Con mi novia y mi hermana

Mi novia la miró sonriendo entre gemidos, quería que viese su cara de placer mientras la follaba, que viera cómo su hermano la follaba como a una puta..
Cuando mi hermanastra nos dijo que era lesbiana ni nos inmutamos. Nos dijo que lo había probado con chicos, pero que se sentía más definida como lesbiana. He de decir que mi mente calenturienta se puso a trabajar e imaginarme a mi hermana frotando su coño contra el de otra tía hizo que se me pusiera dura hasta tal punto que por la noche, en mi cama, tuve que hacerme una paja para calmar mi excitación.
Mi hermana y mi novia se llevan de maravilla, quedan para ir de compras, pasear, vamos al cine los tres e incluso de fiesta. Hasta un día en el metro que iba atestado de gente vio que le restregaba el paquete por el culo a mi novia, se me puso tan dura que la saqué y mi hermana se puso tapándonos mientras disimuladamente mi novia me hacía una paja. Recuerdo su cara intentando contener la risa mientras miraba a mi novia que también trataba de aguantar la risa. En aquel momento no le di importancia, pero me fijé que mi hermana, que vestía unos legging, tenía su coño sobre la mano de mi novia. Ahora sé que con el roce ella acabó corriéndose. Mi novia notó que se frotaba en su mano, pero no le dio importancia.
Mis padres se fueron a la casa de la playa y nosotros decidimos quedarnos ese fin de semana. Habíamos quedado para el cumpleaños de unos amigos. Fuimos a cenar, luego de bares y al llegar a casa todo eran risas. Mi hermana puso algo de música y mi novia al escuchar la canción que le gustaba soltó un “¡¡¡Síii!!!”abrazándose a mí, no sin antes quitarse el top dejando ver sus hermosas tetas botando de alegría. Mi hermana soltó un “ala…” y se rio.
Fui a la cocina a por una cerveza y al regresar las vi a las dos bailando abrazadas. Mi hermana se había quitado también la camiseta y ambas frotaban sus pechos de forma sugerente. Me acerqué a ellas. Mi novia me quitó la cerveza para beber ella y luego se la pasó a mí hermana, después ella se la pasó a mí novia, pero no de la botella, no, de su boca. Parte de la cerveza se derramó por los pechos de mi novia. Ella me los enseñó riendo, moviéndolos de un lado a otro invitándome a lamerlos, cosa que hice. Luego vertió un poco más de cerveza en cada uno de sus pechos, agarró mi cabeza llevando mi boca a uno de sus pezones y la boca de mi hermana al otro pezón que lamió sin descanso. Yo subí por su cuello, su oreja y le metí la lengua en la boca. Mi hermana hizo lo mismo y nuestras lenguas estuvieron jugando un buen rato. Sin decir nada, sólo con nuestras miradas cargadas de deseo fuimos a la habitación de mis padres. Mi novia lanzó a mi hermana sobre la cama cayendo boca arriba, se puso encima a besarla y lamerle las tetas, luego la desnudó por completo y hundió la lengua en su coño. Mi hermana le agarró la cabeza apretándola contra su coño gimiendo sin cesar. El culo en pompa de mi novia me invitaba a follarla. Así lo hice. Le bajé el legging, el tanga y clavé mi polla en su coño caliente y húmedo. Mi hermana me miraba con deseo, cosa que me excitaba mucho más haciendo que follara a mi novia más fuerte quien apenas podía respirar ahogando los gemidos en el coño de mi hermana que acabó corriéndose de placer. Sólo entonces la liberó. Mi novia la miró sonriendo entre gemidos, quería que viese su cara de placer mientras la follaba, que viera cómo su hermano la follaba como a una puta. Luego hundió su cara en el colchón profiriendo un gran gemido que duró unos largos segundos y momentos después acabé por correrme yo también. Después, nos fundimos en un abrazo quedándonos dormidos.
A la mañana siguiente, con el primer rayo de luz me desperté. Fui al lavabo y al volver a la habitación la imagen que vi me enterneció. Mi hermana y mi novia dormían de costado, la una frente a la otra. Miré hacia abajo y vi que la trempera mañanera había hecho efecto. Me tumbé detrás de mí hermana apoyando mi dura polla en su culo. Mi mano se deslizó por su cintura, me excitó su piel suave y sus interminables curvas. Seguí subiendo la mano a la vez que mi polla apretaba más contra su culo. Llegué a su pecho que estrujé con la mano dedicando tiempo a jugar con el pezón. Ella ya había comenzado a mover suavemente su culo contra mi polla ejerciendo un suave y excitante masaje. Luego mi mano volvió a recorrer su cuerpo hasta llegar a su clítoris. Lo acaricié con mis dedos, abrí su chochito y lo volví a acariciar. Ella gemía casi en silencio a la vez que abría las piernas. Momento que aproveché para agarrarme la polla y dirigirla hacia el agujero de su coño. Lo acaricié con la punta de mi polla excitándola hasta que lentamente la fui penetrando. Los gemidos y el vaivén del colchón acabaron por despertar a mi novia. Nos miró y tras decir un “WOW” se acercó para besar a mi hermana. Le agarró un pecho y jugó con el pezón mirándome, como si fuera a ella a quien estaba follando. Mi hermana giró la cabeza ofreciéndome su lengua que acepté con gusto y me dijo:
-Córrete dentro…sí…mmm…sí…¡¡ooohhh!! Me gusta…¡¡aaahhh!
Apreté su cadera contra mi polla. La follaba de costado y en uno de los movimientos la polla se salió del coño, rápidamente mi novia la cogió y la introdujo de nuevo a su lugar aprovechando para masturbarla mientras mi polla dura entraba y salía con avidez de su chochito. Mi hermana puso una de sus manos sobre la cara de mi novia, quería que viese cómo le sobrevenía el orgasmo. Ella le devolvió la caricia y lo recibió besándola mientras se corría. Luego me besó a mí, apreté más mi cuerpo contra el culito de mi hermana, quería sentirla más. Aceleré mis movimientos sintiendo un enorme placer en la punta de la polla. Miré a mi novia jadeando, acelerando más y más mis pollazos y haciendo caso de mi hermana me corrí dentro de su coño. Los tres nos abrazamos fuertemente y volvimos a dormir placenteramente.