Con mi primita de 6
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por aa54ll.
Buenas,
Mi primita de solo 6 años se llama Laurita, es bajita, plana obviamente y con un culito muy paradito.
tiene el pelo castaño largo y es muy blanquita y muy bonita.
Yo, soy un estudiante universitario de 21 años, alto y delgado y con poca suerte con las mujeres.
Esta historia que os voy a contar ocurrió solo hace unos pocos días y por eso os lo voy a narrar con bastante exactitud ya que lo tengo fresco en la memoria.
Mi relación con mi primita es muy buena, me tiene mucha confianza, jugamos juntos y se ríe mucho conmigo.
Muchas veces se sienta en mis piernas y la cargo en brazos dejándome que la toque por todo el cuerpo sin que a ella le importe, incluso parece que le gusta.
Empecemos, la situación que tuve con ella paso esta misma semana cuando ella y su hermano de 9 años no tenían escuela ya que era fiesta local y se quedaron en casa con la abuela, que fue a cuidarlos.
Yo que si tenia universidad acabé a las 12 y como volvía a tener clase a las 15h fui a comer con ellos, pensando también en pasar un rato con mi primita.
Llegué a la casa, llamé a la puerta:
– Holaa primoo!
– Hola bonita, que tal estas?
– Muy bien!
– Me has echado de menos?
– Si mucho, hace mucho que no nos vemos.
Ven conmigo, vamos a jugar a mi cuarto.
Ella vestía aun con el pijama, muy fino, de color azul y yo con un jersey gris y unos pantalones de chandal anchos de color negros.
Así, la cargué en brazo agarrándola por el trasero y la llevé a su habitación y cerramos la puerta.
– Que bien que estés aquí, que sorpresa – y me dio unos unos besos en la mejilla
– Yo también, que contento estoy – también les di besos en la mejilla.
Estabamos muy felices y estuvimos jugando en su habitación un rato, también yo tumbado en la cama y ella subiendose encima y saltado.
Hasta que nuestra abuela nos llamó a que pusieramos la mesa y comimos todos juntos.
Cuando acabamos de comer me dijo:
– Primo, me acompañas al baño que tengo pipi?
– Claro súbete.
– y la cargué hasta el baño.
Allí la dejé en el baño y le bajé los pantalones solamente ya que no llevaba braguitas.
Se puso a mear y cuando acabó agarré el papel y me dispuse a limpiarle la conchita.
– Ya está limpio?- me preguntó
– Voy a ver- y ya sin papel le pasé el dedo por la conchita, unas tres pasadas aprovechando la situación.
– Ya está?
– Sí pero quieres que te la deje més limpia?
– Claro!
Me senté en el suelo y la atraje hacia mí y le dije – voy a limpiarte con la lengua.
Y le empecé a mamar su conchita, cuando llevaba un rato me dijo:
– Te gusta?
– Sí, sabe rico y a ti te gusta que te lo haga?
– Sí, sigue que se siente rico.
Yo ya con el consentimiento de ella seguí mamando y vi que empezaba a poner caras de asombro de no saber el que notaba pero que le gustaba, empezaba a mover la cadera.
– Pasa la lengua por la derecha, ahora a la izquierdaa, siiii, siiiigueee, que ricooo primitoooo.
Yo intercalaba el lameteo con algunos masajes con la yema de los dedos y veía que le encantaba.
Me agarraba la cabeza y sonreía de lo mucho que le gustaba.
Al cabo de unos minutos de placer los dos estabamos cansados pero nos había gustado mucho.
– Te ha gustado lo que te he hecho?
– Sí mucho, me lo volverás a hacer?
– Si pero cuando no nos vea nadie, no se lo puedes decir a nadie, será nuestro secreto, lo entiendes?
– De acuerdo, será nuestro secreto.
Ya mas tranquilo de tener su silencio la volví a cargar en brazos y la llevé a la habitación de sus padres que ella quería descansar después de comer.
La dejé en la cama, nos quitamos los zapatos y nos tumbamos en la cama.
Al poco rato ella se subió encima de mí abrazándome y se me ocurrió una idea:
– Quieres jugar al caballito?
– Vale, como de juega?
– Así como estás tienes que subir y bajar como estar cabalgando a un caballo.
– Que bien!
Así se puso con su conchita rozando mi pene y subiendo y bajando, era demasiado bueno, yo la tenia parada desde hacer tiempo y me lo estaba pasando genial.
Unos minutos después ella estaba exhausta y cayó encima de mí y me abrazó diciendo lo mucho que le gustaba jugar conmigo.
Luego tuve una gran idea para seguir con el juego sexual que tenía con mi primita y jugando le puse sus piernas dentro de mis pantalones anchos, ella estaba separada de mí solo por una tela muy fina y visto que le gustó mucho la idea pensé en dar un paso más.
Disimulando le bajé muy poco a poco sus pantalones del pijama y no dijo nada y pasó un rato más y avancé hasta empezar a bajarme el boxer.
Ya era el placer máximo, tenía a mi primita dentro de mis pantalones y sin nada entre mi pene y su conchita, nos quedamos bien quietos con el contacto entre nuestras partes y miraba a mi primita y le decía:
– Como estás?
– Muy bien!
– Estás cómoda así?
– Sí me encanta estar así contigo jajajaja
Se veía que ella también estaba disfrutando y sin decir nada empezó a moverse como estábamos haciendo antes con el caballito fregando nuestras partes debajo del pantalón.
Yo estaba disfrutando demasiado pero veía que me venía con tanto movimiento de mi primita y no quería hacerlo ya que ella notaría mi líquido,
– Que ricoo primitoooo
– A mi tambieén me gusta!
No pude más y me vine aunque rapidamente me pude poner el boxer por encima antes de mancharla.
Después de venirme estuvimos un rato inmóbiles jadeando suavemente, se notaba que los dos habíamos disfrutado muchísimo, lentamente me puse bien el boxer y le subí los pantalones y la saqué de dentro de mis pantalones.
Miré el reloj y vi que tenía que volver a la universidad y le recordé nuestro pacto de silencio sobre lo ocurrido, me lo prometió a cambio de que lo volviésemos a hacer y accedí ya que a mí también me gustó.
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