Con Mi Pequeña Hija y el Hombre del Baño 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Acostadoyflojo.
Tiempo despues de aquella primera vez en mi casa la relación con dalberto fue escalando poco a poco, iba al centro comercial mas seguido, salíamos de paseo los tres cuando se podía….
Inesperadamente surgio algo entre los dos y en mi decisión personal me separe de mi esposa y me mude con el a su casa.
Fue algo repentino lo que sucedió, ambos nos enamoramos y decidimos darnos esa oportunidad….
En cuanto a mi hija ella y yo seguiamos siendo iguales, nuestra relación padre-hija no cambio en nada, todo lo contrario evoluciono al máximo… mi esposa acepto mi nueva preferencia sexual aunque dejamos de hablarnos y vernos nunc impidió que nuestra hija estuviera a mi lado.
Al cabo de los meses, durante los cuales mi nenita nos visitaba o salía con nosotros, nos entregábamos a las fauces del amor y la pervercion… dalberto también amaba a mi niña y yo adoraba siempre verlos juntos, era una especie de triangulo amoroso, mi hija fue acostumbrándose poco a poco a estar con el, su cuerpo se adapto rápido a la invacion de la verga de dalberto en su vaginita y ella disfrutaba igual que el.
Bueno el caso es que mi nena fue iniciada en el sexo anal por nuestro macho el primer fin de semana que pasamos junto, nuestro hombre moreno y viril… recuerdo ese momento como si estuviera sucediendo justo ahora y deseo compartir esa experiencia con uds.
Al dia siguiente después de la desfloración de mi nena, esa mañana fuimos a la piscina y pasamos un dia agradable… al llegar a la casa el ambiente cambio totalmente, dalberto abrazo a mi niña y ella se dejo abrazar también, el comenzó a acariciar su cuerpecito con su grandes manos, se acostaron en el sofá del recibidor principal de la casa.
– Te extrañe chiquita, quería volver a tenerte entre mis brazos, estas horas fueron eternas.
– Jejejeje haya señor dalberto es que me siento adolorida en mi potico
– Tranquila nena, hoy no usaremos tu potico, hoy voy a entrar por la parte de atrás.
La tomo entre sus brazos y giro sobre su espalda quedando mi nena sobre el, y bajando sus manos las poso sobre sus nalguitas y comenzó a masajearla pervertidamente, fue sacando su camisilla hasta quitársela toda, yo me arrodille frente a ellos y tome el elástico del mono que dalberto traia puesto y lo baje por sus piernas hasta dejarlo solo con sus bóxer y debajo de ellos una gran erección que luchaba por escaparse, también tome la parte de debajo de la prenda de mi hija y de igual forma la desnude por completo.
Mientras dalberto acariciaba y besaba a mi hija yo me situe sobre ellos, abri las nalguitas de mi hermosa nena y dejando al descubierto su hermoso ano, aspire su aroma y lami su hoyo, era caliente, con un sabor tierno, dulce y salado… era exquisito.
Mi hija se retorcia de placer al sentir mi lengua en su trasero y yo disfrutaba comiéndome su culito tierno y diminuto… cuando me canse de lamérselo tome el bóxer de dalberto y libere su enorme y monstruosa barra de carne morena y venosa y abri al máximo mi boca y comencé a chupar y devorar esa deliciosa verga, llenándo de saliva su cabeza y masajeándo con mis dedos todo su tronco y testículos llenos de delicioso semen esperando salir.
Mi hija giro sobre dalberto y coloco su carita frente a la mia, los dos estábamos frente a frente y solo nos separaba la verga de nuestro moreno amigo, ella saco su lenguita y comenzó a lamer la punta de la verga mientras que yo besaba el tronco y los testículos y luego nos intercambiábamos las partes de esa rica verga… dalberto se retorcia de placer al sentir nuestras bocas dándole placer y satisfaciendo sus deseos carnales al mismo tiempo que el se comia la conchita y el culito de mi hija con ansias y deseo.
El se levanto del sofá, coloco a mi hija de lado y me tomo del cuello e hizo que metiera hasta el fondo su verga en la boca varias veces haciéndome casi ahogar cuando se me cortaba la respiración, era increíble la demostración de rudeza y dominación que el mostraba con nosotros sus esclavos sexuales.
Cuando el se puso de pie quedo frente a mi hija y de la misma forma que hizo conmigo tomo sus cabellos e hizo que metiera su vergota en la pequeña boquita de ella y con un ligero movimiento de cadera comenzó a follarla en los labios haciéndola tragar casi media verga hasta que ella sintiera arcadas y solo allí se la retiraba para volverla a meter una y otra vez.
Solo cuando se hubo sentido satisfecho de ver a mi nena chupandole la verga se retiro de ella dejándole descansar su mandibulita adolorida, se agacho poniéndose de rodillas y le tomo las piernitas desde los tobillos y los alzo abriéndoselos lo mas que pudo para dejar su vaginita dispuesta para el, se le veía enrojecida y algo inflamada por la faena que habían tenido la noche anterior… dejo caer una gran cantidad de saliva sobre ella y con la punta de su verga la hizo regar desde la entrada a lo mas profundo de ella… mi hija se quejo de dolor al sentir como esa enorme y gruesa verga morena iba entrando en su adolorida vagina
– Aaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy seor dalberto no, me duele muchiiisiiiiimoooo
– Aguanta un poco nena, es solo para entrar en calor antes de ir a la acción principal
La verga de dalberto entro tan profundo como la pequeña vagina de mi hija se lo permitio, un casi total de 12 centimetros de todos esos 20 con las que el moreno dotaba, la tomo de la cinturita y comenzó a follarla cada vez mas fuerte y rudo haciendo que cada embestida produjera sonidos típicos de las clavadas del sexo, las gotas de sudor comenzaron a acumularse el el cuello y el pecho de el y caer sobre ella y rodar por su abdomen hasta ir bajando hasta la cintura y reunirse en la verga para ser introducidas dentro de ella.
– Mi compadre anda por la crema que usamos anoche por favor
– Si, lo que digas
Subi las escaleras corriendo y saque del cajón del cuarto de mi hija la crema que se uso como lubricante, cuando baje las escaleras pude ver desde la altura como mi nena había sido colocada en cuatro estilo perrito y dalberto le estaba dando desde atrás tomándola de las caderas y clavándola aun mas fuerte sin importar los gemidos y los quejidos de mi hija, el estaba con sus ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, disfrutando al máximo de las embestidas que le estaba dando a mi nenita.
Yo me deleitaba de ver como ese hombre de casi mas de 30 años dominaba a mi nenita de apenas 5 proxima a cumplir los 6… era follada como si se tratara de una mujer adulta… también podía ver la carita de mi hija con los ojos apretados y la boquita abierta ahogando un grito o quejido o quizás un gemido.
Termine de llegar y tocando el hombro de dalberto le entregue la crema en las manos, el la tomo y abrió el frasco y coloco una buena cantidad en la entrada del ano de mi nena, y con un dedo la fue introduciendo poco a poco hasta que toda la crema estuvo dentro, después sacando el pene de la vagina se coloco también una buena cantidad y la esparció por toda la cabeza y parte del tronco… comenzó punteando poco a poco el ano y luego empezó a presionar, primero suavemente y luego con mas fuerza hasta que con un solo tiron metio la cabeza completamente dentro de ella
– Aaaaaaaaaaaaaaaaaah me duele, no no no
Pensé que dalberto iba a retirarse o quizás decirle palabras para calmarla pero no fue asi, el moreno solo cerro sus ojos y se quedo quieto uno o dos minutos, agarrándola de la cinturita y con un movimiento repentino de cadera hacia adelante dejo ir mas de la mitad de su pene dentro del ano de mi niña, fue increíble ver como ese agujero tan pequeño, rosado y tierno se estiraba al máximo para dejar entrar esa enorme vergota que luchaba por hacerse espacio dentro de ella.
Mi hija se quejaba, se intentaba retirar y sacarse esa carne que la estaba partiendo a la mitad pero el macho la tenia bien agarrada de la cinturita y no la dejaba salir, la tomo desde los hombros y tirando de ella hacia atrás y afincándose el hacia adelante termino por meter su pene completamente dentro de ella, fue algo que no pensé que sucedería pero sucedió.
– Aaaah que rico, se siente bien calentito, como un guante de goma, me apretas la verga demasiado rico nena, que divina estas
Dalberto comenzó a moverse suavemente hacia atrás sacando su pene hasta dejar dentro solamente la cabeza dentro y se volvió a mover hacia adelante clavando hasta la base su verga haciendo que mi hija se quejara, las embestidas eran apasionadas, lo sacaba lentamente pero lo metia de forma brusca y total haciendo que mi nena se moviera hacia adelante y se quejara con cada golpe que la cadera de su hombre le daba a sus nalguitas.
De esa forma sucedió durante 5 minutos que se hicieron eternos para ella y majestuosos para el y para mi, podía escuchar como sonaban las pieles chocando una contra la otra, y esta demás decir que ese hermoso moreno sudaba como si en el infierno estuviera, su cuerpo brillaba con el reflejo de la luz de la lámpara al chocar contra su cuerpo sudado, bajaban a monton las gotas por su enorme pecho y sus piernas, el liquido corporar hacia que al chocar los cuerpos con las embestidas sonara aguachinado.
Era asombrosamente esquisito verlos entregados en el afán sexual, increíble ver que un cuerpito tan menudo como el de mi hija fuera capaz de alojar en su interior algo tan grande como aquella verga y también era rico ver como ese gran moreno musculoso dominaba en todo a mi hija, eran una pareja perfecta, escuchaba los gemidos de placer de dalberto mezclarse con los quejidos de la nena
– Ah si que rica estas, que divina, me encanta tu culo, es tan apretado y caliente, siii que rico, toma verga mi nena, tomala toda, es tuya, aaaaah si que rico
Todo sucedió como una estrella fugaz de repente ese hombre acelero sus movimientos pélvicos y en una explosión de placer evidente eyaculo dentro de ella, podía ver desde la cercana posición que tenia como palpitaba el “NIE” ( parte que va entre los testículos y el ano) al ir pasando el semen de dalberto y depositarse dentro de ella.
Mi hija cayo rendida en el sofá después de recibir la semilla de su macho bien profundo, los dos estaban exhaustos después de el gran esfuerzo… pero la verga de dalberto aun estaba dura con ganas de derramar mas leche, sin pensarlo y ya que yo estaba desnudo de la cintura para abajo me subi sobre el sin decirle nada y me sente en esa verga clavándomela bien profunda en mis entrañas, dalberto al sentir eso abrió los ojos sorprendido pero no emitio ningún quejido, se dejo cabalgar por el padre de su nueva amante, subia y bajaba sobre esa vergota que me abria el ano totalmente, era una sensación maravillosa y única.
Pasamos alrededor de 20 minutos follando en el sofá junto a mi hija quien nos observaba con algo de misterio y extrañeza en sus ojos, no sabia que sentir o pensar de ver a su papa tomado por las caderas y siendo clavado por el hombre que hace poco la tenia a ella ensartada… en un grito de nuevo placer dalberto vacio su semen dentro de mi, pude sentir como palpitaba su pene y derramaba los chorros de caliente semen dentro de mi.
Era algo maravilloso.
Mientras dalberto descansaba sobre el sofá yo tome a mi nena en brazos y la lleve a su camita para que descansara, ya era casi media noche y era tarde para ella, la pose sobre su camita y al verla desnudita con las piernas abierta pude observar como de su vagina salían pocas gotas del liquido de la verga de dalberto y un poco del sudor que se había incrustado dentro de ella, no pude evitar agacharme y pasar mi lengua y beberme todo ese sabor agridulce que me parecio tan delicioso… sin pensarlo me encontré chupando su vagina como un desesperado, era algo exquisita la vagina de mi hija después de haber sido penetrada por un delicioso pene moreno.
Yo estaba ensimismado en ello cuando de repente entra dalberto a la habitación, me toca la espalda y me dice: Necesitas ayuda con eso.
?
– Claro, ven….
El se inclina y junta su lengua a la mia y entre los dos comenzamos a comernos los hoyitos de mi nena, el levanto una de sus piernas y de esa forma podíamos tener acceso tanto a su vagina como a su trasero… los dos estábamos mas que exitados, decidi dejarle la tarea a dalberto y me dedique a chupar su pene que estaba a reventar de lo duro que lo tenia mientras el seguía comiéndole la vagina a mi nena…
Cuando había pasado algún rato el se levanta y dándome una orden con voz de macho dominante me dice:
– Esta noche yo dormiré con tu hija….
Espero que no tengas problemas
– Supongo que no, me parece bien.
No tuve opción mas que retirarme de la habitación, aunque claro no iba a dejar de ver lo que estaría sucediendo y perderme de toda la acción, cosa que el también supondría, deje la puerta entre abierta y por un orificio podría ver todo cuanto sucedería dentro de esas cuatro paredes.
Dalberto le hizo el amor a mi niña unas 3 veces mas durante toda la madrugada, fueron ejecutadas varias posiciones y mi nena al final podía acostumbrarse a las embestidas de su nuevo papi, la clavaba en su vagina y también en su culito, algunas veces salvajemente y otras veces delicado, pero sin detenerse ninguna de ellas, mientras mi nena gemia, se quejaba, se retorcia y a la vez disfrutaba de ser dominada por aquel hombre.
Al final de todo mi nena quedo tan llena de semen que se le resbalaba por las piernas cuando logro caminar, salimos los tres juntos del departamento para despedirnos de dalberto y en el lobby nos encontramos con Jaime el portero-seguridad del edificio, cuando se despidió dalberto se agacho y le dio un beso a mi hija en los labios diciéndole;
– Gracias por este maravilloso fin de semana nena, espero te recuperes pronto por que deseo volver a repetirlo
Se levanto y abrazandome le dijo al oído; “gracias, tu también estuviste genial, gracias por todo, hasta la próxima”
Cuando se hubo ido y nos dispusimos a volver a entrar mis ojos se encontraron con que detrás de nosotros justo al otro lado de la puerta se encontraba Jaime, con la cara colorada y un tanto mas nervioso de lo que acostumbra.
– Epale Jaime, que tal, que te sucede.
? Estas asustado o que?
– No señor, no pasa nada
Su voz era entre cortada y nerviosa, mis ojos se deslizaron por todo su musculoso cuerpo y se fue a situar en su entre pierna y pude ver como se había formado un bulto debajo de los pantalones… lo mire a los ojos y le guiñe un ojo, el se sonrio tímidamente se giro y se perdió de vista…
Historia para otra ocasion.
Lindo sería entregarla al conserje