con mi sobrino y su amiguito
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por soysofi.
Hola amigos, soy sofia, les contare otro encuentro amoroso con mi sobrino esteban.
Por razones de exceso de trabajo, mi hermana se había mudado a un apartamento que estaba relativamente cerca a mi casa, por lo cual recibía constantes visitas de mi sobrino.
Aunque compartíamos más tiempo juntos, no se había vuelto a repetir aquel intenso amorío, ya que mis hijos estaban en vacaciones y permanecían mucho en casa.
Además en su departamento permanecía una señora encargada de realizar el aseo y al parecer nunca abandonaba ese sitio
Cuando se presentaba la oportunidad, nos besábamos apasionadamente o el metía la mano por debajo de mi falda y acariciaba mi coño o era yo quien lo masturbaba a él, pero estábamos corriendo demasiado riesgo y ambos lo sabíamos, así que, aunque las ganas eran grandes preferimos guardarlas para un momento especial.
Dadas las circunstancias pensé que tardaría más, afortunadamente estaba equivocada.
Cerca de las tres de la tarde estaba tirada en el sofá sin nada que hacer, Andrés, mi hijo, estaba en el patio con unos amigos y juan mi otro hijo, estaba jugando en el piso con unos legos.
Mi vista estaba perdida viendo en la puerta de la calle, observaba un sinfín de autos que pasaban, de un momento a otro al frente paro un taxi, y de él se bajaron mi hermana, esteban y un pequeño niño, el cual parecía se algo menor que el, 10 años quizás.
Mi hermana, como siempre iba de carrera, pero rápidamente me explico que yo le había dicho a esteban que iríamos a ver una peli, tras escuchar aquello me sorprendí, pero trate de ocultarlo y en silencio asentí, me dijo que ese niño era su vecinito y que esperaba que no hubiera problemas.
Se despidió de mi con un beso al igual que con los dos niños, y rápidamente regreso a el taxi.
Salude al pequeño el cual se llamaba Javier y llave a esteban a la cocina.
-que estas tramando pillín
-nada tia, es que estaba muy aburrido en casa y mi mama me dijo que hoy no saliera, asi que le invente eso, no te enojes por fa
Aquel tono suplicante me ablando el alma por lo cual no le reproche nada
-bien, espérame en la sala, ya salgo
Entre al cuarto y me puse un vestido blanco que llegaba hasta mis rodillas, llevaba una tanga y sostén blancos también.
Debía esperar a mi hija, ps no podía dejar a juan con Andrés… por obvias razones.
Mi hija llego cerca de las 4, le explique a donde iba y en el embrollo en que me había metido esteban, afortunadamente no objeto nada y al fin nos dirigimos al cine.
Tomamos un taxi, y los niños estaban sentados de extremo a extremo y yo en el centro, platique un rato con Javier y supe que tenía 9 años.
Era un niño delgado, cabello rizado y negro, piel muy morena, casi como el ébano y se notaba que sería un joven bastante atractivo en un futuro.
Llevaba unos pantalones bastante apretados que mostraba un fuerte trasero, y no puede evitar pensar como seria su pene.
Aquel pensamiento me sorprendió bastante, pero no le di mucha importancia.
A javi le gustaba mucho la ciudad, y no perdía detalle al mirar por la ventanilla del taxi, al igual que el esteban no perdía detalles, pero de mis piernas, en ocasiones deslizaba sus dedos hasta tocarme la punta de mi nalga, trabajo que yo le facilitaba al darle la espalda y fingir interés en ver lo que estaba viendo javi.
Aquel juego era arriesgado, el taxista podía vernos y Javier también, pero era algo muy excitante.
De un momento a otro los ojos de Javier se salieron de sus orbitas al ver un parque de diversiones nuevo que había llegado a la ciudad.
En ese momento puse mis manos en la ventanilla y mi trasero casi en la cara de esteban, fue en ese preciso momento cuando aquel pequeño diablillo aprovecho y me metió dos dedos en la vagina, la verdad es que fue algo brusco, pero me gusto en extremo.
El paisaje del parque de diversiones tardo aproximadamente 5 minutos, los cuales esteban aprovecho para su mete y saca, afortunadamente la silla del conductor no dejo ver nada al taxista.
Cuando me senté pude ver los dedos empapados de mi sobrino, los cuales se los estaba secando en su pantalón, pellizque sus cachetes en símbolo de cariño.
Al llegar al cine, ya el atardecer caía, y estaba un poco vacío aquel lugar.
No me gusta cuando las salas están llenas, la gente murmurando o riéndose estrepitosamente, pueden juzgarme si quieren, pero es algo que no me gusta.
En fin, los niños eligieron una peli, compramos críspelas, refrescos y entramos.
Afortunadamente la sala no estaba tan llena, había unos cuantos niños, padres y una que otra pareja, nos sentamos igual que en el taxi en la parte trasera de la sala.
Javier reprocho el hecho de que nos sentáramos tan lejos de la pantalla, yo le decía que era el mejor lugar y un sinfín de razones las cuales no escucho ninguna y termino sentándose muy al frente.
Esteban estaba junto a mí y apenas había pronunciado palabra, se había quedado tan callado que hasta había olvidado que venía conmigo.
Al ver mi poco disimulada cara de asombro me sonrió.
Al fin comenzó la película, aunque era animada, hubo varias escenas en que se quedaba bastante oscura la pantalla lo cual llenaba de una suprema penumbra la sala, cosa que mi pequeño sobrino aprovechaba para meterme mano.
Para hacer el juego más interesante tome una actitud de no querer ser tocada, cosa que el tomo como un reto y persistía en sus intentos.
Sus inexpertas manos empezaron tocando mis rodillas y lentamente fueron subiendo, la electricidad se apoderaba de mi cuerpo, lo cual trataba de disimular impidiendo que tocara por debajo de mi falda.
Aquel juego morboso me ponía a mil y yo ya no aguantaba, pero cuando tenía pensado ceder, mi sobrino se cansó de intentar y se quedó quieto.
Decidí esperar, quizás reanudaría sus intentos y estas ves si lo dejaría hacer, pero parecía concentrado con la peli.
Aquello había acabado pronto y no quería que fuera así.
Ahora era yo quien lo buscaba a él, con las llenas de mis dedos acariciaba su oreja de arriba abajo.
Afortunadamente respondió rápido a mis estímulos y nuevamente tenía sus manos entre mis piernas, subiendo centímetro a centímetro hasta mi vagina.
Pude observar que en sus pantalones se levantaba un pequeño bulto, acerque mi mano de forma descarada y lo masturbe por encima de su pantalón.
Tome más confianza y monte una de mis piernas sobre el brazo de la silla, para facilitarle la tarea a mi sobri.
Sus dedos entraban con mayor fluidez, los líquidos que generaba mi vagina estaban humedeciendo la tela de la silla y tuve que morder un pañuelo para no gemir con fuerza.
Mi mano había sacado su pene del pantalón y lo masturbaba con fuerza.
Me estaba perdiendo, y fue un tipo con una linterna lo q me trajo al mundo, un hombre estaba preguntando de quien era el niño que dormía en el suelo, mi sorpresa fue grande al ver que era javi quien dormitaba, esa era la señal para irnos, pues aparte de él, nadie más estaba interesado en la peli.
El viaje de regreso fue rápido, pronto nos encontramos en el edificio donde vivía mi hermana, eran cerca de las 8, al entrar le pregunte al portero por mi hermana y por la mama de javi, este dijo que ninguna de las dos había llegado, y que normalmente en días como esos tardaría en llegar.
Tenía ganas de tener sexo con mi sobri, pero en presencia de su pequeño vecino nada podía hacer, sin embargo primero era la obligación.
Nos dirigimos los tres al ascensor y rápidamente llegamos al departamento de mi hermana, el cual poseía una llave, entramos y nos acomodamos.
Yo me dispuse a ver tv, pero el par de niños corrieron a la habitación.
Sin darme cuenta empecé a cabecear, el viaje había hecho efecto en mi, creí haber cerrado los ojos un par de segundos, pero cuando vi mi reloj supe que había pasado 10 minutos, me levante alterada y mire a todos lados, no veía a los niños y decidí buscarlos.
Escuche risitas en la habitación y supuse que estaban jugando, así q sin hacer ruido me acerque suavemente para sorprenderlos.
Sin embargo la sorprendida fui yo, pues no podía creer lo que veía, mi sobrinito y su amigo se encontraban con los pantalones hasta los tobillos y se estaban masturbando mutuamente.
Aquella imagen hizo que me recorriera una gran corriente por todo mi cuerpo, sentí como mis flujos bajaban.
Mis pupilas se deleitaban con aquella morbosa escena.
Aunque Javier era menor que mi sobrino, su pene era mas grande, quizás por sus venas corria sangre africana de la mas pura.
Mientras pensaba me iba acercando lentamente, entendí que no contaba con mucho tiempo, y que lo mejor seria aprovechar todo aquello.
Cuando entre a la habitación, javi se asustó y trato de subirse los pantalones, lo cual impedí con un movimiento de mi pie sobre sus pantalones caídos, mi sobre veía sin decir una palabra, le dije que ambos se tranquilizaran mientras mis manos se posaban en sus penes y eran masturbados, ambos gemían y Javier de vez en cuando se agarraba de mí, como si pareciese que se fuera a caer.
El pene de Javier media aproximadamente 13 cm, me puse en cuatro patas y los puse uno junto a otro e inicia una succión, las manos se javi se clavaban en mi cabeza, mi lengua recorría su cabeza y su glande, y mi otra mano masturbaba a esteban, mi sobrino.
Invertí los papeles, ahora era mi sobri quien recibía mi mamada y Javier era masturbado, pero esteban dijo que esperara un segundo, el muy vivaracho se fue tras de mí, levanto mi falda y bajo mi panti, quería penetrarme, aquella iniciativa me éxito mucho, por lo cual le facilite las cosas.
Nos subimos a la cama los tres y me abrí de piernas, esteban me penetro de golpe e inicio de vaivén, yo seguía chupando el pene de javi y de ves en cuando soltaba uno que otro suspiro.
Los golpes de penetración de mi sobrino sonaban como si estuvieran aplaudiendo, con una mano acariciaba mi clítoris y con la otra pajeaba a javi y le chupaba los huevos.
El ritmo de esteban fue disminuyendo, ya se había llegado.
Se retiró despacio, y se recostó en el espaldar de la cama, jadeando y sudando a borbotones, ahora era el turno de su amiguito.
Deje de mamársela y le dije que se pusiera entre mis piernas, dudo un segundo, pero rápidamente atendió el mensaje, tome su cabeza con la punta de mis dedos y la dirigí a mi cavidad, su pene entro milímetro a milímetro, como si estuviera inspeccionando aquella cueva húmeda y cálida, los ojos de javi se cerraron y mis manos se posaron en sus nalgas, con el fin de atraerlo hacia mi de una vez.
Cuando por fin pudo meterla toda le dije que la metiera y la sacara, como era un niño no sabía muy bien lo que hacía, obviamente, pero aprendió rápido, en 1 minuto ya me estaba bombeando y haciéndome gemir, para ser tan joven tenía una resistencia elevada.
Esteban no perdía de vista aquella situación, tenia deseos, pero su pija aún seguía muerta.
Después de un rato, javi soltó un gemido y callo sobre mí, sentí como algún liquido corría por mis piernas, aquella situación era deliciosa, estar con dos pequeños a la ves era algo único.
Esteban se levantó y se acostó a mi lado, dándome un beso en la mejilla, los tres recuperamos el aliento, había sido bastante por esa noche.
Tardamos 5 minutos acostados hasta que decidimos levantarnos y cambiarnos.
Nos sentamos en la sala a ver tv, ellos ya había recuperado sus fuerzas y estaban listos para el segundo raund, tocando mis senos, metiendo mano por debajo de mi falda y tomando mi mano y colocándola en su pene, para que los masturbase, aquella energía me animaba, pero ya era tarde, así que lo mejor no era incitarlos a más.
Tiempo después las dos mamas, ósea mi hermana y la mama de javi llegaron juntas, preguntaron si sus angelitos se habían divertido, los cuales respondieron que si a coro.
Me despedí de mi hermana y acompañe a javi y a su madre a la puerta, le guiñe el ojo y me dirigí a tomar un taxi rumbo a mi casa, pensando en el trascurso lo excitante de esa noche.
Todas aquellas personas con situaciones con parientes tan pequeños, escríbanme, en especial mujeres.
Hasta la próxima
ufff me pusisste super cachondo