CON SU MADRE A UN LADO
De como una nenita curiosa y deseosa por saber que son los placeres sexuales se aprovecha de su padrastro para experimentarlo.
Me llamo Adrián, tengo 35 años y me dedico a la construcción, a decir verdad tengo mi propia cooperativa y toda esa cosa
Hace como 4 años me case con una hermosa mujer 5 años menor que yo, pero ella venía con un premio de algún otro tipo, una nena muy hermosa igual que su madre llamada thais actualmente tiene 9 años a punto de cumplir los 10 en aproximadamente 2 semanas.
Resulta que thais últimamente cuando su madre y yo tenemos sexo ella se dedica a espiarnos, yo me daba cuenta algunas veces pero no me atrevía a decirle a mi mujer o a ella, no lo sé de alguna manera me daba más placer o quizás morbo ser visto en la cama por una nena de 9 años.
Yo soy moreno oscuro sin llegar a ser lo que se denomina negro, alto cerca del 1.80 metros, ancho de cuerpo aunque no tan musculoso si tenía buena contextura, piernas gruesas y espalda ancha, y entre mis piernas 20 centímetros de gorda carne, una noche de fin de semana después de haber ido a una reunión con mi esposa a casa de unos amigos volvimos algo tomados a casa y directamente a la cama, aunque yo deseaba tener sexo con mi sensual esposa ella estaba muy cansada y debido al alcohol ambos terminamos dormidos.
Pasada la media noche comencé a tener un sueño erótico, o al menos eso era lo que yo pensaba, estaba en esa etapa en la que medio despertabas y al mismo tiempo te volvías a dormir y con el alcohol en mi sistema no sabría decir si todo era real o producto de mi imaginación, pero ahí estaba la sensación de que mi pene estaba siendo sometido por un par de manos desde la base y la mitad y la cabeza succionada por una boca caliente y apretada, no sabía si era sueño o quizás mi mujer dándome una de sus mágicas mamadas hasta que sentí la inminente explosión de mi semen dentro de esos labios, yo sabía que mi mujer no se tragaba mi semen así que cuando sentí que nada de ella fue desperdiciada sentí placer y orgullo, me moví de repente y fue cuando escuche unos pasos apresurados y el sonido de una puerta al cerrarse, abrí mis ojos como pude y ahí estaba, mi mujer dormida como tronco al otro lado de la cama, mi pene fuera de mi bóxer mojado con saliva y restos de semen y la puerta de la habitación abierta.
A la mañana siguiente cuando nos levantamos y bajamos a desayunar la niña no quiso salir de su habitación, cuando lo hizo su mirada no se encontraba con la mía, no sabía que pensar y mucho menos sabía que decir, pero dentro de mí me preguntaba como esa nena había podido y más sabido como mamar mi pene, el día lunes me quede hasta tarde en el sofá de la sala viendo tele, ya entrada la madrugada sentí como pequeños pasos se acercaban a mí y rápidamente cerré los ojos haciéndome el dormido.
Ella se acercó a mí y coloco su mano sobre mi pecho, se sentía caliente y sudada luego la fue deslizando hacia abajo a mi cintura y finalmente la poso sobre mi pene, yo estaba atónito la niña de mi mujer era una pervertida, mi pene comenzó a reaccionar pese a mis esfuerzos por controlarme, cuando mis 20 centímetros estaban al máximo ella metió su manita dentro y lo tomo de la mitad extrayendo menos de la mitad fuera, sin perder tiempo se lo metió a la boca haciéndome gemir involuntariamente, ella se asustó por eso, me moví de lado y ella salió corriendo
Tuve que esperar unos minutos, después me levante aun sorprendido y me fui a dormir, pensé que ya todo había terminado y quizás esa fue la última vez que esa mocosa me iba a buscar, aunque en el fondo deseaba que no, me saque mi short y me acosté solamente con mi ropa interior, mi esposa por lo general toma una pastilla para dormir cuando está demasiado cansada y obviamente esa noche lo hizo, media hora después se escuchó el sonar de la puerta pero yo estaba alerta, me desperté y le hable en susurro
– Thais que paso? Porque estas despierta?
– Es que no puedo dormir me da miedo la oscuridad de hoy, puedo dormir con ustedes?
– Tu mama se va a molestar, pero está bien ven acá
Me hice a un lado para que ella se acostara, nuestra cama era enorme, una King size californiana, lo más grande del mercado, quede en medio de esas dos mujeres de mi vida, no mucho rato después sentí como ella se iba acercando a mi cuerpo, entre mi mujer y yo había suficiente distancia pro entre la niña no había mucho, ella me toco con su trasero y se quedó quieta, yo estaba duro como piedra y debido a que mi interior era muy pequeño para contener mi pene este salía por los lados casi completamente, ella suavemente estiro su manita hasta él y cuando lo toco se quedó inmóvil hizo un ligero movimiento para retirarse cuando yo sin pensar en nada se la tome y la hice agarrármelo totalmente, y girándome hacia ella me pegue a su trasero
– Eres una niña mala si tu mama se entera te va a castigar
– Por favor no se lo digas, por favor
– Bueno, depende de ti, si quieres que no le diga tendrás que ser una niña muy obediente y hacerme lo que hiciste la otra noche con mi pene y mi semen
Ella se sorprendió de que lo hubiese notado pensando que mi borrachera la iba a proteger pero la tranquilice diciéndole que sería nuestro secreto si ella prometía no decírselo a nadie tampoco, me despoje de toda prenda y ella se sacó la parte de debajo de su pijama, ambos nos acostamos por encima de las sabanas, cuando tuvo mi mástil completamente a su vista lo tomo de la base con ojos de asombro, quizás no lo había vito bien entero desde cerca así que me llene de orgullo al ver que una mujercita se maravillaba con mi garrote.
Ella se quedó viéndolo un momento y luego sin decir nada abrió su boquita y engullo más de la cabeza de mi pene, al sentir esa calidez y aquel apretado conducto mi cuerpo se erizo violentamente haciéndome gemir, era endemoniadamente rico sentir y ver como una nenita de 9 años hija de mi esposa me dada una mamada mientras su madre dormía plácidamente a nuestro lado bajo efectos de pastillas
Estuvo un buen rato luchando con mi verga en su boca, deseando podérsela comer toda, aunque sin poder lograrlo, solamente 10 centímetros entraban en su boca cuando chocaban con su garganta y le producían arcadas, yo estaba en la gloria, eventualmente volteaba a ver a mi mujer pero seguía durmiendo y como yo estaba de espaldas mi cuerpo ancho tapaba a la nena que se acomodó en mi cadera para mamármelo
20 minutos después de recibir aquella mamada de dioses me levante de la cama y la coloque boca arriba a la orilla, alce sus piernas y ante mi estaba la vagina más hermosa de todas, pequeña, rosada y delicada, me hinque en el suelo y metí mi cara entre sus muslos, mi lengua comenzó a lamerla y saborearla, apenas sentía los jugos brotar de ella y el sabor era un manjar, metía mi lengua bien adentro y con mis dedos le abría la vagina dejándome ver un agujero dilatado y jugoso esperando por carne de hombre y esta noche yo sería su hombre
Me levante y colocando mis rodillas en el borde de la cama le apunte mi enorme pene a su diminuta vagina, la bese y le susurre al oído que se la iba a meter y que tenía que aguantar si hacer ruido porque su mama se despertaría, coloque mucha saliva en mi pene y su vagina y deje que el peso de mi cadera y mi cuerpo me ayudaran en la penetración, mi cabeza se fue abriendo paso dentro de ella centímetro a centímetro, cuando mi cabeza entro sentía que se me iba a explotar por lo apretada que estaba, ella gimió duro pero le tape la boca con mi mano, mi pene siguió avanzando dentro de ella hasta tenerlo a la mitad, estuve siempre esperando chocar con su himen pero aquella resistencia no llego, sin embargo su interior apretaba endemoniadamente.
– Aaaaaaaah eres una niña muy traviesa, ya estas clavada o que’?
– Ammmm hhhhhm mmmmm
Ella no respondió pero era más que obvia la respuesta para mí, así que tome todo el impulso y llegue hasta el final de su cuerpo, unos 18 de los 20 centímetros de mi pene entraron en ella, me quede quieto durante unos minutos para que tanto ella como yo nos acostumbráramos a estar unidos, después poco a poco me fui moviendo, sacaba mi pene poco a poco hasta solo dejar la cabeza dentro y luego lentamente igual la volvía a meter hasta chocar con el final de su útero de nuevo, hice esto varias veces por un buen rato, el reloj de la mesa de noche marcaba la 1 de la madrugada.
Estaba demasiado excitado, por un momento no me importo que mi mujer estuviera del otro lado de la cama, mi cadera cobro vida y comenzó a moverse abajo y arriba, dentro y fuera de thais, mi hijastra de 9 añitos quien al parecer estaba pasándola entre mal y bien conmigo sobre ella, se quejaba de dolor, me pedía que le diera suave pero me apretaba con sus piernitas de mi cadera y sus manitas de mi pecho, se sentía bien llena con mi enorme pene dentro de ella taladrándole la vagina, yo comencé a sudar sobre ella, mi cuerpo se movía cada vez más rápido y duro, quería entrar todo en ella aunque no podía, después un rato en esa posición me Salí de ella y la coloque en cuatro tomando con sus manos la cabecera de la cama, me arrodille detrás de ella justo al lado de su madre y la volví a penetrar tomándola de la cinturita metiendo mi pene casi todo dentro de ella, mis movimientos eran fuertes, aunque solo porque sabía que ella no era virgen y su vagina ya se había acostumbrado a tenerme dentro, mis testículos chocaban contra su piel cuando embestía y eso me ponía al límite, debía dejar de moverme para no acabar aun.
– Aaaah que soberana putica has salido, que rica se siente tu vaginita
– Aaaah oooommmmm mmmm uuuuugh
Los gemidos eran relativamente fuertes, se podrían escuchar fuera de la habitación pero mi mujer seguía dormida o quizás fingía dormir, los movimientos bruscos de la cama y el sonido que hacíamos al follar podrían haber despertado hasta a un muerto, gracias por haber inventado esas pastillas sea quien sea que las invento, mi cuerpo se sentía al límite debía soportar un poco más, el reloj de la mesa me indicaba que eran casi cerca de 2 horas desde que comenzamos a follar, habíamos usado todo el espacio disponible de la cama para hacer muchas posiciones, había eyaculado una vez pero mi excitación me permitió continuar dándole rico a mi hijastra dentro de su útero, quería dejarla muy llena de mi semilla.
No pude más y tuve mi segunda y definitiva eyaculación con un casi grito de euforia y placer, “aaaaaaah Siiiiiiiii maldición que ricoooooooo” con varios movimientos posteriores a eso todo el semen que había acumulado había quedado dentro de mi niña quien no pudo sostenerlo dentro y dejo salir algún que otro poco, yo caí sobre ella cansado, agotado y sudado, mi respiración era entrecortada y mi corazón parecía tambor de aborigen.
Nos dormitamos un rato, creo que unos 15 minutos cuando recordé donde estaba y que había sucedido y con quien, mi pene aún estaba a media asta dentro de ella, la tome en mis brazos y sin sacarlo camine al baño que estaba en nuestra habitación para limpiarnos, una vez limpios y sin decir absolutamente nada salimos de la habitación, la llevaba en brazos a su cama y la arrope tiernamente, desnuda y llena de mi leche de macho, de su macho
– Amor, no debes decirle a nadie lo que sucedió aquí ok? Debe ser nuestro secreto, aunque según veo tú tienes experiencia guardando secretos
– Si papi, no le diré a nadie, pero prométeme que seguiremos juntos
– Si mi amor, siempre, pero que no se entere tu mama
– Si papi
Me dirigí a mi cama, tome mi ropa interior y me la coloque, la pantaletas de mi hijastra la guarde de recuerdo de nuestra primera vez, desde ese momento todas las noches que mi mujer toma su pastilla para dormir su hija me visita para hacer el amor, debo admitir que eh sido el hombre más dichoso y afortunado del mundo al tener dos hermosas mujeres para complacerme y cuidar de mí. Tengo casi 50 años ya y aun continuo follando con mi hija, ella tiene un hijo mío y está esperando un segundo, mi mujer dio a luz a una niña, hemos mantenido nuestro secreto y somos una familia muy feliz
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Menos el embarazo, me gustó