Con mi hermanastra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Buenas, es mi primer relato erótico así que espero que les guste.
Somos una familia normal, un padre, una madre, tres hermanas y yo, que soy el de en medio.
Dos de esas hermanas son mis hermanastras, las llamaré Perla y Daniela, y con la que tuve el encuentro fue con Perla, la mayor que en ese tiempo tenía 17 años y yo tenía 15.
Un día, por parte de la primaria mis dos hermanas pequeñas tenían que ir a un campamento y tenían que ir acompañados de un adulto así que mis dos padres las acompañaron, se irían el fin de semana completo y nos dejaron a Perla y a mi a cargo de la casa, al ser los mayores proyectabamos más confianza y aparte yo iba a la escuela en la mañana y Perla en la tarde así que el viernes no se quedaría sola la casa.
Partieron a las 6 de la mañana del viernes e instantes después yo hice lo mismo para ir a la escuela, todo iba con normalidad, en la escuela siempre me decían que mi hermamastra estaba muy buena, que se las presentara y yo siempre les decía que eran pendejadas.
Aunque era cierto, mi hermanastra tenía el pelo quebrado, unos ojos hermosos color marrón, unas tetas muy buenas, su cadera estaba para morirse y unas nalgas no muy grandes pero muy lindas.
La esperé en la noche para cenar juntos y llegó a las 11 pm, estaba lloviendo así que estaba empapada, le ofrecí una toalla para cecarse y poder cenar tranquilos pero cuando la vi estaba llorando, le pregunté:
-¿Por qué lloras? ¿Alguien te hizo algo?
-Sí, mi novio me cortó.
es un patán -me dijo mientras me abrazaba.
-Tranquila -le dije- ese imbécil la va a pagar muy caro.
Poco a poco se fue calmando hasta que dejó de llorar y yo trataba de hacerla reír para que se olvidara de ese patán.
Cenamos y se metió a bañar, pasaron 5 minutos cuando salió de la regadera y se fue a su dormitorio a cambiarse, después de cambiarse se dirigió a mi recamara para agradecer mi comprensión:
-¿Puedo pasar?
-Adelante -dije-.
-Oye quería agradecerte todo tu apoyo, siempre haz estado ahí cuando lo necesito y nunca te he dado las gracias.
llegó el momento.
-¿De qué? -le dije-
-De agradecerte todo lo que haz hecho por mi.
Y acercandose lentamente me besó muy suavemente, fue un beso largo.
Mientras me besaba iba bajando su mano hasta mi paquete y lo sobaba muuy suavemente, creció al máximp y ella metió su mano.
-Lo tienes grande para tu edad.
-Lo mismo decía yo de tus tetas.
Nos desnudamos y seguimos besandonos apasiomadamente, hasta que me dijo.
-Ya no aguanto, necesito tenerte dentro de mi.
Ella era virgen en ese entonces así que la dilaté bastante hasta que se abrió lo más que pudo.
Sin pensarlo dos veces se la fui metiendo poco a poco, cayó sangre en la sábana pero daba igual, ese momento era mágico y no nos ibamos a detener por la sábana.
Se la metí toda y fui metiendo y sacando, primero lento y después muy rápido.
-Ahh si, dame más rápido ahh se siente bien.
-Dios mío eres fascinante, me encanta que me digas eso.
-Entonces dame ahhh sigue así.
Así fue por 30 minutos hasta que me corrí dentro suyo.
-Lo siento, acabé dentro.
-No importa -me dijo- tomaré la pastilla.
Nos vestimos y ese fin de semana dormimos juntos todas las noches y algunas veces en el día, teníamos sexo cuando queríamos y así era siempre que nuestros padres salían.
Después contaré como le di por el culo.
Los estaré leyendo
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