Con mi prima Paloma (3)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por F3r80.
Por desgracia los encuentros con mi prima se hicieron cada vez menos frecuentes debido a que su mamá ya pasaba más tiempo con ella, sin embargo podía darme cuenta de que Paloma deseaba estar conmigo tanto como yo, a cualquier oportunidad rozaba mi mano o me abrazaba y se quedaba pegada de mi unos segundos más de lo normal, afortunadamente nunca nadie le vio nada malo a la conducta de la niña. Unos meses antes de que terminara el año escolar sus padres se reconciliaron y acordaron volver a vivir juntos, eso significaba que ella se iría y seguro pasarían años para que volviéramos a vernos puesto que anteriormente la última vez que la había visto fue cuando ella cumplió 3 años, así que debía de actuar rápido.
Una tarde llegó de la escuela con un poco de fiebre, su mamá ya se iba con ella y su hermanita a comer fuera y se me ocurrió hablar con ella.
-Tía si Paloma se siente mal debería dejarla aquí, trae un poco de sueño ¿no Paloma?
La niña lo entendió todo rápidamente y dijo que sí con la cabeza, que prefería comer en la casa y acostarse a dormir un rato. Su mamá le dio una pastilla y la encargó conmigo, que si le subía la fiebre le llamara y ella regresaría a la casa rápido. Yo ya estaba pensando en cómo hacerla sudar la calentura.
Después de que se fue mi tía subimos al cuarto y ella me abrazo y comenzó a besarme. Me dijo que ya no se sentía tan mal, que no quería tomarse la pastilla y le pregunté si entonces podríamos pasar un rato juntos, me dijo que sí sonriendo.
Tenía su cuerpo tibio, un poco más de lo normal, besaba su boca mientras le iba quitando la ropa, descubrí sus pechos que para ese entonces ya estaban bastante crecidos. Yo estaba como loco, desesperado por comerme a mi prima, apretaba sus senos, lamía sus pezones y ella jadeaba, se lamia los labios y me decía que se sentía rico. Le quité la falda y bajé su pantaleta, ya tenía vello púbico, ya era toda una mujercita, le sobé su cochito mientras continuaba chupando sus pezones erectos y ella se retorcía en la cama.
-¿Ahora sí me vas a dejar que te la meta? Le pregunté mientras me quitaba el pantalón.
-Sí Fer, pero despacito. Me dijo sonrojada.
Se sentó en la cama y comenzó a chuparme el pito, horas y horas de mamadas la habían vuelto una experta, yo le sujetaba el cabello y me movía dentro de su boca, ella me miraba a los ojos y ya me encendía, no iba a dejar pasar otro día sin hacerla mía.
La acosté boca arriba y ella solita abrió las piernas, chupé su cuello y bajé por su pecho hasta llegar a su panochita. La lamí y pase mi lengua para dejarla preparada, la abrí un poco y le metí un dedo para comprobar que estuviera lista, gimió un poco y entonces le metió otro dedo más. Cerró los ojos y me dijo que no le dolía, que le estaba gustando, me di cuenta que estaba lista.
Ensalivé mi pito y lo coloqué en su entrada, ella volvió a cerrar los ojos y apretar los dientes, me recosté sobre ella y le besé la cara mientras introducía mi pito poco a poco dentro de su vagina. Podía sentirse como se iba abriendo, estaba apretada a pesar de que ya le había metido los dedos además de que ella la contraía, no iba ni la mitad adentro cuando ella comenzó a llorar.
-Cálmate, si sigues así te va a doler más. Vas a ver que pronto empezaras a sentirte bien y te va a gustar, te lo prometo.
Me dijo que sí con la cabeza e intento relajarse, respiraba por la boca y gemía despacio. Yo intentaba no dejársela ir de golpe aunque me moría de ganas. Entrando toda comencé a hacer movimientos circulares dentro de ella, podía sentir como estaba de apretada por dentro y eso me excitaba más, sus gemidos eran cada vez más fuertes y constantes y ya no tanto de dolor, poco a poco comenzó a quejarse de placer, me apretaba los brazos y me encajaba su uñas, yo le mordía las orejas, el cuello y los hombros y cuando menos me di cuenta ya estaba entrando y saliendo de su cochito. Estaba tan caliente y mojado que mi pito entraba y salía con facilidad, sus movimientos también facilitaron el trabajo, sus lágrimas ya se confundían con su sudor y con el mío, me miraba a los ojos como queriendo decirme que lo estaba disfrutando pero de boca solo salían gemidos que me provocaban más y más.
Me separe de ella y la puse boca abajo, levanté sus caderas y abrí sus piernas. Comencé a comerme su ano y ella se retorcía y hasta me pareció escuchar que se reía, bajé para continuar con su rajita, que se veía hinchada y empapada. Volví a penetrarla y ella lanzó un gritó que de inmediato calló mordiendo la almohada, su vagina estaba tan dilatada, ya no se sentía apretada pero seguía contrayéndola y yo podía sentir como mi polla palpitaba dentro de ella. La tomé de las caderas para poder penetrarla más duro, ella gritaba con cada envestida.
-¿Con que te gusta que te la meta eh puta? Mientras le reventaba su panochita.
-Sí, sí me gusta.
-Dime que eres una puta, dime que quieres que tu papi te lo va a dar.
-Sí papi, soy tu putita, me gusta que me cojas.
Sus palabras me volvían loco, pero aún más ese tono de voz infantil e inocente que aún tenía era lo que terminaba de ponerme mal. Continué con las envestidas cada vez más rápida y más fuertes, parecía que no había follado en años aunque entre esos meses yo me había acostado varias veces con mi novia, no faltaba mucho para correrme así que se la saqué para finalmente terminar en su nalgas, aunque lo hubiera querido no podía venirme dentro de ella, me hubieran matado mis papás y mis tíos si hubiera quedado embarazada. Al terminar me dejé caer al lado de ella, que me miraba con ojos de amor.
-Primo yo no quiero irme, a mí me gusta ser tu novia y yo quiero quedarme a vivir contigo para siempre. Y me abrazó y se quedó dormida.
Le toqué la frente y efectivamente ya no tenía calentura. Me dormí un rato con ella, más tarde al despertarnos volveríamos a coger como locos. Y así fueron varios días después de eso, hasta que nos descubrió mi hermano que muy molesto me pidió que la dejara follarse a la niña también él. Pero eso lo contaré la próxima vez, que no solo se la cogió él, terminamos cogiéndola los dos al mismo tiempo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!