, completamente dormida.
Yo tenía las pulsaciones a mil, la verga durísima y las manos frías me temblaban todo el tiempo.
Respiré hondo para serenarme y lentamente fui destapando el cuerpo desnudo de mi hermana.
Cuando aparecieron sus pezones mi verga pulsó pidiéndome que la sacara de su prisión en mi ropa.
Esas tetas enormes para ese cuerpo pequeño y con esos pezones parados como cerezas en un postre eran una visión increíble.
Calenté un poco mis manos frotándolas entre sí por miedo a despertar a Paula con el contacto frío de las mismas y las acerqué suavemente a sus tetas.
Cuando tomé contacto con ellas y me invadió la suavidad de su piel, mi verga casi rompe mi pantalón.
Las amasé suavemente para no despertarla y le apreté los pezones.
Mi hermana no reaccionaba, así que acerqué mi boca a su pezón derecho y lo succioné.
Ella hizo un movimiento inconsciente mientras dormía y casi me da un infarto.
Pero Pau seguía dormida y yo no corría ningún riesgo todavía.
Seguí destapándola y la dejé completamente desnuda en el futón.
Era una vista espectacular, mi hermana desnuda en una cama cual bella durmiente esperando ser tomada por su hermano.
Yo intenté calmarme para lo que iba a hacer a continuación y me quité toda la ropa para quedar desnudo igual que ella.
Me acerqué a la cama nuevamente pero ahora mirándola de frente y tomando una pierna por vez y moviéndola con movimientos lentos, fui abriendo las piernas de mi hermana para poder ver bien su vagina.
Estaba casi completamente depilada.
Acerqué mis manos y la toqué un poco, luego le fui separando los labios con los dedos y al mismo tiempo que acercaba mi boca a su vagina, comencé a meter dos dedos de mi mano derecha dentro de ella.
Estuve chupando, lamiendo y masturbando a mi hermana por un buen rato.
Luego con los dedos dentro de ella fui hasta sus pechos y los mamé nuevamente.
Ya no daba más, asi que lubriqué bien mi verga y me acomodé entre las piernas de Paula.
Acerqué la punta de mi verga a su vagina y la fui deslizando en su interior suavemente, su conchita estaba tan bien lubricada por mi que no me costó casi nada meterle mi verga casi hasta el fondo.
De todas formas estaba muy apretada, y el hecho de saberme dentro de mi hermana estaba haciendo que fuera toda una hazaña el no haber acabado dentro de ella tan pronto como la cabeza de mi verga entro en su vagina.
Saqué y volví a meter mi verga super lento dentro de mi hermana y luego se me ocurrió que lo mejor era ponerla a ella encima mio.
Así que con mi verga dentro de Pau, La tomé de la espalda para que quedara abrazada a mi y giré con ella para quedar debajo de mi hermana.
Ella se movió un poco y creo que el movimiento la despertó, porque comenzó a decir palabras que no se entendían.
Yo me acomodé mejor debajo de ella y, aún con la verga dentro de mi hermana comencé a mover mis caderas de arriba a abajo para poder cogerla mejor.
Ella empezó a gemir, lo que hizo que casi acabara de nuevo y se fue despertando.
Yo seguí penetrándola en un ritmo parejo y cuando ella se dejaba caer sobre mi, le chupaba y mordía los pezones.
Mi hermana se despertó completamente y se dio cuenta de que estaba teniendo sexo conmigo por la cara de sorpresa que puso, pero no dijo nada y evitando mirarme siguió dejando que la penetrara cada vez más rápido.
Yo no iba a aguantar mucho más, así que intenté girar con ella nuevamente pero Pau no me dejó.
En cambio, ella comenzó a mover sus caderas muy rápido y a penetrarse violentamente con mi verga.
Al cabo de unos segundos, su vagina se apretó más al rededor de mi verga y ella acabó.
Obviamente yo acabé con ella.
Podía sentir como iba llenando de semen a mi hermana.
Ella se quedó acostada sobre mi, con mi verga dentro de ella.
Cuando mi erección bajo, ella se levantó y dejó caer algo de mi semen sobre mi abdomen.
Me besó sin decir nada y se fue a bañar.
Yo limpié todo y esperé a que ella terminara para hablar pero Pau me evitó y se fue a acostar a su habitación.
Yo me bañe y me acosté en mi cama.
Después de eso estuvimos casi 3 meses sin hablar.
Ella evitaba estar sola conmigo.
Cuando estuvo por cumplirse el tercer mes de lo ocurrido, ella vino una noche a mi habitación y se acostó al lado mio.
Puso su cabeza sobre mi pecho, se abrazó fuerte a mi y casi llorando me dijo, "estoy embarazada".
Ya les contaré en otro relato como sigue la cosa, mi mujer está embarazada de 7 meses y me reclama.
Espero que les haya gustado.
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