CON MI PRIMITA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estas experiencias las tuve hace muchos años pero las recuerdo vivamente.
Hace unos meses hablé con mi primita (está cercana a los 80 años) y le hice una mención a los recuerdos de nuestros juegos de niños pero ella me dijo no acordarse de nada (¿?).
Éramos niños aún, ella 7 y yo 9 años.
Cuando nos visitábamos jugábamos siempre juntos.
Nos llevábamos muy bien.
Recuerdo una vez en mi casa armé una carpa sobre una cama con una colcha y nos metimos dentro de ella.
Me gustaba tocarla y ella no se negaba.
Estuvimos un rato largo a la hora de la siesta y nadie se ocupaba de nosotros porque estábamos tranquilos sin pelear.
Yo le tocaba las piernas desde las rodillas y subía mis manos hasta llegar a su conchita.
Se la acariciaba e intenté besársela.
Me dijo que era lo que quería hacerle.
– Sólo darte un besito ahí, ¿me dejás?.
como no me contestó me agaché y le besé la conchita que estaba calentita y con olorcito a limpio.
Se la besé y le pasé la lengua.
Ella se estremeció, me tomó la cabeza y la apretó contra ella… Le dije: – Que linda cosita, te gusta lo que te hago?- pero no me contestó, quedó calladita sin moverse mientras yo la acariciaba y le lamía la conchita.
Me subí hasta abrazarla así pude acercar la pija a su entrepierna.
Le tomé la mano y le pedí que me tocara allí pero se resistió, entonces no insistí… La pija la tenía dura así que me acerqué al cuerpo de Dolly, la abracé y crucé mi pierna sobre las de ella, entones rozaba su entrepierna con mi dura pija.
Así nos quedamos un rato… yo le besaba las mejillas y ella se quedaba quietita… entonces bajé mis manos, las puse sobre sus muslos y acerqué su vaginita a mi pija… Qué lindo fue sentir su calorcito a través de la bombacha… El próximo movimiento fue sacarme la pija del pantalón y corriéndole la bombacha ponerla en contacto con su conchita… – Toto, ¿qué estás haciendo?- me dijo.
– Haciéndote un cariñito más… – Bueno, gracias, ¿son tus dedos los que me están acariciando?.
– Un poco sí… ¿te gusta lo que te hago?.
Nada me contesta, estaba un poco azorada pero se quedaba quietita recibiendo las caricias de mi pija en su conchita que la sentía muy calentita… Entonces le pregunto – ¿Cómo se llama esta cosita linda que estoy tocándote?.
Se queda callada, entonces insisto dos veces más y me dice con voz muy bajita: – CULO… La abrazo fuerte y le digo: – Yo te acaricié… porqué no me hacés vos unas caricias a mí…
Entonces pone sus manitos en mi cara y me acaricia.
Tomo sus manos y las voy bajando hasta mi entrepierna.
– ¿Qué es esto? No es tu dedo… – No queridita, es el equivalente a tu culo que tenemos los varones y se llama pija y lo tuyo no se le llama culo se le dice concha.
Notás que inda es mi pija… acariciala… yo te enseño como… Llevo mi mano sobre la de ella y se la voy moviendo para que me pajée.
Torpemente lo hace pero poco a poco mejora su acción.
– ¿Sigo? ¿Y por qué es así de duro y caliente? – Si, seguí más que me gusta mucho.
Está así por tus caricias y cuanto más lo hagas más duro y caliente se pondrá.
Es así duro para que pueda entrar en el culo… ¿Querés sentirlo adentro de tu culo?.
– No, me va a doler.
– Mirá Dolly querida, yo lo acerco más, despacito… despacito… y vas a ver qué lindo es… si te duele me decís y paro de meterlo… – Primero voy a meterte un dedo para que sientas como es y después sigo si vos querés… ¿Si?.
Como no me responde comienzo a acariciar su rajita y la voy dilatando… – Ahora te voy a besar tu culo para que entre mejor… Entonces me corro hacia abajo, meto la cabeza entre sus piernas, le beso y le lengüeteo la rajita para lubricarla.
Dolly se estremece y arquea su cuerpo… está gozando mi accionar.
Sigo besándole la conchita y le meto la lengua haciendo jueguitos de entrar y salir.
entonces se vuelve a estremecer y estirar las piernas… está gozando… me dice: – Tengo que ir el baño… tengo que hacer pis.
– Bueno queridita, andá y volvé, así seguimos jugando… Vuelve enseguida, se mete bajo la carpita y me dice: – Juguemos más que es muy lindo… me gusta este jueguito… acariciame que me gusta.
Como pasó un ratito desde que le intenté dilatar le conchita bajé nuevamente mi cuerpo y comencé a chuparla y lengüetearla.
Se quedaba muy quietita así que le fui metiendo un dedo en la conchita y haciendo un mete y saca… – Ay… Ay… me hacés doler… – Mi amorcito perdóname, lo voy a hacer más despacito… así… así… ¿está bien así?.
Como no me contesta la digo: – Ahora quiero meterte lo que te dije antes, eso que tenemos los chicos para las chicas… decime si querés que lo haga… – Y… no sé… no sé… ¿me va a doler?.
– No te va a doler, lo voy a hacer muy despacito y hasta que vos quieras… si te molesta, me decís y te la saco… – ¿Me lo prometés?.
¿decime qué es lo que me vas a hacer?.
– Te lo prometo, lo que vamos a hacer es copular y tiene que ser un secreto entre vos y yo, a nadie tiene que saberlo, será nuestro secreto íntimo.
¿Comprendés lo que te digo? A nadie vamos a decirle nada de los que estamos haciendo… Dolly, te quiero mucho y vamos a gozar juntos estos momentos… – Bueno Totito, yo también te quiero mucho y no voy a contarle a nadie estos jueguitos… ¿copular? ¿Me dijiste que era? – Si queridita Dolly, algunos le dicen coger, le diremos como a ti te guste más… – Me gusta más COGER… entonces vamos a coger vos y yo… Dolly y Toto… Cojamos Toto… – Sacate la bombachita así estamos más cómodos, subite el vestidito así estamos más en contacto, ponete encima mío vos que sos más livianita que yo y abrí bien las piernitas para que pueda entrar la pija en tu conchita… Hacelo por favor así empezamos a coger… Dolly me hizo caso, se quitó la bombacha, se subió el vestido y subió sobre mí con sus piernitas bien abiertas.
La pija la tenía justo rozándole la rajita así que bajé la mano hacia ella, me corrí el prepucio y traté de metérsela en la conchita, muy despacito.
– Empujá Dolly querida así te va entrando en la conchita y empezamos a coger… Me fui moviendo para que fuera entrándole, puse mis manos en su espalda, debajo del vestido, sobre su piel y fui apretándola contra mí.
Ella suspiró profundo cuando fue entrándole la pija que era del tamaño justa para su conchita.
Instintivamente fuimos moviéndonos al unísono, ella con sus piernitas abiertas y yo con la pija entrando y saliendo.
Su carita estaba frente a la mía así que la besé en la boca.
Al principio ella no sabía bien que hacer pero poco a poco abrió sus labios y nuestras lenguas se encontraron en nuestras bocas mientras seguíamos con el mete y saca.
En eso sentimos una voz que decía: – ¿Chicos, están durmiendo?.
– Si, acá estamos – contesté.
– Bueno, sigan media hora más y levántense a merendar.
Entonces seguimos con nuestra cogida.
Yo busqué las tetitas de Dolly que estaban comenzando a crecer y sus pezoncitos estaban muy duritos.
Estuvimos como diez minutos abrazados cogiendo.
Dolly tuvo varios estertores de placer (¿serían orgasmos?) suspiraba y decía: – Ay Totito… Ay Totito… Ay Totito… Ahhh… Ahhh… Ahhh… ¡Qué lindo!… ¡Qué lindo!… ¡Sigamos cogiendo!.
¡Sigamos cogiendo!.
¡Sigamos cogiendo!.
Luego paramos de movernos y nos quedamos como estábamos, con mi pija dentro de la conchita de Dolly.
Nos besamos con pasión y nos levantamos.
Le dije: – Dolly ¿estás contenta? Hicimos una hermosa siesta, no te olvides de nuestro secreto… Me contestó: – Toto, será por siempre nuestro secreto.
– Dolly querida, vas a ver qué lindas siestas tendremos otras veces!!!
Sólo una vez más estuvimos abrazaditos bailando, tendríamos 15 años, pero esa es otra historia que relataré después.
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