CON UN HERMANO COMO TÚ . 01
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JC06.
Mi nombre es Jack.
Provengo de una familia muy normal, dos hermanas pequeñas, mamá, papá, y un hermano mayor, y desde este punto quiero aclarar que todo lo que voy a relatar se trata crudamente sobre aquel último integrante de mi familia.
Nunca había tenido algún problema con mis padres, ser el hermano sombra, o sea el del medio, me caía como anillo al dedo, tranquilo, silencioso, pacífico, no es por presumir pero siempre fui un buen hijo, o al menos hasta ahora.
A la edad de 10 años ya sabía de antemano que era diferente a muchos chicos de mi edad, y no tengo que explicar por qué, mas temprano que tarde me di cuenta que me gustaban los chicos.
Hasta el momento no me vi obligado a hacerlo publico, ¿Por qué lo haría? ¿A quien le importaba? Sinceramente no veía la razón por la cual todos debieran enterarse de mis gustos sexuales.
Soy bastante maduro para asumir tal inclinación y tengo un imán para atraer gente con mi misma condición a mi entorno, tanto así que el primer año de la segundaria ya tenía dos amigos que estaban envueltos en la misma maña que yo.
Siempre intenté hacer caso omiso al asunto de mis gustos en un sentido sexual, sí, asumía que me gustaban los hombres, sí, tenía varios chicos que me atraían, pero nunca intenté tener alguna relación con ellos, tal vez por miedo o timidez, pero a ese punto ya no podía llegar.
Todas mis expectativas cambiaron de un día para el otro, solo con una frase.
Era primavera cuando mis padres tuvieron la brillante idea de mandarme a dormir a la habitación de mi hermano, pues la habitación de mis hermanas estaba siendo remodelada y ellas no tenían donde dormir, así que desde el momento ellas dormirían en mi lugar y yo debía mudarme con mi hermano.
La verdad era que no me interesaba mucho la idea de dormir en la misma habitación que él, no nos llevábamos del todo mal pero tampoco había una comunicación muy grande, éramos polos opuestos desde que yo había nacido, y aún seguimos siéndolo, mientras yo era el hermano educado, maduro y estudioso, él era un poco inmaduro, todavía no lograba terminar la escuela y le gustaba emborracharse, y cuando digo que le gustaba podría asumir que deliberadamente era un alcohólico en potencia, seguramente dentro de unos años mis padres se darían cuenta de que ocultaba botellas de vodka en un baúl en su habitación y ahí sí quería verlo.
Las cosas funcionaban a su manera, yo no lo molestaba y él no me molestaba a mí, la primera noche que dormí con él, en un colchón al lado de su cama, aprendí que le gustaba dormir ebrio, se tomaba unos cuantos tragos de tequila en soledad y luego reposaba en su cama un tanto alcoholizado hasta que se quedaba dormido, a veces me daba pena que eso fuera mi hermano, pero me llevaba unos 7 largos años, y de alguna forma tenía que respetarlo, aunque viéndolo de esa forma no podía hacerse respetar mucho.
Al siguiente día en la escuela me encontré con mis amigos, sin perder tiempo les conté que ya no podría invitarlos a mi casa muy seguido, ya que mi habitación se encontraba invadida de niñas, y al comentar que estaba durmiendo en la habitación de mi hermano, Matt, que era un tanto más bajo que yo y muy delicado, comenzó a fantasear mientras me dejaba en claro que estaba enamorado de mi hermano, o al menos eso aparentaba.
Sí, mi hermano era un borracho, pero eso no le sacaba crédito en nada, con su metro noventa de altura y sus cabellos rubios cayendo sobre sus ojos azules dejaba a casi todas las chicas de mi aula suspirando cada que me venía a buscar al colegio, su apariencia de chico rudo y sus fuertes brazos hacían que más de una estuviera a sus pies, y en este caso Matt también.
– No puedo creer la suerte que tienes, ojala podría yo dormir con tu hermano –rió por debajo de sus palabras, mi semblante serio era el mismo de siempre, no sonreía demasiado, y los comentarios sobre mi hermano no me hacían ninguna gracia.
– Puedes invitarme cuando quieras a mi también –se rió mi otro mejor amigo, Mike, y al mismo tiempo renegó con la cabeza, era simplemente un chiste, de todas formas sabía en quien tenía el ojo puesto.
Suspiré.
– Ni que fuera la gran cosa, si lo conocerían como yo lo conozco no estarían todas locas con él.
– Puede ser, pero si podríamos intercambiar de casa solo un día sería realmente lindo poder besarlo mientras duerme –continúo riendo Matt, yo volví a suspirar resignado.
En todo el día no había dejado de pensar en la forma que tenía Matt de acosar a mi hermano verbalmente, no podía siquiera imaginarme las cosas que se le pasaban por la cabeza a ese chico, si yo me consideraba gay, Matt podía ser tranquilamente una Drag Queen encerrada en un cuerpo de niño, era tan afeminado que no podía entender como nadie se daba cuenta que era homosexual.
Al llegar la noche tomé mis trabajos prácticos y continué terminándolos, después de unos días vendrían exámenes acerca de los mismos y quería tener todo preparado, mis padres habían venido a saludarme como era su costumbre, y mi hermano aún no llegaba.
En cuanto todo se calmo y las luces se apagaron el chico apareció, tratando de no hacer ruido alguno cerró la puerta y preguntó por mis padres, al notar su voz bailarina comprendí de que venía todo esto, había estado bebiendo con sus amigos y no podía pasar frente a mis padres de ese modo, aún traía una botella de vodka en su mano de la que bebió unos tragos antes de desplomarse en la cama, entre risas y pausas comenzó a darme charla, yo no quería escucharlo, no quería tener que aguantarlo, estaba concentrado en otra cosa, pero algo en todo lo que dijo llamó mi atención.
– ¿Qué? –pregunté algo asombrado, ¿Había oído bien?
– Me hice … un piercing … en el pene –se rió, ¿enserio había hecho tal estupidez?
– No te creo, ¿De que te sirve? ¿Quién te lo va a ver? –me volteé nuevamente a mis cosas y seguí terminando mi trabajo.
– ¡Tonto! ess paraa… las chicas… les gusta –su forma de hablar era tan cómica que no sabía si reírme en el momento o grabarlo para reírme por un mes –hace mucho desto… ya no duele… –dijo para continuar hablando solo, hasta que por fin dejé de oírlo.
Me volví a él para mirarlo, se había quedado dormido, ¿Enserio se había hecho un piercing ahí? Me resultaba estúpido que alguien quisiera hacer eso, nadie puede notarlo, ¿Con que objeto? Negué con la cabeza después de repetir en mi mente que no le creía, volví mi atención a mis cosas y nuevamente me volteé a verlo, su respiración era tranquila, su boca estaba entreabierta, la camisa roja que llevaba sobre su remera oscura estaba desabotonada del todo y sus ajustados jeans apretaban fuerte contra su pelvis, comencé a hacerme una idea de lo que estaba planeando hacer, no creo que se haya hecho tal piercing, me repetía constantemente, me levanté de donde había estado sentado y me acerqué a él, de una buena vez pude ver todo lo que veían los demás en él, su cabello despeinado, su boca tentadora, su fuerte anatomía, y mis ojos se concentraban cada vez más abajo, en un impulso coloqué mis manos en sus piernas y lo miré de reojo por las dudas se despertase, pero no, tenía el sueño pesado después de haberse emborrachado de esa manera, lentamente fui subiendo hasta la cremallera de su pantalón, solté el botón y bajé el cierre, con mucho cuidado comencé a alar el pantalón negro hacia abajo, al menos un poco, lo necesario, sin dejar de observarlo en cada movimiento.
– ¿Qué estoy haciendo? -pensé, pero de igual forma continué.
Baje su boxer un poco e introduje mi mano dentro solo para dejar escapar su hombría fuera, al verlo no supe que hacer, realmente era enorme, me mordí el labio inferior, tomé el pene con mi mano y lo acaricié, entonces vi el piercing colocado sobre el tronco, no quedaba mal ahora que estaba viéndolo, por un momento deje de preocuparme por mi hermano, si estaba dormido, si estaba ebrio, si era mi hermano, no podía pensar, algo dentro de mí hacía que me estremeciera, que se me haga agua la boca, se veía tan rica, no pude contenerme, fui acercándome a él hasta que por fin pude besar su glande, guié mis ojos a ver su rostro, pero nada pasaba, entonces seguí, comencé a besarlo a lo largo y a lamerlo, frotándolo contra mi rostro, masturbándolo lentamente, y volvía a lamerlo como si fuera un dulce, ese sabor era especial, poco a poco sentía como se endurecía y crecía, cada vez se hacía más grande de lo que era y la tentación me cegaba
sin esperar más lo introduje en mi boca succionándolo con fuerza, y al sacarlo pude oír sus gemidos, no me importo lo suficiente, continué lamiéndolo y lo introduje en mi boca nuevamente, una y otra vez, y entonces al levantar la vista pude verlo mirándome, esos ojos lujuriosos me decían una sola cosa, sigue con el trabajo, sigue chupándomela, y no lo dude, volví a meter su miembro en mi boca, cada vez más al fondo, sus gemidos eran tan excitantes que me obligaban a que fuera más sucio y nada prolijo, saque su pene de mi boca y lo escupí para poder masturbarlo más fácilmente y volver a llevármelo a la boca, seguí con el procedimiento hasta que oí un fuerte grito proveniente de él y sentí como se venía dentro de mi, en mi lengua, en mi garganta, lo que no me permitió hacer otra cosa que tragar, al sacarlo comencé a toser, no pude aguantarme, me limpié el rostro con mi mano y vi a mi hermano tirar la cabeza hacia atrás regocijándose en su almohada para volver a entrar en su sueño profundo, suspiré con fuerza para luego limpiar el pene de mi hermano con mi lengua, llevándome cada gota esparcida, y cuando no hubo más por hacer volví a colocarle su boxer y su pantalón donde debían estar, me volví a mi lugar y fue justo ahí cuando empecé a preocuparme “¿Qué acabo de hacerte Luke? .
Continúa =D
como continua por favor