Con mi Primo Gabriel
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, muchos habrán leído mi primer relato en la categoría de zoo, esto que contare es diferente y es totalmente cierto.
Hace unos años cuando yo tenia como 15 y mi primo 14 nos enredamos en una historia incestuosa y que a la fecha no podemos parar.
Mi primo, a quien llamare Gabriel, es y era un chico lindo, alto muy alto, en ese entonces media como 1.70, delgado, en cambio yo era una chica pequeña que media 1.55 si muy pequeña, así que el se veía como si fuera el mayor, a pesar de ser primos no nos parecemos en nada y no tenemos mucho en común.
Todo comenzó el día que a una tía y mi prima se les ocurre ir al cine…y como buenos niños que eramos fuimos, pero cuando ellas eligieron la película mi primo y yo no estuvimos de acuerdo, así que decidimos entrar a otra función, esta función empezaba después de la suya, así que paseamos un rato por la plaza antes de entrar a la función.
Mientras caminábamos el tomo mi mano, hasta ese momento era normal, siempre lo hacíamos, pero cambio cuando doblando la mano que tenia sujeta a la de el me abraza por la cintura, parecíamos una pareja, no me moleste pues era mi primo así que ¿que mas daba?. pero después paso a abrazarme por atrás, su pecho estaba pegado a mi espalda, eso si era raro pues nunca lo habíamos hecho así que lo voltee a ver y él solo sonrío. No negare que el siempre me había atraído, pero vamos ¡Gabriel es mi primo!
–¿Qué haces?–le pregunte.
–Nada, solo te abrazo.
–Gabriel, ya deja de abrasarme parecemos algo que no somos–aunque por dentro si quería parecer eso y que ojalá no fuéramos primos.
–¿Y qué? Nadie sabe que somos.
Continuamos caminando y poco a poco comencé a sentir algo duro atrás, me voltee y le pregunte si tenia algo en el bolso, claro que ya sabía que era, la fricción ente nosotros había causado una erección en Gabriel. Demasiado pronto para mi gusto nos dio la hora de entrar al cine.
Entramos y nos sentamos en una esquina, en la parte de arriba, confieso que yo quería sentir su erección de nuevo, yo en ese momento aún era virgen, pero siempre me había gustado saber de sexo, recuerdo que alguna vez vi con Gabriel una película porno cuando eramos pequeños.
Comenzó la película, era una de "terror" aunque solo causaba risa, bueno seguimos viendo la película pero podía sentir la mano de Gabriel en mi pierna, era realmente bueno que nadie estuviera cerca de nosotros, la sala estaba casi vacía, la mano de Gabriel subía por la parte interna de mi muslo, comenzaba a excitarme, pero eso estaba mal, somos primos.
–Gabriel, déjame–le susurraba.
–¿Por qué? ¿No te gusta?
–Somos primos, eso esta mal.
–Pero si te gusta ¿no? entonces ¿por qué parar?
–Déjame, esta mal–aventé su mano lejos de mi muslo.
Pronto el comenzó a recargar su cabeza en mi hombro y soplaba su aliento en mi cuello, de repente me daba algunos besos en el, me calentaba, mi cuello es un lugar muy sensible, Gabriel lo noto pues mi respiración comenzaba a entrecortarse.
–Ga…Gabriel, por fa no sigas–le decía sin muchas ganas.
–Vamos, olvida que somos primos y déjate llevar, te deseo–sus palabras encendieron algo en mi, así que voltee y lo bese, ya no me importaba nada, ni donde estábamos ni que fuéramos primos.
La película seguía, pero ya no le prestábamos atención, mis labios y los suyos hacían una danza erótica, sus manos fueron a mis piernas y las mías a su pecho, quería sentirlo, y él a mi, subió sus manos a mi vagina sobre mi pantalón, mis manos viajaban hacia su pene erecto. Pronto Gabriel descubrió el botón de mi pantalón y metió su mano, se sentía increible, yo desabroche el suyo y saque su erección, era grande y se sentía caliente en mi mano.
Gabriel metió un dedo en mi vagina, me dolió un poco, pero se sentía realmente bien, un gemido salio de mi boca y el lo cubrió con otro beso, yo pasaba mi mano arriba y abajo en su duro pene.
Aumente el ritmo cuando el hizo lo mismo, yo estaba a punto de acabar y por como latía su pene sabía que a él no le faltaba mucho también, acelere mis movimiento y los pare cuando un orgasmo me vino, se sentía muy bien, pero entonce Gabriel cubrió mi mano con la suya y me hizo volver a mi trabajo, el ahogaba sus gemidos en mi cuello y pronto sentí algo caliente en mi mano, él había terminado.
–Mmmmm, eso estuvo…bien–me decía Gabriel, yo regresando a mi cordura me sentí mal.
–No Gabriel, estuvo mal, además ¡Por Dios! estamos en el cine, cualquiera nos pudo ver–decía algo desesperada y muy mal emocionalmente, pero satisfecha sexualmente, era algo raro.
–Vamos no arruines el momento, te gusto tanto como a mi, ya tenía tiempo deseando meter mis dedos en ti, y ahora no puedo esperar para poner mi pene en tu rica vagina–decía, sus palabras eran tan calientes.
–No digas eso, eso jamás volverá a pasar, solo fue un lapsus—dije no muy segura de mis palabras–ahora voy al baño, regreso en un momento.
Me levante y salí lo mas rápido al baño, me limpie mis jugos y cuando salí me moje la cara, mis pómulos estaban rojos de lo caliente que estaba, ¿qué fue lo que paso hace un rato? me preguntaba. Regrese a la sala ya más calmada, con la decisión de no dejar que esto se repitiera.
Gabriel trato de decirme que esto no estaba mal, que si nos atraíamos porque negarlo, pero yo no quería hablar con él, al menos no en ese momento, La función termino y salimos al encuentro de nuestra tía.
Ese día no termino ahí pero pronto les contare como fue mi primara vez con Gabriel.
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